Solo había una cosa en todo el planeta que Xi Luhan no toleraba “Los parásitos” eso era algo que su padre sabía a la perfección, ya no era un niño para que lo estuvieran cuidando todo el tiempo, ya tenía sus dieciocho recién cumplidos, ya podía cuidarse solo y hacer lo que el quisiera, ante la ley ya era todo un adulto.
Entendía que a veces era muy desastroso, berrinchudo y demás, pero no lo hacía adrede. Muchas veces lo intentaron secuestrar, para poder amenazar a su padre, pero lo que muchos no tenían en cuenta es que él es un maestro en defensa personal, aunque no los culpaba ya que tenía una apariencia frágil.
-¡Me niego a tener un parasito!-dijo ante la repuesta del anciano de Sehun y la de su padre
-No está a discusión Luhan-lo miro severamente su padre-además, no van a ser las primeras veces que intenten atentar contra ti, es por eso que Sehun te cuidara-Luhan le dedico una mirada de molestia absoluta.
-¡Ya tengo dieciocho! No necesito de nadie quien me cuide, yo me se cuidar y defender solo-lo miro-por favor-le suplico.
-Eh dicho que no-alzo la voz-es más vivirán en la casa de los bisabuelos.
La casa de los bisabuelos de Luhan había sido desocupada tras su muerte hace más de dos, desde entonces nadie había habitado la casa.
-No llevare a un anciano enojón a vivir conmigo en la casa de los bisabuelos-dijo molesto.
-Entonces, te iras a vivar a su casa
Ambos se miraron
-¡Tienes que estar de broma!-soltó Luhan.
-Señor-hablo Sehun, para poder defender el único lugar en el cual podía estar tranquilo y sin ninguna preocupación-mi casa se encuentra en una zona algo alejada del centro de Seúl.
-¡Perfecto! Así nadie sabrá su ubicación, he decidido, mañana Luhan llegara a tu casa.
EL templo más preciado para Sehun, sería invadido por un molesto ciervo.
Sin más el Señor Yi Fan se retiró de su oficina, dejando a un par de joven-ciervo-mocoso-molesto y a un joven-anciano-gruñón, insatisfechos por la molesta decisión.
-Ni creas que te voy a dejar entrar a mi casa-lo miro
-Descuida, tampoco es como si me gustara vivar con un “parasito-anciano-gruñón”-le dedico una sonrisa sarcástica
-Bueno ciervo-miro sus enormes ojos brillantes-no te enamores de mi-le apunto con el dedo acusador en la frente y con una sonrisa seductora.
-Yo enamorarme de un frívolo anciano como tu ¡Jamás! ni que tuvieras tanta suerte-le sonrió.
-Ya lo veremos-dijo mientras dejaba solo al mocoso.
Definitivamente, este día no podía ser más molesto y pesado. Mañana seria el día en el que su paz y su hermoso hogar serían invadidos por un berrinchudo niño de kínder.
Al llegar donde se encontraba el elevador, se topó con Lay, su supuesto “mejor amigo”
-Sehun-lo llamo-¿Cómo has estado?
-Mejor, desde que descubrí que mi mejor amigo me engañaba con mi prometida-dijo secamente.
Sehun dirigió su mirada a su “amigo” percatándose de un ciervo chismoso que se ocultaba para escuchar la plática, al darse cuenta Sehun pretendió no darse cuenta.
-Vamos Sehun, ya te he explicado lo sucedido ese día-Sehun se había perdido de la plática que sostenía sin mucho interés con Lay-¿Algún día podrás perdonarme?
-Te lo pondré fácil-lo miro con una mirada tan penetrante, que Lay podía sentir como hurgaba en lo más profundo de su ser-tu que hubieras echo si hubiera sido al revés y hubiera sido yo quien te hubiese engañado ¿Me perdonarías?
-Bueno…-dijo pensativo –si te perdonaría, todos cometemos errores-le correspondió la mirada.
-Te equivocas, no me perdonarías.
Las puertas del elevador se abrieron, para indicar que era hora de adentrarse en él. Sehun se quedó para poder regañar a un ciervo metiche. Así que decidió darle la vuelta, para sorprenderlo y hacer le creer al mocoso que ya se había ido.
-¿Se puede saber porque me estas espiando? –dijo a la espalda del ciervo
-¡Aaah!-grito tan fuerte que casi dejaba sordo a Sehun-¡¿Acaso quieres matarme de un susto!?-dijo histérico.
-No sería mala idea-dijo divertido.
-Jajaja, que gracioso, anciano-dijo sarcásticamente.
-Ahora-se acercó a él hasta acorralarlo en la esquina de la pared, situando sus largos y fuertes brazos al lado de los finos hombros de Luhan -¿Me vas a decir por qué espiabas una conversación ajena? O –pego su boca a su oreja -¿Me lo dirás a la fuerza?-dijo con seducción.
Dejando a un pobre ciervo sonrojado, la imaginación de Luhan fue demasiado lejos cuando sintió el cálido aliento de Sehun en su sensible oído.
-B-bueno-la presencia de Sehun, estaba tan cerca de la suya, que no podía pronunciar palabra alguna-aléjate un poco quieres ¡Acoso no conoces, el significado de espacio personal!
-No, no lo conozco-dijo pegándose más y más a él, hasta que pudieron compartir el mismo aire. Luhan cerró fuertemente sus ojos.
-P-pues-dijo empujándolo-Deberías-dijo sofocado.
-Como sea-se separó completamente de él.
Dejando a un desentendido ciervo ¡Quien lo entiende! Primero se acerca y después se aleja, ¡Vaya anciano bipolar!
-Bueno, me voy, tengo que arreglar mi casa y convertirla en un kínder para mañana, nos vemos-dijo posando su mano en la cabeza de Luhan.
Aquel tacto, se sentía tan suave y tan sincero, que Luhan no pudo evitar sonreír.
Algo definitivamente estaba cambiando en la “relación” de estos dos personajes.
Al llegar a su casa, Sehun se puso a pensar en lo sucedido hace un par de minutos en el sector “A” ¿Cómo era posible que un mocoso hiciera que, Oh Sehun, le postrara todas sus facetas en cuestión de minutos? Definitivamente le hace daño estar con un lindo ciervo ¿Lindo? De cuando aquí a Sehun le parecía ¿Lindo Luhan? Dios definitivamente ese niñato engreído le hace perder los estribos.
Dejo de lado sus insaciables pensamientos, se metió en la ducha, para poder despejar su mete de cualquier pensamiento, hacia bastante tiempo que Sehun, no se dedicaba tiempo para él, la casa se sentía tan sola, desde echo a BoA, ya se había acostumbrado a la presencia de tan delicada y caprichosa mujer, en el momento en el que pensó eso, la imagen de Luhan se le cruzo por la cabeza, la manera tan infantil y tan madura de ser de aquel niño, lo hacía querer ser tan malo, pero a la vez quería protegerlo.
Sehun sonrió ante tal pensamiento, pensó-No será tan malo tener a alguien de compañía en casa, después de todo que puede pasar-.
Después de la plática con Sehun, Luhan se dirigió a su apartamento, pensado en lo que había sucedido hace un minuto ¿De cuando aquí él anciano, podía ser tan rudo, tan antipático y a la vez tan tranquilo y tan gentil? Dios porque tenía que lidiar, con un anciano tan bipolar ¿Por qué, precisamente él, la persona de la cual estuvo enamorada desde que tenía ocho años? ¿Por qué justo ahora, que lo creía superado? ¿Acaso Dios quería ponerlo aprueba?
Sinceramente Luhan, ya había tenido suficiente con Sehun, Toda su niñez había imaginado ser como él cuando fuera grande, pero después de un tiempo Sehun desapareció sin decir nada, Luhan lo espero por un largo tiempo y ¡Ahora el muy puto regresaba! ¡Quien se cree que es!