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Estamos... ¿Casados? por aiakafuri

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Notas del capitulo:

Esperó les guste. Debo admitir que no me convenció tanto, pero en fin.

 

 

—No tengas miedo, Kōki— dijo Seijūrō tomándole la mano y entrelazando sus dedos.

 

—No puedo evitarlo, Seijūrō-kun —respondió nervioso.

 

En ese momento se dirigían a Rakuzan.

 

El mes había pasado rápidamente, Kōki y Seijūrō trataron de disfrutar las vacaciones. Las cuales fueron medio opacadas por las clases que Kōki tuvo que tomar para poder ponerse al corriente con el programa educativo de Rakuzan. La única clase con la que tuvo problemas fue Matemáticas, nunca se le habían facilitado. Con ayuda del tutor y Seijūrō-kun logró entender lo básico.

 

Con su familia y amigos tenía videoconferencias de horas, en especial con su hermano y su novia Yamada. Sus amigos de Seirin no tomaron nada bien el  que no les dijera la razón de dejarlos, tuvo que prometerles que  en un futuro cercano les contaría todo.

 

En el plano sentimental habían estado preguntando se datos para poder conocerse mejor, mientras que en el sexual, solo había llegados a besos y caricias en la parte superior del cuerpo.  Estaba consciente de que en algún momento cruzarían la línea, pero tenía miedo. Miedo a que Seijūrō sólo estaba con él por obligación, eso se debía a que había escuchado decirle en una llamada a Kuroko que lo extrañaba y quería.  Ese día había salido de compras (recoger los anillos y a librería) cuando regresó escuchó eso, término encerrado en el estudió de Masaomi-san supuestamente leyendo.  Después de aquel día trataba de ser cariñoso con el pelirrojo y trataba de enamorarlo, pero aun así dudaba.

 

—Ki... Kōki— trataba de atraer la atención de su esposo.

 

—Lo siento, Seijūrō-kun. Estaba pensando en otras cosas.

 

—Bueno, ya casi llegamos— informó viendo por la ventana.

 

Kōki observó una barda mediana con barrotes que dejaban ver un hermoso jardín a los lados y en medió un camino donde los jóvenes se dirigían a las instalaciones —Es hermoso el jardín.

 

—Sí.

 

El auto se detuvo llamando la atención de algunos alumnos, pues los de segundo y tercer año ya conocían bien al heredero Akashi, pero lo de nuevo ingreso no. Por lo que se detuvieron y voltearon al ver la lujosa limusina, vieron bajar al heredero y que éste volteó y esperó que alguien bajara, un joven castaño muy bonito bajo con un pequeño sonrojó adornando sus mejillas. A esas alturas todos los alumnos se habían quedado parados.

 

Seijūrō hizo caminar a Kōki a través de todos los alumnos que los miraban y se dirigieron a la oficina del director. Tocaron la puerta y se escuchó un 'adelante'.

 

—Buen día— les dijo un hombre alto y que a Kōki les daba miedo.

 

—Buen día— respondieron.

 

—Oh vaya, pero si es el joven Akashi y su esposo— dijo sonriendo. Kōki miró en pánico a Seijūrō  —No se preocupé, Akashi-kun. Akashi-sama me explicó su situación, nada más le pido discreción ya que no todo saben su casó, ambos estarán en el mismo salón. Su esposo podrá dar le un recorrido más tarde, por ahora dirigían se a su salón y nada de sexo en el aula o la escuela.

 

El rostro de Kōki estalló en llamas ganándose la risa del director.

 

—No se preocupe, le aseguró que no usaremos el 'aula o instalaciones'. Para eso están los escritorios y el tejado— respondió  de forma picara.  

 

—¡Seijūrō!— exclamó Kōki sonrojado y avergonzado.

 

—jajajaja lo bueno es que tengo cámaras de seguridad por todos lados. ¡Vamos! Las clases no demoran en comenzar y el sensei no sabe nada de Kōki-kun— dijo levantándose y dirigiéndose a la salida.

 

Los tres caminaban hacia el aula, con la mirada de los estudiantes sobre ellos. Kōki frunció el ceño al notar las miradas y sonrisas coquetas que le daban a SU Seijūrō.

 

Al llegar al aula Seijūrō por indicación del director entró a su salón de clases, mientras que Kōki y el director se quedaban esperando al sensei.

 

Un hombre castaño de ojos negros se dirigió hacia ellos —Buen día.

 

—Buen día, Nowaki-sensei— dijo el directo con una sonrisa —. Él es Akashi Kōki-kun, será nuevo alumno en tercer año—  Kōki se presentó con el Sensei —Los dejó, en un rato los veo en la ceremonia.

 

—Un nuevo Akashi, no sabía que Akashi-sama tuviera otro hijo— observó al  castaño.

 

— Es una larga historia— dijo riendo nervioso.

 

—No importa. Espera a que te llame— dijo entrando al salón.

 

Seijūrō escuchó la puerta abrirse y vio entrar al sensei. Todos en el salón saludaron y luego se quedaron callados.

 

—Buen día, me alegró que estén todos presentes. Hoy tenemos un nuevo alumno— dijo ganándose el cuchicheo de los alumnos —¡Silenció! Por favor pasa.

 

Kōki entró al aula lleno de nervios, buscó rápidamente a Seijūrō, éste le sonrió y se tranquilizó.

 

—Preséntate: nombre, edad , escuela de procedencia y que te gusta— ordenó el Nowaki.

 

—Mucho gusto, soy Akashi Kōki— los murmullos se desataron en el aula — tengo 17 años, asistía a Seirin, me gusta jugar basquet y leer— dijo algo sonrojado.

 

Algunas chicas decían '¡Qué lindo!', una que otra alzó la mano. Después de la insistencia el sensei consintió las preguntas.

 

—¿Tienes pareja?— preguntó una chica algo sonrojada.

 

Kōki inmediatamente se sonrojó —Si— respondió nervioso y evadiendo la mirada que Seijūrō le dedicaba.

 

—¡Ya! Tranquilas. Toma asiento al lado de tú hermano— ordenó Nowaki.

 

Seijūrō quería asesinar  a los imbéciles que le veían el trasero a SU esposo y dejar ciegas a otras chicas. Kōki le sonrió cuando se sentó, Seijūrō se aproximó y le susurro de forma lasciva —¿Quieres jugar al doctor-paciente, Nii-san?

 

Kōki sólo dejó caer su cabeza al pupitre cubriendo su rostro. El corazón latía a mil por hora y sentía sus mejillas completamente calientes.

 

———————————

 

Las semanas iban pasando lentamente, Kōki y Seijūrō comían juntos. Iban a todos los lados juntos, no se despegaban para nada del mundo.

 

Pronto llegó agosto y las deseadas vacaciones de verano. Kōki estaba en la alberca, eran alrededor de medio día cuando Seijūrō se acercó a la orilla y  lo besó —Kōki, los chicos quieren jugar básquet ¿Qué te parece ir de vacaciones a Tokio? Podremos visitar a Hikari-san y a los demás.

 

—¡Claro! Además quiero ver a mis padres, a los chicos a Yamada y Fukuda-kun— dijo con una linda sonrisa.

 

Seijūrō frunció el ceño. No le gustaba esa cercanía entre Kōki y Fukuda.

 

 —¿Podemos partir mañana?— preguntó tratando de cambiar el tema al notar la mirada de su esposo.

 

—Sí— respondió Seijūrō mientras  se despojaba de sus pantalones y su camisa. Entró a la piscina en bóxer y se comenzó a besar con su esposo, mordisqueo sus labios e introdujo su lengua en la cavidad bocal contraria. Amaba besar a Kōki. En  un principio los besos eran tímidos pero cada vez más Kōki se abría a él.

 

Kōki acariciaba los músculos de la espalda de Seijūrō —mmghhh— gimió y enredó sus piernas en las caderas del pelirrojo —Ahhh Sei.

 

Seijūrō dejó de besar lo en los labios e inició el recorrido por el cuello y hombros del su esposo. El agua facilitaba la posición que tenían, Seijūrō masajeaba los glúteos de Kōki sin reparo alguno.

 

Kōki comenzaba a excitarse, su miembro pedía ser atendido. Deseaba más —Sei aghh— gimió enterrando las uñas en la espalda del pelirrojo —Seii.

 

—¿Qué pasa?— gruñó en uno de los pezones con los que jugaba.

 

—¡Házmelo!— exclamó excitado  —Quiero ser tuyo, Sei.

 

—Kōki— dijo en un trago audible, era la primera vez que Kōki le decía eso.

 

Se deshicieron de la posición y Kōki se cubrió con una de las batas al salir de la piscina.  La otra se la  paso a Seijūrō y luego  se dirigieron a la habitación.

 

Al entrar a la recámara Seijūrō se abalanzó contra su esposo. El beso era necesitado y hambriento, lleno de pasión reprimida por dos años. Kōki enroscó sus dedos en el cabello rojo de su esposo y lo a trajo hacia su boca y profundizó el besó.

 

Mientras se besaban, Seijūrō se deshizo de la batas. Con cuidado empujó a Kōki sobre la cama y comenzó a recorrer el desnudo pecho del castaño.  Por su parte, Kōki no podía dejar de gemir y soltar pequeños suspiros de placer. La pierna del pelirrojo se reafirma un poco en su entre pierna, haciendo que moviera sus cadera.

 

Seijūrō depósito besos y mordidas a lo largo del pecho y abdomen del castaño. Al notar que comenzaba a mover sus caderas y sus piernas se instaló entre las piernas y bajo  poco a poco esparciendo besos. Se sentó entre las piernas de Kōki le arrancó en bóxer, dejando expuesto el bello cuerpo que tenía y que trataba de cubrir  su miembro erecto —No lo hagas— ordenó sujetándole las rodillas y abriendo sus piernas.

 

—Es vergonzoso— dijo mordiéndose los labios y cubriendo su rostro con el brazo.

 

Seijūrō sonrió, cubrió el cuerpo de Kōki con el suyo y lo besó. Mordió y chupó una y otra vez esos labios rojos que tanto ama —No es vergonzoso. Te ves hermoso— dijo bajando nuevamente a través del cuerpo de su esposo. El algún momento se encontró en el escaso sendero feliz castaño y con cuidado lamió desde la base hasta la punta del erecto miembro que yacía en sus manos.

 

—AGHHH— gimió al sentir la lengua en esa parte tan íntima —No Sei— dijo tratando de separarlo, pero sólo ganó que Seijūrō introdujera su miembro en la boca y comenzará una agonizante felación. Trataba de contener sus gemidos pero no podía.

 

Seijūrō con cuidado de no lastimarlo, subía y bajaba a través del delicado miembro. Sentía las manos de Kōki en su cabeza tratando de separarlo. Así estuvo durante varios minutos hasta que el miembro en su boca comenzó a erguirse más.

 

—mghh.. sseiahgg no...— trató de advertir a Seijūrō pero lo hizo algo tarde. Trataba de tragar el espeso y cálido semen de su esposo, no pudo hacerlo. Optó por dejar caer la esencia en su mano para poder usar la más adelante. —No, esta sucio— dijo tratando de alcanzar un pañuelo desechable, pero Seijūrō no lo dejó y buscó besar lo. Kōki podía sentir el aroma y el sabor de su propio semen en el besó.

 

Seijūrō con cuidado bajo su mano hasta que llegó a la entrada de su esposo y la acarició. Kōki gimió ante el rosé en esa zona —¿Quieres que continúe?— preguntó mordiéndole su lóbulo.

 

Kōki se sonrojó mucho más —Sí, quiero que me hagas tuyo.

 

Seijūrō le besó mientras introducía de forma lenta y pausa un dedo en la entrada.

 

—Aghhh dueelee— gruño arqueando la espalda.

 

—Tranquilo, respira— dijo dándole besos para distraerlo.  Minutos después un tercer dedo entraba y salía simulando pequeñas embestidas. Kōki gemía y se retorcía de placer bajo el pelirrojo —Kōki no puedo esperar más— gruño Seijūrō, su miembro pedía ser atendido y su esposo sólo lograba encenderlo.

 

—Aghh yo.. Tampoco— gimió aferrado a las sabanas de seda. Sintió como Seijūrō extraía los dedos y fijo la vista en el pelirrojo con un obvio puchero de inconformidad.

 

—Espera— gruño despojando se de sus bóxer y exponiendo su miembro erecto. Kōki gimió de forma anhelante por el gran miembro de su esposo. Seijūrō comenzó a masturbarse hasta que su líquido preseminal cubrió su miembro.  Se posicionó entre las piernas de Kōki, lo tomó se las caderas y lo alzó unos centímetros. Con sumó cuidado penetró a su esposo .

 

—aghhhh duele— gimió Kōki arqueando su espalda y aferrándose a las sabanas.

 

—Lo siento, lo haré más lento—le acarició el miembro, poco a poco se introdujo hasta la base de su miembro —Eso es nghhh.... Respira— gimió ante la estrechez que sentía.

 

Después de unos minutos Kōki de estabilizó sus respiración y comenzó a mover sus caderas. Seijūrō entendió la señal y se movió muy despacio para no lastimarlo.

 

—ahhh se..eeeii nghhh— gemía por las lentas embestidas y el placer que sentía.

 

Conformé pasaban los minutos, las embestidas se hacían más rápidas y las penetraciones mucho más profundas —Kō....Ki nghhh no me aprietes tanto mhhh— gruño.

 

—Aghhh seii.... Nghhhhh— gimió al sentir la profunda penetración. Sus manos se aferraban a las sabanas de seda, pequeñas lágrimas de placer se deslizaban a tráves de sus mejillas —Seii..  Más MGHHH.

 

Seijūrō soltó el miembro erecto de Kōki y buscó besar lo —Te amo— susurro en sus labios mientras le daba pequeños besos.

 

Kōki respondió a los besos, paso sus manos por los costados del pelirrojo y se aferró a la espalda —Te amo, Seijūrō.... AGHHH— gimió al sentir la fuerte penetración, deslizo sus manos  dejando marcar de sus uñas en la espalda del pelirrojo.

 

—Aghh Kōki— las caricias y rasguños que le daba Kōki sólo terminaban por excitarlo.

 

—Aghh no mghh no puedo— dijo Kōki ya en límite.

 

—yo tampoco— gruño y en respuesta la embestidas se hicieron más rápidas y profundas.

 

El sonido provocado por la unión y los gemidos de ambos resonaban a través de la habitación. Kōki besaba vorazmente los labios de su esposo, al igual que su agarré se hacía más fuerte.

 

—Kōki/Seijūrō— gimieron de forma sonora al culminar.. Kōki entre sus estómagos y Seijūrō en el interior de Kōki.

 

—Te amo, Kōki— le dijo besándolo y acariciándole la mejilla sonrojada. Con cuidado salió del interior del castaño.

 

Kōki se estremeció al sentir el vacío y la calidez que había dejado Seijūrō en su interior —MGHHH te amo, Sei— murmuro agotado.

 

Seijūrō lo besó una vez más, con cuidado se acomodó al lado de Kōki y cubrió sus cuerpos desnudos con las sabanas.  Kōki se acurrucó en su pecho y después de murmurar algunas cosas se durmió.

 

—Te amo, Kōki— depósito un besó en la frente —Gracias por amar me. siempre te amaré— susurro abrazando a su esposo y quedar dormido a su lado.

 

—————————

 

Un sonido y las vibraciones se escuchaban de forma sonora. Kōki abrió los ojos, se encontró abrazado al pecho desnudo de Seijūrō. Sus  mejillas adquirieron un profundo tono rojo al recordar lo que había pasado —Oh Dios— murmuro sonrojado —Eso fue increíble— dijo volviéndose a cubrir.

 

El teléfono volvió a sonar, estiró la mano y respondió la llamada —Hola.... Nii-san..... Pues mañana vamos a Tokio de visita.... Si, ayer. Tengo mucha tarea pero no importa. Quiero ver los...... Si...  Muy bien, estoy completamente enamorado..... Lo sé, confió en Sei. Lo amo..... Vale mañana hablamos— respondió colgando. Se levantó con cuidado, pero el dolor era bastante fuerte y al querer caminar calló al piso.

 

Seijūrō se despertó al escuchar el golpe, inmediatamente buscó a Kōki a su lado pero no estaba. Desvío su mirada al suelo y vio a su esposo  —¡Kōki!— exclamó y ayudó a levantarse.

 

—Lo siento, me caí— dijo con sus mejillas sonrojadas.

 

—Creó que fui muy brusco, lo siento— dijo sujetándolo de la cadera y llevándolo al baño. Dejó a Kōki como lo pidió y entró al guardarropa a buscar ropa. Vio la hora al salir, apenas eran las 6:00 pm. Al entrar Kōki estaba llenando la bañera y vertiendo esencias florales —Deja me, te ayudó— dijo cargándolo y depositándolo en la bañera. Después de apagar la llave  se metió a la bañera y masajeo los hombros de Kōki.

 

Así pasaron una hora entre mimos y caricias reconfortantes. Al terminar, Seijūrō ayudó a Kōki a vestirse y llevarlo a la cama. Salió de la habitación en busca de la cena y algo que ayudará a aliviar el dolor a sexy esposo.

 

Después de cenar y tomar medicamentos, Kōki se cubrió con las sabanas y calló en los brazos de Morfeo. Mientras que Seijūrō empacaba lo necesario en las maletas, y le avisaba a su padre y  Nara-san  del viaje.

 

En la mañana siguiente, Seijūrō despertó a Kōki y lo obligó a bañarse. Tomaron un poco de desayuno y salieron rumbo a Tokio.

 

Notas finales:

Eso de  tener gripe.y fiebre no me deja pensar bien. 

 

Espero sus comentarios

Besos :*


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