TORI POV
El resto de la tarde fue tranquila. Creo que pasé cierto límite marcado al escuchar las grabaciones de práctica de Krista, así que me mantuve tranquila por el resto de la noche y miré televisión. Por ahí de las 11 decidí irme a dormir. Jade ha estado dormida por horas y no he escuchado un "peep" de su parte. Sí he estado checándola de cuando en cuando y ha estado bien.
Justo como Jade dijo, el sillón se convierte en una cama. Ya había sábanas en ella. Busqué rápidamente en un clóset una cobija, después de encontrarla, estuve en la oscuridad en minutos.
Mi mente no podía dejar a Jade que estaba durmiendo unos cuartos más lejos. Parte de mí quería ir a acurrucarme con ella en la cama. No sólo por mí, si no porque sabía que necesitaba a alguien que la sostuviera. La amo mucho y ojalá hubiera algo más que pudiera hacer. Estaba tan cerca de ella después de tantos años. Esos fueron mis pensamientos mientras caía dormida.
Me despertó la voz de Jade. Mis ojos se abrieron de par en par y pude ver que aún era de noche. Tomé mi teléfono para ver la hora, pude ver que eran las 3:04 AM.
–¿Krista? – Pude escuchar la voz de Jade llamarla, sonando apenada. Salí de la cama, y pude ver, a pesar de la ligera luz, moverse del pasillo que dirige al cuarto, a la cocina.
–¿Krista? – Jade volvió a llamar, ésta vez, sonando algo enojada.
Salí completamente de la cama y corrí hacia Jade, poniendo una mano en su brazo – Jade, Jade. ¿Estás bien?
Pude ver por la mirada de sus ojos que estaba completamente ida. No estoy segura de si ésto es considerado como un sonámbulo, pero obviamente lo parecía.
Después de un momento me miró con ojos confusos – Krista... Yo... Yo... Desperté y no estabas ahí. No pude encontrarte... Yo – Sonaba muy preocupada.
Debió de tener un sueño o una pesadilla y ahora está buscando a Krista. Aún está medio dormida. Mi corazón dolió cuando me di cuenta de que creyó que yo era Krista.
–Jade, soy yo, Tori. Tuviste un sueño. Lo siento... Pero Krista se ha ido – Dije mientras una lágrima caía de mi ojo.
Fue cuando pude ver la mirada gris y triste volver a sus ojos. Su mundo pareció marchitarse en el lugar – Lo siento, Tori. Soñé con ella y no estaba en la cama conmigo. Estaba buscando... – Dijo antes de romperse en llanto.
–La extraño tanto, Tori – Dijo mientras caía en mis brazos.
Le froté la espalda por pocos segundos – Sé que sí. Vamos a acostarte de nuevo.
Jade lloriqueó mientras la dirigía de nuevo a su cuarto. Todo ésto era demasiado para mí, demasiado difícil para mí el quedarme entera. Sólo quería llorar por mi pobre Jade.
La recosté en la cama y cayó dormida casi inmediatamente. Una vez que estuve segura de que estaba totalmente dormida, dejé el cuarto. Luego me metí al baño, cerré la puerta y rompí en llanto. He sido fuerte para Jade desde que llegué aquí y simplemente no pude soportarlo más.
Sollocé silenciosamente en el baño por casi 20 minutos, luego me fui a dormir. Al principio no pude pero de alguna u otra manera me las arreglé para quedarme dormida.
Me levanté por ahí de las 8:30 y fui a checar a una aún dormida Jade. Así que me metí a bañar rápidamente, me vestí e hice algunas llamadas. Llamé a Cat para decirle cómo fue la noche aparte de algunas otras llamadas. Cuando terminé con eso, decidí hacerle el desayuno a Jade, justo como lo haría en aquellos tiempos. Me tomó algunos minutos encontrar todo, pero los encontré y pude empezar.
Estaba segura de que Jade despertaría pronto o en todo caso el olor del desayuno la despertaría de todos modos. Justo como lo pensé, cuando estaba por terminar, escuché correr el agua del baño. Unos momentos más tarde, entró caminando a la cocina. Su cabello era un desastre, no estaba usando maquillaje, y tenía esa mirada perdida en sus ojos. Por un momento me miró y luego una mirada de decepción apareció en sus ojos. Sabía perfectamente que estaba esperando que fuera alguien más.
No es de las que habla mucho en las mañanas, así que sonreí y le dí la taza de café que ya había preparado para ella. Asintió, tomó la taza y silenciosamente caminó a la sala, donde se sentó en el sillón.
–El desayuno estará listo en 5 minutos – Dije tratando de sonar alegre.
–Gracias – Contestó con un poco de emoción mientras encendía la televisión. Estuvo navegando en Netflix y un minuto después pude ver el intro de la caricatura "Coraje, el perro cobarde". Si no la han visto, es acerca de un perro cobarde que proteje a sus dueños de varias maldiciones, monstruos, etc. Era una oscura y en veces una caricatura perturbadora. Es perfecta para el oscuro sentido del humor de Jade.
Terminé el desayuno y puse su plato en la mesita de noche frente a ella.
–Me tomé la libertad de llamar al psiquiatra del Hospital Mercy. Tienen espacio y están esperando tu llegada. Hablé con una doctora Elizabeth Worden y le di una pequeña introducción. Entendió perfectamente y piensa que estás haciendo lo correcto. Espero que no te importe que lo haya hecho por ti. Cuando encontré la cobija en el closet anoche encontré una maleta también. La saqué por ti. Puedo ayudarte a empacar cuando estés lista.
Jade suspiró y me miró – Gracias. Siéntate a mi lado y come.
Preparé mi plato y me senté a su lado viendo la caricatura. No estaba segura de que recordara que me confundió con Krista así que decidí no mencionarlo.
–Espero que no te moleste, pero escuché algunos de los CD's de práctica, los encontré en el cuarto de música. Beck, Cat y André me dijeron que era muy talentosa. No estaban exagerando. Disfruté mucho escucharlos.
Ahora sí me encogí, esperaba que Jade explotara pero simplemente sonrió – Que bueno que lo disfrutaste.
–Es sólo una sugerencia, pero creo que deberías de tomar algunas grabaciones y ponerlas en tu perapod. Así puedes escucharla tocar cuando quieras.
Jade asintió – No es una mala idea.
Jade no parecía disfrutar el platicar así que sólo me senté y comí en silencio. Tenía el presentimiento de que Jade me quería cerca, obviamente estaba feliz de cumplirlo. Después de que ambas termináramos, tomé ambos platos y los metí a la cocina.
–Yo limpio – Dijo Jade.
Agité mi mano frente a ella – Shoo. Bañate, ve televisión y relájate. Yo limpio.
Jade me ignoró y trató de pasarme. Nuevamente me puse en su camino y la miré retadoramente – No me hagas esconder tu par favorito de tijeras. Aléjate de la cocina, ¡AHORA!
Por un momento, pareció enojarse. Pero así de rápido como llegó, se dio media vuelta y volvió a la sala. Permaneció en silencio el resto de la mañana. Se bañó y se vistió. La ayudé a empacar y preparamos todo para dejarla en el hospital.
Decidimos ir a comer antes de dejarla.
–¿A dónde vamos? – Jade preguntó después de dar vuelta por una calle.
–¿Qué te parece al Nozu, por los viejos tiempos? – Dije rápidamente.
Jade asintió y sonrió – Me gustaría comer ahí otra vez.
Comimos y Jade comenzó a hablar más, pero no del todo. Me preguntó acerca de mi vida en Nueva York. Le dije que mi carrera estaba bien pero no estaba consiguiendo muchas oportunidades. Sabía que ella tenía una buena carrera. Disfruté mucho la comida y creo que Jade también aunque parecía que algo la molestaba.
Terminamos de comer y nos dirigimos al hospital. Se inscribió y dimos un pequeño tour por las instalaciones. Parecía un muy bonito lugar, los cuartos se veían más como habitaciones de hotel que como cuartos de hospital.
Después del tour, la enfermera nos dejó solas para que pudiéramos desempacar y ponerse cómoda.
Estaba viendo por la ventana y pude ver el letrero de Hollywood a la distancia cuando escuché la voz de Jade hablar en un tono suave – Tori, sé que estás a punto de irte y necesito hablar contigo.
Me senté a su lado y pude ver que estaba algo nerviosa. Deduje que sería algo que necesitaba decir.
–Antes de que digas algo, se supone que me vaya a casa mañana en la mañana. ¿Necesitas que me quede?
Jade hizo una pausa, creo que estaba acomodando sus pensamientos. De repente y de la nada tomó mi mano y me miró directo a los ojos. Se sintió algo extraño que tomara mi mano. Era un extraño lindo pero aún extraño.
–Primero, no necesitas quedarte. No quiero que pierdas tu trabajo, o trabajos. Ya has sacrificado demasiado por mí – Tomó mucho aire y comenzó a hablar otra vez – He estado pensando en qué decirte toda la mañana y creo que por fin pude pensar en algo decente para decirte. Creo que es correcto comenzar por un gracias por ayudar pero eso no cubriría algo. Me salvaste. Si no hubieras venido, aún estaría catatónica. Sólo cuando escuché tu voz supe que debía encontrar la manera de pelear y salir de ahí. Fue tu plática de tu comportamiento impulsivo que guió a tu error lo que me dio fuerza para salir de ahí. Incluso si no hubiera estado catatónica y no hubieras estado ahí, ya hubiera abierto mis muñecas.
Pude ver varias emociones juntarse en su rostro. Justo antes de que empezara a hablar, una lágrima cayó de mi ojo.
–Ayer escuché lo que le dijiste a mi madre. Las voces me despertaron y saqué la cabeza para escuchar mejor. Escuché todo lo que dijiste.
Abrí mi boca ahogando un grito, nunca esperé que Jade me escuchara admitir que aún la amo. Tenía tanto miedo de cómo reaccionaría. Aunque no había razón para negar que lo que dije era la verdad.
De la nada, una lágrima apareció en mi ojo – Jade, sé lo que piensas, pero dije enserio cada palabra.
Jade sonrió – No tienes idea de lo mucho que significan esas palabras para mí. De que tú le dieras valor a mi felicidad, por encima de todo.
Jade succionó su nariz y alejó otra lágrima – Todos éstos años, no supe manejar todo. Estuve mal. No estoy segura de cómo hubiera actuado, pero sólo cortarte la palabra sin darte la oportunidad de explicarte no estuvo bien. Sólo quiero decir que las 2 lamentamos por cómo actuamos y... – Apretó mi mano.
–Te perdono.
Nunca esperé escuchar esas palabras salir de la boca de Jade. Me golpearon como un tren de carga. Pronto estuve cargada con las emociones y mis ojos se llenaron con lágrimas. Pero aún no sentía que lo merecía.
–No puedes. No puedes perdonarme. Te engañé – Dije como pude.
–¡Detente con eso, Vega! Estoy aquí porque tengo que aprender a vivir con mi error. Y lo primero que voy a tener que aprender es que la gente comete errores. Así que, por favor, dile a la Jade Imaginaria que se calle a la mierda. Porque te perdono. Tal y como espero poder perdonarme algún día.
Jade dejó ir mi mano y con una mano me jaló a un abrazo mientras comenzaba a llorar – No vine aquí para ganar algo. Sólo quería ayudarte, Jade. Cuando vi en cuánto dolor estabas hundida, mi corazón simplemente se rompió.
Por fin fui perdonada, eso es más de lo que pude imaginar. Jade sabe que la sigo amando. Pero ahí tiene que quedar. No puedo ni pensar en tratar de tenerla de vuelta. Al menos no ahora. Ahora no es el tiempo correcto.
–¡Gracias, Jade! – Dije a pesar de mis lágrimas.
Puso su frente contra la mía, un gesto que usábamos como señal de afecto hace tanto tiempo – No, gracias a ti, Tori Vega. Estoy a salvo ahora. Estoy en donde necesito estar. Tú me trajiste hasta aquí. Nadie más podría haberlo hecho.
Por unos momentos nos sentamos en silencio y con los ojos llenos de lágrimas nos miramos.
"Creo que te juzgué mal, Vega. Lo lamento. Hiciste bien. Estamos en paz, buena suerte." Pude escuchar a la Jade Imaginaria hablar, conforme su voz desaparecía lentamente.
Quería quedarme en éste momento para siempre pero Jade me soltó y se sentó bien. Sus sentidos volvieron y se puso alerta, como lo es Jade, mientras limpiaba sus lágrimas.
–Llamaré a mi mamá. Espero que la hayas hecho entrar en razón – Jade dijo mientras se paraba de su lugar.
Me paré – Oh, antes de que me olvide. Mi mamá dijo que te dijera que la llames en cuanto vayas a salir. Te hará comida para que te alimentes bien. Lo que necesites.
Jade, por primera vez en éste viaje, sonrió dulcemente – Tu mamá está determinada a cuidar de mí, ¿No es así?
Me encogí – Lo siento.
–Está bien.
Con eso, me dirigió a la puerta. No quería irme pero mi trabajo estaba hecho, y yo tenía que regresar.
Jade puso su brazo bueno alrededor de mí, me abrazó y me besó en la mejilla – Nos vemos, Vega.
–Estaré al pendiente de ti. Odiaría ver todo mi buen trabajo irse al caño – Dije con una sonrisa.
Jade volvió a sonreír dulcemente – Estoy segura de que lo harás.
Tomé el picaporte dispuesta a irme, pero me detuve y la miré – Hey, cuando tengas la oportunidad, me gustaría tener una copia de esas maravillosas pistas que grabó. Krista era un talento nato, sería una lástima no disfrutar su hermoso trabajo.
Jade sonrió tristemente – Lo haré, muchas gracias.
Con eso, comencé a caminar y escuché la puerta cerrarse tras de mí.
Al siguiente día estaba en el aeropuerto, checando mis cosas con el boleto en la mano. Mi mamá me llevó y me estuvo cuidando.
–Estoy tan orgullosa de ti, Tori. La pobre Jade estaba tan perdida y rota. La salvaste – Dijo con un abrazo rápido.
–No quiero dejarla.
Mi mamá asintió – Creo que debes hacerlo. Necesita tiempo para hacer sanar esa herida. Dale un poco de distancia. Mantén el contacto pero no muy seguido. Si aún te ama, irá a ti cuando sienta que es el momento adecuado. Mientras tanto, haré la parte de la madre adoptiva y estaré al pendiente de ella por ti. Necesita apoyo y David y yo estamos felices de dárselo.
–Hablé con Cat, Robbie, Beck y André. Todos saben lo que les toca hacer y están felices de ayudar.
Abracé a mi mamá por última vez y dije adiós.
Una hora más tarde estaba en el vuelo 747 con destino a Nueva York. Dirigiéndome a mi vida, justo como era antes, sin Jade. No sé si aún me ama o si al menos lo hará. Sé que no voy a obtener respuesta a eso pronto. De igual manera sé que es algo egoísta el pensar en recuperar a Jade ahora mismo. Pero siento como si yo fuera la única que podría proteger su frágil corazón.
En todo caso, me ame o no, Jade necesita tiempo.
Era una vida sin Jade, pero quizás no para siempre.