A CUTE SAD GHOST
Capitulo 2. El peor cumpleaños en la historia de los cumpleaños
No sé como llegué a mi habitación, solo sé que llore y sigo llorando, padre y madre me observan como si nada pasase, como si a Itachi no se lo hubiera llevado ese tipo, como si todavía estuviera aquí.
-no llores mas, sasuke-
-no me pidas eso…por ustedes itachi no está aquí-
-itachi fue a recibir clases de obediencia- escupió el hombre- además seguramente itachi regresara hecho todo un Uchiha, como debe de ser y lo seguiría siendo de no ser por ti-
-¿por mi?-
-si por ti, éramos felices solo los tres, pero después de que nos enteramos de tu llegada itachi dejó de ser obediente- la mujer apoyo a su marido
-eso es cierto, solo nos estorbas, te dejamos por que itachi nos lo pidió, pero no sabes cuánto nos arrepentimos- el niño no podía creer todo lo que esas personas le decían, a él no lo querían.
-hoy es tu cumpleaños, daremos una fiesta pero no quiero que bajes, diremos que te enfermaste y si llegas a desobedecer iras a un lugar peor que al que fue itachi ¿entiendes?- sasuke asintió, cuando los mayores abandonaron la habitación, no pudo evitar llorar nuevamente –itachi no demores, por favor- poco a poco se fue quedando profundamente dormido
El auto iba rápidamente, itachi observaba por el espejo del retrovisor, -¿Cómo le estará yendo a sasuke?- pensó- Sasuke…-
-¿Sasuke es ese niño que salió corriendo detrás de mi auto?- pregunto el hombre, conducía tan tranquilo para ir a mucha velocidad – si…-
-¿Qué te preocupa? Tus padres lo cuidaran bien- le dijo, al parecer ese hombre tenía un concepto bastante diferente de sus padres, el cual estaba totalmente equivocado. – ¿Me preocupa…?- repitió
-sí, ¿Qué te preocupa?-
-Sasuke…él…él…no merece esto…-no pudo más y rompió en llanto, Madara que veía hacia el frente volteo a verlo cuando escucho sus sollozos -¿merecer qué?-
-sufrir…- cambio de asiento pasándose para atrás donde se hizo bolita - ¿sabes? No entiendo de qué hablas, mikoto y fugaku son buenas personas y no harían sufrir a su propio hijo, ¿tu sufres con ellos?-
-si…- freno en seco y volteo a verle - ¿Por qué estás conmigo?-
-por desobedecer…-
-ven aquí- señalo el asiento del copiloto, itachi cambio nuevamente de lugar - ¿desobedecer de qué forma? ¿Rompiste algo en la reunión? ¿Los dejaste en mal? – conforme preguntaba limpiaba las lágrimas que deslizaban por el rostro del pequeño – no…-
-¿entonces?-
-¿Por qué quiere saberlo?-
-yo pregunto tu respondes, tan simple como eso, ahora dime ¿Qué hiciste?- le hablaba severo pero también tranquilo – estuve con mi hermano en lugar de estar en la fiesta con ellos-
-¿tu hermano no estaba con ustedes?-
-no…él se quedo en casa, castigado por ningún motivo en especial… ¡ellos lo odian!- lloro nuevamente, Madara no podía creerse lo que el niño le decía ¿Cómo podían hacer eso con su propio hijo? -¿Cuántos años tiene tu hermano?-
-5 años, cumple seis justo hoy…es muy inteligente para su edad, se da cuenta de las cosas sin que se las digas, yo…yo prometí estar siempre con él y aquí estoy, lejos de él-
-descuida, estarás de regreso con tu hermano dentro de 5 años, -
-¡es mucho tiempo! ¡Sasuke no resistirá mucho con ellos a su lado! ¡Tengo que volver antes!-
-NO, el trato fue de 5 años, no te puedo devolver antes…pero eso sí, si quieres regresar con sasuke tienes que hacerte fuerte, aun eres débil y así no podrás cuidar de el…yo te ayudare con sasuke- le dijo el hombre acariciándole el cabello. Quizás lo habían mal juzgado – después de todo se lo prometiste ¿no?- el menor asintió, llegaron al colegio militar, ¡toda una fortaleza!
Itachi siguió a Madara a lo que parecía ser su habitación –compartirás habitación…espero y no te moleste mucho – dijo abriéndole la puerta
-descuide…- se adentro en la habitación, todo era simple, una litera en cada lado de la habitación, un escritorio entre estas, en el final de la cama de abajo un baúl para guardar ropa y bajo la cama varios compartimientos para los zapatos. Acomodo su ropa en el baúl desocupado y coloco una fotografía de su hermano sobre el escritorio, se acostó en la cama y se aferro al dije, igual al de sasuke- estaré pronto contigo, solo espera sasuke- cerro sus ojitos derramando lagrimas.
Eran las 7:30 pm los invitados, en su mayoría adultos, comenzaban a llegar cada quien vestido con sus mejores vestidos y trajes, lo regalos de la mejor calidad. Los sirvientes de la residencia caminaban de un lado a otro atendiendo a los invitados, brindándoles comida, vino y atenciones. El matrimonio sonreía alegremente a cuanta persona pasase frente a ellos.
-¡Fugaku!- llamo alegre un rubio de ojos azules llamado Minato Namikaze, a su lado estaba su esposa Kushina Uzumaki en sus brazos llevaba a su pequeño hijo Naruto Namikaze, la familia no era millonaria ni tan pobre, podía darse sus lujillos, los Uchihas los observaron sonrientes y fueron a saludarlos
-¡Minato! ¡Kushina! qué alegría que estén aquí- dijo la mujer abrazándolos amistosamente
-gracias por invitarnos, Mikoto, Fugaku… ¿Dónde está sasuke?- preguntó
-está arriba, no se siente muy bien- respondió esta vez el hombre
-¿¡que!? ¿Entonces porque no lo llevan a un hospital?- pregunto preocupado el rubio, al matrimonio pareció molestarle un poco. –Minato, amigo nosotros sabemos cómo cuidamos a sasuke y te puedo asegurar que no es nada que no se pueda calmar con una pastilla-
-pero Fugaku…-
-sin peros, disfruten la fiesta- les guió hacia el jardín, donde se llevaba a cabo la fiesta, la familia los siguió preocupada por el pequeño sasuke, mas no dijeron nada mas
-Minato, me preocupa en la manera que cuidan a sasuke, pareciera que no les importa- exclamó la mujer acariciando un mecho de cabello de su pequeño bebe en brazos, el niño tenía tres curiosas marquitas en las mejillas casi como bigotitos de gato. Más sin embargo a pesar del ambiente dormía tranquilo y sin preocupación alguna. – a mi igual Kushina, pero no tenemos ningún derecho a meternos en su vida- respondió, la mujer solo elevo la vista a la habitación del pequeño sasuke – Sasuke, eres un chico muy bueno- pensó
-¡Genial! ¡Es mi sexto cumpleaños y yo en mi habitación!- no es que me pareciera tan malo sino que haya abajo habían muchas cosas deliciosas, pero por otro lado no me gusta estar rodeado de gente con sonrisas tan falsas, ¿todos las personas darán falsas sonrisas? ¿Alguna es realmente feliz?
Comienzo a aburrirme, si Itachi estuviera aquí jugaríamos a las escondidillas. Prometí no hacer una estupidez pero si bajo tan solo por un bocadillo ¿contaría como estupidez? Baje las escaleras lo mas sigiloso posible, lo bueno era que mis padres se encontraban muy ocupados atendiendo a sus invitados como para notarme. Llegue a la mesa de los bocadillos tome varios, los introduje en una bolsa que agarre con anterioridad, vi la mesa con cientos de regalos seguramente carísimos y esas cosas, uno llamó mi atención, era caja mediana y delgada parecía ser una caja para guardar algún libro, la tomé, después de todo es mía ¿no? Antes de subir escuché a padre que hablaba con un sujeto extraño, la curiosidad me ganó y le di una mirada…
-Está en su habitación procura que no haga tanto ruido, es muy escandaloso- le dijo al hombre extraño ¿de qué hablaban?
-Seré cauteloso- sonrió como un enfermo mental- tendrás lo acordado cuando lo pruebe – Salí corriendo de regreso a mi habitación y la cerré con seguro, comencé a quitar la envoltura del regalo y descubrí lo que ocultaba, era un libro, leí el nombre del autor Minato Namikaze, solo sé que es un amigo de padre, el título del libro era “la belleza de la vida”, sonreí para mis adentros a Itachi seguro le hubiera encantado este libro.
Comencé a comer los bocadillos, alguien tocó a mi puerta, me asuste – sasuke abre soy yo- dijo padre, guarde los bocadillos y el libro junto con las envolturas en uno de los cajones de mi escritorio y abrí la puerta, ahí estaba padre y el sujeto extraño,- ¿Qué sucede?-
-ahí lo tienes Orochimaru- el hombre se adentro en mi cuarto padre cerró la puerta con seguro y se fue dejándome solo con ese señor.
-hola sasuke, soy orochimaru- dijo presentándose, no respondí - ¿Te ha comido la lengua el gato? – Se relamió los labios – ¿no dices nada?...bien- se levantó y se me acerco, me alejé, pero me agarro de las manos y me tumbo en la cama, no hay que ser tan listos para saber qué es lo que iba a hacerme, no podía moverme el sujeto sobre mí no me lo permitía -¡AYUDA…!- me cubrió la boca con su asquerosa mano.
-shhh no grites, nadie puede oírte- ¿nadie puede ayudarme? Ya lo creo mi propio padre me dejo en esta situación ¿Qué espero de los demás?...
La fiesta había concluido y nadie se había enterado sobre el atroz acto cometido en ese hogar, nadie solo los responsables, Kushina fue la última en retirarse, ella quería ver a Sasuke y lo haría, para eso necesitaba la ayuda de su esposo que al principio se negó pero termino aceptando.
Mientras Minato distraía al matrimonio Kushina subió a la habitación del menor, tocó pero nadie contestó, escuchó sollozos, entró, sobre su cama cubierto por sus sabanas estaba Sasuke.
-¿Sasuke?- el niño dio un respingo – soy Kushina, quizás no me conozcas pero soy amiga de la familia, ¿Qué te sucede?- Sasuke se giro a verla, traía un niño en brazos y le causo curiosidad – Es mi hijo, Naruto- le sonrió, Sasuke correspondió – ¿cómo sigues? me dijo tu mamá que te sentías indispuesto-
-¿Eso le dijo?...estoy bien – a Kushina le pareció extraño pero no dijo nada – no quiero ser grosero con usted, pero ¿me podría dejar solo?-
-Claro, feliz cumpleaños Sasuke de parte de la familia Namikaze- le dio un beso en la frente permitiéndole a Sasuke ver de cerca al pequeño bebe – nos vemos- Kushina abandono la habitación y junto con su esposo abandonaron la residencia, Sasuke los veía partir, triste volvió a su cama y lloró nuevamente
-este es el peor cumpleaños en la historia de los cumpleaños- pensó