En momentos así, supongo que aun soy joven. Aun cuando estas justo frente a mí, no sé qué hacer
Podía sentir sus mejillas calientes y seguramente estaban sonrojadas por la vergüenza, sus manos temblaban y sudaban mientras en su cerebro no se podía formular ninguna coherente respuesta que sus labios casi resecos pudieran articular.
—¿estás bien?
Las piernas del rubio volvieron a temblar al escuchar la gruesa voz del hombre de sus sueños.
—y-yo…—balbuceo
—parece como si tuvieras fiebre, estas sonrojado
Quiso reír por la tontería de que era fiebre lo que tenía y no la vergüenza y nerviosismo de estar junto al castaño, pero lo olvido y comenzó a hiperventilar cuando la gran mano de Choi MinHo se posó en su frente para comprobar lo dicho antes.
—parece que no
—no, yo…
Ahora si sentía enfermo por tanta cercanía, al tener tan cerca el olor fresco y varonil del muchacho. El corazón le latía con fuerza amenazándolo con salírsele del pecho.
—vaya que si eres bonito.
Realmente iba a desmayarse.
¿Cómo era que el tímido Lee TaeMin había llegado a esta situación?
¿Cómo empezó el amor? Las personas enamoradas díganmelo por favor
Tenía el rostro apoyado entre las manos, suspirando como idiota mientras veía como en la otra mesa un apuesto y varonil MinHo sonreía por lo que fuera que uno de sus amigos dijo.
—Pareces lelo—se burló KiBum
TaeMin hizo mala cara pero no aparto la vista del muchacho.
¿Cómo había pasado de ver a MinHo como uno de los presumidos populares a convertirlo en su todo?
Fácil, desde el día en que había salvado su integridad al no dejar que un balón de basquetbol le diera en la cabeza. Para muchos eso podía parecer una reverenda estupidez, pero no para él.
—deberías hablarle
—Hyung—dijo seriamente—¿Cómo sabes que estás enamorado?
—lo sabes cuando no puedes hacer nada más que ver esa persona
—cuando sientes que te falta el aire y tus piernas tiemblan cuando estas junto a el—aporto JongHyun que acababa de llegar, besando la mejilla de su novio
—sabes que estás enamorado cuando no hay nadie más para ti
Entonces TaeMin estaba enamorado de Choi MinHo.
¿Llegara el día en que pueda sostener su mano? ¿Y llegara el día en que pueda besar sus ojos cerrados?
MinHo suspiro fastidiado al tener que seguir escuchando la misma explicación de hacia media hora, ¿acaso sus compañeros eran tan idiotas como para no comprender un simple problema matemático? Al parecer, sí.
Miro el reloj en su muñeca. Las 3.25 pm. Se acomodó mejor en el asiento y no tuvo que esperar más para que el rubio apareciera en el jardín que estaba frente al edificio de matemáticas.
Su nombre: Lee TaeMin
Rio por lo bajo al ver la pataleta que el muchacho hacia porque alguna extraña pirueta en su baile no había salido como quería. Realmente era un encanto.
Frunció el ceño al ver como otro chico llegaba junto a él, rodeándole con los brazos. ¿Quién era ese sujeto? Y ¿Por qué lo tocaba con tan libertad?
—¿Qué vez?—pregunto JongHyun a su lado
—Nada—contesto y se apresuró a fingir a prestar atención al pizarrón
El más bajo obviamente no le creyó así que inclinándose casi encima suyo observo lo que el había estado viendo antes.
—¿TaeMin?—dijo su amigo—es amigo de Key
—¿Key?
—KiBum, mi novio
KiBum, el novio con complejo de diva de JongHyun.
De nuevo sus ojos fueron al muchacho que seguía intentando dar el extraño giro, inevitablemente se vio sonriendo de nuevo.
—realmente te gusta, ¿no es así?
Era más que eso, MinHo realmente sentía algo muy extraño cuando del menor se trataba, una sensación desconocida que lo instaban a tomarlo entre sus brazos, llevárselo lejos y comerle esa boquita rosada que seguramente sabia a gloria.
—Es más que eso—respondió sin pensarlo
¿Debería acercarme? ¿Debería esperar un poco más? Es más complicado cuando todos dicen cosas diferentes.
TaeMin se sentó en la cama con las piernas en posición de flor de loto, mordisqueo el tapón del lapicero azul antes de ponerlo a un lado junto con el cuaderno de tareas.
—¿Qué debo hacer?—susurro para sí mismo
Se tumbó boca abajo hundiendo la cara en el colchón mientras suspiraba un poco fatigado.
¿Por qué el amor tenía que ser tan complicado? No, no era el amor, eran las personas las complicadas. TaeMin realmente no podía comprender por qué las personas que se amaban no podían estar juntos tan pronto, bueno, realmente en no sabía si MinHo sentía algo por él, aunque últimamente había notado como el mayor le prestaba un poco más de atención, aunque eso no significara mucho alegraba en demasía el corazón del rubio.
Pero… TaeMin sabía que no podía ir de una y declararle su amor al muchacho, si hacia eso…
Se dejó caer de espaldas en la cama, MinHo era uno de los chicos populares y el, el solo era él.
Suspiro derrotado, lo mejor sería esperar un poco más como KiBum y JongHyun decían, aunque eso a su parecer no era lo correcto.
¿No puedes creerlo, verdad? Tengo estándares más altos de lo que parece, algo como esto no es usual en mí
El rostro del rubio estaba en exceso sonrojado, tanto que asemejaba al color de un tomate recién maduro.
—¿Qué dijiste?—balbuceo apenas después de varios minutos en silencio
—me gustas
Y he allí por qué TaeMin se encontraba sonrojado, nervioso y con la vista pegada al pavimento como si fuera la cosa más interesante del mundo. Hacia tan solo minutos MinHo le había visto directamente a los ojos y soltó aquellas palabras que lo dejaron en ese estado.
—me gustas, TaeMin
—¿Por qué me haces esto, hyun?—pregunto—tu realmente me gustas…
Antes que el pequeño siguiera diciendo cualquier tontería, el castaño lo tomo por los hombros y estampo los labios contra los ajenos.
Tal y como MinHo la había imaginado, la boca del rubio sabia a gloria, y sabría mucho mejor si el rubio ayudara un poco con el beso; paso la lengua por el labio inferior, lo chupo suavemente y cuando por fin cedió un poco entreabriendo los labios para gemir aprovecho a meter la lengua en la cálida boca que había deseado desde el día que le dio un tímido gracias por salvarlo de la bola de básquetbol.
—¿Por qué me besaste?—pregunto el rubio alejándolo. Tenía las mejillas más coloradas y los labios rojos e hinchados
—no crees que me gustas—suspiro el mayor—TaeMin—dijo tomándole el mentón para obligar a verlo—no soy el tipo de hombre que va por la vida besando a quien se le dé la gana, tu—ahora era el quien podía sentir el calor subirle al rostro—te he visto desde hace una año y medio. Estoy enamorado de ti
Y de nuevo volvió a comerse la boquita que lo traía loco.
No es la primera vez, para ser honesto también he intentado amar y también termine
Ambos estaban recostados en el pasto del jardín trasero del edificio de artes. Si había algo en lo que los dos coincidían era en pasar un rato agradable disfrutando del cálido sol de la tarde.
—¿Por qué yo?—pregunto de repente el rubio mientras se sentaba
—¿Qué?
—Yo… tu sales con muchas chicas—lo último apenas fue musitado—podrías haber elegido a cualquiera, entonces ¿por qué yo?
—porque no eran lo que buscaba
MinHo también se sentó frente a él, los ojos oscuros quemando en los suyos.
—la verdad es que he salido con muchas personas, chicas y chicos—dijo—pero entre más serios ellos se comportaban con la relación más pronto quería salir de ellos, hasta que te conocí, contigo todo es diferente
—yo también—las mejías del menor estaban rojas—después de saber que salías con Sulli trate de olvidarte, trate de enamorarme de alguien más y no pude
—yaya—suspiro el mayor—somos muy parecidos
Los dos sonrieron, no había duda que había nacido para conocerse.
Esos momentos cuando estabas a mi lado, no puedo comparar esa felicidad con nada, no puedo expresar lo que eres para mí
El cuerpo del menor se estrelló bruscamente contra la encimera, los labios de MinHo comiéndole la boca, literalmente. Gimió cuando la lengua del castaño entro en su boca saboreándole el paladar.
¿Cuándo y cómo habían llegado al departamento del mayor? No lo sabían y tampoco les importaba, lo único importante era el deseo que les consumía por dentro y que anhelaban sacar fuera en una danza desenfrenada de lujuria mientras las pieles desnudas se rozaban.
—¡ah!
TaeMin hecho la cabeza hacia atrás permitiendo que el mayor siguiera lamiendo la sensible piel mientras la marcaba, el corazón le latía acelerado y las piernas le temblaban cada vez que MinHo empujaba las caderas contra las suyas, estaba duro y mucho.
—Sabes muy bien—murmuro mordiéndole la oreja
Por un momento pensó que caería al suelo debido a sus temblorosas piernas pero eso no paso debido a que su novio la había cogido de los muslos llevándolos a que le rodearan la cintura.
¿Era posible avergonzarse más? TaeMin creía que sí, puesto que debido a su posición de koala la erección del castaño apuntaba directamente en su entrada virgen.
—eres perfecto
Los labios ajenos de nuevo fueron a los suyos en un beso salvaje, las manos acariciándole suavemente la piel desnuda de la cadera, TaeMin hundió los dedos en la cabellera castaña y se dejó hacer como tanto lo había deseado.
La piel blanca y suave del rubio era deliciosa como MinHo había esperado, su sabor era único. Se deleitó con cada pedacito de piel que marco a conciencia, para que todos aquellos “amigos” del rubio supieran que este tenía dueño; jugo con los pequeños pezones rosa hasta dejarlos rojos e hinchados bajando lentamente hasta el rosado y húmedo miembro.
Lo chupo y jugo con el hasta que escucho salir de los labios de su pareja suplicas de más a las cuales correspondió, sin embargo a cada momento que el menor estaba por correrse MinHo dejaba de lo que estaba haciendo.
—abre la boca
TaeMin se sonrojo mucho más de lo que ya estaba, pero aun así separo los labios, abrió la boca y salivo bien los dedos frente a ella, de todos modos ya sabían a donde irían.
Apretó los puños y cerró los ojos cuando un largo y fino dedo entro en su cuerpo, ¡demonios! Realmente dolía.
—Relájate—pidió el mayor besándole la sudorosa frente
Arqueo la espalda y lágrimas salieron de sus ojos cuando el dolor punzante lo ataco de nuevo, era incómodo y un poco doloroso, al menos para el que era la primera vez siendo tocado en un lugar tan privado y estrecho. Los dedos de MinHo entraban y salían lentamente dilatando su estreches, pronto la incomodidad dio paso al placer lo cual lo llevo minutos después a rogar por más.
El tercer dedo fue insertado con mucha más facilidad, unos cuantos movimientos y el castaño no pudo aguantar más. Coloco la punta de su necesitado miembro en la rosada entrada del rubio, empujo lentamente, echo la cabeza hacia atrás, muerto de placer cuando la estrecha cavidad lo apretó.
—¡ah!
—deliciosamente estrecho
Las uñas de TaeMin se incrustaron en su espalda y gimió cuando por fin el pene del mayor entro por completo en su ahora desvirgado agujero.
—te amo
Correspondió al beso y se aferró con más fuerza a la fuerte espalda del hombre sobre su cuerpo quien lo embestía lentamente.
La habitación se llenó de sonidos húmedos y olor a sexo, corrección, amor, porque TaeMin y MinHo estaban haciendo el amor.
—¡MinHo!—El calor subió por todo su cuerpo, el cosquilleo se hizo presente en su vientre
El castaño gruño de placer al sentir como las paredes de su amante lo apretaban, metiendo la mano entre ambos tomo el miembro del menor masturbándolo fervientemente, su pene fue apretado aún más cuando el líquido caliente se deslizo entre su mano, TaeMin se había corrido y con unas cuantas embestidas más el termino en el interior del pequeño rubio que no dejaba de retorcerse.
Dándole un tierno beso de piquito en los hinchados labios salió de él, lo envolvió entre sus brazos. Sonrió para sí mismo, estaba total y perdidamente enamorado del enano que dormía acurrucado en su pecho.
Ahora Lee TaeMin era suyo.
Hola, a mi manera he conseguido el valor. Hola, ¿quieres hablar un rato?
¿Bonito?
Inflo las mejillas en un gesto de reproche, no porque MinHo le hubiera dicho que era bonito, si no por lo otro.
—¿Cómo puedes decir eso?—reprocho avergonzado
—¿Qué?—MinHo se encogió de hombros—¿Qué quiero hacerte el amor hasta que no puedas moverte?
—¡MinHo!—chillo de nuevo haciendo que todos los que estaban alrededor los voltearan a ver
Lo único que TaeMin quería era enterrarse bajo el pasto después que su novio dijera en vos alta que quería llevarlo de nuevo a su apartamento para hacerle el amor y que tal vez esta vez deberían probar nuevas posiciones.
—eres adorable cuando te avergüenzas
Los ojos oscuros penetraron en los suyos, quemando su piel.
—como…
Antes que pudiera seguir lo cogió de la barbilla y estampo los labios en los de su novio, sin importar que estuvieran en el jardín de la universidad y que varios estudiantes los vieran.
—MinHo
Sonrió al ver el sonrojo en las mejillas del rubio.
—ahora todos saben que eres mi novio
Y tal como se esperaba los murmullos acerca de su relación se regaron, dejándole claro a todos que el cerebrito y popular líder del equipo de basquetbol Choi MinHo y el tímido y casi inexistente Lee TaeMin eran novios.
—te amo
—yo también te amo
¿Quién sabe? Tú y yo, podríamos funcionar.
rogar por mas.ando su estrecghes, pronto la incomodidad dio paso al placer lo cual lo llevo minutos despues doloroso, al menos
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