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Fire Meet Gasoline por KatsumiKurosawa

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Notas del capitulo:

Gracias a todas las chicas que me animan a seguir este fic >__< muchos chuuus para ustedes! :***

Fire Meet Gasoline

Por Katsumi Kurosawa

Capítulo 7

Problema

 

 

 

            ─Toma asiento, SeungRi ─desde los dedos de los pies a las puntas de su cabello, un escalofrío recorrió al menor cuando escuchó la suave voz del señor Dong─ Necesitamos hablar seriamente de lo que ocurrió anoche, Seung.

 

            El pelinegro se removió incómodo en el sillón frente al rubio. Todos los recuerdos lo golpearon de nuevo haciéndolo enrojecer.

 

            ─No sé por dónde empezar… ─admitió mirando a un lado.

 

            ─Empezaré yo entonces ─el más chico sintió atragantarse con su propia saliva─ Anoche entendí una cosa, SeungRi: no eres quien creí que eras.

 

            Los ojos del panda se clavaron en el piso, sumido en la vergüenza de su pasado. Todo estaba acabado entonces… alguien tan recto y casto como el señor Dong, no estaría contento con lo que supiera.

 

            ─Según te describiste… eres promiscuo, precoz… te has estado acostando con tu madrastra y me has mentido con respecto a tener una novia ─su voz era tranquila, pero eso era precisamente lo inquietante─ Te vi ofreciéndote a tu mejor amigo y… te me insinuaste exactamente después, me pediste que me acostara contigo.

 

            ─Lo… lo siento, señor Dong perdóneme… ─susurró con los ojos cristalinos. Todo había sonado como en sus peores pesadillas y todavía más.

 

            ─Quiero pensar que todo esto tiene una razón Seunghyun ─jamás lo había llamado por su nombre real, eso le erizaba los cabellos─ Porque me he tragado esa cara tuya de niño inocente y puro… eso me da rabia ¿Sabes?

 

            ─Yo dejé mi promiscuidad desde hace dos años… ─dijo apresuradamente─ Mi papá se casó con mi madrastra cuando tenía quince… eso tenía mi mente hecha un lío y se me hizo fácil… buscar amor con… mis superiores, hermanas mayores de mis compañeros y compañeras. Incluso maestras…

 

            La mano de Youngbae se paseó nerviosamente por su mentón.

 

            ─Pero ya no lo hago, lo juro… pierde su chiste después de un rato… ─se cubrió el rostro con verdadera vergüenza. Había sido un desgraciado y lo sabía.

 

            ─Te acuestas con Lee Honey después de que te “violó” ─incluso hizo las comillas con sus dedos. Aquello sí había dolido en los más profundo de su corazón; ser obligado a tener sexo no tuvo ninguna gracia y ser chantajeado, igual.

 

            ─Ella dijo que… se lo diría todo… ─sus ojos se llenaron de lágrimas─ Yo pensé que me echaría y no querría que tocara a Danah con estas manos sucias…

 

            El mayor pareció reflexionar sobre aquella confesión. Se llevó la mano a la barbilla y sus ojos parecían no tener emociones.

 

            ─Me diría que…

 

            ─Que he hecho berrinches desde que tenía quince, como cuando me enteré del matrimonio de papá y esa tipa… conseguí el modo de beber y me puse muy ebrio ─suspiró─ Desperté en la cama de Jiyong pero no me acosté con él… gracias al cielo.

 

            ─Je… ─SeungRi no supo cómo interpretar aquel sonido que había salido de la boca del mayor.

 

            ─Desde entonces me he portado así…

 

            ─Y te le ofreces a Jiyong… ─reclamó con el ceño fruncido.

 

            ─No, yo… él y yo nos llevamos así pero no es en serio… ─sintió que con ese comentario se excusaba.

 

            El mayor frunció los labios mirando a un lado. Al parecer la situación con Jiyong la había estado pensando todo el día mientras el pequeño estaba ausente.

 

            ─Ahora quiero saber… ¿Quién es Noriko Mizuhara?

 

            Sudor frío descendió por la espalda del pelinegro, podía sentirlo claramente. Escapó de la mirada del mayor y con miedo, comenzó su relato.

 

 

 

…………………

 

            ─En verdad eres precioso ─Seunghyun curvó los labios e intentó acariciar la mejilla del delicado rostro del pelirrojo.

 

            Jiyong fingió no darse cuenta y miró a un lado, donde había un puesto vendiendo algodón de azúcar. Había citado a Seunghyun en una plaza, para tener una conversación con él fuera de lo sexual y el mayor simplemente le pidió que fuera de inmediato.

 

            El día anterior habían tenido sexo por teléfono. Seung pensaba que aquella invitación de parte del pelirrojo tendría que ver con tres cosas: cena, hotel y sexo rudo.

 

            Pero se equivocó. El menor lo había citado en una plaza y ahora recorrían los comedores buscando algo sencillo que degustar y el algodón de azúcar brilló ante los ojos de Jiyong.

 

            ─Oh… quiero uno de esos… ─y discretamente se apartó para ver como un hombre maduro atendía a una pareja.

 

            ─Pide dos, yo invito… ─la sensual sonrisa del pelinegro destanteó a Ji. Su conversación todo el día había sido sobre cosas triviales: el empleo como abogado del mayor y que era compañero de trabajo de su hermana, cómo era la universidad de Ji y la carrera que estudiaba e incluso hablaron de SeungRi y Youngbae, hasta apostaron cuanto tiempo pasaría para que esos dos se acostaran.

 

            Obviamente, ambos confesaron que sus mejores amigos estaban como imbéciles el uno por el otro. Seunghyun estaba verdaderamente preocupado de que alguien –que obviamente no sería SeungRi- lo denunciara… por eso le había aconsejado a su amigo no acostarse con el niño hasta que tuviera los 20 años cumplidos: la mayoría de edad coreana.

 

            ─Oh… me encanta este… ─susurro quedándose con el algodón de azúcar color rosa y dándole uno verde al otro.

 

            ─Te gusta el color rosa ¿No? ─susurró Seung admirando la belleza del niño que asentía llevándose un trozo a los delicados labios─ Deberías tener el cabello de color rosa también…

 

            Ambos rieron, peor aquella idea le había encantado a Ji.

 

            Cuando se hizo tarde, Seung se ofreció a dejar al pequeño en su casa. Se quedaron a media cuadra ya que la hermana de Jiyong podría verlos y hacerle un interrogatorio digno de una abogada a ambos.

 

            ─Me divertí… gracias por el día de hoy, aunque fue apresurado… no creí que quisieras verme hoy mismo… ─Jiyong lo sabía. Sabía que las intenciones del mayor eran follar, follar y más follar, pero no le iba a dar el gusto, al menos no por ahora.

 

            ─Yo… también… ─susurró el pelinegro indeciso─ Nos vemos… pronto, eso espero…

 

            ─Claro… quizá el próximo sábado….

 

            ─Me parece bien…

 

            Y dándole un beso en la mejilla, el pelirrojo salió del auto.

 

            Las manos le escocían al abogado. Miraba el trasero de Jiyong contonearse en su caminata a su casa y sentía la sangre hervir.

 

            Maldito niño…

 

            No tenía tiempo de citas cursis. Necesitaba llevarlo a la cama pronto… y creyó que sería más fácil, es decir, el niño había sido al principio más salido que un lápiz.

 

            Ahora sólo le quedaba llegar a su casa y masturbarse violentamente. El problema que aquellas caderas dejaron en sus pantalones, era serio.

 

            Jiyong sólo sonrió cuando por fin llegó a su alcoba.

 

            ─Crees que soy cualquier gato que se arrodillará a tus pies, ¿No Seunghyun? ─susurró viendo el número del hombre en su celular─ Pues yo no soy cualquier gato… te costará meterte entre mis piernas… tendrás que rogarme por ello…

 

            Claro que sí. Nadie jugaba con Kwon Jiyong.

 

            Ahora jugaría a enamorar al mayor y lo usaría, justo como Choi quería usarlo a él… el abogado tendría que aprender una lección de la persona que menos esperaba.

 

………………….

 

            ─Se suicidó… ─finalizó su relato con las manos en la cara.

 

            El silencio del señor Dong era inquietante. Observaba sus manos recostadas en la mesa, como si fueran muy interesantes.

 

            ─Ibas a tener un hijo… y… ella se suicidó. ─concluyó pensativo─ No esperaba esa historia, honestamente ─admitió viendo a un lado.

 

            SeungRi dejó escapar un par de lágrimas. Sentía que su vida había terminado, ahora tenía que regresar a casa de esa perra y seguir soportando el acoso sexual, como si estar dentro de ella no le asqueara tanto ya.

 

            ─Yo… no soy quien crees que soy, Seung ─susurró el rubio aun mirando sus manos─ Hubo un momento en el que me di cuenta de que eras demasiado atractivo para ser hombre…

 

            Los ojos del ojeroso se abrieron como platos ante la declaración. ¿Eso lo hacía “no ser como SeungRi creía”? Vaya que era un hombre tierno.

 

            ─Te he observado como un maniático, te deseo en todo momento… no tienes idea de cuánto he deseado tomarte desprevenido y penetrarte contra cualquiera de mis muebles hasta saciarme de ti…

 

            Ok, aquello no era lo que esperaba.

 

            La boca se le secó al menor ¿Ese era el tranquilo y recatado Dong Youngbae?

 

            ─Me masturbo pensando en ti, te observo bailarle a mi hija y no dejo de ver tus caderas moverse al ritmo de la música. Es torturante… ─agregó─ Nunca pensé que podría pasar anda, creí que eras heterosexual y pues yo siempre creí que lo que me pasaba era una etapa, pero en estos meses… no puedo sacarme de la cabeza todas y cada una de las ideas que me persiguen… cuando te bañas y deseo entrar, azotarte contra la puerta corrediza y metértela hasta el fondo…

 

            SeungRi tenía la boca abierta. Sentía que estaba escuchando a un sacerdote hablando de obscenidades y de ningún modo eso se escuchaba normal.

 

            ─Señor Dong… ─alcanzó a decir.

 

            ─Tú eres un niño. Básicamente todos estos berrinches tuyos son justificables porque estabas en la edad de ser muy estúpido, pero yo no… yo ya estoy grande y tengo una hija… ─afirmó por fin viéndole a los ojos─ y no puedo darme el lujo de sólo pensar en cómo meterme entre tus piernas y mucho menos sabiendo que eres menor de edad.

 

            ─Eso… ─el menor tuvo un flashback, aquello lo había escuchado antes─ Eso dijo anoche… que no se acostaría conmigo porque soy menor de edad y podría ir a la cárcel.

 

            ─Amo mi libertad y tengo una hija como para hacer cosas ilegales…

 

            ─Pero también dijo que podría pedirle lo que quisiera el doce de diciembre… ─los ojos del menor brillaron y se puso de pie, para caminar hacia el hombre sentado en su sofá─ Y usted sabe qué es lo que voy a pedirle.

 

            Youngbae se sonrojó furiosamente. Claro que sabía lo que él le pediría, cómo olvidarlo si casi lo convence de revolcarse con un menor de edad.

 

            ─Pero no voy a darte nada hasta que cumplas los veinte… ─jadeó sintiendo la mano del pelinegro acariciar su mejilla.

 

            ─Seré paciente entonces…

 

            Las manos del niño se habían colocado en las mejillas del mayor. Se miraban intensamente sin saber que seguía.

 

            Sin embargo, sus instintos los hicieron dejarse llevar. El menor agachó el rostro hasta llegar a los labios del mayor y fundirse en un apasionado beso que al principio Youngbae quiso rechazar, pero no pudo evitar, él también lo deseaba.

 

            El beso fue interrumpido por el insistente timbre del celular de SeungRi quien lanzó al otro una mirada de disculpa, contestando el teléfono.

 

            ─ ¿Diga? ─contestó de mal humor.

 

            ─SeungRi… ─la voz femenina le erizó los bellos.

 

            ─ ¿Qué quieres, Honey? ─contestó cortante y Youngbae frunció el entrecejo.

 

            ─Necesitamos hablar ─dictó la mujer. Jamás la había escuchado tan seria─ Ven a mi casa en dos horas.

 

            ─No lo haré… ─respondió altanero.

 

            ─SeungRi, sabes que puedo ir y decirle todo a…

 

            ─Me importa un bledo Honey, Youngbae lo sabe todo…

 

            ─ ¿Qué? ─la sorpresa en la voz de la mujer vio reflejado el fallo en su juego─ Ya veo… crees entonces que ya nada te ata a mí… pues no tienes una idea.

 

            ─Con todo respeto, Honey… ¡Vete al infierno!

 

            ─Vas a arrepentirte SeungRi. ¡Vas a…! ─bip. SeungRi simplemente colgó.

 

            ─Bueno ¿En qué estábamos? ─susurró SeungRi algo meloso e intentó inclinarse sobre Youngbae pero este, algo pensativo le pidió que no lo hiciera y se puso de pie a su lado.

 

            ─Lo lamento SeungRi. Tengo qué ser fuerte y voy a respetarte hasta que seas legal… ─y lo abandonó en la sala para darse una ducha bien fría.

 

………………………………….

 

            Dos semanas después, SeungRi arrullaba a Danah aquella noche. Había estado muy inquieta desde la mañana y ahora le había costado mucho lograr que se calmara y adormeciera.

 

            La tensión entre ellos se había vuelto insoportable.

 

            Tensión sexual por supuesto.

 

            Ahora que sabían que sentían deseos el uno por el otro, era bastante difícil estar solos en la habitación mientras Danah dormía. Sentían que perderían el control y se arrojarían el uno sobre el otro y acabarían follando como putos animales.

 

            En ese momento, Youngbae estaba componiendo una canción en el piano. A parte de ser profesor de música, también componía canciones y las vendía a empresas para que Idols las interpretaran.

 

            Fue entonces cuando el timbre de la casa sonó dándole mala espina a ambos hombres.

 

            Youngbae se levantó de su piano para abrir la puerta pues SeungRi tenía a la pequeña entre sus brazos.

 

            ─ ¿El señor Dong Youngbae…? ─preguntaron dos hombres uniformados poniendo rígido al rubio.

 

            ─Soy yo… ─susurró el hombre dando un paso atrás.

 

            ─Queda usted detenido por el delito de estupro…

 

            Los hombres dijeron más pero él ya no escuchaba. Sólo se le quedó viendo a la orden de aprehensión que los hombres traían en la mano y volteó a ver a SeungRi quien estaba pasmado con Danah en sus brazos.

 

            ─Llama a Seunghyun… SeungRi por favor… ─y los hombres se lo llevaron con él.

 

            Mientras tanto SeungRi depositó a la niña en su cuna mientras buscaba entre sus contactos como un loco por el número del abogado Choi. Era obvio que lo tenía, después de todo Youngbae se lo dio y él a Ji.

 

            Y entre el temblor y sudor de sus dedos una llamada entró asustándolo de muerte.

 

            ─Te dije… que me la ibas a pagar ─y después de semejante confesión, Lee Honey colgó.

 

            ─ ¿Qué voy… a hacer…? ─susurró SeungRi mirando la llamada terminada en la pantalla de su teléfono.

 

 

 

 Continuará

Notas finales:

:v pos... y así xDDDD

Ji se hará el difícil. A ver cuanto le dura :v :v :v

problemas para el Baeri uwu D:


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