ㅡ¡Hyung!
Joonmyeon deja su sándwich de lado y con una sonrisa, recibe al demasiado alegre Minho; corriendo hacia él hasta llegar hasta él y abrazarlo.
ㅡ¿Cómo te fue entonces?
ㅡDebutaremos, pronto, no sé cuando pero- hyung, debutaré...
A Joonmyeon le tomó un poco digerir la noticia y el sándwich, de paso. ¿Qué palabras usar para felicitar a su amigo de estos últimos años? Tomó un respiro antes de darle la mejor de sus sonrisas. ㅡNo sabes lo feliz que me hace saber que estás a punto de cumplir tu sueño, Min pero...
ㅡ¿Joonmyeon?
ㅡ¿No dijeron nada sobre mi y los demás?
Y ese era el problema y pregunta que ambos, y muchos de los trainees que llevaban su tiempo se hacían cada noche después de sus ensayos y entrenamientos. No todos lograban debutar a los meses o años cercanos, incluso algunos se frustraban tanto que simplemente se rendían y retomaban sus antiguas vidas.
Joonmyeon y Minho era aquellos que siguieron poniendo su granito de arena para ser celebridades talentosas que cada cierto tiempo, su empresa debutaba. Y se le hacia un poco injusto a Joonmyeon que, siendo él uno de los trainees que llevan tiempo en la empresa, no dieran noticias de su posible y casi lejana oportunidad de debutar.
Estaban a meses del 2009, diablos.
ㅡOh, hyung yo- lo siento, no nombraron a nadie más que a cinco de nosotros...
Y esa era la realidad de muchos de ellos. ㅡClaro, era obvio; que tonto soy haha...
ㅡNo, Joonmyeon, ya has trabajo duro solo- no te rindas, ya vendrá tu turno ¿sí?
ㅡEs que he estado entrenando demasiado duro ¿y si no lo consigo?
Minho se levantó, sus ojos no hicieron contacto con los del mayor por todos los segundos que estuvo así. Joonmyeon le mira con sorpresa y era ya tarde para cuando su cuerpo es alzado y apretado en un abrazo fuerte proveniente de su menor, su amigo.
ㅡEs por eso que debes continuar, hacer que tus esfuerzos no sean en vano...
Estaba tocado en lo más profundo de su corazón; sus propios futuros compañeros de banda decían palabras de aliento pero era de lo más general. Quizá alguno le haya dado un tiempo para dedicarles palabras pero Minho siempre era el que se acercaba y se daba la molestia de abrazarlo y-
ㅡLo mejor que puedo hacer ahora, Choi, es seguir entrenando.
Y él sólo trataba de huir de aquellos abrazos. Minho se limpia la garganta y suspira viendo la expresión dura de su hyung. ㅡSí, claro...
En el momento justo, un niño corría en los pasillos gritando con voz emocionada e infantil; típica de los niños en sus 13 años más o menos, si hablamos de promedios. ㅡ¡Minho hyung!
Joonmyeon suspiró tratando de que su ánimo no afectara el ambiente. Sonrió con ternura al muchacho y se alejó un par de pasos, queriendo irse pero el niño se plantó frente a él y le hizo una gran y recta reverencia.
No pudo irse; Taemin ya estaba ahí.
ㅡOh, hola Joonmyeon hyung~
ㅡHola ¿quieres estar a solas con Minho?
ㅡ¿Eh? ¡No! Venía a contarle que pronto debutaremos según el CEO ¿no es fantástico, hyung?
El silencio era de tal nivel que el sonido de Joonmyeon tragando duro y tratando de ocultar las respiraciones agitadas se llegaba a escuchar entre ellos tres. Taemin alternó miradas entre la gacha de Joonmyeon y la preocupada de Minho. ㅡ¿Dije algo malo?
El mayor de los tres despertó de su tipo de ataque y comenzó a reír preocupado.
ㅡNo, no, no, no es nada...
ㅡ¿Seguro?
ㅡSí, yo- yo iré a practicar ahora, cuídense ¿okay?
Joonmyeon inclinó su cabeza despidiéndose de sus dongsaengs y caminó resignado, bufando hacia el salón de baile.
Debía superarse y trabajar más duro aún si quería oír su nombre de la boca del CEO para los próximos debutantes.
Minho observó al mayor irse por entre los pasillos, caminando incómodo hacia los salones de práctica. Taemin le miraba con curiosidad y tomó entre sus dedos pequeños la mano tibia de Minho. El alto le miró sin expresión en su rostro, Taemin se sintió intimidado.
ㅡSiento un poco de pena por Joonmyeon hyung...
ㅡNo te preocupes, lo logrará.
ㅡ¿Vienes con nosotros?
Los días pasaron con rapidez. La noche ya había caído hace unas cuantas horas; Minho y sus compañeros se quedaron a altas horas de la noche ensayando y practicando con fervor para los próximos meses. No había nadie en las instalaciones y aún así, Minho no vio nunca a Joonmyeon.
Y eso le preocupaba. Conocía el espíritu trabajador y determinador que tenía su hyung y ya comenzaba a creer que el hombre estaba desmayado de lo cansado que debería estar en las salas, tratando de mejorar en todo lo que pudiese.
Kibum le habló de nuevo, palmeando su hombro con burla. ㅡYah, Choi Minho ¡Te estoy hablando!
ㅡ¡Sí! Lo siento, eh- me quedaré un rato más, los alcanzo en los dormitorios ¿okay?
El mayor suspiró y se fue resignado, agitando su mano a la distancia en señal de despedida. Se quedó en el hall por unos minutos, asegurando que sus hyungs y Taemin desapareciesen en la van camino a los dormitorios.
Se hubiese ido pero Joonmyeon le preocupaba de sobremanera. Era su hermano, su amigo de años y a pesar de que pronto sería su Sunbae, aún tenía esos leves cuidados a quien le protegió por mucho tiempo como el buen hermano mayor que era. Con eso en mente, escondió sus manos en los bolsillos delanteros de su campera y caminó con lentitud hacia los ascensores.
Los salones de práctica le esperaban.
Llegando a uno de los pisos del edificio, se adentró en los pasillos; la música escuchándose a la lejanía en alguno de los salones. Era una voz muy conocida para él y seguía caminando con lentitud para ubicar la voz y, de paso y con diversión, seguir escuchando la dulce voz.
Puertas pasaron hasta que el sonido se escuchó al máximo por una de ellas. Se acercó a la ventana pequeña que le permitía la vista hacia el interior. Sonrió aliviado cuando el único foco estaba prendido al centro, con Joonmyeon dentro y un micrófono en mano; su voz siendo amortiguada por las paredes y la puerta, los espejos reflejando el cuerpo menudo y el rostro cansado del mayor.
Se sentía culpable de alguna manera pero, inocentemente, quería compartir la felicidad de saber que su sueño estaba a meses de cumplirse. No pensó mucho en los sentimientos de su hyung y eso le dañaba; tan dedicado a lo que hacía para poder cumplir su sueño, al igual que él y los demás. Sin tocar, abrió la puerta y se adentró con suavidad, maldiciendo que el piso sonara con la suela de sus zapatillas.
El mayor le miró por los espejos, deteniendo su cantar al ver la sonrisa infantil y culpable de Minho por interrumpirlo. ㅡ¡Continúa! Yo solo venía a ver...
ㅡEntonces ¿podrías poner de nuevo la canción en el estéreo?
Asintió y corriendo sigilosamente hacia el equipo, detuvo la pista y la comenzó de nuevo. Se sentó en el suelo, su espalda contra el espejo que se escondía en la poca luminosidad del salón.
A los segundos de comenzar la pista, Joonmyeon alzó el micrófono y comenzó a embellecer la melodía con su voz. Minho le miraba admirado; el talento que derrochaba Joonmyeon, asentía al paso de los segundos dándose cuenta de que los años que su hyung llevaba en entrenamiento daban un fruto excelente, jugoso.
La pasión que daba al cerrar sus ojos y vociferar cada línea de la canción le daba un revoltijo en su estómago. Sentía más pena aún.
Los minutos pasaron y la canción se acabó junto con el volumen de la voz del mayor. Abrió sus ojos, observando la cara atenta y distraída de Minho, mirándole. Y sus ojos comenzaron a arder, enrojecer y humedecerse.
ㅡ¿Lo hice bien? ¿Estoy preparado?
Observó a Minho levantándose con los ojos abiertos, corriendo hacia él y lo próximo que siente son las manos del muchacho en su rostro, sus pulgares acariciando sus mejillas; sólo entonces se dio cuenta que estaba llorando.
ㅡM-Minho...
ㅡLo lograrás, hyung; sé que lo harás, Dios, mírate...
Su cuerpo fue apresado por los brazos del menor. ㅡLo haces de maravilla, sabemos que solo es cuestión de tiempo ¿sí?
ㅡEstoy tan preocupado por ello, lo s-siento...
Entre sollozos y lágrimas finas saliendo de sus ojos cansados, Minho le da la vuelta y le toma de la barbilla. Su mano fuerte en él, le dirige la mirada hacia el espejo frente a él. Su reflejo le deja un poco ido, era el ejemplo de sobre-esfuerzo. ㅡ¿Te estás mirando? Estás sobretrabajando tus talentos ya pulidos. Eres guapo, bailas lo suficientemente bien y lo más importante, tu voz es hermosa y está lista para ser escuchada por todo el país- no, el mundo.
Las palabras del menor le daban en alguna parte de su corazón. La sensación de ser protegido era tan agradable que no pensó mucho en sus palabras y en el sentido en que las tomaría Minho.
ㅡMinho ¿puedes hacerme sentir bien?
Las palabras cayeron al silencio que les rodeaba y a Minho le tomó unos minutos procesar la frase. Por instinto, asintió y sus brazos fueron alrededor del torso de Joonmyeon, por debajo de los brazos del mayor.
Joonmyeon cerró sus ojos regulando su respiración alterada por los sollozos y sentía el roce de su camiseta al ser tocada y movida sobre ella por la mano de Minho. Su cabeza descansaba cansada en el hombro del menor y Minho se movía hacia el sur del torso de Joonmyeon, acariciando ahora con ambas manos los costados de sus caderas y muslos.
Minho sonreía viendo la cara suavizada en expresión de su hyung; motivado seguía acariciando esas zonas con cariño y consuelo.
Pero la situación tomó otro camino cuando Joonmyeon también acariciaba los muslos de Minho. Sus rodillas se volvieron temblorosas y su aliento se calentó de sobremanera al avance de las caricias. Sus manos subieron una vez más y abrazaron al mayor. ㅡ¿Y si nos sentamos?
Joonmyeon asintió distraído y caminó en reversa, con su espalda tocando el pecho del menor. Pronto sintió el suelo y las piernas de Minho en ambos lados suyos. Estaban apoyados contra el pilar gigante que estaba al centro, se lograban ver apenas por el foco en los espejos.
Las manos de Minho comenzaron su jugueteo una vez más, Joonmyeon siguiéndole a los segundos. Acariciaban su estómago sobre la ropa con lentitud, como si un dolor de panza tuviese y trataba de aligerar los calambres.
Pero era distinto, pensó Minho cuando la mano de Joonmyeon acarició desde su rodilla hasta parte de su muslo interno. Lo separó y lo hizo apoyar su cuerpo a su lado en el pilar blanco y grande. Sus manos tomaron el rumbo sur nuevamente, jugando con los pantalones que usaba el mayor en ese momento.
ㅡ¿Puedes hacerlo? No me molestaría
Y con la voz baja de Joonmyeon autorizando su siguiente accionar, su mano izquierda se adentra al pantalón y comienza a acariciar de la misma manera que lo hacía en el vientre, su miembro. La mano del mayor no perdía el rastro y se encaminó hacia el suyo, mirándole con una sonrisa.
Caricias que comenzaban a llevar la sangre hacia sus miembros con rapidez. Pronto, cada uno se encargó de que el aire les golpeara sus falos endurecidos y con jadeos, exploraban cada vena y centímetro de cada uno. Sus manos entrecruzadas; la diestra de Joonmyeon recorriendo el miembro ajeno por encima de la zurda que estaba en su miembro caliente.
Pulgares jugando con las hendiduras, palmas y dedos frotando. En cuestión de minutos ㅡentre tanto sube y baja que realizaban sus manosㅡ, Joonmyeon jadeaba frunciendo el ceño y a punto de correrse. ㅡC-Choi, estoy cerca-ah...
La mano de Minho aceleró su movimiento, mirando con ojos nublados los labios abiertos de Joonmyeon, gimiendo al alcanzar el orgasmo; su mano salió perjudicada y parte del pantalón de su hyung.
Joonmyeon se hizo cargo de Minho y comenzó a mover sin parar su mano en el miembro palpitante de su menor. Curioso, miró como los cordones blancos saltaban en distintas direcciones; una carga pesada, pensó burlón.
ㅡ¿Mejor?ㅡpreguntó el moreno. Joonmyeon asintió cansado y recostando su cabeza en el hombro del muchacho.
ㅡMucho mejor, estoy más... ¿relajado?
ㅡTe lo merecías. No te sobre-esfuerces y solo espera...
ㅡEsperar, sí...
Minho logró acariciar la mejilla rosada y tibia del mayor con la mano que no fue utilizada en el acto de hermandad que acababan de cometer. No había arrepentimientos al parecer y eso era lo que más le gustaba a Minho; sin culpas.
ㅡHyung, lo lograrás.