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La Propuesta por YinYang

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Notas del capitulo:

Hola♥

Esperamos que disfruten el capítulo, hay de todo, se los decimos YA. JAJAJA

Besitosss♥

Capítulo 8

 

 

Seung Hyun apretó sus manos mientras las juntaba. ¿Qué pasaría si…?

 

Ji Yong le miró fijamente unos segundos y luego bajó la mirada hacia las mantas, el contacto visual con Seung Hyun le estaba poniendo demasiado nervioso.

 

Seung no podía dejar de observar la fina figura de sus labios, le parecían delgados, pero demasiado llamativos ante su mirada, era como si hubiera un imán que le estuviera haciendo acercarse demasiado. Ji Yong elevó la mirada con sus ojos muy abiertos cuando se percató de la cercanía de Seung Hyun, más no se alejó.

 

Podía sentir su respiración ir más rápido justo frente a sus narices. Elevó su rostro hacia él como respuesta y le miró, podía verse a él mismo en los ojos negros como reflejo. Seung Hyun bajó su vista una vez más y rozó su nariz con delicadeza. Fue apenas un roce, pero fue suficiente para que Ji Yong cerrara sus ojos por completo.

 

Seung Hyun no pudo evitar la tentación y terminó por besar sus labios. Tal como pensó, eran suaves. Cerró sus ojos lentamente mientras ladeaba su rostro buscando más contacto con él.

 

Ji Yong respondió al beso de la misma manera en que Seung Hyun lo llevaba. El mayor saboreó lentamente su labio inferior y Ji Yong no pudo evitar entreabrir sus labios esperando más contacto de su parte. Seung no tardó en apretar sus labios y profundizar el beso. La boca de Ji era terriblemente adictiva y quería sacar mayor provecho por el momento.

 

Ji Yong se dejó acariciar por la lengua de Seung Hyun sin poner objeción, la verdad es que estaba muy lejos de desagradarle la sensación. Apretó sus labios en torno a los del mayor y luego besó su labio inferior mientras daban por terminada la caricia.

 

Se separaron lentamente rozando sus narices y se miraron unos momentos mientras sentían sus respiraciones agitadas. El sentimiento de confusión sobre lo que había sucedido vino de lleno. Ji Yong tragó saliva y entonces desvió su mirada rápidamente mientras se apoyaba sobre sus rodillas en la cama para luego pararse nervioso.

 

—Creo… que iré a tomar aire.

 

—¿A dónde?

 

Seung Hyun le miró nervioso. Ji Yong se paró y tomó una de las mantas mientras la pasaba por su cuerpo en un arranque estúpido de nerviosismo.

 

—Sólo tengo ganas de ir… afuera.

 

Ji Yong caminó lo más rápido que pudo hasta la siguiente puerta. Seung Hyun le siguió con la mirada.

 

—Está… bien. P-pero… ese es el baño.

 

Ji Yong se reprendió mentalmente cuando abrió la puerta. No quería voltear a verlo porque suponía que estaba totalmente avergonzado. Así que simplemente asintió.

 

—Oh… sí, sí… Sólo… voy a entrar a baño y luego voy afuera…

 

Ji Yong se encerró en el baño rápidamente y Seung Hyun se dejó caer sobre las almohadas mirando el techo. ¿Cómo había pasado aquello? ¿Cómo es que se había quedado hipnotizado en el menor? Suspiró intentando relajar los nervios que todavía sentía en su estómago.

 


 

Ji Yong intentó calmarse y caminó por el jardín algo rápido pensando dónde poder ir y no ver a Seung Hyun. No es que no quisiera verlo, sí quería, pero se sentía tan estúpido. Le atraía, o le gustaba, o algo, pero se negaba a aceptarlo como tal.

 

Vio cerca de la casa una bicicleta y entonces miró a su alrededor, no había nadie mirando, así que tomó la tomó y se subió mientras comenzaba a andar rápidamente alejándose de la casa. Necesitaba tomar aire, respirar y pensar un poco.

 

Pasó por el bosque con tranquilidad, confiado en que luego sería muy fácil volver.

 

—Vamos, Ji Yong, debes concentrarte. —Habló consigo mismo mientras pedaleaba. —¡Esto es un negocio! ¡Sólo un negocio!

 

Sólo se casarían y luego él podría tener la nacionalidad, para luego separarse y… Apretó sus manos fuertemente en la bicicleta. Podía sentir todavía los suaves labios de Seung Hyun sobre los suyos, y eso le dio un cosquilleo en el estómago. Se reprendió a sí mismo y sintió como perdía el control de la bicicleta. Pasó por unos árboles, y sin poder controlarlo, terminó chocando con una de las ramas en su cara. Se la quitó e intentó mirar al frente cuando la velocidad aumentaba.

 

—¡Odio la naturaleza!

 

Giró rápidamente y bajó sus pies al suelo, luego movió la bicicleta con frustración y la pateó contra el suelo. Ya no sabía ni qué le pasaba.

 

—¡Alto! ¡Alto! ¡Alto! —Gritó y luego suspiró cansado mientras apoyaba su cabeza entre sus brazos encima de la bicicleta.

 

Se sentía tan malditamente confundido.

 

Estuvo en aquella posición unos momentos y luego sintió algo de ruido. Subió su rostro alterado y miró a todos lados buscando la fuente del sonido. Frunció el ceño y dejó la bicicleta en el suelo.

 

—¿Qué demonios?

 

Ji Yong agachó su vista y fue acercándose lentamente. De repente ya no le parecía buena idea haber salido a tomar aire al bosque. Caminó lentamente entre los árboles y las ramas. Cuando se dio cuenta había una fogata y alguien movía sus manos hasta el cielo mientras decía algunas cosas que él no entendía. Llevaba una manta en el cuerpo, era como los ancestros haciendo el canto a la lluvia o el saludo al sol, o algo parecido.

 

Ji Yong frunció el ceño. Intentó bajar lento, pero casi se cae y tuvo que afirmarse de un árbol. Cada vez odiaba más ese lugar. Quedó mirando fijamente cuando se dio cuenta que era la abuelita de Seung Hyun. Iba a irse para no comentar nada al respecto de la situación tan rara, pero fue detenido.

 

—¡Ven aquí, Ji Yong! ¡Soy yo, la abuela!

 

Ji Yong intentó sonreír y le saludó desde su lugar sin moverse ni siquiera un poco.

 

—¡Veo que estás de curioso! ¡Ven, hay que darle gracias a la madre tierra!

 

Ji Yong intentaba conservar la sonrisa mientras fruncía el ceño.

 

—No, en realidad... no soy tan curioso. Sólo... estaba... —Intentó explicar cualquier cosa que se le viniera a la mente.

 

—¡Hay que agradecer! ¡La madre tierra nos ha dado todo esto, así como permitió que tú y Seung Hyun se unieran!

 

—Ah… —Ji Yong suspiró al escuchar el nombre de Seung.

 

—Hay que dar gracias y rogarle a la madre tierra que te dé un milagro para ser fértil.

 

Ji Yong frunció el ceño. Nunca, en toda su vida, había escuchado algo tan loco. ¿Un hombre embarazado? Eso no era posible.

 

—¡Ven, baila conmigo!

 

—Quisiera agradecer desde aquí —dijo apuntando hacia el lugar donde estaba de pie.

 

La abuelita entonces tiró algo contra la fogata y esta se encendió más todavía, causando que Ji Yong diera un salto en su lugar.

 

—¡Insisto!

 

—Lo haré, lo haré —Ji Yong asintió. —Iré a bailar con usted.

 

—Sigue y aprende.

 

La abuela entonces elevó sus manos al cielo y comenzó a moverlas, abriendo y cerrando mientras decía cualquier cosa.

 

—¡I-I-U! ¡I-I-U! —Ji Yong le miraba literalmente con la boca abierta, no podía creerlo. —¡Vamos, Ji Yong, siente el ritmo! ¡Como si fuera un tambor! ¡Ahora tú! ¡Vamos!

 

Ji Yong juntó sus manos y luego intentó imitar los movimientos de ella. Comenzó a doblar sus rodillas y subir, bajar y subir, una y otra vez mientras le miraba fijamente.

 

—¿Yo qué?

 

—¡Canta!

 

—¿Qué canto?

 

—¡Lo que se te ocurra! —Le explicó sin dejar de moverse.

 

—Pero no me sé ningún canto —dijo.

 

—¡Usa las vocales! —La abuelita se acercó a él y nuevamente elevó sus manos mientras comenzaba una vez más. —¡I-O-O!

 

—¡I-O-O!

 

Ji Yong intentó seguirle el ritmo. La abuelita se puso delante de él y comenzó a avanzar alrededor de la fogata mientras seguía repitiendo las vocales. Ji Yong intentó seguirle el ritmo mientras se movía tras ella.

 

—¡Canta! ¡Canta! ¡Al universo!

 

—¡Al universo! —Repitió Ji Yong elevando sus manos hacia el cielo mientras seguía moviéndose alrededor de la fogata. —¡Al universo! ¡A la ventana! ¡A la pared!

 

Ya no sabía ni qué cantaba, simplemente iba a diciendo cualquier cosa mientras saltaba y avanzaba alrededor de la fogata. Rodó los ojos por tan estúpida escena que estaba haciendo y todo por culpa de la abuela de Seung Hyun.

 

—¡Este baile me da sed! —Dijo cantando mientras hacia un giro con sus piernas al estilo bailarina. —¡Yeah!

 

—¡Más fuerte! —La abuela le gritó, Ji Yong la miró cansado.

 

Ya qué... debía hacerlo, así que se entregó al baile y comenzó a cantar a todo pulmón.

 

—¡Pon tus manos en el aire! ¡¿Cómo se están sintiendo ahí?! ¡Nosotros haremos una fiesta aquí! ¡Todos juntos cantemos, quiero escucharte decir! —Ji Yong gritó alto y saltó mientras seguía avanzando. La abuelita sonrió satisfecha mientras le veía. —¡LALALALALA LALALA! ¡LALALALALA LALALA! ¡I AM A GOOD BOY, MOTHERFUCKER!

 

Y entonces se quedó en el lugar y comenzó a bailar como si estuviera en un club nocturno. Su trasero se movía en círculos con ganas y su torso lo hacía con destreza mientras sus manos estaban hacia el cielo. La abuelita le miró confundida e impresionada. Ji Yong estaba... ¿desatado?

 

Ji Yong hizo gestos con su boca y comenzó a cantar un sinfín de palabras muy rápidamente de manera que la abuelita quedó aún más confundida. Ji Yong se movía como si la vida dependiera de ese último baile que hacía. Se quitó el pañuelo Chanel que traía en el cuello, se puso frente a la abuela mientras le bailaba y le cantaba con todo el ritmo y emoción del mundo.

 

—Eh, eh, eh, yo soy diferente de cómo me veo. Yo no juego, juego, juego, no voy a jugar contigo. La gente dice que hay que tener cuidado con los tipos como yo. Dicen que no confíen en tipos como yo. ¡¿Qué sabes de mí?! ¡¿Me conoces?! ¡I AM A GOOD BOY!

 

La abuelita se emocionó con el ritmo y la canción, así que comenzó a seguirle mientras Ji Yong movía su trasero a todo dar. Ella le apuntaba y sonreía mientras le veía cantar.

 

—¿Qué están haciendo?

 

—¡Ah!

 

Ji Yong dejó de bailar y cantar de una sola vez. Se paró en el lugar como si estuviera congelado. Seung Hyun le miró conteniendo la risa.

 

La abuelita apagó la radio y entonces Ji Yong miró a todos lados mientras controlaba su respiración.

 

—Eh… Es que tu abuelita quería que yo... cantara desde el fondo de mi corazón.

 

Seung Hyun guardó sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

 

—¿De verdad? ¿Y eso viene de tu corazón?

 

Ji Yong arrugó su nariz y sintió sonrojarse un poco.

 

—Es que... quedaba con el ritmo. No niegues que sería muy buena letra de alguna canción.

 

Seung respiró hondo y le miró aún sonriente.

 

—Bueno, tu celular llegó. Ahora iba a la tienda por él, ¿vienes?

 

—¡Ah sí! ¡Quiero ir, quiero ir! —Repetía mientras caminaba rápidamente hacia Seung, pero luego recordó a la abuelita y paró en seco mirándola, ella sonreía. —¿Está bien si voy con él?

 

—Lo que tú hagas estará bien. —Dijo dulcemente.

 

—¿Pero está bien si me voy ahora?

 

—Sí, lindo. ¡Ve, ve!

 

—Adiós abue. —Dijo y llegó rápidamente donde Seung.

 

—¡Estás demente! —Dijo el mayor mientras su tono de voz se hacía algo aguda y muy burlona. Ji Yong le pegó un manotazo en el brazo.

 

—¡Ya, basta!

 


 

Poco demoraron en llegar al pueblo con el bote de la familia. Caminaron entre las calles adornadas con tiendas antiguas cada uno inmerso en sus pensamientos. Seung dobló y entró a una tienda de repente. Ahí entonces Ji supo que habían llegado.

 

—¡Hola amigo!

 

—Seung, ¡hola! —Un hombre se volteó a saludarle.

 

Ji Yong rodó los ojos con algo de molestia. Lo reconoció de inmediato, era el ''stripper'' del otro día. Comenzó a mirar algunas cosas de la tienda para que su presencia pasara desapercibida.

 

—¿Tienes el teléfono que te encargué? —Preguntó Seung Hyun.

 

—Sí, ya llegó. ¿Cómo estás?

 

—Bien, ¿y tú?

 

—Bien. —El sujeto miró a Ji Yong y se acercó sonriente hasta él. —¡Hello there!

 

Ji Yong volteó con sorpresa, obviamente actuando.

 

—Oh, hey, h-hola... —respondió, retrocediendo lentamente.

 

—¿Qué tal? ¿Recuerdas esto? —Preguntó mientras hacía unos movimientos de sus bailes ''eróticos''.

 

El hombre se afirmó de unos productos mientras se inclinaba hacia atrás, haciendo más visible su abdomen para nada atlético, y hacía gestos con su rostro.

 

—Sí... sí, fabuloso... —Ji Yong comenzó a caminar hacia Seung mientras el otro le perseguía.

 

—¿Si te acuerdas de todo? —Preguntó nuevamente volviendo a bailar, pero ahora moviendo sus hombros.

 

—Sí. Lo recuerdo. —Dijo entre dientes.

 

—Le causaste una buena impresión a PSY. —Comentó Seung mientras agregaba un par de golosinas a una bolsa.

 

—Mm… Claro. Creo que la parte donde lloré fue lo que realmente nos unió.

 

—Ahá... ¡Oh! ¿Qué crees? —Dijo Seung tomando unas papas en tarro. —Dato curioso de Seung Hyun número 9: Me gustan los Pringles, son deliciosos. También me gusta la Coca-Cola y los chicles de sandía o menta.

 

Ji Yong le miró sin expresión alguna.

 

—¿Qué edad tienes? ¿Trece?

 

—Mm... —Seung miró su bolsa llena de golosinas ignorando el comentario de Ji.

 

—Aquí está. —Informó PSY llegando con una caja. —Tiene la batería cargada.

 

—Gracias, amigo. —Dijo Seung dirigiéndose a la salida.

 

—También le puse el número de tu novio.

 

Ji Yong le miró y estiró su mano para que el hombre le pasara el aparato, pero de pronto este lo apartó en modo de juego. Ji sonrió obligado, tratando de alcanzar nuevamente el celular, pero PSY lo volvió a apartar. Un par de veces más pasó lo mismo hasta que el castaño tomó el objeto fuertemente. PSY trató de hacerle cariño en el cabello pero Ji caminó rápidamente, dejándolo solo y frustrado.

 

¿Qué le pasaba a ese tipo?

 

—Gracias, adiós. —Ji Yong rápidamente buscó sus llamadas y mensajes mientras salían de la tienda. —No puede ser, tengo treinta y siete mensajes... ¡¿Qué?! Necesito una computadora, Seung. ¿Hay alguna computadora que podría encontrar en este pueblo olvidado?

 

—Sí, queda a una calle más.

 

—Bien.

 

Caminaron un poco más hasta que se vio en el ventanal de un local: ''Choi's internet and coffee''.

 

—¿Por qué está en inglés? —Preguntó Ji Yong, como si fuera algo estúpido.

 

—Para hacerlo más internacional. Ya entremos.

 

El lugar parecía desierto. Ji vio con el ceño fruncido un par de computadoras antiguas, Seung estaba hablando con el hombre encargado.

 

—Escucha —dijo el mayor llegando a su lado —, cuando se agote saldrá un aviso. Solo pon las monedas.

 

El menor miró la mano de Seung llena de monedas. ¡¿En qué época vivían ahí?!

 

—Pero… ¿En serio? ¿Monedas? —Ji las tomó rápidamente. —¿No bromeas?

 

—Voy a estar afuera.

 

—¿P-pero qué se supone que haré? Yo...

 

—Estarás bien. —Dijo el mayor saliendo rápidamente.

 

Ji quedó mirando las monedas que yacían en su palma por un momento. Volteó hacia la computadora y observó un aparato aparte. Ahí echaba las monedas, ¿no?

 

Se sentó y comenzó a introducir una por una.

 

—Muy bien, lo puedo solucionar. Soy un hombre inteligente y hermoso. Bueno, lo último no tiene nada que ver, pero igualmente lo soy. —Rascó su cabeza con el dedo anular y miró la computadora, esta hacía un ruido muy extraño. —¿Qué está pasando...?

 

Miró a todos lados, incluso al hombre mayor que se encontraba sentado esperando clientes, pero le ignoraba mientras leía el periódico. De repente la pantalla se prendió, indicándole que ya lo podía usar. Escribió un link y apretó Enter para que el internet navegara. Esa cosa era realmente lenta.

 

Mientras se frotaba las manos, miró todo su alrededor, y como si de casualidad fuera, su vista se detuvo justamente en la ventana, afuera más bien. Entrecerró sus ojos y sus labios se abrieron levemente. Seung Hyun estaba conversando felizmente con Eun Hye, su ex. Ambos reían gustosos mientras ella se arreglaba un poco el cabello, claramente coqueteando.

 

—Por eso estaba tan apurado en salir hace un momento... —Susurró.

 

Ji Yong sonrió sin ganas. ¿Por qué sentía una punzada en su pecho? Era ridículo. Su mirada bajó a la nada mientras pensaba en el beso que Seung le había dado esta mañana. Obviamente eso no significaba nada, ¿cierto? Ahora se aclaraba todo más que nunca.

 

Pero entonces si no tenía valor alguno, ¿por qué se sintió tan cálido y tan bien?

 

Respiró hondo y exhaló con fuerza inflando sus mejillas.

 

—Soy un tonto.

Notas finales:

¿Qué opinan? Esperaremos sus comentarios. ♥


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