Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una NO historia de amor [Corazón de melón] por Blue FireWorks

[Reviews - 81]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! 

Muchas, muchas gracias por los comentarios. Me han alegrado muchísimo :'D

Sé que dije que iba a actualizar mañana pero ya tenía el capítulo terminado así que aquí os lo dejo. 

No sé cómo os lo vais a tomar, he intentado lo que pude con las personalidades, todo va a comenzar a avanzar, lo único que me queda es decirles que DISFRUTEN LA LECTURA

(Al final voy a acabar actualizando todos los días u_u) 

 

Nathaniel no sabía lo que iba a hacer el pelirrojo así que permaneció quieto hasta que el volvió a la sala con un botiquín sanitario.

—¿Aun no lo entiendes? Te dije que te quitaras la camisa—Nathaniel frunció el ceño y se cruzó sus brazos—. Voy a curar lo que te hizo Demonio, no voy a violarte ni nada parecido—aclaró, Nathaniel apretó más sus brazos—creo—añadió. El delegado enrojeció pero decidió ignorar lo último que había dicho el chico.

—No me voy a quitar la camisa, no necesito ningún enfermero—protestó el rubio.

—No soy un enfermero—dijo acercando sus manos al primer botón de la camisa de Nathaniel que consiguió desabrochar. El delegado dio un brinco hacia atrás, soltando un quejido al haberse movido tan bruscamente.

—Estás herido, déjame verlo—dijo acercándose otra vez y desabrochando otro botón. Nathaniel le detuvo colocando sus manos encima de las del pelirrojo.

—No quiero—dijo.

—Me da igual lo que quieras—contestó desabrochando los últimos tres botones de la camisa del rubio, dejando al descubierto su pecho. El rubio bajó la cabeza sonrojado. Castiel deslizó la camisa para poder retirarla de una vez, cuando lo hizo pudo ver un mogollón de moretones y magulladuras en su espalda y sus costillas. El pelirrojo alejó sus manos de él.

—Demonio no pudo hacerte todo eso...—musitó sorprendido.

—No lo hizo él—susurró.

—¿Quién te lo ha hecho, Nath?—él se quedó en silencio—dímelo. No diré nada a nadie...

—¿Seguro?—dudó el delegado, Castiel asintió—. Fue mi padre.

El pelirrojo acercó la mano a una gran marca en la cintura del chico y la rozó con los dedos.

—Debe doler—el rubio se encogió de hombros. Nathaniel notó como las pulsaciones de su corazón se aceleraban. No comprendía absolutamente nada.

Castiel sonrió y luego se giró para buscar algo en su botiquín, el delegado se quedó estático. El pelirrojo tomó una pomada y comenzó a colocársela en las heridas provocadas por el padre de Nathaniel. El rubor de la cara del rubio se hacía cada vez más visible al estar siendo 'acariciado' por Castiel. Un momento, ¿os habéis dado cuenta de lo extraña que suena esa frase? ¡Deja de pensar en esas cosas, Nathaniel! Castiel estaba concentrado en cubrir los moretones que tenía el chico, pero de vez en cuando miraba la cara del delegado, sonrió ante la tímidez del otro. Espera, ¿Castiel sonriendo por el delegado? ¿Qué coño está pasando?

 

El pelirrojo soltó un bufido, dejó la pomada y comenzó a curar las heridas hechas por su perro y las anteriores. Nathaniel sin poder evitarlo soltó un suspiro al sentir la mano de Castiel rozarle. El chico sonrió socarronamente.

—He terminado, ya puedes ponerte la camisa—le dice—si quieres—concluyó sin haber borrado su sonrisa.

Nathaniel ingoró su comentario, luego, tomó su camisa, se la puso y comenzó a abrocharla con las manos temblorosas.

—Puedes marcharte—dijo el pelirrojo levantándose y desapareciendo por otra de las puertas del pasillo. Entonces, sin haberlo pensado, Nathaniel habló.

—¿Y si no quiero?—Castiel retrocedió.

—Pues quédate, me da igual.

Nathaniel abrió los ojos asombrado. El pelirrojo estaba actuando de una manera muy extraña con él últimamente. Luego escuchó la puerta principal abrirse.

—¡Cassy! ¡Estoy en casa!—era una voz femenina, él suspiró nervioso. Castiel salió de la habitación.

—¿No se supone que vendrías mañana?—gruñó.

—¡Sí! ¡Pero he podido volver antes!—entró hasta el salón—¡Oh! Tú no eres Lysandro, ¿verdad?

El rubio negó con la cabeza.

—Yo...—Castiel lo interrumpió

—No, él es un compañero de instituto—agarró a Nathaniel por el brazo y tiró de él—. Ya nos vamos—dijo llegando a la puerta—Menos mal que no ha llegado un par de minutos antes—pensó el pelirrojo.

—¿No queréis quedaros a cenar, Cassy?

—No—contestó antes de cerrar la puerta y sin soltarlo del brazo arrastrarlo hasta salir de la casa, el rubio no pudo evitar soltar una risa.

—¿Cassy?

—Cállate, es una larga historia—protesta soltando al fin la mano del chico. Para eliminar la tensión que había en el ambiente, a Nathaniel no se le ocurrió otra cosa más que molestarlo.

—¿Y por qué no me lo cuentas? ¿Eh, 'Cassy'?—se burló.

—Cállate si no quieres acabar mal—Castiel comenzó a caminar por la acera de la cuidad seguido del rubio, que soltó una risita.

—¿Dónde vamos?

—Ya te dije que podías marcharte—contestó. Nathaniel lo miró, esta vez serio.

—Ya, pero tengo hablar contigo—le dijo.

—No seas plasta, lárgate por ahí.

—No me voy a ir hasta que me expliques algo—el pelirrojo paró de repente y se giró mirando ahora al rubio a la cara.

—Por si no lo habías notado, se me da muy mal explicar cosas.

—¿Por qué me besaste?—preguntó en un tono no muy alto y mirando sus ojos grises. Él se giró y siguió caminando—¡Castiel! ¡Dímelo!

El pelirrojo seguía andando, haciendo caso omiso al delegado.

—Castiel. Por favor—de repente, Castiel lo empujó hacia un callejón del bulevar.

—¿Y se supone que eres inteligente? Esperaba más de ti, 'delegadito'—replicó acorralándolo contra una pared. Nathaniel enrojeció y dio un traspiés, topándose con la pared, bajó la mirada para ocultar su sonrojo.

—Lo hice porque te odio—contestó el cruzando la mirada con la del rubio. Él lo miró confundido, era cierto que el beso que había compartido con Castiel no le había desagradado, es más podría decir que estuvo genial. Espera, ¿qué era lo que acababa de decir? No le comprendía.

—Eso no explica que...—el pelirrojo lo acorraló aun más contra la pared.

—Cállate—le exige acercando su cara a la del rubio.

—Castiel, quítate—le dice empujándolo sin éxito.

—Sabes que no lo haré—y sin decir más se empezó a acercar más. De repente escucharon una voz más en el lugar.

—¿Nath? ¿Sigues con este idiota?—apareció Kentin que esta vez se encontraba acompañado por Alexy. El pelirrojo se retiró, dejándolo libre.

Nathaniel le miró a él y luego a Castiel, bufó y bajó la cabeza, mordiéndose el labio.

—Te lo dije, Kentin. Estos dos tienen algo...—le dijo Alexy, dirigiéndose al moreno con una sonrisa.

—¿Estás saliendo con este tipo, Nath?—le preguntó el moreno cruzándose de brazos.

Él se quedó en silencio, mirando al suelo. Inmóvil. Luego notó el brazo de Castiel rodear su cintura.

—Sí, está conmigo—dijo para luego tirar del rubio que se encontraba en shock y luego empezó a caminar, sin haberlo soltado. Escucharon unas risitas provenientes de los otros dos chicos.

—Tenías razón, ha funcionado—dijo Kentin, ambos chicos se giraron.

—¿Qué?

—Todo fue idea de Alexy, os vio cuando estabais en la sala de delegados—explicó. Nathaniel enrojeció.

—¿Qu-qué?—tartamudeó.

—¿Qué? ¿A que soy buen actor?—dijo guiñando el ojo.

—Pero...—habló el pelirrojo pero fue interrumpido por Alexy.

—De nada. Si no os ayudaba no ibais a acabar juntos.

—¿Por qué intentas llevar a más chicos a 'tu campo'?—le replicó Castiel.

—¿Eso es un gracias?—dijo sonriendo—. Será mejor que dejemos a estos dos 'tortolitos' solos, vamos, Kentin.

El moreno soltó una risa antes de marcharse con Alexy a través del bulevar. Nathaniel dirigió la mirada a Castiel, quien mantenía la mano en su cintura. Este lo soltó y comenzó a andar nuevamente.

—Castiel—lo llamó, este siguió andando, Nathaniel caminó un poco más rápido para alcanzarlo.

—¿Qué?

—Yo... bueno... que...—de repente, Castiel se detuvo. Nathaniel le miró confudido.

—¿Es tu casa? ¿no?—dijo señalando la casa que se encontraba un poco más adelante. El rubio miró en aquella dirección.

—Sí, es mi casa—musita cabizbajo, realmente, no entendía por qué siempre que estaba con Castiel se ponía terriblemente nervioso.

—Hasta mañana—Castiel se giró sobre sus talones y comenzó a caminar.

—¡Castiel, espera!—gritó el delegado. El pelirrojo dirigió la mirada hacia atrás. Sin importarle que estuvieran en público, Nathaniel obligó a Castiel a girarse, luego colocó ambas manos en su nuca, luego le plantó un beso en la mejilla—Gracias.

El delegado sonrió y luego echó a correr en dirección a su casa. Castiel se quedó quieto, paralizado por el repentino beso y encima seguramente estaba sonrojado. Mierda.  

Notas finales:

Ahí nos quedamos XD 

Espero que os haya gustado. Pronto empezará la historia de Kentin y Alexy, pero aun queda CastielxNathaniel para rato XD

Me gustaría que me dijeran si quieren que añada otra OTP (solo parejas, y no yuri), o prefieren que lo deje como esta. 

GRACIAS POR LEER

¿Review?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).