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Fire Meet Gasoline por KatsumiKurosawa

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Notas del capitulo:

Este capítulo tiene mucho GTOP D:< lo siento ajajaja xDDD

Las amo :v :v :v :v <3

Fire Meet Gasoline

Por Katsumi Kurosawa

Capítulo 8

Juego

 

            Jiyong había llegado al apartamento de Seunghyun y de modo extraño, el tipo que se encargaba de vigilar la entrada, le hizo pasar inmediatamente.

            Tuvo escalofríos todo el trayecto al apartamento. Por razones obvias sabía que no debía estar solo con ese hombre, es decir, él también quería follar con urgencia, sólo se había estado haciendo el mustio por dos semanas.

            Dos putas semanas observando aquel rostro tan varonil y atractivo, aquellas sonrisas matadoras y ese cuerpo delicioso envuelto en sensuales esmóquines de abogado.

            Sabía que no podría aguantar si el mayor de pronto pidiese algo a solas, él seguro querría dárselo. Y su plan de tener al abogado comiendo de su mano se vendría abajo.

            ─Dios… ─seguro se lo cogería y lo abandonaría después de obtener lo que realmente quería de él. A esas alturas había notado que Seunghyun era un hombre muy elegante y educado, como era un jugador habilidoso.

            Tocó el timbre del comunicador de lo que suponía era la puerta del apartamento del mayor.

            ─ ¿Ji? ─dijo la voz y él sólo hizo un ruido de afirmación.

            La puerta se abrió dejando pasar al pelirrojo.

            ─Lo siento… el cliente se puso demasiado intenso y se me hizo demasiado tarde para nuestra salida… ─se excusó el mayor paseándose de acá a allá con una toalla envuelta en la cintura y secándose frenéticamente el cabello azabache─ A esta hora deberíamos estar en la pizzería, lo siento…

            Jiyong lo miró idiotizado.

            No pienses con el pene Jiyong. No pienses con el pene…

            Muy tarde.

            La erección se había hecho presente y sus pantalones ese día eran muy estrechos. Es que no era para menos, ver el tonificado dorso del abogado no era cosa de todos los días, siempre estaba vestido con un traje pulcro y elegante y ahora…

            Las gotas caían traviesas por aquel dorso que… deseaba… lamer… sintió su boca salivar, sus manos cosquillear de anticipación, su miembro se retorcía.

            Tengo mucho tiempo sin sexo… ¿Cuánto? ¿Ocho meses?

            Intentó distraerse. Miró a su alrededor el elegante apartamento con las paredes blancas y sillones morados que combinaban con las cortinas de los enormes ventanales.

            Cuadros que parecían muy finos colgaban de las paredes y todo parecía pulcra y tal vez obsesivamente ordenado en aquella estancia.

            ─ ¿Pasa… algo? ─Seunghyun le miró curioso. El semblante de Jiyong parecía alterado mirando todo y no a él.

            El pequeño dio un respingo y lo miró de nuevo. La puta madre, no podía no centrarse en aquel hombre malditamente sensual.

            Y definitivamente quiero sexo con este hombre. Lo quiero ya…

            No hubo respuesta a la pregunta del abogado. Sólo un jadeo y el bonito rostro de Jiyong se sonrojó dulcemente despertando reacciones físicas no esperadas en el mayor.

            Quería ver esa carita sonrojada rogando por más…

            Tomó la mano del menor y lo haló hacia su cuerpo. El roce entre la piel de ambos se sintió electrizante y las mejillas de Jiyong se encendieron aún más.

            La temperatura se elevó drásticamente.

            La sonrisa de Seunghyun estaba llena de malicia, sensual malicia porque sabía que Jiyong había bajado inesperadamente sus defensas.

            ─ ¿Te gusta lo que ves? ─murmuró arrogante y el pelirrojo jadeó un par de monosílabos─ ¿Quieres ver más? ─tomó las pequeñas manos e hizo al menor tomar la toalla en su cintura.

            Mentalmente Jiyong era un caos. Sus manos se habían aferrado a la pequeña toalla blanca y sabía que, si la halaba, las cosas irían más y más lejos.

            Aquel demonio se apoderaría de su cuerpo y le haría comportarse como un ninfomaníaco…

            Seunghyun aprovechó aquel momento de duda para levantar su mentón y hacerlo mirar hacia sus ojos. Lentamente se agachó para alcanzar sus labios, aquellos delicados y bellos labios rosas que moría por degustar.

            Se fundió en ellos de inmediato haciendo jadear al más pequeño quien se aferró a su cuello. Aprisionó la breve cintura entre sus brazos y lo estrechó contra su cuerpo arrastrándolo hacia el sofá color morado de su sala.

            Succionó su labio inferior y regresó a atacar su lengua mientras sus ágiles manos desabrochaban todos y cada uno de los botones de la camisa color rosa que Jiyong vestía hasta deshacerse de ella.

            Besó los sonrosados botones que decoraban el pecho del menor e hizo círculos con la lengua sobre ellos para tomar uno entre sus dientes y hacer gritar a su amante.

            Lo atacaba mientras lo distraía con algo.

            Atacó sus labios mientras lo distraía con su toalla, le arrebató la camisa mientras le besaba con lujuria, ahora le desabrochaba los pantalones mientras succionaba los sonrosados pezones.

            Ese hombre sabía lo que hacía.

            Eso no le gustaba a Ji. Él también era un jugador y Seunghyun le estaba aplastando en su juego de seducción.

            Antes de que intentara pensar con la cabeza y no con el pene, el pelinegro lo había hecho pararse de nuevo besando su clavícula y masturbándolo.

            Jadeaba, gemía, no podía controlarse.

            ─Precioso… bellísimo… ─susurraba el mayor deleitándose con la suavidad de su piel blanquecina.

            Aquellas ágiles manos le recorrían doblegándolo. Entonces en su distracción le quitó los pantalones y con ellos se fueron sus boxers también.

            Gimió alto. Gimió como una chiquilla japonesa siendo follada por un hombre americano.

            Seung se había apoderado de su miembro. Ya había perdido la batalla… había jugado con fuego y se quemaría…

            Era engullido magníficamente y su mente estaba nublada. Casi babeaba con la boca entreabierta, lanzando berridos de placer.

            Un dedo tanteó su entrada y se hundió.

            ─Dios… no… ─suplicó el pelirrojo mirando con desesperada pasión al mayor que con su pene dentro de su boca, le lanzó una mirada coqueta─ No… no… ─rogaba, no quería perder en aquel juego, pero ya todo estaba acabado.

            Seunghyun se lo iba a follar duro. Muy duro.

            Y ante ese pensamiento vio al mayor erguirse y arrogarlo contra el sillón. Le abrió las piernas y su mirada triunfante se dirigió a la diminuta entrada.

            Sonrió con sorna.

            Por fin se lo iba a coger…

            Llevó su poderoso miembro erecto y rebosante de líquido preseminal a la entrada. Jiyong ni siquiera se dio cuenta de cuando la toalla había abandonado su cuerpo.

            Con delicadeza metió la cabeza de su miembro y jadeó por la anticipación.}

Una cancioncita se escuchó por toda la sala.

            Los ojos se detuvieron justo en el aparato en la mesita al lado del sillón, donde su teléfono celular sonaba con insistencia. Lo que le perturbó al mayor era que no estaba sonando con cualquier tono, sino con el tono que él había destinado para Youngbae.

            Frustrado se incorporó dejando a un jadeante muchacho hecho un ovillo en el sillón. Había sufrido el delicioso ataque de un experto y siendo un jugador, aquello había sido impactante.

            ─ ¿Youngbae? ─susurró el mayor con el oído pegado al auricular después de haber aceptado la llamada.

            ─Seunghyun-hyung… ─llanto.

La voz que hablaba desde el teléfono de Youngbae era la del pequeño SeungRi. Él mismo le había pedido que lo llamara hyung.

            ─ ¿Qué pasa? ¿Por qué me llamas tú desde el número de Youngbae? ─musitó asustado.

            ─Ella… ella está llamando a mi teléfono y lo tuve qué apagar… ella… ─el pequeño sollozaba casi ahogándose─ la policía vino por el señor Dong… ella… ella lo acusó de estupro… se lo han llevado Hyung… necesitamos su ayuda hyung… por favor…

            ─Voy para allá… ─y colgó─ Vístete Jiyong… SeungRi y Youngbae están en problemas…

            Y desapareció por la puerta de su habitación para colocarse su habitual traje de abogado.

            Lentamente Jiyong recogió las prendas que Seung prácticamente le había arrancado y las colocó de nuevo en su cuerpo. No podía salir del shock, su plan estuvo a punto de venirse abajo.

            ─SeungRi y el señor Dong… ─susurró espabilándose justo cuando Seunghyun salía a paso veloz indicándole que le siguiera.

            En el lujoso Cadillac llegaron a la casa de Youngbae encontrando a SeungRi un mar de llanto.

            Jiyong y SeungRi se subieron al asiento trasero del Cadillac de camino a donde habían detenido a Youngbae. Un par de llamadas del abogado y lo había ubicado inmediatamente.

            El menor de los jóvenes ni siquiera reparó en que Jiyong había llegado con Seunghyun…

            ─Cálmate SeungRi, por favor… ─suplicó el pelirrojo tomándolo entre sus brazos y limpiando con un pañuelo sus lágrimas ante la mirada intermitente del pelinegro por el retrovisor─ Todo estará bien… ─besó su frente y el menor se aferró a su pecho.

            Todo el tiempo estuvo con él, tranquilizándolo y eso comenzaba a crispar al mayor. Trataba de concentrarse en la situación, pero esos jóvenes compartiendo caricias dulces de consuelo le distraían.

            Entrando a aquel edificio, los muchachos esperaron fuera mientras Seung se perdió en el lugar. Fue directamente a donde tenía que ir.

            ─ Él… él no me ha tocado… él… no puede Ji, no puede estar en la cárcel por mi culpa… ─susurró el pelinegro mientras el mayor le acariciaba el cabello.

            ─No es tu culpa, baby… esa bruja está loca… ─le consoló─ Cuando tú declares que no hay nada entre el señor Dong y tú, lo dejarán libre, ya verás… además si te hacen análisis, comprobarán que es verdad…

            El ojeroso trató de calmarse aun cuando hipaba por el llanto.

            ─Es cierto… Youngbae saldrá libre… Youngbae… no es culpable… ─susurró como un mantra.

…………………..

            ─Hyung… ─Youngbae se levantó tembloroso y desesperado, dándole un abrazo a Seunghyun con todas sus fuerzas─ Gracias por estar aquí hyung…

            ─Jamás te dejaría Bae… ─correspondió el abrazo ante la mirada del guardia que los vigilaba.

            ─Estoy acusado de estupro, hyung, yo no he tocado a SeungRi, lo juro… ─susurró con vergüenza y sus ojos se cerraron con frustración. Se sentaron en los banquitos que acompañaban la única mesa que había en aquella habitación gris.

            ─Eso lo sé… ─tomó su mano en un gesto comprensivo─ La cosa es Youngbae… que han presentado pruebas…

            Los ojos del menor se abrieron de par en par.

            ─Han mostrado fotos de tu casa… de ti con SeungRi entre tus brazos de un modo no muy… fraternal… ─Seung se llevó la mano a la frente ante el inminente dolor de cabeza─ Pero eso puedo manejarlo, eso… puedo llevarlo como un malentendido, aunque hay muchas preguntas sobre el por qué SeungRi está viviendo en tu casa… la tutora de SeungRi está alegando que te lo llevaste…

            El rubio suspiró frustrado.

            ─Eso no es lo grave, Youngbae… ─Seung se mojó los labios con nerviosismo─ Hay el testimonio de un chico de preparatoria… que afirma… haber tenido encuentros… contigo.

            ─ ¿Qué? ─se paró de su asiento horrorizado─ Yo nunca… NUNCA…

            ─Y yo lo sé, Youngbae… pero esta es una acusación directa… el chico fue tu alumno y al parecer su madre está cabreada, está yendo con todo su dinero e influencias sobre ti…

            ─Oh Dios… Dios… ─enterró la cara entre las manos. Ahora en verdad quería llorar desesperado─ Mi hija, hyung… Mi hija…

            ─No te preocupes, hablaré con tu madre y le explicaré esto… estoy seguro que ella lo entenderá ─le tranquilizó como pudo─ Mientras tanto seguiré trabajando para demostrar tu inocencia. Ya verás cómo las cosas no se quedarán así…

……………………….

            Seunghyun llevó a casa a SeungRi. No le permitieron hablar con Youngbae de ningún modo así que su estancia ahí era inútil.

            ─Me quedaré contigo esta noche SeungRi. No puedes estar solo en un momento como este… ─lo envolvió en sus brazos al pasar por la puerta de la casa y lo llevó a su habitación─ Despediré al señor Choi, SeungRi… vuelvo enseguida…

            Bajaba las escaleras cuando divisó al esbelto cuerpo del mayor esperándole en la puerta de la casa.

            ─Te quedarás con él entonces… ─susurró serio. Frío.

            ─Así es… SeungRi no tiene a nadie… más que a mí… ─confesó orgulloso. No le gustaba aquella actitud del mayor porque sabía a qué lado estaba yendo.

            ─Y ustedes… han tenido su historia… ¿No? ─se le salió y se odió a sí mismo por ser tan inmaduro.

            ─Oh sí… ─la sonrisa de Jiyong se torció. Estaba encontrando puntos débiles en su amante─ Pero… eso es privado.

            La ira se encendió en los ojos de Seung, se podía percibir, aunque su rostro seguía sereno.

            ─Ya… veo… ─masculló y se acercó al menor hasta arrinconarlo contra la pared más cercana a la puerta─ Dejamos algo pendiente Jiyong… espero pronto nos pongamos al corriente ─susurró peligroso.

            ─Fui débil hoy, lo lamento ─lo retó con la mirada─ Pero no volveré a quedarme a solas en su apartamento, señor Choi…

            ─ No te resistas, Jiyong… sabes que lo deseas… ─acarició sus labios con los propios y el menor le siguió el paso por inercia.

            ─No lo niego. Pero no así… ─susurró sintiendo el cosquilleo de aquellos labios sobre los suyos─ Lo bueno… cuesta…

            La sonrisa ladina de Seunghyun le provocó una erección instantánea. Ese hombre era el demonio…

            ─Tienes toda la razón Ji… con gusto esperaré… y capturó sus labios de manera lenta y delicada haciendo derretir al pequeño.

            Lo tomó entre sus brazos suavemente y profundizó suavemente el beso. Era uno totalmente diferente a los que se habían dado antes.

            ─Me voy… ─dijo el pelinegro dándole fin al romántico beso y apoyando su frente contra la del pequeño─ Cuida de SeungRi. Youngbae no me perdonará si algo le pasa… ─besó su frente y se dispuso a salir de la casa hacia su Cadillac.

            ─Así que intentas jugar conmigo, Jiyong… ─concluyó mientras manejaba─ Será divertido ver quien perderá al final… ─sonrió mordiendo sus labios, los cuales aún tenían la dulce esencia del menor.

            Mientras tanto el pelirrojo se recostó abrazando a SeungRi contra su pecho. No podría dormir en toda la noche, pensando en lo diferente que se había sentido aquel último beso…

 

Continuará

Notas finales:

Y así D: pos no he tenido mucha inspiración para nada y de pronto escuchando canciones hot se me ocurrió esto :v

Muchos kisses :v

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