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Why'd you call me when you're high? por Yewooki

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen~

Notas del capitulo:

Dedicado a mi prima~ a quien le encanta esta pareja, espero cumplir tus expectativas respecto a esto xD

Aun se cuestionaba que tan mal estaba como para haber aceptado la invitación del imbécil de Aomine a unirse a él y su equipo en aquel bar, después  de su sexta cerveza y tercer shot de tequila, su mente estaba ya lo suficientemente dispersa como para no escandalizarse ante la manera de como Shoichi literalmente estaba comiéndose a Ryou, parpadeó lento levantándose de su asiento, para a lentos tumbos llegar hasta el baño, donde se recargó en el lavabo antes de echarse un poco de agua en el rostro, viendo su reflejo sonrojado y algo borroso.

-Es hora de ir a casa- se dijo a sí mismo, despabilándose un poco antes de comenzar a moverse a paso lento hasta llegar a la mesa donde había estado bebiendo, viendo como Daiki se encontraba con la mirada perdida en el vaso de cerveza a medio beber frente a él- me voy- soltó por educación más que nada, tomando su cartera que no sabía en qué momento había sacado y sus llaves.

Daiki lo observó un segundo antes de sonreír maliciosamente, se levantó quedando frente a Shintaro colocó sus manos sobre los hombros ajenos y se acercó lentamente hasta que sus labios quedaron cerca del oído ajeno.

- Akashi está en la ciudad- dijo antes de alejarse completamente y volver a sentarse terminándose su cerveza de un trago, viendo como la mirada algo atontada de Shintaro brillaba con ese algo que reconocería incluso en el final de los tiempos, sonrió y lo vio marcharse.

¿Por qué él no sabía que Seijuro estaba en la ciudad? ¿Por qué diablos Aomine si? ¿Por qué no le había quiera enviando un mísero mensaje avisando de su llegada a Tokio desde Kioto?

Con estas y miles de interrogantes más dándole vueltas en su suprimida cabeza, comenzó a moverse a paso lento y tambaleante por las frías calles de Tokio, el frío chocaba contra su rostro caliente haciéndole difícil el concentrarse en el camino que estaba siguiendo, se detuvo un segundo para ver dónde diablos estaba, se encontró a sí mismo en aquel viejo parque que solía frecuentar cuando él y Seijuro habían comenzado a salir, frunció su ceño, podría jurar que veía a Seijuro salir de su departamento con sus zapatos en mano, pasó sus manos sobre su rostro removiendo sus lentes.

-Es solo un sueño- se dijo meneando su cabeza un poco, tal vez en espera de que al menos así sus ideas se acomodaran un poco, pero todo se vio incluso más borroso.

Se tambaleó hasta llegar a una banca, donde se dejó caer sacando su celular de su bolsillo, llamando a Seijuro, siendo enviado casi de inmediato al buzón de voz, frustrado, molesto y ebrio decidió que si “adorado” novio no le contestaba las llamadas, iría hasta su departamento en Tokio y le exigiría respuestas, así con renovado espíritu y un poco más despejada su cabeza emprendió su camino hacia aquel tan conocido lugar para él.

Así pues comenzó a moverse rumbo a aquel lujoso edificio llamando cada tantos pasos al número de Seijuro recibiendo siempre la misma respuesta, y ahí estaba el Midorima Shintaro preguntándose porque no podía cambiar la forma de pensar de aquel pelirrojo a las tres de la mañana de un sábado cualquiera.

Sin ser verdaderamente consciente sus pies se movieron hasta llegar al lujoso edificio, entró y subió inmediatamente al elevador, que lo llevó hasta el pent-house, sacudió su cabeza, las puertas se abrieron y frente a él estaba una pesada puerta de madera, respiró profundo antes de sacar su celular y llamar de nuevo a Seijuro, su ceño volvió a fruncirse justo cuando pesaba que lo volvería a enviar a buzón, una voz cansada contestó al otro lado de la línea.

- ¿Por qué diablos solo me llamas cuando estas ebrio Shintaro?- se quejó de inmediato Seijuro levantándose de su cama, quedando sentado sobre la misma.

- ¿Por qué no sabía que estabas en la ciudad? ¿Por qué nunca me dices nada?

- ¿De qué diablos hablas?- dijo Seijuro despabilándose para después fruncir su ceño suavemente y soltar un calmado suspiro- Daiki te lo dijo no es así- aseguró cerrando sus ojos.

 - ¿Por qué él sabía que estabas en Tokio, pero yo tu novio desde la secundaria no?- dijo en tono de total indagación, olvidando que Oha Asa había advertido de posibles discusiones para Cáncer.

-Por que era una sorpresa- dijo bajito mientras sus mejillas se calentaban un poco- por nuestro aniversario, aunque supongo que en tu actual estado es difícil que recuerdes, que de hecho hoy es nuestro aniversario- dijo viendo la hora en el reloj electrónico que estaba en su mesita de noche.

-Ábreme- dijo únicamente Shintaro antes de colgar la llamada.

Seijuro se indignó un tanto, pero decidió que era mejor tener seguro a un Shintaro ebrio a dejarlo vagar por ahí, así que tomó su bata y salió de la habitación hasta llegar a la puerta principal abriéndola dejando pasar al alto peli verde, quién al verlo soltó un suspiro.

-Te vez hermoso- murmuró Shintaro acercándose hasta quedar cerca de Seijuro quien le sostuvo la mirada aun a pesar de sentir su rostro ardiendo- enserio, cada vez que nos vemos eres más hermoso.

-Estas ebrio Shintaro- le regañó con suavidad, cerrando sus ojos al sentir las frías manos ajenas acunar su rostro.

- Tal vez, pero aun así no desaparece el hecho de que te amo y para mí siempre serás hermoso- dijo acercándose lentamente hasta poder rozar sus labios con los del pelirrojo, quien casi de inmediato correspondió el gesto, abrazándose a su cuello.

- Eso dices ahora- le contestó cuando se separaron solo unos pocos centímetros, viendo la sonrisa coqueta que le regaló su novio.

- El diez años te seguiré diciendo lo mismo- le aseguró antes de bajar sus manos hasta la cadera ajena, levantándolo, obligando a Seijuro a enredar sus piernas en su cintura.

-Espero que para entonces dejes de llamarme solo cuando estas ebrio- le dijo risueñamente, sabiendo que eso molestaría a el alto, quien frunció el ceño.

-Veremos- murmuró antes de tomar de nuevo aquellos dulces labios, disfrutando del sabor a menta que siempre tenía Seijuro, a pasos lentos caminaron hasta llegar a la habitación que ambos tan bien conocían, con todo el cuidado del mundo Shintaro dejó caer el cuerpo delgado de Sei a la cama, posicionándose sobre él, dando lentos besos por todo su rostro evitando sus labios, de los cuales salían casi silenciosas risas.

-Shintaro- dijo Seijuro tomando el rostro sonrojado del alto entre sus manos- hazme el amor- pidió cursimente, pero solo con el peli verde se daba el lujo de mostrarse de esa manera.

Shintaro sonrió antes de deshacerse de la bata y la parte de arriba de la pijama del pelirrojo comenzando a dejar un camino de besos y mordidas por todo su pecho hasta su abdomen, donde con su lengua delineó su ombligo sintiéndolo estremecerse.

- Ahmg- gimió Seijuro antes de sentir como el alto de alejaba de su cuerpo tirando al suelo su abrigo, su suéter y su playera, dejando ver aquel marcado cuerpo que conocía de memoria.

Sus labios fueron directo por los rosados pezones de Seijuro pasando su lengua sobre uno de ellos para después soplar viendo como se ponía erecto haciéndolo sonreír un poquito malévolamente, repitió la acción con su igual, para después bajar dando suaves chupetones por todo el abdomen ajeno, sus manos tomaron el pantalón de seda para quitarlo lentamente, viendo la molestia por la tardanza en aquellos ojos rojos que tanto amaba.

-Shintaro- se quejó Seijuro moviendo su cadera rozando su ya erecto pene con el abdomen de su novio, dejándolo sentir su necesidad.

El peli verde sonrió agachándose hasta quedar a la altura del miembro ajeno, pasando su lengua sobre su cabeza observando complacido como Akashi se aferraba a las sábanas revueltas bajo su cuerpo, una de sus manos tomó los testículos dándoles un suave apretón oyendo un gemido alto.

- ¿Quieres algo Sei~?- le preguntó repartiendo besos cortos por toda su extensión, viendo la frustración marcando aquellos hermosos rubíes.

-Shintaro no juegues conmigo- le advirtió moviendo su cadera antes de ser aprisionado a la cama, sintiendo la piel calienta ajena chocar con la suya haciéndolo jadear- quiero sentirte- exigió.

El alto tomó las manos de su pareja y las posó sobre su pecho, sintiendo como de inmediato comenzaban a moverse curiosas como si fuera la primera vez que tocaban aquella piel, sus labios se unieron en un beso caliente, lentamente las caderas de ambos comenzaron a moverse en busca de mayor contacto.

-T-Tus pantalones fuera- farfulló Seijuro desabrochando con prisas aquel pantalón oscuro que portaba el alto, quien rió bajito, antes de alejarse de su novio para terminar de desnudarse sonriendo satisfecho ante la mirada hambrienta y posesiva del otro.

Como serpiente asechando a su presa, Shintaro se coló entre las piernas de Seijuro, besando casi con devoción sus gruesos muslos blancos, dejando pequeñas marcas, bajando a paso lento, hasta llegar a su miembro el cual ya estaba bañado en líquido pre seminal.

Sin previo aviso lo tomó completo en su boca, oyendo el gemido agudo que escapó de los labios rojos de su pareja, y sin perder el tiempo comenzó a moverse, dando suaves pero firmes succiones a la punta, delineando con su lengua cada vena.

Sus ojos se llenaban de lágrimas a causa del placer, sin importar cuantas veces antes hubiesen terminado en la misma forma, Shintaro siempre encontraba una forma de hacerlo caer, no supo cuanto tiempo pasó pero antes de que siquiera pudiera advertirle, terminó corriéndose entre esos labios que adoraba, viendo como Shintaro pasaba su lengua sobre sus labios dejando un pequeño rastro de saliva y semen, le sonrió y se quitó sus lentes dejando ver sus ojos verdes que brillaban con diversión insana, sonrió igual y abrió un poco más sus piernas, sintiendo como Shintaro soltaba su semen y su saliva sobre su entrada, para después sentir un par de dedos sobre la misma haciendo suave presión.

-S-Shintaro- jadeó empujando sus caderas, logrando de ambos dedos entraran solo un poco- ahh~.

Sus dedos comenzaron a moverse con cuidado dentro de aquel estrecho lugar, lentamente fue capaz de comenzar a moverlos en forma de tijera teniendo los gemidos y jadeos como motivadores, cuando lo sintió listo, retiró sus dedos pasó su mano un par de veces sobre su miembro para lubricarlo, antes de estirar su otra mano hacia la mesita de noche, siendo detenido por Seijuro.

- Quiero hacerlo sin condón- murmuró apenado, recibiendo un tierno beso en su nariz como respuesta, antes de sentir como Shintaro se acomodaba para comenzar a entrar, de forma lenta y calmada a pesar de las ganas de entrar violentamente- ugh- jadeó Sei apretando entre sus dedos los hombros fuertes de Shintaro, quien terminó de entrar con una pequeña embestida que los hizo gemir.

Esperó hasta sentir a su lindo pelirrojo lo suficientemente relajado, comenzó a mover sus caderas lento, para después aumentar la velocidad, hasta el punto, en que elevó una de las piernas del pelirrojo hasta su pecho para entrar más profundo chocando con la próstata del otro, haciéndolo gritar del placer.

El obsceno sonido de sus testículos chocando contra el ahora rojo trasero de Seijuro solo lograron excitarlo más, haciendo gemir más alto al bajito.

-No crezcas de la nada- se quejó enterrando sus uñas en la espalda ajena, antes de ser fuertemente penetrado haciéndolo temblar.

Las embestidas continuaron, las posiciones cambiaron hasta que cuando de alguna forma Shintaro terminó dejando a Seijuro sentado sobre su pene, esa era su posición favorita, pero sabía que a Seijuro le causaba pena.

- S-Shintaro- gimió apoyando sus manos sobre el pecho duro ajeno, moviendo sus caderas de arriba abajo, sintiendo el orgasmo cerca- ahhmm- jadeó  llevando su mano a su miembro siendo acompañado por una de las manos de Shintaro que no habían abandonado su lugar en su cadera- M-Me c-corro- anunció para después sentir el estallido dentro suyo, viendo como finos hilos de semen manchaban el pecho y abdomen ajeno, además de sus manos, para después sentir la misma sustancia llenarlo.

Agotado se dejó caer sobre el peli verde quien lo abrazó antes de darle un par de besos tranquilos en la frente húmeda.

-No hagas eso, estoy sucio- murmuró acurrucándose contra aquel cálido pecho que tanto había extrañado,

- Tonterías- le contestó Shintaro saliendo de su cuerpo con cuidado, apartó algunos mechones perdiéndose en los ojos rubíes que lo veían con la misma adoración- Te amo Seijuro, aunque no me hayas avisado- le dijo viendo el ceño fruncido de su pareja.

-Y yo te amo Shintaro aunque solo te dignes a llamarme cuando estas bajo la influencia del alcohol- se burló recibiendo un par de cosquillas como castigo.

Al final de cuentas, ¿Qué tan malo es llamar a alguien solo cuando estas bajo las influencias del alcohol? 

Notas finales:

Gracias por leer~!


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