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Fire Meet Gasoline por KatsumiKurosawa

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Notas del capitulo:

Se llama Hola por la canción de Adele. Así como "Hello... it's me..." y ustedes me dirán por qué al final del cap xDDDDDDDD

Las amo

Saranjéenme Dx!

Fire Meet Gasoline

Por Katsumi Kurosawa

Capítulo 12

Hola

            Los besos entre SeungRi y Youngbae habían logrado que la habitación se llenara del dulce estupor de sus deseos. El mayor estaba sentado en su cama con el pequeño Seung entre sus brazos, rodeándole la cintura y manteniendo fricción entre sus miembros.

            ─Lo deseo SeungRi, pero te confieso que esto no deja de ser extraño para mí… además… de que tengo miedo de hacerte daño… ─susurró a su oído acariciándole la espalda con ternura.

            ─Yo deseo esto, Youngbae… yo… necesito sentirme tuyo… ─SeungRi le succionó el labio con lujuria─ Yo te guiaré…

            ─Tienes experiencia ¿Ah? ─la sonrisa ligeramente amarga del rubio hizo a SeungRi entrar en pánico.

            ─ ¡NO! ─se apresuró a contestar llenando el rostro masculino de besos─ Yo… yo jamás he llegado tan lejos con un chico… yo… ─y de pronto se sintió muy avergonzado.

            Era… virgen. Al menos de ahí…

            ─Estaba bromeando Riri… ─la dulce risa del mayor llenó la estancia haciendo al pequeño recostarse en la cama. En la mesita de noche había un tubo color rosa del cual el menor no se había percatado─ Seunghyun-hyung me hizo el favor de comprarme esto… estuve investigando un poco el cómo utilizarlo así que… lo intentaré.

            SeungRi abrió los ojos sorprendido, observando lo que parecía ser un tubo de lubricante y cuando el mayor esparció por sus dedos el líquido, el aroma a fresas inundó la habitación.

            ─Creo que ahora yo debo… ─guardó silencio desviando la vista y el menor entendió así que se puso cómodo y abrió las piernas. Rápidamente aquella mano se coló entre ellas alcanzando su entrada e introduciendo un dedo.

            Un respingo hizo notoria la incomodidad del pelinegro y cerró los ojos intentando relajarse. Sus facciones trataban de no reflejar algo quedesanimara a su amante quien no perdía detalle al leerlo, cualquier cosa que le incomodara y se detendría.

            ─Listo, mete otro dedo… ─pidió al sentir que se había acostumbrado al grueso y solitario dedo. El ruido obsceno del lubricante acompañó al segundo dedo profanando la entrada y haciendo al pequeño gemir de manera confusa. No se sabía si de dolor o de placer.

            ─ ¿Cómo se siente? ─preguntó con un tinte de perversión en la voz. El pequeño cuerpo se retorcía al sentir sus dedos dentro.

            ─Pues… algo… ¡AH, DIOS! ─se arqueó violentamente. Youngbae había tocado un punto dentro de sí mismo que había enviado una descarga eléctrica por toda su columna.

            ─ ¿Te lastimé, amor? ─susurró el rubio completamente convencido de lo contrario.

            ─Toca ahí… un poco más… por favor… ─suplicó y la erección del pelinegro se retorció entre sus piernas─ OLVÍDALO… ¡MÉTEMELA YA!

            ─SeungRi… yo creo que… ─indeciso siguió moviendo sus dedos, pero al saber que no daría el paso, el pequeño Seung lo arrojó al colchón.

            ─Yo llevaré la batuta, Youngbae… hoy es mi cumpleaños. ─se arrodilló muy cerca de su cara enseñándole el pene erecto y golpeando sus labios con este─ Chúpamela… por favor…

            La sonrisa de Youngbae fue seguida de un lengüetazo. Jamás le había hecho felación a otro hombre, pero seguro no tenía gran ciencia, debía hacer lo que alguna vez le habían practicado a él. Tomó el falo y se lo introdujo a la boca lo más que pudo recibiendo gemidos agradados.

            Mientras delineaba el pene con la lengua, su mano derecha fue de nuevo a la entrada del pequeño Seung para dilatarlo más, estaba seguro de que SeungRi intentaba distraerlo con aquella petición de felación para sentarse sobre él y empalarse a sí mismo.

            El pelinegro comenzó a retorcerse echando la cabeza hacia atrás y embistiendo inconscientemente la boca del rubio. Vaya que era un adicto…

            Pronto entre el dulce ardor de la felación, SeungRi tomó el lubricante y lo esparció en su mano derecha mientras Youngbae lamía sus testículos.

            ─Te quiero ya… has jugado con mi tesorito bastante, estoy listo… ─con la mano lubricada acarició el grueso miembro, dejándolo en condiciones óptimas para la penetración.

            Alejó su miembro de la boca hambrienta y observó esa sonrisa lasciva que el mayor le dedicaba. El pelinegro se montó en ese cuerpo musculoso y fue acariciado por las manos resbalosas de su amante, aún contenían lubricante con olor a fresas.

            Colocó la punta de aquel falo en su entrada y tragó duro. No era momento de retractarse, lo deseaba como un poseso desde que le vio masturbarse en la ducha, ahí con la frente pegada al azulejo, el agua cayéndole por la espalda y su mano moviéndose violentamente por su miembro.

             No sabía ni por qué había entrado al baño ese día y no pudo moverse hasta que Youngbae, con un gemido ronco y delicioso, acabó apuntando hacia la pared.

            Fue sentándose en el miembro, sintiendo como su interior era preparado poco a poco para recibirlo. Chilló entre dolorido y complacido tirando la cabeza hacia atrás hasta que se sintió totalmente sentado sobre el otro.

            ─Oh Dios, SeungRi… ─Youngbae lo tomó de las caderas y apretó su piel conteniéndose. Hacía mucho que no tenía sexo así que estaba perdiendo la cordura.

            ─Muévete… ─ordenó el pelinegro inclinándose hacia adelante y apoyándose en su pecho.

            ─ ¿Me lo ordenas? ─preguntó cargado de lujuria.

            ─Daddy, please… ─chilló.

            Daddy… SeungRi acababa de llamarlo Daddy…

            Inmediatamente tomó impulso y comenzó a elevar las caderas para follar la estrecha entrada. Cerró los ojos, estaba controlando su velocidad y fuerza lo más que podía.

            ─Ah… Más… ¡Más! ─demandó el pequeño que era elevado por las embestidas, arañando lo que tenía a su alcance. Youngbae acabó perdiendo el control e invirtiendo las posiciones.

            SeungRi lo recibió nuevamente entre sus piernas y su entrada fue más fácil. Su cuerpo ya se había habituado al tamaño del mayor.

            El profesor se llevó las piernas lechosas del menor a los hombros y comenzó una serie de embestidas profundas y rudas que hacían gritar al pequeño amante quien hecho un manojo de gemidos, apenas se agarraba de las sábanas.

            ─ ¿Es todo lo que tiene, Señor Dong? ─le preguntó con esos ojos con los que se iba a ir al infierno.

            ─Ruégame… ─susurró Youngbae fuera de sí.

            ─Cógeme, Youngbae… ─su tierna voz cortada por los gemidos era alucinante─ Duro, Daddy… duro…

            Dios, algo tuvo que hacer corto circuito en la cabeza del profesor. Lo volteó y colocó en cuatro para agarrar el divino par de glúteos y meter su miembro sin consideración.

Rugió estampándose desesperado contra aquellas nalgas creando aquel ruido obsceno y SeungRi se retorcía de placer, moviéndose al encuentro con el miembro que lo mancillaba.

─Who’s your Daddy, SeungRi? ─preguntó aun embistiéndolo, perdiendo la cordura absolutamente.

─You, baby… ─chilló seguido de jadeos involuntarios─ You’re my daddy… ahh~ ─y casi convulsionando se vino en las sábanas.

            Pero Youngbae no detenía su ejercicio. Lo tomó fuertemente de las caderas y se empujó a sí mismo dentro una y otra vez hasta que todos los vellos de su cuerpo se erizaron, indicándole que se vendría y se vació dentro del pequeño cuerpo, recibiendo descargas electrizantes que le hacían retorcerse un poco.

            Cayó a su lado y lo abrazó de modo posesivo.

            ─Yo quería ser romántico… ─confesó besándolo tiernamente─ Pero… no sé qué tienes que todo lo transformas en perversión…

            El pequeño sonrió de modo pervertido.

            ─Fue el mejor regalo de cumpleaños… gracias… ─besó su nariz y se acomodó en sus brazos de nuevo.

            ─No sé si el regalo te lo di yo o tú a mí… ─lo estrechó entre sus brazos, dispuesto a descansar.

……………………

            La luz del día no había llegado aún. Sin embargo, Jiyong estaba despierto y vistiéndose desesperadamente.

            Escaparía antes de que Seunghyun despertara.

            Cuando todo estuvo en su lugar, volteó por última vez a la cama de príncipe donde Seung descansaba tranquilo, envuelto en las sábanas blancas que había bajo el edredón. Se veía tan guapo, incluso durmiendo.

            Ojalá pudiera quedarse, pero no podía. No iba a soportar la risa burlona de Seung en la mañana cuando le echara encara que le había entregado las nalgas de manera fácil.

            Huyó del apartamento. El vigilante le miró extrañado y él sólo hizo una reverencia despidiéndose y salió como alma que le llevaba el diablo.

            En la calle, encendió un cigarrillo.

            Lo fumaba con necesidad mientras las lágrimas de su rostro se abrían paso hasta su cuello.

            ─Seunghyun no es DongWook… Seunghyun es un acostón cualquiera ─se repitió limpiándose las lágrimas─ Además… Wookie nunca quiso nada conmigo… él… con él no había oportunidad…

            Comenzaba a hiperventilar, pero no se detuvo.

            ─Admítelo Ji… Wookie nunca fue tuyo. Seung tampoco…

………………………

            Los rayos del sol lastimaban los ojos del abogado quien se levantó molesto a cerrar sus cortinas esperando que a Ji no le hubieran despertado los rayos.

            Pero Jiyong no estaba.

            Y no volvió a verlo más.

            El trabajo se hizo pesado. Tenía un par de casos qué atender y también se estaba yendo con todo contra la madrastra de SeungRi y la corte había exigido una prueba de ADN del embarazo de seis meses de Honey.

            Estaba a una prueba de meter a Honey a la cárcel por al menos quince años por extorción -a la familia que obligó a su hijo menor a declarar contra Youngbae- y estupro, siendo ese bebé la prueba de que ella se acostaba con SeungRi siendo menor de edad y por fin reclamar la herencia de SeungRi.

            Dami Kwon estaba ayudando en el caso también. No podía soportar que el mejor amigo de su hermanito estuviese sufriendo de ese modo.

            Eso le podía al abogado. Tener a la hermana de Jiyong en cada junta de cómo llevar ese caso… era tan parecida a él y tan diferente a la vez…

            Pero ese parecido comenzaba a estresarle.

            Un día visitó a SeungRi en la universidad. Tenía que darle la buena nueva: siendo mayor de edad, podía disponer de la fortuna de su padre y aunque Honey había intentado impugnar el testamento, no le benefició para nada el plan.

            ─Oh… Youngbae-hyung, Danah y yo podemos mudarnos a mi casa… ¡Qué buena noticia…! ─el chiquillo sonrió y lo abrazó impulsivamente─ Oh tengo que decírselo… ¡Nos vemos luego Hyung!

            Y se fue corriendo.

            SeungRi era tan distraído, él pudo llevarlo con Youngbae, pero desapareció entre la multitud así que el abogado sólo bufó y caminó hacia su Cadillac.

            De pronto una cabellera color rosa le llamó la atención. No se equivocaba, era Jiyong quien reía con un chico de cabello castaño y ojos de ciervo… lo tomaba de la cintura y Ji de los hombros, caminando juntos hacia lo que parecía un teatro del campus.

            Ira.

            Sintió mucha ira.

            Se iba acercando como una bestia a la pareja que no había notado que un toro estaba a punto de embestirlos.

            ─JinWoo por Dios, es sólo un beso… ─le decía fresco el pelirosa.

            ─Pero hyung, no sé si estoy listo para…

            ─Jiyong ─aquella voz ronca hizo el paso de la pareja detenerse. Ambos le miraron con cara de susto, sobre todo Ji que creyó que jamás volvería a verlo─ Necesito hablar contigo…

…………………….

            ─ ¡Y podemos mudarnos a mi casa! Ahí Danah tendrá mucho espacio para jugar y… ─SeungRi agitaba las manos con alegría mientras Youngbae sonreía.

            El pequeño parecía brillar desde que habían dormido juntos. Lo hicieron como locos toda la semana e incluso en silencio total para evitar despertar a Danah. Era fácil volverse un adicto al sexo al lado de SeungRi.

            ─Arggg… tengo hambre ¡Vayamos a cenar! Tengo antojo de esas hamburguesas del señor Song, son tan jugosas…

            ─ SeungRi ¿Y esos antojos? ¿No estarás embarazado? ─Youngbae arqueó una ceja sin dejar de sonreír.

            ─ ¡Hyung! ─le dio un golpe poniéndose colorado de inmediato. Danah reía a carcajadas y el menor la tomó en brazos para jugar con ella. El rubio los perseguía con un osito de felpa.

            El timbre sonó y Youngbae se levantó de su asiento riéndose con su ahora pareja y su hija. Abrió la puerta sin sofocar la risa, pero esta se extinguió absolutamente al ver a la persona tras la puerta.

            Hermosos y enormes ojos.

            Cabello lacio, castaño obscuro que le rozaba los hombros.

            Una naricita preciosa y bien formada.

            Unos labios dulces y generosos.

            Soltó el osito de felpa, el cual cayó dramáticamente al piso.

            ─Hyorin… ─susurró Youngbae con la boca entreabierta y todos los recuerdos felices de su pasado le azotaron dolorosamente.

            ─Youngbae… Hola…─los dulces labios dejaron escapar esa voz armoniosa que él siempre amó…

 

continuará

Notas finales:

Pues así... *se esconde bajo las piedras porque seguro la madrean*

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Twitter: KatsumiKurosawa :v xDDD


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