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Ángel (HunHan) por Moonlight1205

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Notas del capitulo:

segundo cap!!! ajjajaja espero les guste y sea de su agrado, por favor, si hay algo mal o que no les guste diganmelo plis :3 les dejo leer ahora

Un niño había nacido como muchos en el mundo. Su nombre ya había sido elegido y le calzaba perfectamente

- Lu Han -había decidido su madre desde el momento en que lo sostuvo en sus brazos. Era un momento feliz. Al menos lo fue por unos segundos cuando dos manos más fuertes lo arrebataron de la calidez del pecho de la mujer y lo llevaron al frío de un lugar blanco y sin vida.

- dámelo! -rogaba la madre entre lágrimas mientras forcejeaba con unos policías en busca de su recién nacido. Él bebe lloraba, pero los hombres se negaban a entregárselo.

- sus condiciones actualmente no son las mejores -le decía el policía a la joven quien no paraba de mirar con ojos rojos he hinchados al pequeño bulto que lloraba en aquellos brazos desconocidos. La mujer lo miro rogándole que la perdonara, pero el rostro del tipo era firme y decisivo.

- sé que he hecho las cosas mal, pero yo puedo cuidarlo, no me lo pueden quitar así, él es mi hijo! -chillo la mujer desesperada, pero nada ocurrió

- usted es una drogadicta alcohólica que se gana la vida como prostituta. Agradezca que lo vamos a cuidar mejor que como usted lo va a hacer -le aclaraba otra mujer mirándola con repudio. Era la jefa del bienestar familiar y sus reglas eran claras. La madre primeriza la miro rayado pero volvió a soltarse en llanto

- no pueden! El me necesita! Esto es injusto, me están quitando la vida! -replico la mujer aun forcejeando- al menos déjenmelo cargar nuevamente, quiero tocarlo, es mío!, por favor...

A la jefa le pareció justo una despedida. Deposito con cuidado al bebe en los brazos de la mujer y en seguida dejo de llorar. Pero ella no. Lo abrazo, le dijo que lo amaba, que lo recuperaría, que era solo suyo. Pero eran palabras. Cogió sus manitas y le deposito un beso en la cabeza mientras lloraba aún más. Sabía que sería una despedida eterna, que no lo volvería a ver, que al se volvería solo un recuerdo.

- Luhan -murmuro la madre contra la cabecita de su bebé- por favor, cuídate. Se fuerte. Mi amor... no te rindas nunca... Luhan... Lulu... -la mujer estaba devastada. Entonces aquellos fuertes brazos volvieron a quitarle a su hijo sin piedad y ella volvió a llorar- dénmelo! Luhan!! -aulló la mujer. Pero el hombre ya se estaba llevando al pequeño dejando con sigo un rastro de desolación

-lulu? Estas aquí? -preguntaba una mujer entrando a una habitación con varias camas-

Efectivamente, el pequeño que buscaba estaba allí. Un niño de cabello color arco iris y piel nívea que la miro con una sonrisa cálida e infantil.

- anniongh señorita jia -saludo con cariño el chico. La castaña sonrió y se ha cerco a el hincándose para estar a su estatura-

-otra vez jugando solo? -preguntó la muchacha tiernamente. El niño negó y señalo a la nada-

- Sehun me acompañaba -le respondió el chico. Ella sonrió-

- y... Puedo saber quién es Sehun? -interrogo mirando al menor fijamente. El asintió y sonrió radiante-

- es un ángel -dijo el chico. La emoción era evidente en su voz-

- un ángel? -jia estaba sorprendida. El niño asintió-

- tiene unas enormes alas y juega conmigo todos los días-comunico feliz- pero desaparece muy rápido -había dejado de sonreír para agachar la cabeza decepcionado. La chica lo tomo de las manos y le sonrió-

- bueno, pero si quieres volver a verlo, tienes que ir a cenar -le recomendó. El menor asintió y volvió a sonreír-

-si señorita jia -correspondió y corrió hacia el comedor.

El desayuno ese día era el mismo que el de los demás días. Un sándwich y un milo esperaban encima de la mesa a que luhan llegara para desaparecer entre su boca.
La señorita jia, o meng jia como realmente era su nombre, era la única muchacha con la cual luhan se sentía a gusto. La mayoría de niñeras que atendían hay, lo trataban con malicia y otras tantas ni se daban cuenta de su presencia.
Lulu era el niño raro. No jugaba con sus amigos, ni comía acompañado, ni dormía con más gente que con él, con un osito de peluche y la nada, o mejor dicho "Sehun". Aun así, luhan era consciente de que no estaba solo pese a estar en un orfanato. Él lo veía todos los días, todo el tiempo, jugaba con sus enormes alas blanquirosadas y se divertía enseñándole lo que había aprendido día tras días, incluso lo vigilaba a la hora de dormir y nunca lo desamparaba. Él lo era todo en esos días en que tenía que ser llevado a psicólogos, terapeutas y hasta hospitales psiquiátricos, pero nunca encontraban nada malo. Era normal, un niño normal que según médicos la soledad en su mente había creado un amigo imaginario, pero para lulu era real. Un chico real de cabellos blancos y de mirada dulce, pero de una sonrisa tan triste y apagada como alegre. 
Como podían haber ángeles tristes?, se preguntaba el menor hasta que decidió preguntárselo a su compañero transparente. Este lo guio hasta un espejo, y por cada color que pintaba su cabello, iba nombrando emociones vitales. Luego se agacho a su lado y le mostró su cabellera entre blanca y rosada y dijo:

- el blanco es para creer, el rosado es para querer y... - Sehun se echó el pelo hacia atrás y unas hebras negras relucieron brillantes- el negro es para la venganza, para no tener piedad con nadie, ha beses también para la tristeza, el odio y el rencor....

Luhan miro a su compañero con tristeza y culpabilidad. El emanaba luz, una luz tan brillante que te cegaba, tan tranquilizadora y radiante que las noches juntas eran cálidas y acogedoras, pero también se apagaba a veces, y la alegría del alado se iba junto con ella y la remplazaba la oscuridad, una que daba miedo y dolor. El menor se acercó al ser de plumas y poso sus manitas en las mejillas del alto. Este lo miro con ojos abiertos, se suponía él era humano, no lo podía tocar. Aun así lo estaba haciendo, y era reconfortante.

- no dejes de brillar -pidió lulu con una sonrisa estampada en su infantil rostro- el día que dejes de brillar, ese día no podre verte más, y no quiero que eso pase -comunicó el menor, y abrazo a su compañero-

Más que sorprendido, Sehun estaba asustado. Asustado de que aquellas palabras se cumplieran. No dejaría de brillar, nunca. Le devolvió el abrazo con unas ganas tan grandes que luhan esbozo un leve quejido. No lo soltó, solo aflojo su fuerza, y recostó su cabeza sobre el pequeño hombro del niño quien le acarició los cabellos con dulzura

-no lo are -le prometió- no dejare de brillar. Quiero que me veas luhan, así que tú tampoco dejes de creer en mí -pidió, y el menor se soltó a llorar sin razón alguna-

-lo prometo -correspondió lulu entre sollozos- lo prometo.

En la noche, luhan se acostó nuevamente solo. Jia se despidió de el con un beso en la cabeza como solía hacer una madre que el menor jamás llego a conocer y después de que ella se fuera, una luz remplazo la oscuridad. Sentado a su lado, Sehun le sonreía mientras se quedaba dormido junto a él.

Notas finales:

bueno, bueno, es corto, lose, pero despues se iran haciendo largos, eso espero :3 por favor comenten que esto me inspira a seguir adelante y no borrarlo XD *-* gracias por leer, los saragheo forever


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