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1 + 1 = 3 por Emi_Sakura

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Notas del fanfic:

No podía dejar pasar esta idea. Demoré dos meses escribiendo, claro, sólo cuando me llegaba la inspiración.

Los personajes son propiedad de Akira Toriyama, la trama me pertenece.

Notas del capitulo:

Disfruten. Liv Draxer, quiero mi Fic. *puchero*

Emi.-

 

-¡¿Q-QUÉ!?

Goku sonrió con nerviosismo pasando su mano detrás de la nuca.

Piccolo aún no podía cerrar la boca por su increíble asombro; Dende, por más extraño que pareciera, no mostraba ningún signo de eso, al contrario de su coterráneo.

-¿Qué pasa, Piccolo? ¿Por qué tan asombrado? –preguntó calmadamente.

-¿¡CO-CÓMO QUE ‘POR QUÉ TAN ASOMBRADO’!? –Piccolo estaba totalmente rojo por su furia [N/A: ¿O morado? xD], Goku ahora parecía tener la misma estupidez de siempre.- ¡ESTUVISTE EN LA HABITACIÓN DEL TIEMPO UN DÍA COMPLETO Y TUS PODERES ESCASAMENTE AUMENTARON! ¡Y…! Un momento, ¿y ese bulto de mantas que vienes cargando desde hace rato?

-¡Ahhh! ¡Eso! Bueno… Es mi hijo. –mencionó normalmente mientras volteaba el bulto y descubría el rostro del pequeño niño durmiendo tranquilamente. Piccolo estaba casi al borde de un desmayo.- ¿No es lindo? –inquirió mientras mostraba una sonrisa boba. Dende miraba a Piccolo nervioso.

-¡¿CÓMO QUE TU HIJO!? –el Namek giró su mirada al sentir un Ki familiar acercándose.

En esos momentos, de la habitación sale un recién duchado Vegeta con la misma expresión típica de él ignorando a todos y dirigiéndose a la cocina del palacio de Kamisama.

-¡¡PERO SI LOS ÚNICOS QUE ESTABAN ALLÍ ERAN TÚ Y VEGETA!! ¡¡¿CÓMO DEMONIOS-…!!? No me digas… que… -el rostro verde de Piccolo se tornó azulado.

-¡HAHAHAHA! ¡Sí! –cometió el mismo acto de nerviosismo.- Es mío, con Vegeta.

Piccolo cayó de espaldas.

-¡Señor Piccolo! –exclamó Dende.

-Oye, Piccolo… ¿estás bien? –se inclinó cuidadosamente para confirmar que su amigo se encontrara bien.

-A ver… ¿Puedo?  –levantó sus manos pidiendo que le mostraran al niño. Goku obedeció.

En efecto, el niño tenía el mismo ceño fruncido de uno de sus padres, sólo que ahora relajado, su tamaño era inferior al de un bebé común; el más alto quitó el pequeño gorro que protegía la cabeza del niño y observó que tenía una mata de pelo gruesa, negra y alborotada sin forma fija; varios mechones de cabello caían sobre sus ojos ahora cerrados en calma. Sus pequeñas manos hechas puño estaban frente a frente y sus piernas con las rodillas dobladas hacia arriba; estaba hecho bolita en los brazos de su progenitor. [N/A: ¡OMK! ¡MI CORAZÓN NO RESISTE TANTA TERNURA! x3] Piccolo molestó suavemente al pequeño picándole con delicadeza la barriguita, el niño correspondió frunciendo el ceño y gruñendo en voz baja.

-Goku, ¿cómo-…?

-¡ESO! ¡HAHA! Es que… pasaron muchas cosas… muy raras… -enfatizó el ‘raras’ colocando una expresión tímida- que yo aun no comprendo; y… ¡bueno! Sucedió esto. –sonrió intranquilo. El gran hombre verde se sonrojó un poco y frunció el ceño cuando esas posibles cosas raras pasaron por su mente. Dende en esos momentos estaba sudando ferozmente y con los nervios a flor de piel disponía a retirarse cuando…

-Maldito Vegeta, se aprovechó de la inocencia del pobre Goku… ¡Tú! –tomó a Dende por su túnica.- ¡Tú sabías de esto! ¿Por qué no me habías dicho?

-Bu-bueno, verás… ¡No lo creí necesario! –una gota de sudor bajó por la frente del más alto de todos.

-Hn… -gruñó enseñando los colmillos.- Bueno, no quiero que te detengas a explicar eso porque estoy cansado de tantas emociones hoy… -culminó relajándose.- Bueno, ¿y cómo se llama?

Goku estaba acomodando nuevamente al pequeño en sus brazos cuando la pregunta lo tomó desprevenido.

-Bueno… yo soy malo con esas cosas, y como hace tiempo le pedí ayuda a Vegeta…

 

Flashback.

 

-Vegeta, por favor ayúdame con el nombre del niño, siquiera ten esa consideración que no te pedido más nada y tú si puedes porque ‘eres el príncipe saiyajin’ y esas cosas… -pidió suavemente con el ceño fruncido.

-¿Tan inútil eres que no sabes darle el nombre a tu propio hijo? –habló seriamente mientras enfocaba al pequeño.

-¿Eh? ¡Pues más inútil serás tú! ¡También es tu hijo! –observaba también al niño.

-Bueno, en eso tienes razón. Ha de ser privilegiado por llevar mi sangre corriendo por sus venas, sangre real y pura… -pausó para pensar-. Entonces que también lleve el privilegio de tener mi nombre: Vegeta. –pronunció con orgullo sonriendo con petulancia.

-¡No! ¡Wácala! ¡Vegeta es un nombre muy feo! –hizo una mueca al tiempo que hizo un mohín.

-¡CÓMO TE ATREVES, INSECTO! ¡ERES UN DESCEREBRADO QUE HABLA SIN SABER! ¡VEGETA ES UN NOMBRE HERMOSO! ¡IDIOTA! –se sonrojó furiosamente y gritó con todo su ser. La venita de su frente estaba en su límite.

-Bueno, y yo que le voy a hacer si ‘Vegeta’ es un nombre feo… -pronunció tratando de provocar al mayor. Terminó riendo bajo.

-¡ERES UN TONTO! ¡¿ENTONCES PARA QUÉ DIANTRES ME PIDES AYUDA!

-¡PORQUE NO SÉ! ¡¿Soy malo en esto, sabes!?

-Ha. Típico de los ‘cabeza hueca’… -mostró una sonrisa satisfactoria.

El llanto del bebé los distrajo, éste tenía el ceño profundamente arrugado y sacudía sus puñitos con frenesí, sus mejillas estaban sonrosadas por naturaleza. Era un llanto que le partía el corazón a cualquiera, dulce pero con dejes de sufrimiento.

-¡Kakarotto! ¡Alimenta al niño, maldita sea! –señaló al bebé.

-¡¿CO-CÓMO?!

-¿Cómo que ‘cómo’? ¡DESCÚBRETE EL PECHO Y DALE DE COMER! –exclamó al borde de su paciencia.

-¡Pe-pero yo no puedo! Yo no soy una mujer, ¿cómo voy a alimentarle? –se entristeció un poco por no ser lo que necesitaba su hijo.

Vegeta se llevó la mano al rostro con furia y frustración.

-Dioses… Kakarotto, ya te expliqué por qué pudiste llevar al niño en tu vientre hasta el nacimiento. ¿Recuerdas? –habló con paciencia.

-Sí. –miró con atención al mayor. El bebé seguía llorando en su pequeña cuna improvisada (muchas mantas gruesas y suaves unas encimas de las otras formando una especie de nido muy cómodo).

-Entonces, ¿¡no crees que si pudiste engendrarlo podrás alimentarlo!?

-Bueno, no me gusta que me grites, Vegeta… -bajó su mirada neutra.

Vegeta aspiró y llenó sus pulmones, luego, exhaló con pesadez. Sabía que Goku era voluble, pero no tanto. Después de estar ocho meses encerrados juntos en esa habitación había comprendido algunas cosas del saiyajin menor, también aprendió muchas cosas de él. Es muy sensible cuando atacas en sus sentimientos directamente. Por esto mismo puede pasar de la implacable ira y desesperación a la quietud de la calma y la tristeza en sólo segundos, por esto alcanzó el súper saiyajin.

-Está bien, Kakarotto. No te gritaré más si dejas tus estupideces.

-¡Tampoco me digas estúpido! Pídeme disculpas, por favor.

-¡¿CO-CÓMO!? –preguntó indignado. Un príncipe saiyajin nunca debe pedir disculpas, los demás deben hacerlo con él. Está bien, Goku es diferente…

-Ya sé que eres un príncipe saiyajin y te duele lastimar tu orgullo, pero las cosas que dijiste aquella vez, ahora parece que son mentira, bueno, no podría esperar más de ti. [N/A: Pobre bebé, él llorando y sus padres discutiendo ;-;]

-¡AY! ¡NO ME RECUERDES ESO! ¡ES QUE…! Ese día estaba… -aclaró su voz- ¡ME GOLPEÉ LA CABEZA! –sonrió con autosuficiencia mientras cruzaba los brazos y giraba mirando a otro lado.

-Si tú lo dices… -rápidamente se sumió en el mismo estado anterior.

Pasó un momento de silencio salvo por el llanto del pequeño suplicando su primer alimento.

-Hkkk… ¡Demonios! ¡Está bien! ¡Lo siento! ¡¿Contento!? –su venita estaba palpitando fuertemente. [N/A: Pobre venita… xD]

-¡Mucho! –Vegeta gruñó-. Pero, ¿me das un abrazo? –sonrió socarronamente.

-¡ERES UN APROVECHADO!

Goku hizo un puchero.

-Bueno, ya que… -abrió sus brazos mirando a otra parte.

-¡SIIIÍ! –se lanzó fuertemente a los fuertes brazos descubiertos del mayor, hundió la cabeza en su pecho firme.

-No abuses, insecto. –trató de separarse pero Goku le apretó más fuerte la espalda, haciendo que el mayor soltara un ‘Ough’.

-Has cambiado mucho, Vegeta, para bien. Dime lo de la otra vez.

Y esa fue la gota que derramó el vaso mental de Vegeta.

-¡NO ME VUELVAS A REPETIR ESO!

-Lo siento. No me gusta que grites tanto, ya sé que estar a mi lado a veces desespera pero me preocupa mucho esta venita… -entristeció su mirada y señaló la mencionada en la frente de Vegeta.

Vegeta soltó una breve risa ronca.

-Idiota. –sonrió-. ¡Bueno, ya! Anda, quítate ese espantoso Gi.

-¡No le digas espantoso! ¡Se nota que no sabes nada acerca de la moda! –habló con modestia. [N/A: ¡HAS HAS HAS! xD]

-Si tú lo dices. –gruñó para sí.

Goku sonrió y con delicadeza tomó al pequeño como si se tratase del objeto más preciado y frágil del mundo; y así lo era, para él. Se sentó en una de las camas presentes en la habitación. Tomó la camisa naranja del dobladillo dispuesto a quitársela.

-Vegeta…

-¿Qué pasa ahora?

-Te digo que yo no tengo eso de las mujeres, yo no puedo… -pronunció en voz baja, triste.

-Kakarotto… ¿Últimamente no has sentido más peso en el pecho?

-¡Ah, eso! Es el incremento de la masa muscular debido a nuestros entrenamientos.

-Ay, Dende… [N/A: xDD] Tócate uno. Con un dedo que pongas encima basta. –trató de ordenar con paciencia.

Goku obedeció, atentamente tocó con la punta de sus dedos su pectoral izquierdo, observó asustado cómo la carne totalmente flácida se movía en todas direcciones en su pecho.

-¡Ay! –exclamó aterrorizado.

-Ahora dale de comer de una buena vez. Rápido. –dijo seriamente.

-Ay, qué mandón… -refunfuñó para sí, Vegeta escuchó pero le ignoró.

Quitó sus dos camisas y miró sus pectorales. Sus pezones se veían un poco hinchados y estaban erectos, totalmente erguidos, su tonalidad pasó de un rosa común a uno pálido. Sus pectorales ahora parecían estar en la fase del súper saiyajin ascendido, pero sin rozar lo anormal.

La pequeña cola de su hijo se ató en su muñeca, sacándole una sonrisa.

-Ehm, Vegeta… No puedo hacerlo si tú miras.

-No me iré hasta que lo hagas, no seas tonto y hazlo rápido, ese niño ha sufrido mucho ya. –concluyó seriamente.

Supuso que tenía que limpiar el pezón y lo hizo. Sonrojado totalmente, llevó el rostro del pequeño a su pecho, sobresaltándose un poco al ver cómo éste tomó la punta de su pezón y empezó a succionar frenéticamente, creando sonidos húmedos de succión.

-¡Ya! ¿Te moriste? ¿Te pasó algo? Yo creo que no… -habló con sarcasmo.

Goku miraba a otro lado temeroso de ver algo que no le gustara, poco a poco abrió los ojos de la fuerte presión con la cual los tenía cerrados y miró con ternura y regocijo a su pequeño hijo recién nacido.

-Oye, Vegeta… No mires, es perturbador. –miró con dejes de temor a su compañero.

Vegeta miraba con morbo muy bien disimulado cómo el niño tomaba en su boca y tiraba de adelante hacia atrás el pezón ahora enrojecido por la fuerte succión.

-¿Q-Qué? –Vegeta salió de su trance.

-¡Empezó a llorar nuevamente! –el pequeño lloraba en su pecho.

-Cámbiale de pecho. –ordenó.

-Está bien…

Cuidadosamente obedeció.

Con su estómago lleno, el bebé no tardó en parar de succionar y de inmediato se sumió en un profundo sueño.

-¿Eh? Ya se durmió. –cuidadosamente sacó su carne de los labios del niño.

-… -el mayor sólo observaba.

-Vegeta… ¡AYÚDAME CON EL NOMBRE!

-¡TE DIJE QUE SI NO ERA VEGETA ENTONCES NO AYUDO MÁS NADA! –devolvió el príncipe fuera de sus casillas al recordar la pelea-. ¡ME VOY!

-¡P-PERO, VEGETA! –gritó sobresaltado.

 

Fin Flashback.

 

-…Y simplemente no me ayudó, me decepcioné un poco, pero Dende, digo, Kamisama estaba aún ahí. ¿Recuerdas? –preguntó dirigiéndose a Dende.

-¿Ah? S-Sí, lo recuerdo, señor Goku. Usted estaba triste y me pidió ayuda. Aún no me ha dicho el nombre, pero recuerdo que le dije que podía darle nombre con algo que caracterice al pequeño, o algo que le guste, por ejemplo.

-Sí, así es, seguí tu consejo. –sonrió levemente.

-¿Y bien? ¿Vas a decir el nombre, sí o no? –inquirió fastidiado Piccolo.

-Bueno… No vayan a juzgar, pero le llamé… ‘Bebé’.

Piccolo y Dende abrieron sus ojos al tope y luego cayeron de espaldas en conjunto.

-S-Señor Goku, ¿está seguro de que desea llamar a su hijo así? –opinó el más bajo con una gota de sudor en la frente y una sonrisa nerviosa.

-¿Cómo? ¡Pues claro que sí! –respondió como si fuera la pregunta más obvia-. Pensé que como es tierno y lindo, debía darle un nombre tierno y lindo, pensé toda una mañana en él y decidí nombrarle ‘Bebé’. –devolvió orgulloso.

-Bu-bueno… Supongo que no es de mi incumbencia el qué nombre darle a su hijo, es suyo y puede llamarlo como quiera, voy al palacio, nos vemos. –enseñó sus colmillos en una cortés sonrisa. Goku se la devolvió.

-Goku, ¿estás seguro de que Vegeta está de acuerdo con ese nombre? –preguntó haciendo una mueca.

-Bueno… Él no sabe. La última vez dijo que no le interesaba lo que hiciera con el niño, eso fue luego de que peleáramos por el nombre y otras cosas… y… no nos hablamos desde entonces. –habló mirando sus zapatos.

-Típico de ese mono… -dijo el gran Namek para sí.

-Oye Piccolo, ¿crees que pueda comer aquí? Hace mucho tiempo que no como bien, sólo carne chamuscada ¡haha! Y tengo mucha hambre…

-Claro, como gustes. –curvó sus labios hacia arriba en una sonrisa de lado.

 

Ya en la cocina, por más extraño que le pareciera a Goku, se le hizo muy incómodo  ver nuevamente a Vegeta, quien estaba profundamente concentrado en la comida que devoraba con necesidad.

Vegeta, por su lado, notó los tres Ki que recién entraron al comedor: el niño, Goku y Piccolo, pero los ignoró, su energía estaba concentrada en engullir con rapidez.

Goku entró como si nada y se sentó con dificultad al otro extremo de la mesa mientras Mr. Popo colocaba más comida en la mesa. Bebé había despertado y comenzó a hacer ruidos como ‘Gaaah~’, típicos de bebés. [N/A: Valga la redundancia ._.] El saiyajin menor empezó a devorar como nunca la comida, el pequeño seguía haciendo sonidos pero éste los dejaba pasar concentrado en llenar su estómago lo más que fuera posible.

Al cabo de varios minutos la comida se había agotado y Goku reposaba con el estómago lleno en la silla del comedor, Vegeta estaba dispuesto a irse en cualquier momento. Bebé estaba en el borde de la mesa y se chupaba el puño mientras babeaba, la expresión típica de su padre estaba presente; entretenido con su puñito, lo saboreaba como si de un nugget de pollo se tratase. Goku fue a la cocina por un poco de agua, mientras tanto, su pequeño hijo rodó de improviso y cayó al suelo estando totalmente cubierto por las sábanas liberando de inmediato un llanto muy fuerte. Un impulso nervioso atravesó la columna vertebral de Vegeta, sin saberlo, fue donde estaba el bulto de mantas y quedó observando un momento.

De la cocina salió rápidamente un Goku atragantándose de agua, inconscientemente tomó a Bebé en brazos poco después de que Vegeta saliera con el ceño totalmente fruncido y refunfuñando de la cocina del palacio.

Un fuerte dolor en el pecho invadió al saiyajin de clase baja, descubrió el rostro del pequeño y observó cómo lloraba, sólo tenía un pequeño raspón en la frente; su expresión ahora imitaba perfectamente la de su padre, Goku abrazó instintivamente a Bebé al tiempo que sentía humedad en sus ojos, pero en cuestión de segundos, el niño le golpeó fuertemente con el pie en la mejilla, logrando voltearle el rostro. Seguía dando pataditas y llorando frenéticamente.

-Piccolo, ayúdame, no sé qué hacer. –pidió humildemente al ver a Piccolo salir con un vaso de agua en manos. Estaba atónito y muy confundido, la humedad aumentó tanto que desbordó de sus párpados en dos lágrimas, una por cada ojo, sus manos temblaban sosteniendo al bebé-. Ayuda a Bebé, por favor. –dijo con voz temblorosa y arrugando el entrecejo ante su frustración por estar llorando.

 

 

-Estará bien, pero ese niño es muy idéntico a su padre, es difícil que alguien diferente a ti lo trate, Goku. –rompió el silencio Piccolo.

-No entiendo nada… ¿Por qué fui de inmediato donde estaba Bebé?, ¿cómo supe que se había caído? –contestó abrazando sus rodillas-. Todo es tan confuso y me siento culpable por no entenderlo. –concluyó hundiendo su rostro en sus rodillas.

-Pues, eso que te ocurrió creo que se llama instinto maternal. Déjame preguntarte algo, ¿tú quieres a este niño, Goku?

-¿Eh? –levantó la vista-. Pues, sí, claro. Es mi hijo, ¿no? –dijo con la misma expresión triste.

-Y… ¿Vegeta? Porque aún no entiendo cómo es que, en mi suposición, te embarazó, no en el caso de que no puedas embarazarte, sino, cómo él se atrevió a tocarte si pasa diciendo que te tiene asco y rencor.

-Me dijo cosas raras una vez, de que necesitaba ‘descargarse’ y eso, mes y medio después veía que sudaba mucho y temblaba, fruncía mucho el ceño y me miraba diferente a como me miraba comúnmente con desprecio.

-Ajá.

-Entonces, una noche, estaba ya dormido en mi cama y Vegeta me despertó diciéndome que sabía de un nuevo entrenamiento, que lo sentiría doloroso pero que era muy efectivo, yo muy emocionado me levanté de inmediato…

 

Flashback.

[…]

 

-¿Y de qué trata? –preguntó emocionado con una mirada seria-alegre y apretando los puños.

-Debes quitarte los pantalones, es que, eso reduce el impacto del entrenamiento… -habló con voz grave y ronca.

-¿En serio? –miró al mayor con su típica mirada incrédula infantil.

-Sólo hazlo. No puedo creer que sea tan estúpido como para creerse ésta…–pronunció cortante.

-Bien… -obedeció.

-Ahora… la ropa interior. Nght…hnn… -jadeaba en voz baja.

-¿Qué? No me digas que también me ayuda al entrenamiento. –dijo con ojos grandes totalmente abiertos.

-Así es, si quieres volverte más fuerte… -dijo con el mismo tono de voz.

-Bueno…

Goku bajó lentamente con dificultad su pantaloncillo [N/A: Saben que Goku usa de esos que parecen un short muy holgado matapasiones. xD] dejando ver el comienzo de su vello púbico, dudó un poco, pero acabó con la prenda hasta los tobillos.

-Sácatelo.

-Vegeta, no creo que esto… -expresó rascándose la nuca.

-¡Sólo hazlo, maldita sea! ¡Te quiero ayudar para hacerte más fuerte! ¿Acaso dudas de mi palabra?-exclamó desde las sombras.

-Está bien. –volvió a obedecer.

-Así está mejor, Kakarotto. Mira, te voy a enseñar esta técnica que sólo usarás conmigo, porque somos los únicos dos saiyajin de raza pura que quedan. ¿Entendido?

-Sí. –asintió.

-Así que harás todo lo que te diga y no te opondrás, el proceso es muy tedioso, por lo tanto, si desobedeces te golpearé.

-No es para tanto.

-Yo… diré si no es para tanto. –pronunció con un tono amenazador-. Ahora túmbate en la cama en manos y rodillas.

Goku hizo caso y procedió dudando un poco.

Vegeta desde que había empezado a hablar con Goku no se veía desde las sombras, pero se estaba masajeando la entrepierna que de por sí ya dolía mucho. Liberó su miembro de la prisión de su bóxer, masajeándolo un poco al observar la vulnerable posición de Goku.

Ver a su némesis tan sumiso, vulnerable y tan expuesto le excitaba demasiado y el morbo era incontable.

Puso una mano en el glúteo del menor, sintiendo por parte de éste un respingo. Abrió sus piernas y separó los dos pedazos de carne que tenía Goku por retaguardia.

-Debajo de ese atuendo tan espantosamente chilloso oculta un bonito trasero.

Goku, por alguna extraña razón, dudaba de Vegeta y sentía que debía retirarse, pero por otro lado, su parte saiyajin atacó y le ordenó que se quedase para poder ver esa ‘técnica’ de la cual hablaba su compañero. [N/A: Stupid nivel: Goku (/.-)]

Vegeta rodó la camiseta de Goku bruscamente hasta su espalda alta y le cubrió los ojos con la misma prenda azul sin habérsela retirado. El de clase baja se vio obligado a acostar sus brazos en el colchón.

-No podrás ver, ni moverte. –mordió su labio inferior inconscientemente.

-Hm-hm. –asintió.

Tomó su miembro completamente erguido y lo dirigió hasta las nalgas del menor. Dudó un poco: ¿estaba dispuesto a adentrarse en el cuerpo de un soldado de clase baja? Pues en este caso la necesidad superó al orgullo. Además, con esto podría de cierta forma, mostrar su dominio como príncipe saiyajin frente al soldado de tercera clase.

Separó los glúteos y observó el orificio de Goku, liso y al parecer levemente dilatado.

-Esto será difícil, a simple vista se nota que nadie ha metido nada aquí nunca, tendré que ser cuidadoso, sino, me dolerá a mí también.

Empujó lentamente pero con firmeza en el pequeño agujero, Goku gritó sorprendido por el escozor formado allí. Repitió el proceso sacando un nuevo grito del menor. Decidió que no entraría sin lubricación, así que escupió fuertemente en el orificio rosa, provocando un leve sobresalto del otro y que su parte se contrajera un poco. [N/A: 0.0 Waka! >o<]

El mayor frotó un poco la punta en la carne del menor y se dispuso a empujar con fuerza y a velocidad moderada al sentir una suave obstrucción. Ignoró eso y se enterró hasta el final de la carne interna de Goku escuchando un fuerte grito por parte de éste.

-Ve-Vegeta… E-Este entrenam-miento du-duele… -apretaba fuertemente los ojos al igual que su entrecejo, lágrimas involuntarias brotaron del más joven. Tomó en sus manos la manta de su cama y enteró las uñas allí.

-Cállate. Verás cómo te servirá. –concluyó riendo roncamente y con una mirada siniestra.

Tomó los brazos de Goku y los sujetó con una mano de las muñecas, la otra presionaba firmemente el cuello del menor. Varios minutos después no tardó en escucharse por todo el enorme lugar gritos ahogados, leves gemidos y sollozos. Choques fuertes de carne contra carne dejaban las del menor enrojecidas e irritadas, en los lugares donde tenía sus manos, Vegeta dejaba moretones por la fuerte presión.

El mayor movía ahora su cadera contra la del otro con fuerza y afán, liberando breves jadeos, el otro, sollozaba en voz baja con el ceño fruncido aún.

-¡VE-VEGETA! ¡Y-YA BASTA-A! –alcanzó a pronunciar entre embestidas, giró a ver al mayor y se sorprendió mucho al ver que éste tenía la mirada vacía y oscura, sus pupilas muy dilatadas y mejillas sonrojadas, por su amplia frente pasaba una fina capa de sudor aperlando su piel morena.

El mencionado, al ver a su némesis llorando y suplicando llegó hasta su límite, liberando su esencia en el interior del otro, Goku abrió ojos grandes y gritó por la extraña sensación que le escocía. En instantes, cayó desmayado. 

 

Fin Flashback.

 

Sacudió su cabeza tratando de despejar horribles recuerdos de su mente.

-Tranquilo, si no quieres seguir, entiendo. Lo violó, lo sabía. Bueno, qué otra cosa se puede esperar de ese malnacido saiyajin. ‘Kakarotto asqueroso insecto’… Bahh, a ese imbécil cuando le entran ganas no se detiene.

-Bueno… muchas gracias por ayudarme, gracias a ti Bebé está muy bien. Tomó al pequeño (el cual se encontraba despierto chupándose el mismo puño) en manos y sonrió con emoción al ver que éste movía su colita a lado y lado como un pequeño cachorro, el bebé sonreía mostrando sus rosadas encías y sacudía el puño empapado de saliva junto con el limpio mientras observaba con grandes ojos a su madre.

-¡Qué lindo eres! –exclamó en voz baja mientras besaba su frente.

-Goku…

-¿Sí, Piccolo? –giró su cabeza.

-¿Qué pasará con Milk? No creo que se lo tome tan bien… -mencionó serio.

-Bueno… y-yo… -titubeó un poco mientras su rostro palidecía levemente-. No sé qué decirle… yo… le diré lo que pasó y… bueno, tal vez se lo tome bien y también Goten y Gohan, y podamos criarlo como si fuera nuestro hijo y esas cosas Si Vegeta no quiere… Así tendrá una buena madre con la cual crecer. –sonrió con dejes de tristeza-.

Piccolo sonrió son simpatía.

-Goku, vamos, conoces a Milk desde hace tiempo, es obvio que no se lo tomará bien. Otra cosa, no te desprestigies, ser madre no se aprende de ningún lado, y a pesar de que te sientas raro, eres un excelente ejemplar maternal. Míralo así: tienes un nuevo pequeño al cual cuidar y proteger de la adversidad. –Goku levantó las comisuras de sus labios con ternura.

-Muchas gracias, Piccolo. De hecho, así será. Puede que no haya sido el mejor padre presente para Gohan o Goten, pero con este pequeño sí empezaré bien, es más, tendré en varios años un pequeño compañero de entrenamiento, se ve que este niño es poder puro, bueno, nació del poderoso príncipe saiyajin y de mí. Haha. –habló con entusiasmo y orgullo.

-Es verdad. Aunque, sólo si quieres, yo pueda hablar un poco con Gohan referirle lo sucedido sin que odie a nadie de esta rara historia entre tú y Vegeta.

-¿En serio? –abrió más grandes sus ojos negros-. ¡Eso sería muy genial de tu parte, Piccolo!

-Hn. –enseñó sus colmillos con una sonrisa autosuficiente.

 

 

-¿Ya te vas, Vegeta? –preguntó al ver que el mencionado estaba dispuesto a partir del palacio.

-¿Qué no ves? –dijo mirando al menor.

-¿Todo seguirá igual para ti? ¡Milk seguro no entenderá esto! ¿No crees que deberíamos criar juntos a Bebé? Digo, eres en cierta forma su padre y… es feo perderte la infancia de tus hijos, sé porqué lo digo, si no fui buen padre con mis hijos… tal vez tú puedas serlo con este pequeño, y yo intentaré de madre, a ver si así si hago bien las cosas. ¡La otra vez dijiste muchas cosas que ahora son mentira! ¿Qué dices? –pidió con mirada suplicante, triste.

-Mira Kakarotto, suficiente tengo de familia con Trunks y Bulma, [N/A: -¿Oíste eso? +¿Qué? –El corazón de Goku romperse... T-T] no quiero más hijos y la mujer gritona ya me tiene hasta la coronilla, así que no creo que pueda tolerar esto. Ya me acostumbré a su presencia en mi vida, molesta, pero qué se la va a hacer si ya es una costumbre. –dijo suavemente con voz firme mientras miraba fijamente a su compañero de entrenamiento. Hizo un gesto de despedida y se agachó levemente para proceder a despegar.

-¡P-PERO! ¡VEGETA! –el mencionado quedó suspendido en el aire, dando la espalda al otro-. ¡NO ES JUSTO! ¡TÚ ME HICISTE ESTO! ¡NO PUEDES DEJARME SÓLO! ¡¿TE APROVECHASTE DE MÍ Y YO SOY EL QUE SALE EN DESVENTAJA!?

Vegeta se inmutó un momento en su lugar, luego, pronunció cortante:

-Esto, fue simplemente un error, no quería que saliera algo como ese niño de aquella situación, no tenía la más remota idea de que eras uno de esos individuos, aunque debí sospecharlo… Más te vale que nadie se entere de esto.

Goku enmudeció.

Vegeta partió a toda velocidad hacia la Corporación Cápsula con la mochila en la cual llevaba sus implementos, en mano.

 

 

Tocó levemente la puerta, aunque su esposa supiera que había estado entrenando, aún no descartaba que le regañara por cualquier motivo. El recién nacido se movió un poco en su brazo derecho, el izquierdo estaba sujetando una mochila enorme, tipo camping, que contenía muchas cosas de bebé que le había dado Dende.

-¿Goku? Goku, ¡qué bien que ya volviste! Pasa, por favor. –habló la mujer amablemente-. Compré sushi en Ciudad Satán, espero que te guste. –colocó una enorme bandeja enfrente de Goku, luego puso al lado, una taza de té.

-Milk…

-Goku, dime, ¿qué traes ahí? –preguntó con curiosidad.

-Mi-Mi-Milk… verás…

-¡Anda ya, Goku! Quiero ver qué cosa traes ahí. –miró el bulto y empezó a destaparlo con suavidad.

-¡N-No! ¡Yo!

-Es… un bebé… ¿Por qué un bebé? ¿De quién es? ¿Por qué lo trajiste contigo?

-Y-Yo… No puedo mentirle, no se merece eso… E-Es mi hijo, Milk.

-¿Q-Qué? ¿¡Q-Qué!? ¿¡QUÉ!?

-¡Pero primero déjame explicarte!

-¡SE SUPONE QUE ESTABAS ENTRENANDO CON VEGETA EN LA HABITACIÓN DEL TIEMPO! ¡¿POR QUÉ DEMONIOS ME ENGAÑASTE!? –gritó con lágrimas desbordándose de sus ojos.

-¡No es lo que piensas! Bu-e-eno sí, pero… ¡No en esa forma!

 

(…)

 

-¡N-No puedo creerlo! ¡Goku! ¡Tú eres mi esposo! ¡Cómo pudiste! –culminó dándole al más alto una fuerte bofetada.

-¡Ah!

-¡ESE BEBÉ ES UN BASTARDO! ¡LARGO DE MI CASA! ¡PROFANASTE NUESTRA FAMILIA CON TU TRAICIÓN! ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE JAMÁS!

-¡Te dije que no sabía! ¡Esto no fue mi culpa, Milk! ¡Es increíble que-!

-¡CIERRA LA BOCA Y LÁRGATE CON TU PEQUEÑO BASTARDO! –en ese momento un pinchazo de furia atravesó el débil corazón del saiyajin.

-Mira Milk… te voy a decir una cosa… ¡NO LLAMES BASTARDO A MI HIJO! –exclamó con expresión ardiente en rabia mientras picaba con su dedo la clavícula de la más baja de forma amenazante.

-Go…ku… Ya vete, por favor. –dijo suavemente al sentirse intimidada.

-Yo… -pronto cayó en cuenta de lo que hacía-. Lo siento mucho, Milk. Así no me quieras, yo sí lo hice, aunque no lo demostrara tanto… Pero tú al hacer esto… me has demostrado que no fui más que alguien que te protegía del peligro. –cortó triste para despegar al cielo sin rumbo fijo. [N/A: ¡CÓMETE ESA, MILK! :DD! Por otro lado… Mi pobre Goku… ;-;]

-¡GO-KU! ¡NO FUE ASÍ-! –paró en seco viendo como la figura de su exesposo partía en la oscuridad de la noche-. Yo sí te quería, Goku… -limpió una lágrima con el dorso de su mano y cerró lentamente la puerta de su casa.

 

 

-¿Qué dices?

-Sí, Goku me engañó… quién sabe con qué maldita se acostó, y ahora sale con un bebé… -dijo entre hipos y sollozos.

-No… no… Milk, Goku no es así, ¡él nunca haría eso! –Bulma enfureció momentáneamente.

-¡Te digo que sí! ¡Anoche lo eché de casa! ¡Y eso que mis hijos no saben aún! De todas maneras no creo poder decírselos, no lo merecen.

-Milk, ¿dónde está Goku en estos momentos? –habló seriamente.

-¡No lo sé! ¡Y no me interesa!

-Sé que Goku no es así, aquí hay algo que no concuerda… ¡Vegetaa!

-¡QUÉ! –se escuchó desde lejos un grito áspero.

-¿Podrías rastrear el Ki de Goku? –Vegeta entró a la sala en la cual se encontraban una Milk llorosa y Bulma, confundida y con rabia.

Al momento de escuchar su nombre, Vegeta quedó perplejo un momento.

-¡Para qué demonios!

-Vegeta, se supone que estrenabas con Goku en los momentos en que él, supuestamente engañaba a Milk. ¡Habla ahora! ¡Debes saberlo!

-… ¡¿A MÍ QUÉ COJONES ME VA A INTERESAR LO QUE HAGA KAKAROTTO!? –concluyó para luego irse del lugar volando rápidamente.

-¡Vege-! Ahh, Milk, no puedo creer que hayas echado a Goku, ¡sabes que él diría cualquier mentira con tal de proteger a los demás!

-¡EL NIÑO TENÍA COLA! ¡CABELLO NEGRO Y OJOS NEGROS! ¡EXPRESIÓN DE SAIYAJIN! ¿NO TE BASTA CON ESO?

-…

Milk continuó con su llanto.

-Debo ir a buscarlo. –afirmó contundente.

Bulma tomó un auto y salió volando, a ver si trataba de encontrar a Goku por alguna parte.

 

 

-¿Dónde demonios estará…? A ver… -luego de ir con Ten Shin Han, el maestro Roshi, Dende, Yamcha y otros más, se dio cuenta de que la búsqueda era muy tediosa y no estaba dando frutos.

Voló por diez minutos más y cayó en cuenta de que el único lugar en el cual no había buscado, era el que más probabilidad tenía de estar albergando a Goku.

-¡Claro! –sonrió con entusiasmo y colocó la máxima velocidad en su auto.

 

 

En medio de la oscuridad divisó una pequeña luz titilante en la montaña, aterrizó suavemente, tomó una mini-linterna y se dispuso a entrar a la cabaña con cuidado.

Cuando estaba cerca de la puerta un extraño y a la vez familiar sentimiento de añoranza invadió su corazón. Llevó una mano a su pecho y exhaló sintiéndose realmente bien al recordar la primera vez que vio al pequeño e inocente Goku.

Tomó valor y, a punto de entrar, escuchó un borboteo, sonido que al parecer indicaba que ahí realmente había un bebé, y feliz.

-Mmm… ¿Goku? –preguntó suavemente a la vez que empujaba con cuidado la puerta.

El mencionado dio un respingo y rápidamente tomó al bebé para cubrirlo con la manta, al hacer esto, el pequeño comenzó un suave llanto.

-Shhh… Shhh… Ya… -susurraba nervioso.

-¡Goku! ¡Qué alegría! ¡Estoy muy feliz por haberte encontrado! … Mmm, Goku, descuida, no tienes porqué ocultarlo, sé lo del pequeño. –sonrió con maternidad.

-No… lo siento Bulma, yo no sabía… yo…

-¿Me lo dejas ver? –el más joven sonrió levemente y enseñó al bebé con cuidado-. Hola, lindura, ay, qué lindo eres… -susurró tomando al recién nacido y tratándolo con ternura.

-Bulma, perdóname, yo…

-Shhh, descuida, Goku, te apoyaré con esto sin importar. Tenía pensado bombardearte de preguntas, pero, no creo que necesites más estrés, otro día me dices, ¿sí?

-B-Bueno… -enseñó sus dientes con ternura en una sonrisa.

-Lo de Milk no tiene arreglo, si quieres te puedo ofrecer mi ayuda, trabajaré para hacerte una casa-cápsula para que puedas vivir con todas las comodidades en ella y puedas cuidar bien a tu bebé. Hola… -concluyó dirigiéndose al pequeño, tocó su nariz y casi se derrite al ver como el niño tomaba su dedo con su pequeña boca para empezar a chupar-. Tan lindo…

-¡M-Muchas gracias, Bulma!

-No lo agradezcas, Goku. Bueno… y, ¿cómo se llama?

-Bebé.

-¿Eh? –volteó a ver al hombre con ojos desorbitados-. ¿En serio?

-Sí, ¿qué tiene de malo?

-Mira, ¿qué tal si te ayudo con el nombre? ¿Te parece?

-¡Eso sería muy bueno! –rió emocionado.

-Está bien, ya sé que estás bien, así que me retiro para trabajar en la casa-cápsula. Cuídalo mucho, Goku.

-Sí. –tomó al bebé.

-Haha, qué curioso, ese ceño fruncido me recuerda a Vegeta… -Goku sudó frío-. Bueno, adiós, cuídate.

-No-Nos vemos. –dirigió a la mujer una sonrisa nerviosa al momento de verla partir.

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[N/A: Continuará... ¿O no? >)]

Notas finales:

Espero que hayan disfrutado de mi regreso x'3

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Iba a ser One-Shot, pero las cosas se dieron diferente y ahora será un Two-Shot, o Three-Shot, todo depende de su aceptación x'3

En serio necesito su opinión, los extrañé, no sé ustedes a mí. c':

...

 

¡BESOS & ABRAZOS A TODOS MIS AMADOS LECTORES Y GOMEN!

Los amo, en serio, me hacían falta. 

Aquí aportando al VegeSemexGokuUke >D

 

Cuídense mucho,

Emi.-


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