Fire Meets Gasoline
Por Katsumi Kurosawa
Capítulo 19
Forma no esperada
Seunghyun se arregló la corbata. Tenía 15 minutos mirándose al espejo.
Se veía absolutamente guapo en aquel esmoquin negro, cortesía de Dolce and Gabbana –bueno, no era una cortesía ya que él mismo lo escogió- y su cabello peinado elegantemente en una raya de lado.
Salió de la habitación de hotel muy seguro de sí mismo. Y ¿Cómo no? Era un Adonis coreano. Obtuvo un par de miradas femeninas en el trayecto a su Porsche y un tanto apenado, sólo sonrió a cada una de las señoritas.
─Your car is ready, Mr Choi ─susurró aquel valet parking de no más de 17 años. Era rubio y sus risos caían con gracia en su cabello, dándole a su mirada color azul un aspecto inocente.
─Thank you, Jacob. ─tomó las llaves de su coche de la mano del muchacho y le sonrió seductoramente.
─I hope you enjoy the wedding, Mr. Choi... ─se inclinó un poco intentando hacer una reverencia, sabiendo que el señor Choi era asiático.
─Weddings are more like... funerals, you know? ─soltó una carcajada encantadora que dejó pasmado al valet parking─ See you around, Jacob...
Y arrancó su Porsche con aquella sonrisa matadora. Tuvo que esperar un tiempo más en el hotel porque le entregaron el Porche con un leve retraso y en lo que fue a darse un baño y cambiarse, no quedó nadie para acompañarlo al salón.
Pero no importaba, adoraba los coches lujosos así que quiso tenerlo en aquella ocasión especial. Recorrió las calles de California observando los paisajes tan hermosos y las calles limpias y cuidadas.
Lo bueno era que la boda no sería por la iglesia.
No sería nada lindo que la iglesia se cayera apenas pusiera un pie dentro de ella. Mejor así, una ceremonia sencilla, en aquel salón cerca de la playa... y claro, la ventaja de poder tener una boda homosexual en América.
Tamborileó los dedos cuando el semáforo parecía tardar años en cambiar. No podía llegar tarde a la boda, sería ridículo.
La corbata ahora le apretaba. El aire acondicionado no parecía satisfacer esa sensación sofocante que la camisa blanca le provocaba.
Cuando llegó al elegante salón con vista al mar, no pudo evitar sonreír y que la brisa jugara con su cabello sin despeinarle. Volvió a acomodarse la maldita corbata, carajo ¿Por qué le incomodaba tanto?
Entró a paso decidido a la casa y saludó a todos los conocidos. Todos habían viajado a California para presenciar aquella boda que después de tantos problemas, podría llevarse por fin acabo.
De esas bodas que demostraban que el amor lo podía todo.
─ ¿Hyorin? ¿Qué haces aquí...? ─Seung la miró con los ojos bien abiertos. No quiso ser así de grosero, pero genuinamente se sorprendió de la presencia de aquella mujer tan bella.
─Youngbae me invitó... estoy cuidando de Danah, además. Es mi hija ¿No? ─la bella mujer sonrió mostrando aquella hilera de dientes blancos y parejos.
─Veo que estás mucho mejor ─enternecido al verla con la pequeña Danah de seis años correr con los demás niños en el salón, se metió las manos a la bolsa del esmoquin.
─El tratamiento psiquiátrico funciona, mamá está cuidándome de lejos... ─señaló a la mujer mayor que le sonrió cálidamente al apuesto joven que inclinó la cabeza para saludarla─ La esquizofrenia no es tan... mala si la tratas....
Había sido un shock para Seunghyun enterarse de la verdad. Min HyoRin padecía esquizofrenia y un día llegó a casa de su padre a armar un escándalo sobre que dejara escapar a su madre. Dijo que estaba encerrada en el sótano, que las voces se lo dijeron.
El señor Min, claramente no apreciaba a su yerno, por eso prefirió encerrar a HyoRin en una institución, obligándola a escribir aquella carta que Youngbae había encontrado.
"Su madre abandonó mi casa por la escalera de incendios cuando yo llegué a casa el día que HyoRin me abandonó." Le había contado Youngbae muy serio. "Cuidó a Danah hasta que yo llegué..."
Sacudió la cabeza como si sus pensamientos desagradables pudieran irse con el movimiento.
─ ¡Oppa! ─la pequeña Danah lo había visto por fin y se había arrojado sobre el abogado y este la cargó arrancándole unas traviesas risas─ Seunghyun oppa, te ves muy guapo hoy...
─Gracias Danah... ─sonrió y le peinó los cabellos castaños y sedosos que eran sostenidos por una corona de flores─ Pero tenía que verme guapo hoy, es un día muy importante...
─ ¡Seunghyun-oppa siempre se ve muy guapo! ─las manitas acariciaron el rostro varonil del abogado quien soltó una risa encantada.
Le dio un beso en la frente y la devolvió al suelo. La niña corrió riendo, de vuelta a jugar con sus nuevos amigos.
─ ¿Ya llegó la novia? ─preguntó mirando a todos lados, la curiosidad le podía.
─Sí, está con su "Dama de honor" ─HyoRin se echó a reír, Sabiendo que tanto la novia como la Dama de honor eran hombres.
─Necesito verle~ ─ronroneó y la chica no dejó de reír.
─Están en el Bride room a la izquierda...
Seung le guiñó el ojo haciéndola sonrojar y se dio media vuelta para ir hacia donde le indicaron. ¿Debía entrar? Es que... verlo ahí, sería malo ¿O no?
─Tendré siete años de mala yuyu ─susurró y tocó suavemente a la puerta.
La voz de Jiyong le hizo tensarse inmediatamente. Se arrepintió de ver al novio antes de la boda, quería darse la vuelta y correr.
─ ¿Sí? ─repitió Jiyong abriendo la puerta.
Se veía precioso en un esmoquin color azul marino a cuatros discretos. El chaleco del mismo color se asomaba bajo el saco y usaba una corbata azul rey con puntos blancos, perfectamente atada a su camisa blanca.
Divino... nada más. Parecía un ángel, con el cabello plateado y un mohicano larguísimo, atado en una coleta salvaje que acentuaba su belleza natural.
─Señor Choi... ─susurró apunto de cabrearse porque no se suponía que debería estar ahí antes de la boda.
El mayor sonrió como idiota, pero el sollozo de SeungRi interrumpió el encuentro.
─Riri, cálmate... ─Jiyong se volteó a su mejor amigo para consolarlo de nuevo.
─Pero es que...
Seunghyun apenas pudo recorrer el cuerpo de SeungRi, ataviado en un precioso esmoquin negro, con chaleco, camisa y corbata blancas. Estaba peinado impecablemente y se veía demasiado atractivo...
El abogado se mordió el labio pensando en lo suertudo que era Youngbae.
─Es que eres un cursi sensible... el maquillaje se te va a correr ─le regañó Jiyong limpiándole las lágrimas con delicadeza para no remover la base que hacía la cara de SeungRi verse como de porcelana─ Vas a despertar a Jinwoo...
El pequeño Jinwoo Lee estaba totalmente entregado en los brazos de Morfeo en el elegante sillón de aquella habitación, usaba un pequeño esmoquin parecido al de su papá, pero poco le importaba su alrededor. Sus ojos enormes estaban cerrados y relajados. Tenía la naricita de su madre y los labios de su padre... en realidad era una copia casi calca de su padre: incluso nació con aquellas características ojeras.
Jinwoo Lee era el hijo de SeungRi y de la difunta Lee Honey, quien fue acuchillada en el penal, ya que no era del agrado de las reclusas. Aquello logró que el parto se adelantara, pero no logró salvar la vida de la mujer.
─Pero es que las bodas me ponen sentimental... ─sorbió la nariz dramáticamente.
─Pero ¡Es tu boda! ¡SeungRi ya madura, tienes 25 años! ─tomó el polvo traslúcido para intentar arreglar el desastre en el que el menor se había convertido en cuestión de minutos─ Además somos actores, Riri... sabemos cómo controlar nuestras emociones.
─Oh Dios... hyung está aquí... ─susurró al ver al guapísimo abogado frente a él.
─Vine a asegurarme de que no te le escaparas a Youngbae... ─bromeó, pero el rostro de SeungRi se volvió lloroso de nuevo.
─SeungRi es la sensibilidad andando, por Dios, no haga esos comentarios, Señor Choi...
─Ok, pequeño panda... era una broma ─ignoró al rubio y se hincó frente a SeungRi que no pudo evitar quedarse embobado viendo lo guapo que su hyung era. Claro, nunca le sería infiel a Bae pero tampoco era ciego─ Sólo quería darte un abrazo y agradecerte lo feliz que haces a mi mejor amigo...
Se paró junto con el menor y lo abrazó con verdadero cariño.
─Me alegra en verdad que decidieran casarse pese a lo que la sociedad diga... pudieron vencer todos los obstáculos... no llores SeungRi, debes sonreír porque este es tu día... ─limpió la última lágrima del muchacho con el pulgar y besó su mejilla para abrazarlo de nuevo─ Bueno, te lo digo ahora porque no sé si al rato podré encontrarte. Felicidades, SeungRi... ahora iré a ver a Youngbae... soy el padrino ─abrió los ojos como un niño asustado y el pequeño rio─ Kwon... ─susurró a modo de despedida.
─Choi ─le respondió el rubio sin mirarlo.
.......................
Youngbae daba vueltas por el jardín. Estaba muy nervioso, aunque parecía disimularlo bien, sólo Seunghyun se daba cuenta del estado de su amigo.
─Hermano, por favor, cálmate ya... ─palmeó su espalda haciendo saltar a Youngbae del susto.
─Seunghyun, hyung... pudiste haberme matado del susto... ─murmuró mirándole feo, pero sonriendo de nuevo a una pareja cerca.
─El susto me lo diste tú, cuando vi a HyoRin...
─Vamos Hyung. SeungRi ya la perdonó y tenemos una hija ─suspiró jugando con la orilla de su precioso esmoquin negro─ Hablando de Riri... imagino que fuiste a verlo...
─Claro que sí hermano... tenía que vigilar que no escapara por la ventana de esta locura... ─encendió un cigarrillo ante la mirada indignada de Youngbae.
─Seunghyun-hyung, no deberías decir eso... sobre todo porque tú...
─Shhh no me lo recuerdes... ─miró a un costado buscando a una persona entre la multitud─ ¿Dónde está la domadora, por cierto? Dijo que estaría aquí con Minho...
─Hace rato la vi con Sandara... ─Youngbae buscó entre las personas y una cabellera larga y negra se asomó camino a ellos.
Park Bom se veía despampanante con aquel vestido rojo y sus cabellos lacios se rizaban en las puntas, haciéndola lucir como una princesa de cuentos. Sus enormes ojos de muñeca acompañaron su sonrisa.
Le sonreía al pequeño que venía de su mano.
El niño vestía tan impecable que podría ser modelo de comerciales de juguetes para niños o algo así. Caminaba como si el mundo estuviera a sus pies y quitándose los lentes oscuros, que le daban un aspecto chic, reveló sus ojitos preciosos en aquel rostro serio.
Toda la seriedad se fue cuando vio a Seunghyun
─ ¡Papá! ─gritó y apresuró a su madre para llegar con los hombres─ ¿Estás fumado otra vez? ─dijo frunciendo el ceño cómicamente y Youngbae ahogó una risa.
─Ya no amor... ¡Ya no! ─y aplastó la colilla con su pie izquierdo para recibir al pequeño entre sus brazos y estrujarlo en ellos.
─Papá, fumar es malo ─le regañó repartiendo besos en su mejilla─ Además huele feo.
─Lo sé, Mino, lo lamento... ─sonrió.
─ ¿Acabas de llegar? ─Bom sonrió y le acomodó un cabello a su hijo en los brazos de Seung.
─Sí, amor... ─se inclinó y depositó un beso en sus labios haciendo al pequeño chillar de emoción.
─Lo de tardar un milenio sólo por ir a traer tu Porsche... fue un exceso Seung... ─hizo un divino puchero con aquellos bellísimos labios color cereza─ Voy a tomar asiento, la boda está por empezar al parecer... ─le guiñó el ojo y recibió a Mino en sus brazos para irse, a dónde las sillas rodeaban el arco decorado de flores en donde se casarían.
─ ¿Por qué le llamas domadora? Si es tan dulce... ─Youngbae por fin soltó la risa que había estado conteniendo.
─Porque llamarla "esposa" suena anticuado... ─sonrió de lado y el rubio sonrió y negó.
─Es preciosa Hyung, tienes suerte... haberte quedado con ella ha sido buena decisión... después de que lo decidieras te vi tan tranquilo, tan en paz contigo mismo. ─los recuerdos invadieron la mente del rubio mientras miraba el cielo azul de California. Hacía un día estupendo─ Si viste a SeungRi, viste a Jiyong... ─susurró haciendo que Seung se tensara.
─Sí... se ve precioso el hijo de puta... y el hijo de puta morirá muy viejo, ahí viene con Jinwoo... ─llevaba de la mano a un adormilado Jinwoo que fue interceptado por el abrazo de Danah.
Un par de besos más y se reunirían con Minho para jugar los tres y notó la incómoda sonrisa con la que Jiyong saludó a Bom.
─A veces... me arrepiento de haber tenido el orgullo de rechazarlo cuando llegó a mi casa pidiendo perdón... ─miró al piso y sonrió a medias─ Pero creo que fue lo mejor.
.........
Jiyong miró al pequeño Minho. Era una mezcla perfecta en todo sentido... sus ojos enormes, su sonrisa preciosa...
Nunca lo había visto de cerca, era la primera vez que estaba frente a frente con el hijo de Seunghyun y su esposa.
El niño de pronto posó sus ojos en Jiyong quien, de cuclillas, observaba a los tres niños que se saludaban estruendosamente.
─Oh ─los ojos del pequeño brillaron y caminó tranquilamente hacia Ji─ Hola... ─dijo con una sonrisa pícara, extendiéndole la mano al rubio─ Choi Min Ho... Me llaman Mino.
─Kwon Jiyong... ─trató de mantener su rostro serio pero aquel niño había sido lo más tierno que había visto jamás. Había tomado una pose de... ¿Conquistador?
─ ¿Eres un ángel? Pareces uno... ─examinó su cabello detenidamente y luego cada facción de su rostro.
─No lo soy, soy un humano cualquiera... ─su sonrisa se extendió por su cara y la boca del niño dibujó una perfecta "o".
─Oh... eres un ángel, yo lo sé... tu cabello es blanco, tus ojos son bonitos... tu nariz también... ─admiró su rostro de nuevo─ Ya sé, algún día me casaré contigo, justo como el tío Youngbae y el tío SeungRi...
Bom que estaba sentada cerca de los niños casi se ahoga en su copa de vino al escuchar el comentario de su hijo.
─Mino ¿Qué dices? ─y soltó una risa avergonzada mientras se daba viento con su palma desocupada.
─Lo siento, mamá ─sonrió elegantemente─ Iré a jugar con mis primos, señor Jiyong...
─Claro Mino... estaré por aquí ─peinó los cabellos negros del pequeño y este sólo se puso serio.
─En verdad eres precioso... ─susurró pensativo y luego se fue corriendo a jugar con sus primos.
Ji tuvo escalofríos masivos. El niño no tenía ni idea de que su padre le había dicho lo mismo casi cinco o seis años atrás.
Sonrió amablemente y regresó con su novia.
Sí. Su novia.
─Tengo hambre... ─susurró Soo Joo haciendo un puchero que le pareció gracioso─ Quiero costillas~ y helado... también una chimichanga.
─ ¿Mi hijo o tú? ─se burló tocando el vientre plano de dos meses.
─Los dos. ─ella cerró los ojos y suspiró dramáticamente.
─Comerán... sólo hay que esperar a que el banquete comience... entonces nuestro hijo y tú comerán como caballos.
─ ¡Jiyong! ─ella se puso tan roja como su labial y golpeó a su novio con su bolso.
El rubio rio con ganas. Adoraba molestarla con su peso y que ella acabara golpeándolo con su bolso y luego él negara para dijera que todo era broma y verla morderse los labios con reproche.
Era malvado, lo sabía. Sobre todo, porque Soo Joo había tomado un hiatus del modelaje cuando supo de su embarazo.
Levantó el rostro en dirección a donde Seunghyun platicaba con Youngbae y sus miradas se conectaron. Odiaba sentir lo mismo por él después de tantos años.
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─Los pajes están en su lugar, Youngbae... debes ir al tuyo... ─el wedding planner le avisó, enviándole un cosquilleo feliz en el estómago.
Y se paró al lado del arco, sonando la marcha nupcial para recibir a SeungRi, en toda su belleza y esplendor. Vaya, lo había visto de traje en su graduación de la universidad, pero no se comparaba para nada a como se veía en ese momento.
Sus ojos levemente hinchados demostraban que había derramado algunas lágrimas antes de salir. No lo dudaba, era un chico muy sentimental.
Traía en las manos un ramo de rosas blancas y de sus hombros pendía una capa hecha de algún tipo de tul blanco. Su capa era jalada por sus hijos y su sobrino.
Todo era hermoso. Todo era perfecto.
Desde su entrada a YG Entertainment como compositor hasta ese momento en el que esperaba a SeungRi llegar a su lado y sonreírle como si todos sus sueños se cumplieran en ese momento.
SeungRi incluso había insistido en tomar el roll femenino en esa boda, quiso pajes y entrar dramáticamente como una novia. Lo hizo y se sentía orgulloso de eso.
Pusieron poca atención a lo que decía la persona casándolos. Se dedicaron a mirarse el uno al otro mientras los niños sentados enfrente con sus madres y tíos soltaban risas emocionadas.
─Los esposos pueden besarse ahora... ─sonrió el hombre vestido de traje negro.
SeungRi y Youngbae se sonrieron para unir sus labios en un tímido beso ante los aplausos de todos.
Todos se unieron al banquete y Seunghyun, como el padrino de bodas, tomó su copa de vino y se levantó llamando la atención de todos al golpear su copa.
─Buenas noches a todos los presentes... ─los observó y todos le miraron de vuelta, era imposible no ver a un coreano tan alto y guapo─ Me siento tan feliz de compartir este día con los esposos... que, aunque intenté convencer a Youngbae de no cometer esta tontería, no lo logré ─suspiró dramáticamente y se tocó el puente de la nariz ante las risas de todos.
─ ¿Qué? ¡Voy a arrojarte mi zapatilla, cariño! ─la voz de Bom sonó demasiado cómica y todos estallaron en risas.
─Sólo bromeo, pastelito... ─fingió sumisión y hubo más risas─ Bueno como iba diciendo... traté de que Youngbae no cometiera esta... ¡Broma, Noona! ¡Broma! ─todos rieron de nuevo cuando observaron a la pelinegra hacer la finta de que se iba a quitar la zapatilla─ Bueno, he de confesar que he sido testigo del gran amor que este par se ha profesado desde hace años... Desde que se enamoraron y no lo confesaron... hasta que tuve que sacar a Youngbae de la cárcel cuando lo encerraron por estupro... ─todos rieron de nuevo─ ¡No se rían que eso es cierto! Claro, no cometió el delito, pero pues... su relación desde un principio fue muy fuerte.
Youngbae estaba sonrojado. Ahora estaba arrepintiéndose de que Seung fuera su bestman. Pero SeungRi parecía disfrutarlo mucho, así que simplemente le dio un beso en la mejilla
─Yo en ese momento no sabía lo que era amar.... Lo que era entregarse por completo a alguien... ─calló tres segundos que fueron eternos en su cabeza─ Pero verlos luchar me hacía desear un amor así con todas mis fuerzas. Dios, ellos eran como ver al fuego y la gasolina reunirse, una mala idea por donde se viera, pero estallaron y ahora arden juntos... porque fueron hechos el uno para el otro y espero que así sea el resto de sus vidas... Por todo ello digamos salud Youngbae ─alzó su copa hacia los ojos llorosos de su mejor amigo y luego hacia el pelinegro que se limpiaba las lágrimas─ Salud, SeungRi... Salud por los nuevos esposos...
Y todos elevaron sus copas y bebieron para romper en aplausos.
SeungRi y Youngbae se miraron fijamente y unieron sus labios nuevamente.
Se detuvieron cuando sintieron las manitas rodearlos y se voltearon a sus hijos y los abrazaron llenándolos de besos.
Definitivamente todo terminó de una forma no esperada...
Pero pasarían por todo de nuevo. Sin duda.
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Fin de la temporada 1
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