“Has trabajado duro, reúnete con nosotros más tarde. Te llevaré pastel”
Aquellas simples palabras de Heechul en su IG fueron recibidas como un regalo por el original maknae. Hyukjae, Siwon e incluso el propio Ryeowook habían dado un acercamiento tras dejar de lado el distanciamiento impuesto por la SM. Pero, ¿daría Yesung alguna señal de apoyo, un simple comentario? Aquella pregunta carcomía a Kibum, que había estado pendiente de cualquier actualización de su ex novio en las redes sociales. Y, aunque su hyung era un asiduo de Twitter, llevaba horas sin dar señales de vida y parecía no querer intervenir hasta que se calmasen los ánimos tras su salida oficial de la empresa. No se había atrevido a seguirlo en Instagram, temía dar un paso en falso con el vocalista, simplemente se mantendría esperando algún acercamiento por su parte, aunque éste parecía que no iba a darse.
Tras aquel fatídico fin de semana previo a la boda de Sungmin, donde se habían hablado las cosas, no habían retomado el contacto. Yesung cumplió su promesa de no interferir más en su carrera y por fin, tras años esperando, había conseguido liberarse de la presión de la SM. Estaba eufórico, tenía ganas de volver a contactar con sus antiguos amigos. Aunque en un principio estaba algo cohibido por las posibles críticas a las que estaría expuesto, las ELF habían tomado la noticia con genuina felicidad. Había recibido comentarios ponzoñosos, tachándole de lacra para Super Junior e incluso de traidor, glorificando a Hangeng por su salida y dejándole a él de oportunista: pero era consciente de que la verdad quedaría atesorada en los recuerdos de sus compañeros. Aunque había dejado la verdad a medio relucir en comentarios como “Nunca pensé dejar a SJ, quizás esté lejos pero mi corazón está con ellos, más que ningún otro”, las ELF parecían no vislumbrar la realidad oculta en esa simple afirmación. A pesar de ello, se consolaba con el hecho de que Yesung no volvería a dejarlo en la sombra, ahora podría reconducir su carrera a buen puerto. Se acabarían las depresiones y el refugiarse en el alcohol, tras meses batallando había conseguido ser una nueva y mejorada versión de sí mismo.
Tras el leve contacto de Heechul por Instagram, habían hablado por kakaotalk, y ambos estaban felices por el avance del actor. Como colofón se había filtrado una foto del HanChul en el cumpleaños del chino, por lo que los ánimos eran inmejorables. El huraño de su hyung había pasado un fin de semana con Hangeng: realmente se alegraba de ver que él también comenzara a recomponerse de su pasado con el extranjero.
La espera por noticias de Yesung le estaba desesperando: se reñía a sí mismo por mostrarse tan impaciente por saber de la persona que destrozó su vida, pero era inevitable esperar algo de él. ¿Retomarían su amistad después de haber dejado las rencillas en el pasado? Por su parte estaba más que dispuesto, no quería empezar su nueva vida con discordias caducas. Leía comentarios eufóricos de las ELF teorizando sobre un posible cumpleaños conjunto… ¿Sería eso posible? ¿Heechul volvería a mover hilos para acabar juntándolos? Ahora tocaba esperar y dejar que el destino (o su hyung andrógino) hilasen el camino a un reencuentro del KiSung.