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A CUTE SAD GHOST por zorro-rojo

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Notas del capitulo:

Hola mis mij@s

Lamento no actualizar 

pero aqui estoy con la actualizacion, mas vale tarde que nunca ¿no?

Espero y les guste, creo que me quedo bien, un poco de felicidad no hace mal a nadie y alivia corazones dolidos ¿no creen?

en fin Gracias por leer y comentar <3

 

Capitulo 4. Deidara, ¿Quién eres realmente?

 

 

Habían acabado la rutina diaria y ya había pasado otro mes, era sábado, dia en el que los dejaban ir a ver a sus familiares y los que no tuviesen familia seguían con la rutina diaria…Deidara se había ido a visitar  a su “abuelo” e itachi había ido con él, con el permiso de Madara, quien era su tutor.

 

Caminaban tranquilamente por las calles de Iwagakure, el rubio se movía con agilidad entre las personas un tanto apresuradas, por su parte el azabache trataba de seguirle el paso, cuando lo alcanzó se dio cuenta que estaban en una estación de tren.

 

-Deidara ¿Qué hacemos aquí?-

 

-Itachi, hoy es 25 de septiembre, tu cumpleaños- le sonrió

 

No se había percatado de que era su cumpleaños, no le importaba y era una fecha triste, sus cumpleaños solía pasarlos junto a Sasuke- es cierto, no lo recordaba- dijo

 

-Descuida tu regalo te gustara- dijo y jalo al azabache dentro del metro...cuando llegaron a su destino el rubio bajo primero y seguido el azabache, caminaron y llegaron a un puesto donde vendían bolas de Arroz, deidara compro algunas y se las llevo a Itachi quien esperaba paciente a su compañero – Toma – le dio lo que compro y comenzó a comerlas

 

-¿Bolas de Arroz? ¿Venimos aquí solo por bolas de arroz?- pregunto incrédulo, pero  aun así agradecía el gesto de su amigo

 

-No, esto apenas es el comienzo, mi amigo, tu sorpresa apenas y está empezando…come y disfruta porque quizás más adelante no puedas comer nada más- le sonrió, el pelinegro correspondió y cuando terminaron el rubio lo condujo a un lugar un tanto familiar, su hogar.

 

-Deidara ¿Qué hacemos aquí?-

 

-¿No es obvio? Venimos por Sasuke- se adelanto a Itachi y toco el timbre de la gran mansión, mientras el azabache esperaba escondido en un árbol observando todo, una mujer algo vieja le atendió - ¿Qué se le ofrece?

 

-Deseo hablar con los señores Uchiha- sonrió

 

-Espere un momento, por favor – cerró la puerta –Señor y Señora afuera hay un joven que desea hablar con ustedes ¿le dejo pasar?-

 

-Hazlo pasar ahora vamos-

 

La mujer abrió la puerta y lo hizo pasar, lo atendió bien en lo que el matrimonio llegaba, no tardaron mucho en aparecer -¿Qué se le ofrece, joven?-

 

-Señor Uchiha- se levanto de su lugar estrechando la mano del hombre y besando la de la mujer – Me gustaría hablar con su hijo menor, Sasuke-

 

El matrimonio se observo, era un cliente - ¿Cuánto está dispuesto a pagar? ¿Joven?- pregunto la mujer

 

-¿Pagar?- pregunto, no sabía a qué se referían el solo quería hablar con Sasuke

 

-Sí, los servicios que brinda Sasuke no son gratis- dijo el hombre - ¿Cuál es su nombre?

 

-ahora caigo, lo venden- pensó- Oh si, descuide le hare llegar una buena suma de dinero, soy Kai Aoyama-

 

Sonrieron, un miembro de la familia Aoyama estaba interesado en Sasuke- ahora se lo traemos, espere en el sótano por favor-

 

-No, prefiero llevarlo a mi hogar –

 

-Bien, se lo traeremos enseguida- se retiraron y el rubio se dejo caer en el sillón, si sus suposiciones eran correctas ayudaría a ese niño…

 

[…]

 

-Sasuke, arréglate… un cliente llego- canturreo la mujer sacando las mejores ropas del pequeño- vístete no lo hagas esperar- le guiño el ojo

 

-Resiste Sasuke, por Itachi- comenzó a cambiarse, salió y al llegar a donde sus padres estaban se encontró con un joven rubio de cabellos largos y ojos azules, apuesto y vestido informalmente, los mayores se levantaron

 

-Joven Aoyama, este es Sasuke- lo acercaron-aventaron a él, deidara casi no lo atrapa – disfrute su tiempo, Sasuke no  nos decepciones- el menor asintió y deidara salió con el azabache.

 

El niño traía un semblante decaído, -será mejor decirle la verdad-  pensó el rubio- Oye niño- el menor lo observó- Soy…

 

-Eres un Aoyama, lo sé…tu nombre no me interesa, no me importa a menos que te vuelvas cliente frecuente-

 

-No niño, yo no te quiero para eso, soy Deidara y alguien espera para verte-

 

-ya veo, me vas a dar a tu amigo-

 

-No pequeño, seguramente te va a gustar mi sorpresa para ambos, vamos detrás del árbol – el pequeño no entendía nada pero lo siguió, no era como si pudiera darse la vuelta e irse, bueno si pero no –Espera aquí- le dijo en susurro y fue detrás del árbol

 

 

-Itachi-

 

-¿Qué?-

 

-Vámonos-

 

-No te funciono, ¿verdad?- pregunto triste, pues quería ver a Sasuke, pero se sorprendió al ver a deidara sonreír – No me subestimes- le dijo y lo jalo de la mano hasta llevarlo frente a un pequeño azabache que estaba sentado sobre la banqueta viendo al suelo, a Itachi casi se le salen las lagrimas al reconocer al pequeño – Niño- le llamo el rubio, el menor alzo la vista y vio al rubio acompañado con un chico de cabellos negros, su hermano -¡¡ITACHI!! – Se lanzo a los brazos de su hermano- ¡¡VOLVISTE, VOLVISTE!!-  el rubio se hizo a un lado, lagrimas resbalaban por el rostro de los tres chicos, todos de felicidad

 

-Itachi, ¿porque no me avisaste que vendrías?-

 

-Porque no sabía que vendría, de no ser por Deidara nada de esto habría pasado- dijo jalando a su compañero el cual estaba ligeramente sonrojado

 

-No…no es verdad, yo solo…- no termino la frase porque el pequeño Sasuke se había lanzado a él dándole un gran abrazo, correspondió gustoso, itachi  se unió y los abrazo a ambos, se soltaron riendo

 

-Vayamos a comprar pastel, después de todo el dia aun no termina- les sonrió el rubio, caminaron hasta un restaurant no tan elegante pero si tenía lujillos, se sentaron en una mesa, habían hombres que miraban con lujuria al pequeño, pues sabían que él era vendido por sus padres, a sasuke le incomodaba, Itachi lo había notado pero no sabía porque lo veían de esa forma, Deidara que sabia a que se debían esas miradas lo cambio de lugar quedando a su lado y evitando que lo vieran, el menor agradeció por lo bajo e itachi también, quien atendía el local era Kushina, quien ayudaba en el local de Tsunade

 

-¡Vean a quien tenemos aquí!- exclamó alegre cuando llego a la mesa de los tres chicos -¡Itachi, Deidara Y Sasuke!-  los abrazó, los chicos correspondieron, Itachi conocía a esa mujer y le agradaba, estaba consciente de que los conociera a ellos pero a Deidara ¿de dónde?

 

-¡Kushina-san! ¿Cómo está Usted, su hijo y Minato-san?-

 

-Excelentemente, gracias por preguntar Dei-chan…pronto iré a verte, nada más que mi Naru  este un poco mas grandecito, ya casi cumple dos añitos- le sonrió

 

-No se preocupe Kushina-san-

 

-Itachi, Sasuke ¿Cuánto tiempo sin verlos?, ¿Dos meses?-

 

-Así es Kushina-san- le dijo el azabache mayor, la mujer sonrió

 

-¡¡Kushina tu bodoque está  llorando!!- le grito una mujer rubia de ojos miel, era Tsunade

 

-Ya regreso, les dejo las cartas, pidan lo que quieran- los chicos asintieron y se fue

 

-¿De dónde conoces a Kushina-san, Deidara?- preguntaron los dos pelinegros

-Eh pues…te diré luego, pidamos…se me antoja un pastel de chocolate-

 

-¡A mí también!- dijeron los pelinegros, quienes se sonrieron, la mujer regreso con un bebé, de casi dos años, en brazos -¿ya decidieron lo que van a querer?-

 

-Sí, tres rebanadas de pastel de chocolate, el más chocolatoso que tenga y de deber; dos Café y-

 

-Un vaso de leche- pidió Sasuke

 

-Está bien, deidara ¿podrías cuidar de Naru?- el rubio asintió y recibió al más pequeño mientras Kushina fue a dar el pedido, el rubio mayor alzaba y bajaba al pequeño Naruto

 

-Deidara lo vas a hacer llorar- dijo Sasuke al ver que el pequeño rubio arrugaba la cara como si fuese a llorar

 

-Pues si eres un experto en bebés, toma- le entregó al bebé, quien dejó de hacer muecas y comenzó a reírse, los mayores rieron pues el pequeño Naruto no dejaba de jugar con los cabellos de Sasuke. Kushina regresó con el encargo y de paso se llevó al niño, se despidió de los chicos, su turno había terminado y se fue a casa. Cuando terminaron de comer Deidara pago toda la cuenta y salieron del local.

 

-Deidara, no debiste haber pagado todo eso- le dijo Itachi, Sasuke solo observaba comiendo su helado, el cual también lo había comprado el rubio

 

-Ya, ya no exageres es solo dinero, además bien que te estás comiendo el helado- sonrió, se sentaron en una de las bancas del parque, Itachi y Sasuke platicaban, mientras Deidara se escabullo al oír sollozos entre unos arbustos

 

-¿Cómo te está yendo con ese hombre?- claramente se refería a Madara

 

-¿sabes Sasuke? Lo juzgamos mal, ese hombre es todo lo contrario a lo que padre nos dijo, el dicho dice; No juzgues sin saber- le dijo con una sonrisa- ¿Tu como vas con padre y madre?-

 

-Yo…bueno…-estaba nervioso, Itachi lo notó.- Itachi madre y padre…me…venden- dijo cabizbajo, el mayor dio un golpe a la banca

 

-¡Malditos! ¿Cómo se atreven? Sasuke ¿Por qué no los denuncias?-

 

-¿De qué serviría? La corrupción está a 1000% y ellos tienen mucho dinero, con sobornarlos no pierden nada-

 

-Sasuke se que te dije que en 5 años saldría y así será, lastimosamente, pero ¿Por qué no vas con Kushina-san? Ella te recibiría con gusto-

 

-Yo…-

 

-!!!AHHHH¡¡¡- se oyó el grito de Deidara, Sasuke e Itachi corrieron en dirección a donde se escuchó el grito

 

-Deidara.… ¿Qué te paso?- trataba de no reírse el menor

 

-Un pequeño pelirrojo me pego en mis partes nobles- dijo sosteniéndose la zona afectada

 

Itachi no se pudo contener más y se echó a reír  a todo pulmón – ¿un niño? ¡Un niño, Deidara!- seguía riéndose, deidara lo observó con el seño fruncido pero después se unió a los chicos, la noche había llegado y los mayores tenían que estar en la cárcel militar, pues Madara solo le había dado permiso a Itachi por ser su cumpleaños y porque el rubio se lo pidió, fueron a dejar al pequeño a su hogar

 

-Deidara gracias por todo- le abrazó y lagrimas escurrieron por su rostro, el rubio las limpio sonriente

 

-No hay que agradecer, toma- le entregó un muñeco de arcilla con la forma de Itachi, el menor casi se pone a llorar de nuevo pero en su lugar sonrió

 

-Itachi, Feliz cumpleaños- le dijo el menor y lo abrazó metiendo en el bolsillo del mayor una cadena con tres aros, uno en medio y los otros a los lados

 

-Sasuke, gracias, piensa lo que te dije y haz lo que tu creas conveniente, olvida lo que te dije, sobre que no hicieras nada estúpido, no te lastimes por seguir mi consejo, Sasuke te amo demasiado que no quiero que te pase nada malo, por favor déjalos y se feliz…yo regresare por ti, de eso no dudes- lo abrazó y le dio un tierno beso en la mejilla

 

-Claro, hermano- le sonrió aunque trataba de no llorar la voz le salió temblorosa- Deidara, cuida de Itachi-

 

-Claro, pero esto no es un adiós Sasuke, vendremos cada que podamos no pierdas la esperanza, te sacaremos de este infierno- le dedico una sonrisa que hizo que algo dentro del menor se encendiera, era la esperanza, la cual había muerto hace un mes y había vuelto a nacer en este día, asintió y se metió dentro de su hogar.

 

Caminaban de vuelta al metro, en el metro Itachi dejo escapar unas pequeñas lagrimas las cuales Deidara limpio- Sonríe, Itachi- el pelinegro le abrazó –Gracias Deidara, muchas gracias-

 

Realmente le agradecía al rubio, sin el no habría podido ver a Sasuke y ahora más que nunca se volvería fuerte, y cobrárselas con sus progenitores…pero ¿quién era realmente Deidara?


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