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Te odio, pero te amo por LumyLum

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Notas del capitulo:

Notas, agradecimientos y disculpas al final (???)

- ¡Me estoy volviendo loco! – gritó el pelinegro con desesperación.

- Cálmate Ren, tan solo fue un beso – intentó tranquilizarle su hermana.

Después de lo que había pasado en la cafetería, el Inukai se había ido tan rápido que no dejó a Francesco reaccionar.

Siendo que los jueces habían decidido hacer otra carrera para el desempate, tendrían que quedarse un par de días más de lo previsto, y en aquel momento se encontraban en la habitación del hotel.

- ¿Cómo que me calme? ¡Me besó, Ryuu! ¡Francesco me besó!

- ¿Y? También han dormido juntos, no es la primera vez que te be-

- ¡No es lo mismo! – Volvió a gritar, después terminó por suspirar – Le correspondí el beso, no lo aparté, incluso me gustó…

- sigo sin ver el problema – respondió ella algo confundida.

- No lo sé, estoy confundido – terminó por recostarse en la cama y cubrirse con una almohada.

- ¿Te gusta Francesco? – preguntó ella sentándose a un lado de su hermano.

- … no, yo lo odio… pero…

- ¿Pero? – Enarcó una ceja - ¿Seguro que es odio?

- completamente… - respondió este en voz baja.

- ¿Qué sentiste cuando te besó? ¿Repulsión? ¿Asco? ¿Querías golpearlo?

- No… yo – se quedó este pensativo - ¡Agh! ¡No lo sé! ¡Me gustó! Me gustó ese beso, realmente me siento confundido…

- ¿Y si vuelves a besarle?

- ¿Qué? ¿Besarle? ¿Para qué?

- ¿No es obvio Ren? Es para que te aclares, te darás cuenta si de verdad te gusta Francesco o solo te dejase llevar por sus palabras.

- Es la peor idea que he escuchado en mi vida – replicó él.

- Puff… aun no entiendo cómo se enamoró de un tsundere como tú.

- ¡No soy tsundere!

- Claro, y yo soy un unicornio – el pelinegro apartó la mirada, a lo que la chica de mechas suspiraba resignada – Vale, vale… deja tus temas amorosos de lado y concéntrate en la carrer-

- ¡Eso es! – Se levantó él de golpe - ¡Ese es su plan! ¡Quiere distraerme de la carrera!

- Ya… - su hermana solo le ignora, ya se había cansado del drama que Renji hacía por un simple beso.

*La conversación de los dos Italianos está completamente en su idioma, claro que yo se los traduzco (???)*

Mientras tanto, nuestros Italianos se encontraban en su habitación del hotel, no entendían para que quedarse, siendo que se encontraban en Italia, literalmente solo había que conducir a su hogar y ya estaba, pero bueno, tampoco había de que quejarse, tenían una habitación de lujo para ellos.

- Así que le besaste…

- Aaah~ sigue tan dulce como siempre – rio este recostado sobre la cama.

- ¿Y? ¿Te respondió? – preguntó el pelirrojo mayor mientras miraba su laptop.

- No – respondió el menor – cuando iba a decir algo me dio el impulso de besarle, y cuando me separé salió corriendo…

- Entonces se asustó – continuó el mayor-

- Le ganaron los nervios, estoy seguro que Renji siente lo mismo que yo…

- ¿Por qué estás tan seguro? – Cuestionó su hermano mirándolo – Te ha estado huyendo desde que estuvieron juntos, y probablemente eso no habría ocurrido si él no hubiese bebido, además, técnicamente fuiste tú quien lo arrastró a tu habitación, ebrio…

- Suena mal cuando lo dices así – reprochó Francesco – Y no estaba tan mal… si él fue quien se me abalanzó en primer lugar.

- Fratello, dio por hecho que tú también estabas ebrio cuando se acostaron, de saber la verdad, te habría acusado de violación. – contestó sobándose las cienes, había  veces en las que su hermano le molestaba bastante.

- ¡Pero si él se me abalanzó encima! – Replicó nuevamente – Yo solo le di lo que él quería… - el mayor suspiró ya fastidiado.

– Deja tus conquistas de lado y concéntrate en la carrera – objetó finalmente el mayor poniéndole fin a aquella conversación.

Renji se encontraba solo en la habitación, ya que su hermana Ryuu se había ido hacía un rato, según ella a hacer ajustes. El pelinegro permaneció acostado en su cama mirando la televisión mientras cambiaba los canales, no había nada interesante para ver, además de que todo estaba en italiano.

Apagó la televisión y giró quedando boca abajo en su cama, era jodidamente aburrido estar allí. Alguien tocando a la puerta se escuchó, perezosamente se levantó y fue a ver quién era, al abrir se topó con un inmenso ramo de rosas rojas.

- Disculpe – llamó alguien al otro lado del ramo – ¿Renji Inukai?

- Soy yo – respondió él.

- Estas son para usted – dijo la chica mientras entregaba las flores al pelinegro.

- Oh, gracias – Renji miró las flores y después a la chica sonriendo levemente - ¿Quién las envía?

- No me ha dicho su nombre, pero me pidió que se las entregara junto con esto – le entregó un sobre, tras ello, la joven se retiró dejando a un confundido Ren allí mirando lo que recién le habían entregado.

Dejó el ramo dentro de un florero y se sentó a la cama con el sobre en mano. Decidió abrirlo muerto de curiosidad, quería saber quién le había enviado aquel regalo tan extravagante.

“Sé que te gustan más las flores de cerezo, pero es lo mejor que puedo darte justo ahora. Quiero que hablemos, amore. Te espero afuera al atardecer.

Francesco

Frunció el ceño mientras inconscientemente se sonrojaba, no esperaba que fuera Francesco quien le hubiese enviado aquel ramo. Suspiró con fastidio y miró el reloj, tenía una hora.

“¿Y si vuelves a besarle? Te darás cuenta si de verdad te gusta Francesco o solo te dejase llevar por sus palabras…”

Aquello resonó de la nada en su cabeza. ¿Y si solo talvez…? No, tampoco iba a… Pero si había una posibilidad… Volvió a mirar el reloj, rápidamente fue a darse una ducha y cambiarse. Ya lo había decidido.

Ya estaba atardeciendo y ni rastro del pelinegro. Francesco suspiró con desgana, lo había dejado plantado. Se levantó de aquel banco en el que miraba al sol ocultarse en el agua haciendo imposible saber dónde terminaba el mar y comenzaba el cielo.

Al girarse se topó con la mirada ámbar de Renji, inevitablemente sonrió al ver que el japonés no lo había dejado plantado después de todo.

- Lo siento, llego tarde… - habló primero el pelinegro.

- Tranquilo – le respondió el italiano – Creí que no ibas a venir…

- Solo fueron diez minutos, no es para tanto – arqueó una ceja el menor.

- Si, lo siento – rio levemente el pelirrojo volviendo a sentarse en el banco y mirando al otro invitándole a sentarse con él, este tomó asiente junto al ítalo.

- ¿Y de que querías hablar?

- Bueno… para empezar… siento haberte besado así – se rascó la nuca – me dejé llevar, debí haber dejado que me respondieras primero.

- Si, debiste hacer eso – contestó el japonés con algo de frialdad – sin embargo…

- ¿Qué cosa? – preguntó el pelirrojo intrigado

- Aun tengo que responderte, ¿No? – Francesco asintió algo esperanzado – Bien, quédate quieto…

- ¿Quieto? ¿Para qu-… - y tal como el italiano había hecho horas antes, Renji le había plantado un beso en los labios. Tras un par de segundos, el japonés se separó dejando al mayor en shock.

- Como lo pensé – el otro miró a Renji confuso – No sentí nada – contestó con frialdad rompiendo en mil el corazón del italiano – Lo siento Francesco, tu no me gustas a mí.

El pelinegro se levantó de la banca y comenzó a caminar, tras él escuchó al otro soltar pequeños sollozos. Se sintió culpable, pero igual siguió su camino intentando ignorar ese sentimiento de volver y decirle que era una mentira.

No pegó el ojo en toda la jodida noche, recordar lo que había pasado con Francesco lo tenía loco.

Le había mentido por no dejar su estúpido orgullo de lado. Pero no había vuelta atrás, ya le había rechazado, talvez así lo podría alejar de una vez por todas.

La alarma sonó a su lado, no había logrado dormir NADA, y en menos de dos horas tenía la carrera, se levantó de mala gana y fue directo a darse una ducha fría para despertarse.

Se encontraba en la parada de los pits de su equipo y vio de reojo a su contrincante, se veía decaído y cansado, probablemente él tampoco había dormido. Le partía el alma verlo de esa manera.

Se acomodaron en sus respectivos vehículos y esperaron a que marcaran la salida y terminar con todo de una vez por todas. No podía evitar mirarlo de vez en cuando, el pelirrojo miraba siempre al lado contrario en cuanto notaba la mirada del menor en él.

La luz en verde y la sirena de salida dio inicio a la carrera, ambos emprendieron marcha levantando el polvo tras ellos.

- Sí, estoy bien… - escuchó la voz decaída del italiano en su canal de comunicación

- ¿Francesco? – preguntó sorprendido el japonés.

- ¿Renji? – contestó el pelirrojo de la misma manera.

- Es mejor que hablen ustedes dos – escucharon ambos la voz de Ryuu – de otra manera se van a venir estrellando…

- No tengo nada que decir – contestó indiferente el italiano – Ya no quiero nada contigo, así que así déjalo, ¡Che palle! – a su lado vio al ítalo lanzando su comunicador y acelerando su motocicleta.

Igual él aceleró en un intento de alcanzarle, pero no podía concentrarse, las palabras del mayor le habían dolido, mucho. Limpiaba de vez en cuando las lágrimas que opacaban su vista, al final fue inútil, Francesco llegó a la meta primero.

Ambos frenaron al cruzar la meta final. Francesco bajó de su moto y se sacó el casco, contempló el auto de su contrincante, Renji no había salido de él, a través del vidrio vio al pelinegro con la cabeza recargada en el volante. No se la creía, ¿Estaba llorando?

Se acercó y golpeó el vidrio levemente llamando la atención del chico dentro. Este levantó levemente su cabeza mirando al pelirrojo al otro lado del vidrio. Efectivamente, Renji estaba llorando. ¿Tanto le dolía que Francesco ganara?

El pelinegro se limpió las lágrimas con la manga de su chaqueta y bajó del vehículo listo para encarar al otro.

- Idiota, gran idiota… - lloró con fuerza ante la atónita mirada de Francesco – Te odio, te odio tanto…

- ¿Y porque me odias? – preguntó este dolido.

- Porque me hiciste enamorarme de ti, ¡Gran idiota!

Continuará…

 

Notas finales:

Lo siento, lo siento ;A;

El semestre se me vino encima y ya no pude ponerme a escribir, pero al fin terminé :’D

El próximo ya es el último de esta historia de three-Shot, ya con lemon *guiño, guiño, codazo, codazo* (???)

Pero es posible que tengan que esperar una o dos semanas, que ya ando terminando el semestre, y si tengo que hacer exámenes recuperatorios es adiós internet, hola libros.

Tambien quiero agradecer a lb98 y a Misaki Heartfilia por comentar, enserio, no saben lo mucho que me subieron los animos ese dia, hay disculpen que no les contestara, como ya dije, no he tenido nada de tiempo.

En fin, espero les guste, comentarios, sugerencias, ideas, criticas, tomates para lanzar (???) son bienvenidos, y yo me despido, hasta pronto, espero…


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