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CHENICIENTA por MadoChan

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Notas del fanfic:

Adaptacion de el cuento Cenicienta, a la vida de un joven llamado Kim Jongdae. 

 

(ChenHun / ChanBaek)

Notas del capitulo:

Espero que os guste el principio de este fic que tanto habeis esperado :3 

Kim Jongdae era un niño de 11 años, vivía feliz junto con su familia, su padre y su madre. Era un niño muy bondadoso, generoso y muy inteligente. Pero a pesar de eso no tenía muchos amigos…  Su padre era un gran empresario y su madre era una gran modista que tenía su propia boutique, no podían quejarse que les faltase algo. Tenían una casa grande de tres plantas con un gran jardín y una piscina. Jongdae a su edad no se daba cuenta de eso, él era feliz estando con sus padres, por las tardes después de hacer sus deberes siempre solía salir con sus padres de paseo, les contaba sus aventuras en el colegio y después comían helado los tres juntos. Eso es lo que más feliz le hacía a Jongdae. Pero todo eso cambio 2 años después. Su madre enfermó y tuvo que quedarse en casa, en la cama reposando para que pudiera curarse, pero aun así la enfermedad pudo con ella y falleció. Tanto a su padre como a Jongdae les afecto la muerte de su madre, pero sobre todo a su padre. Se encerró por meses en su oficina y no quería salir, ya no miraba a Jongdae como antes y apenas le saludaba. Jongdae pensaba que tal vez el tiempo le curaría y que pronto volvería a hablarle pues tenía muchas cosas que contarle, como por ejemplo, lo último que le conto a su madre:

 

-Mama…

-Dime hijo…

-¿Tu seguirás queriéndome si te digo un secreto?

-Claro que si… el amor de una madre es incondicional mi vida, además… ¿Quién no podría querer a alguien como tú? Eres un amor.

-Mama…

-Te escucho amorcito

-Mama, creo que no me gustas las chicas…

-Eso no tiene por qué ser un secreto querido, tienes que estar orgulloso de lo que eres. Prométeme que no cambiaras por nada del mundo. Y no dejes que nadie te derribe por ser como eres, sé que eres valiente y podrás enfrentarte a cualquier cosa. Por eso estoy orgullosa de ti. –Jongdae abrazo a su madre y lloro. Odiaba ver a su madre así… Cuando se incorporó de aquel abrazo, su madre ya yacía muerta.

 

Jongdae quería que su padre tuviera tiempo para escucharle pero, solo tenía tiempo para trabajar o para ir a algún evento del trabajo y luego regresaba a casa y se encerraba en la oficina, e incluso dormía allí. Así estuvo su padre por aproximadamente dos años y pico.

 

***

 

 

Era sábado, Jongdae despertó de un largo y placentero sueño. Bajo a la cocina para hacerse el desayuno y vio que no había rastro de su padre “Tal vez no llego anoche” pensó continuó haciéndose unas tostadas y un café con leche para acompañar. Cuando llevo todo a la mesa del comedor para comer solo, por milésima vez, escuchó como la puerta de su casa se abría, su padre acompañado de una mujer y dos muchachos entraron en casa, llevaban maleta y Jongdae se extrañó muchísimo al ver como su padre les trataba tan bien a aquellas personas totalmente desconocidas para él.

 

-¡Hijo! –Dijo su padre al verle desayunar en el comedor- Traigo a tres personas que quiero que conozcas

-Papa, estoy desayunando, ¿no puedo conocerlas cuando termine?

- Claro si, termina, vístete y baja a conocerlos.

-Está bien.

 

Jongdae obediente termino rápidamente su desayuno, dejo el vaso y el plato en la cocina y subió a su habitación para vestirse, no se arregló demasiado, de todas formas estaba en su casa y no tenía planeado salir ese día. Bajó en cuanto terminó al salón en donde se encontraba su padre acompañado de esos desconocidos.

 

-Oh, Chanmi, él es mi hijo, Kim Jongdae

-Buenas tardes –Jongdae hico una leve reverencia ante la señora

-Buenas tardes joven, me llamo Chanmi y ellos son mis dos hijos, Chanyeol y Baekhyun- la señora señalo a los dos niños que tenía al lado, ambos tenían una cara adorable y amígale. Jongdae se alegró al verlos y les dedico una sonrisa, la cual, ellos dos le devolvieron junto con una pequeña reverencia.

-Jongdae ella es mi nueva pareja ahora, lo que quiere decir que será tu madrastra y ellos dos tus hermanastros. –esa noticia no se la esperaba para nada, Jongdae quiso ponerse a llorar en ese momento porque la idea de tener una nueva madre no le hacía mucha gracia, pero se aguantó y sonrió, después pidió permiso para irse y fue a su habitación, hecho una furia se puso a llorar encima de su cama.

 

No entendía como su padre pudo pasar de dejar de hablarle por completo a presentarle a su nueva pareja, “¿Cuánto tiempo llevaría con esa mujer? ¿Tan rápido superó a mama? Aunque en parte está bien, se le ve más contento… Pero…” decía Jongdae para sí mismo. Menos mal que siempre estaba la criada, su única amiga en aquella gran casa, con la que podía hablar y desahogarse, la que le había estado ayudando a superar la muerte de su madre todo este tiempo, la que le ha estado apoyando en todas sus decisiones académicas y muchas cosas más. Jongdae fue a hablar con ella y a contarle lo sucedido, el solo tenía 14 años, y aún no comprendía del todo el comportamiento de los adultos, pero estaba seguro que ni un adulto entendería el comportamiento de su padre.

 

Jongdae deseaba no haber despertado ese día, pero intento verlo con positividad. Se alegró de que ahora tendría dos hermanos con los que poder jugar.

 

 

***

 

Suena el despertador, primer día de su nuevo curso, Jongdae estaba listo para enfrentar los últimos años académicos de su vida. Se vistió y salió corriendo a la cocina, quería llegar pronto ese día, en cuanto llego a la cocina vio a la criada de casa la saludo con un buenos días y le ayudo a hacer el desayuno haciéndose el suyo propio como siempre. Quería irse antes de que sus dos hermanos y madrastra despertasen.

 

-Desayuna rápido pequeño, están por despertar.

-Lo sé, tranquila me iré antes de que lleguen

-¿Llegar quién? –a Jongdae se le puso la piel de gallina. Ahí estaban sus hermanastros entrando a la cocina.

-¿Por qué usted no hace bien su trabajo? El desayuno debería estar ya servido. Reclamo Chanyeol a la criada, Baekhyun le acompaño con una mirada de odio hacia la pobre mujer.

-Señoritos, es muy pronto, pero ya casi es…

-¡Pues te despiertas mas pronto! ¿Ese es tu trabajo no? ¡Rápido, quiero mi desayuno! –Chanmi estaba detrás de la criada, la cual se asustó y se movió enseguida para darle paso y seguir con el desayuno.

-Perdone Chanmi, pero aquí a los criados se les trata con respeto. –Una tostada golpeo a Jongdae en la cabeza, los hermanos chocaron los cinco y se rieron de el- No te respetamos a ti, vamos a respetar a una simple criada –dijo Baekhyun vilmente y se echó a reír junto con su madre y su hermano.

 

Jongdae se levantó sin terminar su desayuno y salió de casa para ir al instituto. Su padre se había ido de viaje de negocios y se había quedado con ellos en casa. Jongdae cuando los conoció no pensaba que eran tan malas personas, han pasado otros casi cuatro años desde que Jongdae convive con su madrastra y sus hermanastros y cuando su padre no estaba a él le trataban muy mal, le hacían burla, le tiraba cosas, le hacían limpiar, le hacían ordenar… Era, por decirlo así, el ayudante de la criada que tenían en casa. Intento muchas veces ponerse en contra de ellos, desobedecerles, pero su madrastra le castigaba sin comer cuando lo hacía. Jongdae deseaba tanto que su padre estuviera ahí para verlo. De camino al instituto Jongdae iba pensando en que hacer, quería salir de esa casa lo más pronto posible, odiaba vivir allí por mucho que papa les quiera, él no podía hacerlo y no podía seguir fingiendo felicidad, eso era un sin vivir. Su vida diaria era así, siempre intentaba pensar en algo para poder largarse de aquella casa. Jongdae iba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que había una piedra bastante grande en el camino con la que acabo tropezando. Y cayó al suelo, de cara…

 

-¡Eh! ¿Estás bien? ¡Vaya tortazo!

-¿mmm…?

-Creo que estas un poco aturdido… menos mal que estamos ya al lado del instituto, te llevare a la enfermería. – Jongdae entreabrió sus ojos, sintió el sabor de la sangre en su boca, pero no le dio importancia ya que cuando vio a ese joven delante de él, se quedó embobado. Era alto, bastante alto, su pelo era negro azabache y lo tenía un poco más largo que él. Era hermoso, “jodidamente hermoso” pensó Jongdae y volvió a cerrar los ojos, quedando inconsciente.

 

-¡Por fin despiertas! –la enfermera del instituto se acercó a Jongdae y le ayudo a incorporarse

-¿Qué ha pasado? – pregunto Jongdae algo aturdido.

-Has tenido una caída y te has golpeado en el labio, en la mejilla y en la cabeza, caíste inconsciente y un alumno te trajo aquí. Por cierto, deberías ir al médico. Los golpes tan fuertes en la cabeza no son buenos.

-Ohm… ya veo… Bueno, muchas gracias por atenderme y… Si, iré al médico no se preocupe –Jongdae hizo una pequeña reverencia y salió de la enfermería. Lo único que recordaba de su caída era a aquel chico, se decidió por buscar a ese chico y darle las gracias por ayudarle, seguramente en el comedor le vería, de momento se dirigió a su clase, había perdido las dos primeras horas.

Llego el recreo, la pausa que Jongdae necesitaba porque le dolía mucho la cabeza y el labio por el golpe de por la mañana, se dirigió al comedor para comprarse algo que comer, hizo cola para poder comprar y sin darse cuenta se puso detrás del chico que esa misma mañana le había ayudado a levantarse.

 

 

-¡Eh Chaval! ¿Ya estas mejor? –Jongdae levanto la vista y le vio, se puso rojo al instante y no pudo hablar por unos momentos.

-He…-El más alto espero alguna respuesta pero Jongdae solamente asentó con la cabeza.

-Me alegro entonces –Le dedico una sonrisa a Jongdae y después se volvió a girar para continuar hablando con sus amigos. Jongdae se sintió estúpido en ese momento…

 

 

Cuando terminaron las tres últimas horas de clase, tuvo que volver a casa acompañado de sus dos hermanastros Chanyeol y Baekhyun que iban al mismo instituto pero a cursos más bajos que él. Jongdae intentaba ignorarlos pero…

 

-ChenChen ¿Qué tal sienta comerse el suelo nada más levantarse? –Chanyeol empujo a Jongdae contra un contenedor.

-¿No podrías ser más patético verdad? Nos has dejado en evidencia en el instituto –Dijo Baekhyun dándole un golpe con la mano en la frente a Jongdae, justo donde se había hecho daño al caerse.

-Ahora somos “Los hermanastros del torpe come-suelos Jongdae” y ya es difícil ser “Los hermanastros de Jongdae” a secas – Ambos se echaron a reír mientras caminaban a los lados de Jongdae.

 

Al llegar a casa la cosa no cambio, su madrastra al verle así se empezó a reír y después le mando a fregar los platos y limpiar todo lo que estaba sucio en casa. Jongdae termino agotado y aun así tenia deberes que hacer y estudiar para un examen que tenía la semana siguiente. Sus heridas le dolían, pero tenia que aguantar… Termino a las tantas de la madrugada y se acostó y abrazo a su almohada. Otra noche en la que iba a dormir poco gracias a las tareas que le ponía su madrastra… Lo último que le vino a la cabeza era la hermosa cara de ese chico que le había ayudado por la mañana. “¿Cómo se llamara?” pensó Jongdae.

Al día siguiente Jongdae busco a aquel chico, iba decidido de que tenía que darle las gracias sin ponerse rojo ni quedarse mudo. Busco por las clases de los mayores. Pregunto por el a Minseok, era su vecino y el único con el que había hablado del instituto, pero no le resolvió la duda. Continuo caminando por el Pasillo hasta que sonó la alarma de volver a clase y no le quedó otro remedio que rendirse “Ya le buscare luego” dijo Jongdae para sí mismo. Cuando sonó la alarma del recreo de treinta minutos salió disparado en busca del chico, pasaron 20 minutos y aun no lo había encontrado, y apenas le quedaba tiempo. Jongdae estaba desesperado, a la salida Chanyeol y Baekhyun no le dejarían buscar y no dejarían de molestarle delante de todos los alumnos… Intento calmarse y seguir buscando pero escucho que alguien lo llamaba, alguien a quien no le apetecía ver.

 

-Chanyeol, ¡mira quién está en el pasillo! ¡ChenChen ha venido a vernos!

-ChenChen, ¿Tanto nos quieres que vienes a vernos?

-Creo que quiere que le demos un gran abrazo –Baekhyun se acercó a abrazar a Jongdae y aprovecho para pegarle un cartelito, en el que ponía “Imbécil”, en la espalda. Acto seguido Chanyeol le empujo contra las taquillas.

-Nos vemos luego ChenChen –y junto con Baekhyun hicieron un corazón con las manos antes de echarse a reír.

 

Jongdae continuo caminando por el pasillo y se sentía extraño, los alumnos se iban riendo de el a sus espaldas, pero Jongdae se empeñó en creer que eran imaginaciones suyas. Quedaban cinco minutos de recreo y aun no encontraba a aquel chico “Podría preguntarle a alguien… Si almenas supiera su nombre” pensó Jongdae y continuo caminando. Las risas de los alumnos eran cada vez más numerosas y eso empezó a hacerle sentir incomodo, quería ponerse a llorar. “Esto no es cosa de mi imaginación. Tal vez es cierto que lo de mi caída de ayer fuera tan patética que ahora todo el mundo se ríe en mi cara” De repente sintió un golpe en su cabeza, cerca de su nuca. Un chico le había dado una colleja, sin motivo… Jongdae no podía sentirse peor y decidió irse a su clase.

 

-¡Eh! –Jongdae se giró y le vio, tan hermoso como le recordaba. Y tan alto…– Llevabas esto pegado en tu espalda. –Le enseño el cartelito, y le sonrió. –No pienso que seas un imbécil

-He…Esto…-Jongdae empezó a tartamudear de nuevo pero por suerte reacciono antes de ponerse más nervioso todavía.- Te estaba buscando, quería darte las gracias…

-¿A mí? –El alto sonrió

-Si, por ayudarme ayer y también por ayudarme ahora con lo del cartel. Estuve buscándote esta mañana por los cursos altos pero no te encontré

-Oh, no yo no voy a ninguno de los cursos altos y no hace falta que me des las gracias. –la sonrisa del muchacho hacia que el corazón de Jongdae estuviera a punto de salírsele del pecho

-Ah... Ohm… Me llamo Jongdae, Kim Jongdae –Reaccionó rápido y le tendió la mano y el más alto se la estrecho enseguida.

-Oh Sehun, y voy a cuarto, por si necesitas algo de mi algún otro día ya sabes dónde buscarme –dijo sonriendo

-¿Eres menor que yo? Pensé que eras mayor, por la altura y eso… -el más alto se echó a reír y en ese mismo instante sonó la alarma.

-Todo el mundo piensa lo mismo, pero soy más joven de lo que aparento

-Ya veo, bueno… me… Yo tengo que volver a clase

-No me has dicho en que curso estas

-Estoy en primero, de bachiller

-Entonces no soy tan pequeño, solo me llevas un año –dijo el alto en un tono de broma

-Cierto, bueno… nos vemos –Jongdae le dedico una sonrisa antes de decirle adiós con un movimiento de mano y dar media vuelta.

-¡Hasta la próxima Jongdae! -Al escuchar a Sehun, Jongdae sonrió como idiota, y se fue feliz a clase.

 

Las tres últimas horas se le hicieron eternas, no podía quitarse a Sehun de la cabeza, cuando terminaron las clases tuvo que volver a casa con sus hermanastros y después en casa tuvo que lidiar con su madrastra, igual que el día anterior, Jongdae se fue a dormir tarde, pero le daba igual porque al día siguiente volvería a ver a Sehun, por lo tanto se durmió feliz. Al día siguiente no vio a Sehun en todo el día ni en lo que quedaba de semana. Ya era viernes y después de limpiar de nuevo toda la casa salió al jardín de su casa con su cuadernito de canciones. Jongdae era un chico muy inteligente y lo que más le gustaba era componer canciones en su jardín con compañía de pequeños animalitos que había allí: Pájaros, conejitos silvestres que venían de un parque cercano, ardillas... Mientras él se sentaba en una parte seca del césped, les miraba corretear por el jardín, e incluso uno de los conejitos se dejaba acariciar. Jongdae solía cantar cuando no había nadie cerca y cuando el cantaba los pájaros le acompañaban en su canto. Era un sonido angelical, la voz de Jongdae era hermosa, lástima que solo los animalitos superan eso. En el momento menos esperado, cuando Jongdae se encontraba componiendo una canción, escribiendo tranquilamente en su cuaderno, aparecieron sus molestos hermanastros.

 

-¿Qué es esto ChenChen? –Chanyeol le quito el cuaderno de las manos a Jongdae

-¿Qué escribes ChenChen? –Dijo Baekhyun mirando de reojo el cuaderno

-Seguro que aquí escribe lo desgraciada que es su vida porque es un idiota incomprendido y más tonterías de esas –Chanyeol se echó a reír y empezó a leer lo que ponía en el cuaderno.

 

-“Todos los días sueño el sueño

En el que voy a tomar tu mano y volar

Siempre y para siempre

Mi amor, te extraño

Este es el destino, no puedes escapar.

Todos los días, tengo tanta suerte.

No puedo respirar.

¿Debo confesar mi corazón oculto?

Te amo.”

 

Jongdae se puso rojo y se incorporó para intentar arrebatarle el cuaderno a Chanyeol, pero su hermanastro era demasiado alto comparado con él y mientras que Chanyeol y Baekhyun se reían de las letras de sus canciones, Jongdae inútilmente intentaba coger su cuaderno.

-¿Estás enamorado ChenChen?

-¿Crees que una chica se fijaría en un inútil como tú? –Baekhyun empujo a Jongdae

-¡Callaros, dadme mi cuaderno!

-Vaya, ¿Ahora tienes agallas? ¿Ya no eres ChenChen el cobarde?

-Ahora ChenChen se las da de valiente –Dijo Chanyeol con una sonrisa en sus labios

-¡No me llamo ChenChen! ¡Dejad de llamarme por ese estúpido apodo! –Chanyeol tiro el cuaderno de Jongdae al suelo y cuando él quiso cogerlo Baekhyun le empujo de nuevo, haciéndole caer en un charco de barro, que estaba ahí por la lluvia que hubo el día anterior. Chanmi apareció en ese momento y miro con odio y desaprobación al pobre y ahora sucio Jongdae.

-¿Se puede saber porque juegas con el Barro? ¿Qué tipo de modales te enseñaba tu padre? Aunque bueno, dicen que los niños mas felices juegan con lo que sea, pero tu Jongdae, no puedes hacer lo que quieras en esta casa, así que levántate y ves a limpiar la chimenea y luego a limpiar las escaleras, quiero verme reflejada en ellas. ¿De acuerdo? –Chanmi observo a sus hijos por un momento y se acercó a ellos- ¿Qué hacéis vosotros dos?

-Mama, mira, es el cuaderno de ChenChen, léelo, te vas a reír un montón- Dijo Baekhyun

-Escribe unas cosas tan empalagosas que me dan ganas de vomitar ¿Puedo quemar el cuaderno madre? –Pregunto Chanyeol

-¡No! –Dijo Jongdae que se incorporó rápidamente y se acercó desesperado a ellos- Por favor, no le hagas nada a mi cuaderno. – Chanmi cogió su cuaderno y empezó a leerlo lentamente, mientras pasaba las paginas soltaba alguna que otra carcajada y después se lo devolvió a su hijo Chanyeol- Lee en alto lo que pone ahí, y después puedes hacer lo que quieras con esta bazofia de cuaderno. –Se dio media vuelta y volvió a casa. Mientras que Chanyeol, empezó a leer.

 

-“Jongdae, mi vida. Te regalo este cuaderno, en donde podrás escribir todas esas hermosas letras que has escrito en esas hojas que encontré en tu habitación. Tienes talento y estoy orgullosa de ti. Sácale provecho a este cuaderno. Sé que te harán falta miles de cuadernos más. Pero quiero que este que es el primero, sea especial para ti, ya que marca el comienzo de algo que te hará ser alguien muy grande e importante. Te amo mucho. Mama.” – Chanyeol y Baekhyun intercambiaron miradas y empezaron a susurrarse cosas al oído.

-Chicos, por favor… Dadme el cuaderno. Podéis pegarme todo lo que queráis, reíros de mí, lo que sea… Pero no… No le hagáis nada al cuaderno, por favor.

-Tu madre era una tonta, solo te decía eso para subirte la moral –Dijo Chanyeol mientras Baekhyun corría dirección a casa- Tú no tienes ningún talento, solo eras el niño mimado de mama. –Baekhyun regreso en cuestión de dos minutos con algo en la mano.

-ChenChen, esto lo hacemos por tu bien, para que no te creas esas mentiras que te contaba tu madre. –Lo que había traído Baekhyun era un mechero, lo encendieron y Chanyeol puso una esquina de aquel cuaderno cerca de la llama, en cuestión de segundos el cuaderno empezó a arder y los hermanastros se echaron a reír, mientras veían a un Jongdae desesperado, rogarles que no lo hicieran, llorando al ver como su querido cuaderno se hacía ceniza.

 

 

Esa noche Jongdae no pudo dormir, recordaba una y otra vez las palabras de su madre. No quería olvidarlas. Es más, se negaba a olvidarlas. Al día siguiente no salió de su habitación, nada más que para limpiar. Pero ni siquiera fue a comer. Se sentía completamente solo. Menos mal que su padre llegaba mañana, era un alivio para Jongdae. Necesitaba un abrazo de alguien. Su padre hace años que no le abrazaba, pero tenía la esperanza de que mañana lo haría. Ya era tarde otra vez, así que sin saber en qué más pensar, Jongdae se durmió.

 

 

-Ten un buen día pequeño Jongdae –Dijo la criada despidiéndole en la puerta, justo cuando Jongdae abrió la puerta para salir, se encontró con un hombre. Era alto y llevaba un maletín y también un traje.

- Eh…Buenos días, ¿Tú eres Kim Jongdae? ¿El hijo de Kim Junmyeon?

-Sí, soy yo.

-Lo siento mucho muchacho, pero lo que tengo que decirte no es nada bueno… Veras, como sabes, tu padre se fue de viaje y bueno, volvía hoy, es más debería ya estar aquí… Pero… su avión se estrelló mientras viajaban y… Ha muerto.

 

Jongdae no supo cómo reaccionar, no le salía nada en ese momento, se quedó en blanco. Ni lágrimas, ni angustia, ni nada. Mientras tanto Chanmi que había estado detrás escuchándolo todo, se mostró indignada ante la muerte de Junmyeon, diciéndole al señor que eso no podía ser cierto, que estaba mintiendo y que si no recibirían alguna indemnización… Jongdae salió de casa sin decir nada, la mirada perdida, un andar que parecía la de un muerto, y con la cabeza agachada... Ahora sí que Jongdae se había quedado solo, y él lo sabía lo peor de todo era que se quedaba con tres personas que le hacían la vida imposible y eso le daba algo de miedo. “Ahora que papa ya no está, ¿Qué podrían hacerme esos locos?” Se preguntaba Jongdae, llego al instituto en cuestión de minutos y se quedó en la puerta. Observo la entrada por un momento pero después camino hacia delante yendo a un parque cercano para quedarse ahí todo el día. Sehun, que llego minutos después de que Jongdae saliera en camino al parque le vio irse. Se quedó un poco confuso pero su responsabilidad le hizo entrar al edificio. Una vez en el parque Jongdae se sentó en el césped y se echó a llorar ahora que nadie le veía, pasaron las horas y él no había comido nada y ni se había movido de ese lugar. Hizo lo mismo el resto de la semana, solo en ese parque pensaba en sus padres y en qué hacer ahora que estaba solo.

La semana ya estaba terminando, era viernes y Jongdae no había acudido a clases toda la semana y se habia estado escondiendo. Ese día decidió tampoco volver a casa, y volvió al parque y por la tarde salió a pasear por la ciudad, estaba algo hambriento así que con el poco dinero que tenía entro a una tienda a comprarse un bollo pequeño de chocolate. Después camino en dirección al parque para volver a su escondite. Jongdae a la vista del resto de personas de la ciudad parecía un fantasma, invisible, para todos menos para a persona con la que choco sin querer, el bollo que había empezado a comer Jongdae se cayó al suelo y este lo recogió sin importarle. Tenía hambre.

 

-Lo siento, no le había visto…-Murmuro Jongdae cabizbajo

-No, no perdóname tú a mí, iba mirando el móvil. Es culpa mía –La voz de aquella persona se le hizo familiar a Jongdae y levanto la mirada. Tenía delante de el a Sehun, la persona que menos esperaba ver ese día.

-¡Eh! ¡Jongdae! –Dijo el alto sorprendido de ver a Jongdae- ¿Cómo estás? No tienes buena cara ¿Te ocurre algo? – El alto puso una mano en el hombro de Jongdae.

-Si…Estoy bien –Hizo un intento de sonrisa, pero no fue muy efectiva.

-¿Seguro? –Pregunto Sehun preocupado. Jongdae asentó con la cabeza, no se esperaba que Sehun se preocupase tanto por él y no quería hacerle perder tiempo.

-Bueno… Me voy… -Dijo Jongdae que estaba a punto de ponerse a llorar de nuevo.

-E..Espera Jong… -Sehun pudo ver como una lágrima bajaba por la mejilla de Jongdae, pero este ya estaba de camino al parque. Sehun decidió seguirlo. - ¡Jongdae, espera! –Corrió detrás de el para poder alcanzarle- ¿Qué te pasa, porque lloras? Puedes contármelo, no se lo diré a nadie

-No… no me pasa nada Sehun, no te preocupes por mí. –Sehun observo que el menor le había dado un bocado a aquel bollo que había caído al suelo.

- ¿Te vas a comer eso? Ven, te invitare a algo –cogió al mayor del ante brazo y camino directo a una cafetería de veinticuatro horas. Jongdae, se dejó llevar.

 

Jamás pensó que alguien podía llegar a ser tan amable con él. Él siempre había sido amable con las personas, incluso cuando no se lo merecían. Pero eso fue lo que sus padres le habían enseñado. Jongdae no estaba acostumbrado a que la gente sea amable con él y se sorprendió al ver a Sehun comportarse de esa forma con él. “No malinterpretes esto Jongdae, esto no significa nada. A el seguramente le gustan las mujeres.” Se dijo a si mismo Jongdae mientras caminaba al lado del más alto que no dejaba de contarle cosas para animarle.

 

 

 

To be continued…

 

Notas finales:

Os dejo con la intriga y me odiareis por esto, pero en cuanto termine el examen que tengo pendiente, os traere el siguiente capitulo con un poco de 1313 7u7 ya tu sae. 

 

 

Este fic, no es todo producto de mi imaginacion, la idea me la proporciono @NobaraByakko a la que podeis seguir en Twitter y agradercer por darme la idea :3 

 

Hasta la proxima /o/ 


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