La soledad comenzaba a pesarle no es que ni quisiera tener pareja pero, tal vez no encontraba a aquella que considerara “apropiada”. Probablemente posee de altas expectativas sobre las personas o no. No lo sabe con exactitud.
Había momentos en el que estar rodeado de amigos le era más que suficiente y otras que, por más personas le rodearan, seguía sintiéndose solo. Nunca faltaban en las reuniones familiares de si ya tenía novia porque sí, todo mundo o al menos eso creía él, pensaban que era heterosexual y siempre era la misma respuesta “no, no tengo y no quiero por el momento” aunque era mentira, se moría por estar con alguien pero nadie que “caía del cielo”.
Afuera hacía un clima estupendo para salir a caminar y liberarse un poco de todo lo que yacía en su alborotara cabeza. Anduvo por las calles del centro de la ciudad, viendo a través de los escaparates, visitando tiendas de ropa para hombres y probándose una que otra prenda de su interés pero nada parecía satisfacer sus necesidades. Continuó caminando y encontró la tienda de ropa que hacía tiempo había visitado y jamás regresó de nueva cuenta. Echó un vistazo a lo recién había llegado y al parecer, encontró algo de interés, al final de donde colgaban los pantalones y camisas vio a lo que llamó “ángel”: tez blanca y a lo que podía ver, era tersa; labios gruesos y rosados, nariz fina y cabello negro. ¡Jamás había encontrado a alguien como él!
Se ha perdido ante tanta perfección.
No le aparta la mirada de encima y no se ha dado cuenta que este otro a quien tanto observa, también lo ve. Ladea un poco la cabeza y le sonríe. Cuando se da cuenta, el color ya se la ha subido a las mejillas.
-Hola, soy Lee Taemin y tú, ¿cómo te llamas?- ¿en qué momento esta persona se acercó tanto a él como para tenerlo a sólo escasos centímetros?- esto no es muy común pero, noté que me mirabas…
-H-hola…mi…yo soy…-carraspeó un poco para aclarar la garganta- hola, mi nombre es Kim Jonghyun- le extendió la mano para recibir el saludo.
-¿Padeces de Parkinson?- le cuestionó al ver que la mano le temblaba levemente.
-¿Qué?- vio su mano y en efecto, le temblaba cual si fuera un enfermo de Parkinson- eh…no, - rápido ocultó la mano detrás de sí- disculpa por haberte estado observando pero,- se frotó la nuca con la otra mano e intentando ver hacia otro lado para que los ojos almendrados de aquel hombre perfecto hicieran contacto con los suyos y empeorara su nerviosismo- es sólo que…-¿cómo explicarle que le miraba porque le había parecido atractivo e incluso había encendido algo en él que otras personas no lo hicieron? Es algo complicado.
-¡Ya sé por qué lo hiciste!- una amplia sonrisa se dibujó en su rostro y unas pequeñas arrugas aparecieron sobre su nariz
-¡Ah!, ¿Si?- ¡Maldita sea. Ya le descubrió!
-Si. Era para preguntarme acerca de la ropa, ¿cómo supiste que soy cliente frecuente?
-Bueno…”vaya de la que me he salvado”-pensó Jonghyun- , eso es porque un amigo me comentó acerca de ti y de que podrías darme recomendaciones de esta tienda- limpió el sudor invisible de su frente con el dorso de la mano.
-Creo que he acertado- sonrió victorioso- Ven. Vamos a ver más cosas de lo que hay aquí- le tomó de la mano y lo llevó a casi tirones. Creyó que tropezaría cuando uno de sus pies chocó con una de las bases de los maniquíes.
-Hemos llegado- por obvias razones, en la tienda había un cuarto para clientes distinguidos en donde sólo les exhibían lo mejor de lo que llegaba y él, claramente era uno de ellos-, aquí es uno de los lugares de la tienda que más me gusta visitar y…-sacó una tarjeta que utilizó como llave, haciéndola deslizar sobre una pequeña ranura- entremos.- nuevamente le sonrió, le sujetó de la mano y el corazón de Jonghyun latía a mil por hora.
El lugar era bastante espacioso, casi podría jurar Jonghyun que era otra tienda pero de la mitad del tamaño.
-Sí, es lo que piensas. Esta mini tienda mide la mitad de lo que mide la otra- dejó sus manos sobre los hombros de Jonghyun- esta tienda te va a encantar aún más- dio media vuelta y condujo al mayor a una de sus zonas favoritas- he aquí en donde invierto la mayor parte de mi tiempo- dejó ver una amplia variedad de pantalones, playeras, zapatillas deportivas y más accesorios.
-“¿Cómo? ¿Es de sangre azul?”- Jonghyun siempre se dirigía a las personas millonarias como de “Sangre azul”- quieres decir que…- le miró asombrado.
-no, si lo que quieres decir que si soy millonario o mis padres pues te equivocas, me gusta pasar tiempo aquí viendo y el dinero lo obtengo de mi trabajo de tiempo completo sólo que por ahora estoy de vacaciones y en ellas es cuando aprovecho para venir a esta tienda.
-Ya veo…- momento, ¿cómo es que le ha adivinado los pensamientos en ya dos ocasiones? ¿es adivino o algo por el estilo?
Taemin dejó salir una sonora carcajada que hizo llevar ambas manos sobre su estómago y en segundos calló al ver a Jonghyun pálido- ¿te encuentras bien?- tocó su frente con la palma de la mano- no tienes fiebre…-continuó tocando ahora las mejillas y el cuello- nada de fiebre, ¿algún alimento cayó mal?- le tocó ahora el estómago.
Esa cercanía era demasiada y estar encerrados en un lugar “pequeño” y sólo ellos dos, no le ayudaba en lo más mínimo. Le apartó de un empujón pero sin brusquedad.- Lo lamento…-desvió su mirada hacia el piso.
-No, yo lo siento por ser tan confiado y haber invadido tu espacio. Si no hace una hora de habernos presentado- hizo que Jonghyun le mirara a los ojos, levantando su rostro con el dedo debajo de la barbilla.
-Debo irme. Abres la puerta, por favor- No entendía por qué se sentía así si sólo fue amable con él.
-Claro.
Cuando salió de aquella tienda el cielo ya estaba de un color gris oscuro y los sonidos que provenían de él amenazaban con una lluvia fuerte y estruendosa. Las personas corrían para encontrar refugio en lo que llegaba la lluvia o estaban en busca de algún taxi que les llevara a sus respectivos hogares.
A tropezones y caídas, Jonghyun pudo llegar sano pero no salvo a su hogar. Una vez estando dentro, fue quitándose prenda a prenda y dejándola por lo largo del azulejo del piso hasta llegar a su habitación, recoger algunas prendas para ponerse después de una ducha caliente que necesitaba darse. Una vez dentro, fue deslizándose hasta que las burbujas llegaran hasta las orejas, cerró los ojos y se dejó llevar por la calidez del agua y la suavidad de la toalla que tenía detrás de la cabeza.
Un aliento cálido chocando contra sus labios y un par de labios suaves como la seda estaban sobre los suyos, eran besados y ligeramente mordidos; descendiendo por la barbilla, cuello; succionando y mordiendo los lóbulos de las orejas. Unas suaves manos recorriendo su pecho y abdomen hasta llegar a su miembro que era masturbado con movimientos lentos.
Se sentía en el paraíso del cual no quería salir.
Lo movimientos continuaron hasta que se corrió y su agitación intentaba normalizarse. Abrió los ojos y se dio cuenta que estaba solo y que una de sus manos rodeaba el miembro que aún conservaba un poco la erección.
¡Maldita sea!
Aunque, no distinguió bien quién era la persona que le hacía eso, si era mujer u hombre, cuál era su aspecto o algo que le diera una pista de cómo lucía. Pero, recuerda sólo piel blanca y cabello negro y no muy largo, como hasta la mitad de las orejas.
Se cuestionó varias veces hasta que recordó al chico que vio en aquella tienda de ropa: Lee Taemin. De un salto salió de la tina de baño, rodeó su cintura con una toalla y fue hasta la habitación, fue colocándose prenda a prenda y ahora decidió tomar un paraguas y salió de nueva cuenta hasta esa tienda. Para su suerte, la lluvia ya había disminuido y ahora sólo caían pequeñas gotas. Anduvo por las mismas calles por las que caminó de regreso a casa y para su suerte, aún permanecía abierta.
Algo dentro de él no quería borrar al pelinegro pero su contra parte si quería. Necesitaba verle.
Fue hasta donde lo vio pero no estaba, buscó por todas partes y tampoco; continuó en su búsqueda y llegó a la “mini tienda” y escuchó que platicaba con alguien, pegó la oreja a la puerta para escuchar mejor. Parecía ser una discusión.
-“No, te he dicho que nadie más que tú me interesa. Lo he repetido diez veces en el lapso de cinco minutos o menos. Si continúas así, harás que me harta de ti y decida abandonarte. No. No me vengas con sermones vagos que ya no me los creo. Adiós”- colgó. Se escuchaban sus pasos que iban hacia la puerta y Jonghyun rápido y fingió que veía algunas prendas.
Taemin vio a Jonghyun pero como este lo había planeado- hola…¿Jonghyun?- fue hasta él, situándose detrás de él- veniste- le sonrió pero el mayor no se dio cuenta de ello-¿ te puedo servir en algo? ¿Gustas que te muestre algunas de las prendas que están dentro de la “mini tienda”?-.
La llegada sorpresiva y el temor de ser descubierto sobresaltaron un poco a Jonghyun pero no lo suficiente como para que Taemin lo notara- eh…no, creo que por ahora no- temía verle a los ojos después de lo que minutos antes había experimentado en la ducha, pensando en…¡él!
-Si quieres que te muestre algo, me avisas ¿vale?- dio media vuelta y fue hasta donde se encontraba la caja registradora.
En poco más de media hora, Jonghyun estuvo “viendo” lo que había en la tienda y después de ese tiempo, se armó de ánimo y fue a lo de Taemin- h…hola- tenía que ocultar la vergüenza y debía disimular el rubor en sus mejillas- quería saber si tú…- rascó su nuca, vio hacia otra parte y luego al menor. Desde hace un par de horas le enloquecían ese par de ojos almendrados.- Taemin-ah, ¿puedo llamarte así? O, ¿cuál es tu edad?- existía el riesgo de que si era directo, fuese fácil de descubrir.
-Oh, por supuesto. Tengo 22 y supongo que eres mayor o eso aparentas- una sonrisa tímida se dibujó en su rostro.
-¡Claro que lo soy!- rio un poco para relajarse- Taemin-ah…¿quisieras…salir conmigo?- oh no, ha sido demasiado claro. Debe tranquilizarse. –Perdón, pero me gustaría saber si hay algún interés en que vayamos, tú y yo a algún lugar y conocernos un poco. Disculpa que sea así de directo contigo pero, me ser sociable y conocer personas. Espero no te lo tomes a mal.
-No, no te preocupes. Me agrada la idea y si te apetece, nada más termino mi turno y salimos, ¿vale? O ya tenías planes para hoy, con tu novia o algún amigo tal vez.
-No, nada de eso. Saliendo vamos- sonrió y ladeó un poco la cabeza.
Jonghyun esperó sentado en algún rincón sobre un sillón pequeño en forma cuadrada en lo que Taemín terminaba su turno laboral.