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Lo nuevo puede se bueno por sazuhuri

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Capítulo 1

Un encuentro inesperado

 

Suspiro por tercera vez en el día, en la universidad ya no había nadie, eran alrededor de las 10 de la noche era normal. Sus colegas debían estar con sus familias o parejas, su mirada color caramelo se dirigió al celular gris que reposaba en su escritorio, una punzada de dolor atravesó su cuerpo.

Nowaki había enviado un mensaje donde explicaba que se quedaría a cubrir un turno extra en el hospital, era la quinta vez en ese mes, ya varias veces cancelo su citas, no entendía el empeño del menor por hacer esa barrera invisible más corta, por obvia razones el alcanzo sus metas más rápido, era 4 años mayor.

Muchas veces trato de decirle al peli azul que a él no le importaba nada, que lo quería tal como era, pero al parecer el chico no lo escucho. Guardo sus cosas con desgano, no quería llegar a casa, además tampoco quería comer solo, hace tiempo que dejo de cenar en casa, prefería ir a algún puesto de fideos instantáneo, por lo menos ahí no se sentía tan solo.

Camino a paso lento mirando el cielo, decidió que comería en el negocio de la esquina, el que estaba frente al parque donde conoció a Nowaki. Llego alrededor de las 10:30, camino al puesto, el hombre ya lo conocía y siempre le servía un poco más, era agradable conversar con él.

Detuvo su caminar al ver alguien conocido o al menos eso pensó, entre cero los ojos, el parque no estaba bien iluminado, era un chico de cabello castaño, ojos esmeralda apariencia descuidad.

-¿Takashi? – Susurro lo suficientemente  fuerte, llamando la atención del menor, el niño lo miro sorprendido. - ¿Qué haces aquí solo? –El chico iba en su clase, no era el mejor de sus alumnos, pero era esforzado y eso el demonio Kamijou valoraba.

-Kamijou-sensei, yo – El chico parecía nervioso con su presencia.

-Tranquilo Takashi, no estamos en la universidad. – No entendía su actitud, pero intuía que el chico no la estaba pasando muy bien, se acomodó a su lado, hace 5 meses se enteró que mantenía una relación de 2 años con su amigo de la infancia. - ¿Akihiko sabe que estas aquí? –Sintió el cuerpo del menor tensarse y comprendió todo.

-Dudo que le preocupe mucho. -  Hiroki al mirar a su estudiante con mayor determinación, noto esos ojos rojos, y las lágrimas seca en sus mejillas.- Kamijou-sensei, ¿Puedo hacerle una pregunta? – El nombrado asintió, no sabía porque estaba manteniendo una conversación personal con uno de sus alumnos. – Si una persona desconfía de ti, de tus amigos, significa que al final el amor que te profesaba no era tan fuerte cierto. – Algo se alteró dentro del cuerpo del mayor.

Sentía que esa pregunta era algo que jamás se ha podido responder, siempre ha temido que Nowaki se cansara de él, la complejidad del menor por la edad era estresante, pero todas esas cosas reflejaban la inseguridad del menor. ¿Entones el amor que profesaba Nowaki no era cierto?

Sacudió su cabeza, era normal que el menor actuara así, el tenia gran parte de la culpa, nunca decía lo que sentía, pero no dicen, que uno quiere escuchar lo que lo hacer sentir inseguro.

“mierda deja de pensar estupideces”

-No lo sé Takashi. – El chico lo miro sorprendido al escuchar la sincera respuesta, - Nowaki es 4 años menor que yo, y siempre busca la manera de estar a mi altura eso me enferma, no es porque tenga miedo a que me supere, pero siento que él no está seguro de lo que siente.

-Quizás él tenga miedo. – El mayor frunció el ceño.

-Miedo a que.

-A que usted se canse de él. – Hiroki abrió los ojos como plato, Nowaki tendría los mismos miedos que él.

-Yo siento que Usagi se aburrirá de mí, el muy talentoso y popular, yo con suerte ingrese a la universidad, pero luego me di cuenta que él me quería por lo que soy. – El castaño mayor lo escuchaba atento. – Pero últimamente está actuando extraño, sé que yo aún no estoy listo para decirle la verdad a mi hermano, pero también sé que él está actúan muy extraño desde que su padre hablo sobre nuestra relación.

-¿Conoces al padre de Akihiko? – E chico asintió con desgano.

-Sí, digamos que llevamos una relación extraña, él dice que soy una molestia y que solo causare estrago en la carrera de su hijo, Usagi hablo conmigo dijo que no le tomara importancia a eso, pero desde que mi hermano fue a la casa, donde planteo la idea que fuera a vivir solo, usagi cambio he intentado hablar sobre eso pero me esquiva.

Hiroki miro al chico con una amarga sonrisa, y él pensaba que cuatro años de diferencia era mucho, ¿Qué pasara por la mente de Akihiko?

-Vamos a comer. – Hiroki dijo de pronto colocándose de pie, el pequeño lo miro asombrado.

-No es necesario Sensei. – El mayor sonrio, desordenando sus cabellos. – No me hagas repetirlo Misaki. – El chico le sonrió de manera tierna. El mayor debía admitir que el mocoso era muy dulce.

 

Para sorpresa de ambos castaño, la cena fue demasiado divertida, ellos eran como el agua y el aceite dos personalidades completamente diferentes, pero a la vez con mucho en común. Hiroki no recordaba cuando fue la última vez que rio tanto, Misaki era un chico dulce, sociable y muy divertido, esa inocencia que emanaba lo hacía muy interesante.

Misaki estaba asombrado, su profesor era una persona completamente de lo que parecía en la sala, era muy inteligente y culto. Era maduro, su sentido del humor era diferente pero interesante era como una ventica fresca.

La noche comenzó avanzar y los castaños se tuvieron que despedir, Hiroki insistió que el menor tomara un taxi dándole el dinero, no quería que le pasara nada, él vivía a solo 3 cuadras y no había problema.

El menor ante de abordar el taxique esperaba por él, hizo una pregunta que tomo desprevenido a su maestro. - ¿Kamijou-sensei me daría su número telefónico? – El mayor lo observo sorprendido, no sabía si era correcto tener el número de su alumno, Misaki vio la duda en los ojos de su maestro y desistió. – Disculpe por ser tan impertinente, no es necesario. –Se disculpó haciendo una reverencia.

-Te lo daré, pero solo llama cuando realmente sea necesario. – El chico asintió agradecido y así se despidieron, Hiroki se quedó en aquella esquina hasta que el auto desaparecido.

Llego a casa con buen humor, a pesar de la soledad que lo recibió, después de todo estar con el mocoso no fue tan malo, lo ayudo olvidarse de sus problemas. Pero a pesar de que lo olvido por un momento no significaba que desaparecieran.

Miro la habitación que compartían, la ropa de Nowaki estaba esparcida tal como lo dejo en la mañana, eran alrededor de las 12:30 de la noche, mañana era su día libre. Además no tenía sueño, comenzó a recoger la ropa, la pondría lavar, tomo una camiseta negra, sonrió, llevándose la pendra a su rostro, aspiro el aroma de aquella tela.

-Nowaki. –Susurro, lo extrañaba, extrañaba sus besos de despedida, sus abrazos nocturnos y sus deliciosas cenas. Tendría que dejar su orgullo de lado y decirlo lo que estaba pasando, era el momento de dejar los miedos a un lado, el problema era que Nowaki al parecer no quería hablar, sin mencionar que no encontrar tiempo para verse, sus horarios no coincidían, miles de veces lo intento, pero siempre encontraba una nota explicando que tuvo que ir al hospital.

Se acostó alrededor de las dos de la mañana pero no lograba dormir, a las 5 la puerta principal se abrió, sintió pequeños pasos y Nowaki trataba de no hacer ruido, no quería despertar a su pareja, se desvistió quedando en bóxer, sorpresa fue la del mayor al ver a su amante despierto, más sorprendente fue el hecho que el mayor lo abrazo para luego besarlo.

Nowaki respondió el beso, pero se separó con delicadeza. – Hiro-san lo siento pero estoy cansado. – Hiroki se sintió fatal, por primera vez tomaba la iniciativa y era rechazado, respiro profundo no quería ser un drama

-No hay problema. – Susurro tratando de que su voz no se quebrara.

-Gracias por entender. – En menor beso la frente del maestro, y casi al instante se durmió.

El mayor lo vio dormir, por más que intento seguir el ejemplo del menor no pudo cerrar los ojos en todo lo que resta dela noche.

La mañana siguiente fue bastante tensa, Nowaki no parecía darse cuenta de la molestia del mayor, por otro lado Hiroki estaba buscando la manera de enfrentar a Nowaki y decirle lo que sentía.

-¿Oye Nowaki, planeas hacer algo?- El menor se tensó, estaba leyendo un mensaje guardando su celular apresuradamente.

- Lo siento Hiro-san, yo… - Suspiro. – Tsumor-sempai me envió un mensaje que necesitan personas para cubrir el turno de esta tarde. – El menor vio la decepción en los ojos del mayor. – pero saldré a las 10, podemos ir a cenar. – Trato de remediar las cosas.

-No tienes que disculparte, después de todo es tu trabajo. – Nowaki asintió, se levantó de su cómodo lugar para alistar sus cosas. Hiroki permaneció mirando a la nada, no quería llorar, no debía llorara.

El menor se despidió con un lastimero “lo siento”, lo vio partir, dejo sus lágrimas fluir apenas escucho la puerta cerrarse. Estaba cansado, se dejó caer en el sillón, el silencio de ese departamento lo enfermaba.

Observo su celular, lo tomo, comenzó a buscar entre sus contactos hasta dar con el nombre que buscaba. Miro atentamente el nombre de su alumno, luego de meditarlo, comenzó a escribir un mensaje. Se sentía algo estúpido, quién pensaría que el profesor más temido de la escuela invitara a su alumno de 19 años al cine.

No podía negar que una parte del le decía que eso no era correcto que Nowaki no le agradaría enterarse, pero estaba molesto y en esos momentos le importaba una mierda lo que pensara su amante. Además Takashi salía con su mejor amigo y solo sería una cita amistosa, claro si el menor aceptaba.

Su corazón casi salta de su pecho cuando sintió su celular vibrar, luego de respirar 3 veces se atrevió a leer el mensaje, no se percató en que momento su mal humor había desaparecido al ver la simple respuesta.

“Me encantaría ir Sensei”

Rápidamente tecleo un mensaje corto indicando la hora y el lugar de encuentro. Más animado se levantó dispuesto a ducharse cambiarse ropa. ¿Por qué estaba emocionado?, trato de dejar esa pregunta a un lado no quería echar a perder su repentino cambio de humor.

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Tsumori  sabía que la puntualidad no era su virtud, y todos sus compañeros de trabajo era testigo de eso. Estaba maldiciendo al semáforo rojo, que no cambiaba nunca, ya llevaba un retraso de 20 minutos.

De pronto cierto castaño llamo su atención, lo siguió con la mirada, al parecer Hiroki decidió salir sin Nowaki. Sonrió  sabía que el chico estaba cubriendo turnos extras en el hospital, estaba tan empeñado en estar a la altura del profesor.

El menor pensaba que Hiroki se cansaría de él si no lo alcanzaba pronto, el complejo e la edad por parte del peli azul era algo que el rubio nunca pudo comprender del todo, fin al cabo si al castaño le importara mucha no llevaría una relación de tantos años.

Todos sus pensamientos se fueron al ver al hombre saludando a un muchacho que parecía estudiante de preparatoria, debía admitir que era muy lindo, esos ojos esmeraldas cautivaban cualquiera, Hiroki tenía muy buen gusto.

-Al parecer te apareció competencia Nowaki. – Susurro divertido. – Creo que esta tarde me divertiré un poco.

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-Gracias por venir Misaki. – Hiroki agradeció con sinceridad. El menor correspondió el gesto.

-No importa después de todo no tengo nada que hacer. – menciono algo triste, Hiroki no quiso preguntar, no quería arruinar su tarde.

-¿entonces que películas quieres ver? – El niño salto como si tuviera 5 años apuntando una película algo infantil. Hiroki estaba a punto de gritarle que madurada, pero la ingenuidad del menor y su entusiasmo lo convencieron.

Compraron los boletos, palomitas y refrescos. Todo estaba listo ambos apagaron sus celulares no quiéranse interrumpido, la película resulto divertida, pero el mayor se entretuvo más mirando las facciones de Misaki. ¿Por qué se sentía bien estar a su lado? , ¿Nowaki debería estar en su lugar?

Una punzada de dolor atravesó su cuerpo, ¿hace cuánto tiempo no compartía con su novio?, era irónico, ese sentimiento de soledad no lo había vivido desde que el peli azul se había marchado a Estados Unidos, pero a la vez el sentimiento que flui por él en esos momentos era peor.

Porque su pareja si estaba, dormían juntos pero no se tocaban, desayunaban juntos pero no se miraban, no hablan.

-Kamijou-sensei. – La voz de Misaki lo atrajo a la realidad el chico lo observaba con preocupación. -¿Esta bien?

-Si lo siento, ¿la película termino? –El menor asintió. – Vamos a tomar un helado.

-Oh, yo conozco un buen lugar. – El chico confeso con un sonrojo. –Muchas gracias por invitarme, la película fue muy buena.

-No debes agradecer, gracias a ti por acompañarme. -  ambos castaños se quedaron viéndose fijamente.

-Vaya Kamijou cada vez te gustas más jóvenes. – Cierto profesor de carácter relajado, hizo acto de presencia cosa que no agrado mucho al mayor.

-¿Por qué me tengo que encontrar contigo en mi día libre? – el pelinegro ignoro esa pregunta, para fijarse en el joven que acompañaba al castaño.

-Oye Kamijou, ¿Ese es uno de nuestros alumnos? – El menor estaba muy confundido y nervioso, al parecer los dos adultos se llevaban muy bien.

-Si es Takashi, -Hiroki respondió de mal humor, el menor miro al recién llegado y lo reconoció.

-Usted es Miyagi-sensei el novio de Shinobu. – El nombrado casi cae de espalda, mientras que el demonio Kamijou reía de lo lindo.

-Oye niño no ande gritando esas cosas por la calle. – Lo regaño algo avergonzado.

-Lo siento Sensei. – Se disculpó el oji verde, con una pequeña reverencia.

-Entonces Kamijou, dejaste al doctorcito, por esta preciosura. - abrazo al menor, poca paciencia del temido profesor de literatura salió a flote.

-¡POR QUE NO NOS DEJA EN PAZ, A USTED NO LE INCUMBE MI VIDA!– luego de eso tomo la mano del pequeño y se fue del lugar, dejando a un muy asustado Miyagi.

Llegaron al parque central, ambos estaba algo agitados. – Creo que debería irme. – Misaki dijo luego de un prolongado silencio.- Usagi-san debe estar por llegar, el mayor asintió acompañándola a la estación, ambos se despidieron de manera formal.

Hiroki camino por un rato por las calles, se sentía tranquilo, en su interior se preguntaba si debía decirle a Nowaki de su nueva y reciente amistad con un alumno.

No se percató en que momento llego a su casa, suspiro con cansancio, había sido una noche bastante agradable, al abrir la puerta lo primero que vio fue a su novio sentado en los sillones de la sala, al escucharlo entra levanto la vista, sus profundos ojos azules mostraban molestia.

-¿Es verdad que estabas con un chico hoy en la tarde? –No lo saludo, la pregunta llego directa podía ver los celos, florecer en los ojos de su pareja.

 


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