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Vendetta por Jenny Anderson

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Notas del capitulo: ¿Raro?, me parece que si, espero que les haya gustado, me costo algo escribirlo y creo que no quedo muy bien,  pero en lo personal creo que esta decente espero sus comentarios

si me animo lo contunuo ya que era un reto de solo dos hojas y no se muy bien si dejarlo o continuarle

Vendetta

Vendetta

Por: Jenny Anderson

Disclaimer:Veamos, no soy inglesa, no tengo miles de euros en una cuenta en algún banco, jamas he visto a la reina, no tengo el cabello rubio, creo que es obvio que Harry Potter no me pertenece le pertenece a Rowling y a la Warner, esto es sin fines de lucro, En respuesta al reto de Amigo invisible  de Story-Weavers, ningún personaje me pertenece pero la situación si es mía,  y agradecería que respetaras eso.

 

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¿Como demonios había llegado a esa situación?, se pregunto mientras corría con todas la fuerzas que le daban las piernas, podía sentir la presencia del otro a escasos metros de su espalda, empuñaba la varita que le iluminaba el camino, pero sabia que solo era cuestión de tiempo para que su enemigo le diera alcance, y el amanecer aun estaba demasiado lejos, maldijo su suerte, de todos los miembros de la orden del fénix tenia que toparse con el, precisamente con el y en luna llena.

Sentía como la adrenalina le inyectaba fuerza y rapidez, rapidez que en otras circunstancias jamás habría tenido, el corazón le martillaba dolorosamente en el pecho y el maldito, dolor en el costaba empezaba a hacerse presente, pero el no detenía su ritmo, al contrario tensaba sus músculos al máximo, presa de la desesperación y el terror, y la oscuridad de cernía alrededor de él, ya que la luz de la varita apenas y le era suficiente para ver sin tropezarse, el sudor escurría por su frente, un sudor frió, y el cabello estaba seguro se le había pegado a la frente, de pronto dejo de escuchar el sonido atrás de él, se detuvo lentamente, agudizando la vista, con la respiración agitada y el miedo apoderándose de él, haciéndole estragos en su autocontrol, para su mala suerte en ese preciso momento el cielo emitió un ruido sonoro, señal de que empezaría a llover. Un sonido lo hizo girar hacia su derecha, pero no encontró nada, retrocedió lentamente, con la varita en alto, como una espada, dispuesto a atacar al mínimo movimiento, entonces lo vio, los ojos refulgiendo en la oscuridad.

-“Crucio”- grito, pero aquella bestia, había desaparecido, dio un paso atrás, tragando saliva con dificultad, mirando hacia todos lados, la bestia estaba ahí, podía sentirla. Pero no serviría de nada si no podía verla; De pronto el cielo, decidió dificultarle más aun su búsqueda, la lluvia le hacia imposible mirar más haya de un palmo, y la luz de la varita se había vuelto inútil, estaba completamente empapado, pero extrañamente no tenia frió, siguió andando hacia atrás, intentando abrir sus ojos al máximo, para salvarse de aquella bestia, que quería terminar con él, sin embargo simplemente ese día no tenia suerte, por que cayo de espalda, al parecer tropezando con una de las raíces salientes de alguno de los árboles y en la caída, metió la manos, soltando la varita.

Se maldijo en silencio poniéndose en pie, pero inmediatamente se dio cuenta de que la bestia estaba justamente sobre su varita, mirándolo fijamente, con los ojos inyectados en sangre y los afilados dientes dispuesto a atacar. El trago saliva con dificultad, por mucho que deseara, sin su varita era simplemente hombre muerto

-“Profesor Lupin”- dijo, pero lo único que hubo en respuesta fue un gruñido de parte del otro, y la saliva goteando en el hocico.

El siguiente movimiento fue rápido, pronto, la bestia lo había derribado, sentía la respiración en su cara, mientras sentía la saliva gotear en su nariz, y la maldita bestia parecía pesar una tonelada y el no era capaz de quitárselo de encima ni se atrevía a forcejear con el por temor a ser mordido y la lluvia no parecía querer menguar, el aullido del animal lo aterro aun más, mientras lo tomaba con una de sus grandes manos y lo ponía de pie, conduciéndolo a algún lugar en aquel bosque. Parecían ruinas, sin embargo rápidamente se dio cuenta de que era ese el lugar que el  licántropo había tomado como cubil, las enormes garras de la bestia, habían desgarrado su camisa y le habían dejado en la piel, surcos rojos, pero a el no le dolía, lo único que deseaba era huir de ahí, sin embargo, cada vez que  intentaba moverse la bestia lo miraba amenazador, enseñándole los colmillos en una escalofriante amenaza.

Se quedo hecho un ovillo en el mugriento suelo, sin quitarle los ojos de encima, a su oponente sabía que en cualquier momento del amanecer quedaría vulnerable  y seria ese el momento exacto en que tendría que salir de ahí, seria una estupidez pensar que saldría ganador en una lucha cuerpo a cuerpo, contra el hombre lobo.

Sin embargo el cansancio físico y mental le ganaron la partida y cerro los ojos un momento, y se quedo dormido, en aquella incomoda posición, solo unos minutos el tiempo exacto que tardo el amanecer, Remus J. Lupin había regresado a su forma humana, más no por eso habían desaparecido de su cuerpo todos los estragos que hacia el lobo que vivía en su interior, ese era el ultimo día de luna llena, sin embargo, hasta que llegara la noche y pudiera darle rienda suelta a sus deseos primarios, tenia que ser capaz de pensar con raciocinio, ¿Pero como hacerlo, cuando en su interior se agitaba un lobo adulto en época de celo?, no lo ayudaba de mucho, el muchacho que estaba tirado en el piso, con el fino cabello rubio alborotado y los labios entre abiertos mientras respiraba,  una parte de el lo forzaba a tomarlo, a ahogar en ese cuerpo sus instintos, sus más bajos instintos que estaban consumiéndolo, la otra le decía que tenia que ir por Harry, para entregarle al mortifago.

Sin embargo la decisión había sido tomada por el lobo en su interior, por eso lo había llevado ahí, en lugar del cuartel general de la orden, cruzo la habitación a paso rápido, posesionando sus labios en la oreja izquierda del joven, de nada serviría si no podía oír los gritos del chico.

-“Draco”- llamo con voz lasciva mientras su cuerpo se pegaba al más joven

-“Que demonios”- grito el chico, sin embargo el agarre del mayor, le hacia imposible que se incorporara

-“Quédate quietecito y prometo no lastimarte”- dijo el licántropo pasando las yemas de los dedos, por los surcos rojos, en la piel pálida del chico –“No sabes como disfrutare de esto”- dijo en el lóbulo de la oreja del joven, el miedo rápidamente se instalo en las orbes grises, miedo que el olfato sensible de Lupin fue capaz de reconocer muy bien, Malfoy intento con todas fuerzas romper aquel repugnante y escalofriante contacto, pero lo único que logro, fue que el licántropo lo atara con lazos mágicos de manos y piernas, estaba completamente a merced del de ojos dorados, quiso gritar pidiendo ayuda, pero seria inútil, intento con todas sus fuerzas, realizar un hechizo insonoro, pero simplemente no podía pensar en nada que no fuera librarse de aquellas manos y  su toque lascivo sobre su piel, siento la dureza del licántropo contra su  trasero e intento luchar con más fuerza, pero lo único que lograba era lastimarse las muñecas, y hacer jadear aun más al hombre.

Las manos del hombre se abrieron paso rápidamente en la túnica negra que el joven utilizaba, haciendo que el rubio respiraba con más fuerza, pero lejos de ser de excitación eran de miedo y eso no hacia más que excitar al licántropo, quien se repego aun más al cuerpo, posando sus labios en el cuello del más joven, quien  ahogo un gemido de impotencia, al sentir, como las manos del hombre recorrían su cuerpo sin miramientos, apretando y lastimando, cerro los ojos intentado pensar en otra cosa, creer que estaba en otro lugar, pero le era imposible.

Las lagrimas salieron  de sus ojos,  y se mordió el labio inferior para no gritar cuando el licántropo se abrió paso en su interior, y se enterró en el, una y otra vez y cada vez con más fuerza y más dolor, Draco intentaba no emitir sonido, pero le era imposible, detener las lagrimas ente el dolor que lo embargaba, ante la humillación, y aquel otro se divertía con su cuerpo y el no quería pensar en eso, ya lo liberaría, y entonces lo torturaría hasta que el mismo licántropo pidiera morir, mientras tenia que soportar, sintió las embestidas con más fuerza cada vez, mientras escuchaba los jadeos del hombre en su oído, y las ganas de vomitar se apoderaban de él, cuando sintió como el otro terminaba con un grito en su interior.

-“Eres exquisito”- murmuro el licántropo besándole el lóbulo de la oreja, provocando una arcada del joven, que lo único que quería era que lo dejara de tocar.

-“¿Pero no te parece que es injusto que solo tu te diviertas?”- pregunto una voz a la espalda del licántropo, Draco Cerro los ojos reconociendo esa voz, sin querer pensar, queriendo desaparecer.

-“No sabias que ustedes también querían”.- murmuro el licántropo, acomodándose los pantalones, mirando de Reojo a Harry y Ron y la mirada que le dirigían a Draco

-“Pueden hacer lo que quieran con el, yo ya me divertí bastante”-

Notas de la autora:

        ¿Raro?, me parece que si, espero que les haya gustado, me costo algo escribirlo y creo que no quedo muy bien,  pero en lo personal creo que esta decente espero sus comentarios

 


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