Su piel era sedosa, su voz era como música para mis oídos cada que soltaba un gemido. Su cuerpo y el mío amoldaban perfectamente, parecía que nos conocíamos de hace tiempo pues cada que tocaba una parte de su cuerpo él se estremecía abajo de mi. Lástima que solo fuese un siempre chico de una noche, de esos que me solía encontrar en los antros. Pero... es que cada que me miraba con esos esmeraldas, el sudor recorriéndole la frente y ese rubor en las mejillas... se parecía a... alguien, pero no podía recordar era como si mi mente lo bloqueara por completo y solo se concentrara en las peticiones de más de ese chico del cual ni siquiera sabía el nombre y claro que no podría negarle nada a un chico así. Parecíamos no tener límite, hambrientos el uno del otro, lo hicimos sin parar hasta las 4am probando todas las posiciones y lugares posibles.
Al terminar estábamos hechos polvo, nos acostamos uno junto al otro abrasados, hundí mi nariz en su cabello, quería memorizar su aroma, olía a avellanas y miel "tal vez debería pedirle su número" ese fue mi ultimo pensamiento antes de que Morfeo me llevase consigo. Desperté por el frio que hacía, aun sin abrir los ojos tente la cama tratando de encontrar a mi acompañante, pero las sabanas estaban frías, instintivamente abrí los ojos, no podía ser, se había ido, ni siquiera tenía su número. Busque por todos lados, tratando de encontrar un rastro de él, algo que hubiese olvidado, algo que me diese señales de él, no s pudo haber ido sin haber dejado algo ¿cierto? Tan siquiera una nota... y bingo aunque... no parecía una nota era más bien una carta. Lo que leí me dejo petrificado... era él…
Después de tanto tiempo nos volvemos a encontrar, recuerdo en tu casa siempre estaban tus papás, veíamos la tele, nos gustaba platicar locuras, tonterías que el tiempo no pudo borrar.
Hola, hace mucho que no nos vemos ¿cierto? Dentro de unos meses 6 años, ahora somos todos unos adultos de 21 años. Sinceramente no pensé que nos volveríamos a ver, pensé que solamente te quedarías como parte de mis recuerdos de la infancia y adolescencia. Todas las travesuras que asimos, las locuras que se nos ocurrían y todo lo que nos dijimos todos esos momentos felices y tristes pero...
Y después que todo terminó no supe más de ti, cambiaste y ya no vales mil, tu número cambió, mi perro se murió y ahora estoy aquí herido.
Ese día me dijiste que no querías saber más de mí, hiciste todo lo posible por alejarte de mí, te independizaste de tus padres y no les diste tu dirección para que no me la dieran, cambiaste el número de tu teléfono. Me era imposible saber de ti... no sabes cuanta falta me hiciste. Más aquel día cuando Chagui murió, aquel perro que avía jugado con nosotros desde que éramos unos mocosos, él único pilar que me mantenía desde que te fuiste. Y tal parece que todavía no te supero, por eso te seduje en aquel antro y ahora estoy escribiéndote esto después de la sesión de sexo que tuvimos la cual no hicimos que dejarme aun más herido pero, aun así quiero decirte... Gracias por los días y las noches que me hiciste soñar La lista interminable con detalles que no puedo borrar Gracias, junto a ti viví los mejores días de mi vida, mis grandes sueños y planes eran junto a ti y es que como no enamorarme de ti con tantos detalles que me dabas... los peluches, discos de mi banda favorita, todo el tiempo que pasábamos juntos y los grandes planes que teníamos por ejemplo El viaje a la playa en la combi que íbamos a comprar Los viajes que arriamos, a que lugares iríamos, ciempre juntos... extraño lo inocentes que éramos ¿te acuerdas?
El susto que nos dimos al pensar que íbamos a ser papás.
Nuestra primera vez fue a muy temprana edad. En esa época no sabíamos que solo las mujeres se embarazaban, así que consultamos el internet en una de esas páginas donde se responden dudas y nos respondieron que quizá estaba embarazado. Aun recuerdo la cara de la maestra cuando le expresamos nuestras dudas y después le rogamos que no contara nada a nuestros padres.
Te extraño.
Un día vi a tu hermana no me quiso saludar, se ve que a ella la vida no la supo acariciar, le gustaba la fiesta era súper popular, tú y yo éramos los raros, nos gustaba más soñar.
Hace un año me tope con Liz tu hermana, hiso como si no me conociese. Aun cuando pase 8 años contigo, pero supongo que nunca le agrade. A ella le encantaba la vida social y todo lo normal en las chicas, a nosotros nos gustaba molestarla, siempre juntos tu y yo, iguales y siempre unidos. Hasta que te fuiste y siempre me pregunte porque, incluso ahora que te tengo a un palmo de distancia no puedo formular la pregunta, tengo miedo a la respuesta y lo último que puedo decir es GRACIAS por todos esos recuerdos que vivimos juntos ni siquiera el tiempo los podrá borrar.
Te amo Jon
Att: David
David... había sido él. Sin poderlo evitar las lágrimas recorrieron mis mejillas, apreté la mandíbula para no soltar ningún sollozo, pero es que había sido él... 6 años tratando de olvidarlo, seis años con esta herida abierta y llega a echarle sal. Yo solo me fui por su bien, si me hubiese quedado a su lado la escuela entera lo abría destrozado. Todo por su admiradora Miranda, que más que admiradora diría acosadora. Una tarde saliendo de la escuela nos siguió hasta el hotel y solamente dios sabe como hiso para sacar aquel video de nosotros haciendo el amor, si porque eso es lo que asíamos pero para ella y para los demás era un acto inmundo, me amenazo con enviarlo a todo el colegio, temí por él y lo deje. Miranda me abrió los ojos y me hiso darme cuenta que aunque lo amara no podía protegerlo y si no podía ni siquiera hacer eso no lo merecía. Después de ese tiempo no pude acercarme más, sabia de él por mis papás. Así como también supe por ellos que se caso con ella, esa perra de Miranda se aprovecho de su dolor para seducirlo y me lo quito... y yo no pude, ni puedo hacer nada más que hundirme en mi propia porquería. -Te amo David- murmure cerrando la puerta de la habitación del hotel, dejando ahí el ultimo recuerdo de mi único amor.