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Cross My Mind por Yewooki

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen 

Notas del capitulo:

Espero que les guste esta muy cursi y muy random(?)

Aomine caminaba de forma tranquila y relajada por las calles nevadas de Tokio, su mente era un revoltijo interminable de pensamientos e ideas, la compañía que había heredado de su padre estaba buscando nuevos proyectos y él deseaba proponer alguno, pero últimamente nada bueno venia a su cabeza.


Suspiró dejando que el vaho apareciera frente a sus ojos, fue entonces que lo vio, su corazón se detuvo un segundo, y su respiración de cortó… ¿Acaso era…?


Se preguntó viéndole caminar unos metros más adelante y sin pensar mucho en ello caminó hacia aquella cabellera rojiza oscura que tantos recuerdos le traía, lo último que había sabido de Kagami es que se había ido a América para estudiar una carrera y de vez en cuando hablaba con Kuroko, quien siempre que lo veía le contaba sobre el ahora ex as de Seirin.


Kagami se detuvo un momento para ver dónde diablos había dejado su maldito teléfono cuando sintió una mano tomarle del brazo de forma algo brusca, volteó sorprendiéndose amenamente al encontrar un rostro conocido.


- ¡Aomine!-dijo con emoción brillando en sus ojos rojos- ¡Te vez muy viejo!-se burló un poco, ignorando la mueca molesta del peli azul.


- ¿Qué haces acá?-preguntó con sincera curiosidad soltando renuentemente el brazo ajeno.


- Estaba comprando un par de cosas para preparar la cena, ¿y tú? ¿Ahora vives por acá?


-No, en realidad no, pero cerca está mi oficina- dijo rascándose la nuca en un genuino acto de nerviosismo, su corazón aun latía acelerado ante la presencia de Taiga, y por más que se lo negara  a sí mismo durante sus años de preparatoria, aun estaba enamorado de aquel pelirrojo.


- ¿Quieres cenar conmigo?, es un poco deprimente cenar siempre solo-dijo riendo de forma algo torpe, y es que Daiki estaba más guapo de lo que podía recordar y su estomago era campo de guerra en ese momento y tanta dopamina en su cerebro estaban causando estragos en su raciocinio.


-Claro-dijo sonriendo un poco, comenzando a caminar a la par del otro- Y… ¿Cuánto estarás aquí?


-Permanentemente-dijo sonriendo un poco- a menos que termine casándome con alguna extranjera linda y me vuelva a ir-dijo tentando a su suerte para ver las reacciones del moreno.


-Dudo mucho que alguna chica que encuentre mínimamente atractivo Bakagami-se burló el peli azul, dándole un suave empujoncito al otro.


- Muy gracioso Ahomine-murmuró con fastidio- se que en el fondo me amas-soltó en broma.


-Si lo hago-le contestó el moreno, tomándolo de la mano, para impedir que continuara caminando- Kagami…


Los ojos de Taiga se abrieron todo lo humanamente posible, y su rostro probablemente era bastante semejante al color de una manzana madura o tal vez una fresa, se negaba a voltear y ver aquellos zafiros que lo ahogaban con demasiada rapidez para su gusto, pero tal vez Dios se apiadó un poco de su pobre corazón, porque antes de que Aomine lo obligara a voltear, el grito estruendoso de Kise lo detuvo.


- ¡Aominecchi! ¡Kagamicchi!-gritoneó desde el otro lado de la calle donde estaban, junto al extravagante rubio iba Midorima cargando unas cuantas bolsas y Kuroko con un enorme gorro cubriendo su cabello azul.


Aomine soltó un bufido de fastidio y lentamente soltó la mano de Kagami, viendo como aquel trío cruzaba la calle para llegar a ellos, viendo como Kise se lanzaba sobre Kagami con toda su fuerza haciéndolo trastabillar un poco.


- ¡Kagamicchi! ¡Te extrañe tanto! ¿Por qué no me llamaste para ir por ti al aeropuerto? ¿Por qué no llamaste a Kuroko? ¿O a Midorima? ¿¡Eh!?-Le bombardeó con preguntas dejándolo un poco desorientado.


-Déjalo respirar Kise-le dijo con simpleza Midorima y el rubio se alejó sonriéndole aun- ¿Qué haces acá Aomine?


-Me acompañaba-soltó Kagami con rapidez, viendo la pequeña sonrisa que puso Kuroko, haciéndolo sonrojarse un poco.


-Me alegra verte de nuevo Kagami-kun- murmuró Tetsuya viendo como Daiki soltaba un suspiro agotado, por lo cual algo preocupado de acercó a su ex sombra colocando sus manos enguantadas en las mejillas morenas- ¿Te sientes bien Aomine-kun?, se por Momoi-kun que no has estado bien de salud últimamente- le regañó con suavidad, aunque solo ellos con tantos años conociéndolo lo sabrían.


-Estoy bien Tetsu, solo un poco cansado- dijo quitando con cuidado las manos ajenas de su rostro, sintiendo casi de inmediato los brazos de Ryouta rodearlo.


-Aominecchi deberías ir a mi departamento, sabes que no me molesta cuidarte- le dijo medio en broma, medio en serio, Aomine siempre seria su primer amor después de todo.


- Preferiría quedarme con Midorima y Akashi, incluso preferiría quedarme con el emo y Murasakibara antes que contigo Kise- dijo quitándoselo de encima.


Taiga observó con cuidado y atención toda la situación, y de cierta forma sentía que era culpa suya que el imbécil de Daiki hubiera estado descuidando su salud.


-No ha sido nada grave- le dijo Shintaro atrayendo a su atención- solo un desmayo y una baja en sus niveles de azúcar, pudo ser peor, gracias a que Imayoshi se encargó de él durante un par de semanas se recuperó satisfactoriamente, aunque creo que lo que Aomine necesita es alguien que cuide de él- dijo como si hablara del clima, ignorando a propósito el adorable sonrojo que cubrió las mejillas de Taiga.


- ¿A dónde iban?-preguntó Kise después de molestar un poco a Daiki.


- A mi departamento- murmuró Taiga- iba a preparar la cena.


- ¡Comida de Kagamicchi!- gritó con emoción Ryouta, justo antes de que su celular comenzara a vibrar distrayéndolo, viendo el mensaje que le había llegado sonrió abiertamente y volteó a ver a Kagami- creo que tendrá que esperar mi visita a tu departamento Kagamicchi, pero cuando vaya espero un festín, ¡eh!- le dijo antes de despedirse de todos para tomar un taxi e irse.


-Akashi-kun debe estar esperándonos- dijo de pronto Kuroko atrayendo la atención de los otros tres- nos vemos después- se despidió sonriéndoles, dejando a sus sombras detrás.


- ¿Crees que suceda algo?-preguntó Shintaro antes de entrar en el metro.


-Eso espero, ambos merecen ser felices- susurró Kuroko con una sonrisita en sus labios.


- ¿Vamos?- dijo Daiki atrayendo la atención de Taiga, quien asintió comenzando a caminar rápido, logrando dejar un par de pasos detrás a Daiki.


Al llegar al lugar, Taiga entró directamente a la cocina, mientras que Daiki dejaba su pesado sacó sobre uno de los sillones para incursionar curioso hasta la cocina, donde Taiga ya estaba comenzando a cortar algunas verduras.


- Te había extrañado- soltó Daiki con sinceridad, dejando a taiga congelado, obligándolo a subir la mirada y confrontar aquellos ojos profundos- ¿sabes lo difícil que era encontrar un rival que siquiera te llegara a los talones Bakagami?- se quejó sonriendo al ver la mueca molesta del pelirrojo- pero enserio, me alegra que estés de vuelta- dijo.


Taiga respiró profundo y dejó el cuchillo sobre la tabla de picar y dio un par de pasos hacia el moreno.


- De vez en cuando- murmuró perdiéndose en aquellos profundos ojos azules como el océano mismo- pasabas por mi mente y mis ganas de volver a Japón eran tantas que no creía poder soportar estar lejos.


Daiki sonrió enternecido acortando la poca distancia que los separaba, tomando entre sus manos el rostro suave de Taiga, acariciando con cuidado sus mejillas sonrojadas.


-Te amo Taiga- susurró antes de besar con cuidado aquellos labios que durante años soñó probar, y ¡Dios! Eran mil, no un millón de veces mejor que todo lo que había imaginado, el beso fue lento, dulce y suave, como lo deben ser los primeros besos, como son los besos cargados de un amor infinito.


- ¿Te quedaras?-preguntó Taiga después de romper el beso viéndose reflejado en aquellos hermosos ojos.


- Para siempre- le dijo Daiki, arrancándole la más hermosa sonrisa a Taiga- ahora tendrás que hacerte responsable- le dijo dándole un tierno beso esquimal.


Taiga solo sonrió abrazándose al cálido cuerpo ajeno, olvidando la cena y el terrible frío que azotaba Tokio, aquella noche la pasaron en vela contándose todo aquello que había pasado durante esos años donde no se vieron, y llenándose de besos y caricias, llenando sus corazones con miles de recuerdos.

Notas finales:

Gracias por leer~!


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