Finalmente, después de una larga espera de aproximadamente hora y media, Taemin sale de trabajar.
-y bueno…hyung…¿puedo decirte así?- las mejillas del menor se tiñeron de un rojo suave.
-¡claro que puedes!- una gran sonrisa se dibujó en el rosto de Jonghyun- sólo con una condición- la mirada reflejaba seriedad.
-¿c…cuál?- el corazón comenzó a latir frenéticamente.
-que decido a dónde vamos a ir- le dio unas suaves palmadas en la espalda, viendo la expresión de espanto de Taemin.
-Me parece perfecto- le regresó el gesto. Ambos continuaron por todo el camino platicando de varias cosas: el trabajo de Taemin, qué hacía Jonghyun en su tiempo libre, en fin. De cualquier asunto que ayudara para conocerse mejor.
El cielo ya no mostraba nubes, ahora lo único que había era una radiante luna llena y millares de estrellas en el firmamento; automóviles iluminando la calle con sus luces, personas yendo y viniendo de cualquier lugar, y algunas parejas de enamorados tomados de la mano, del brazo o simplemente conversando hombro a hombro sin siquiera tener contacto físico.
-¿Te agrada la idea de ir primero a algún bar a tomar algo y después al cine? – “¡qué estúpido! Creo que fui demasiado directo”. Pensó Jonghyun. De algún modo debía ocultar el nerviosismo que sentía de estar junto al menor. Introdujo las manos a los bolsillos del pantalón y jugó con lo que fuera que estuviera dentro.
-Me parece excelente- Taemin le miró a los ojos y una pequeña arruga se formó en la nariz al ver esto, algo en Jonghyun se aceleró.- Y después, ¿cuáles son los planes? Al término del bar y el cine.
-No…no lo sé. Creo que eso lo decidiré hasta haber concluido la ida al cine, ¿no lo crees?- la sonrisa de Taemin, su mirada, piel y rostro, todo le ponía nervioso.
Después de un largo caminar al fin llegaron al dichoso bar. Jonghyun pidió un vampiro y Taemin una piña colada. Mientras esperaban a que les fueran entregadas las bebidas, conversaron de lo que se les ocurriera: deportes, libros, labores domésticas, etc., cualquier cosa que fuera “útil” conocer del otro. Al menos para Jonghyun.
-Hyung…- ahora su expresión no era brillante sino sombría. Había bastante seriedad.
-¿S…si?- daba un poco de miedo que ahora lo que rodeaba al menor era gris y no azul (Como él le veía. Era un príncipe para él, uno como los de cuentos de hadas habitando un enorme castillo y viajando en una carroza de oro tirada por blancos y bellos corceles.) Era difícil ocultar lo nervioso que estaba así que tomó una servilleta de papel y jugó discretamente con ella por debajo de la mesa- ¿qué sucede?
-¿Recuerdas en la tienda, cuando sabía lo que ibas a decir?
-Si…
Taemin bajó la cabeza y después miró a los ojos de Jonghyun- sucede que…-respiró hondo. El mayor estaba cada vez más preocupado,- siempre que alguien va a la tienda y los llevó a ver la “mini tienda” terminan actuando igual que tú. No temas, no leo la mente ni nada de eso además, no creo en eso de los psíquicos, horóscopos y esas cosas- una sonora carcajada dejo salir y casi se caía de su silla pero se sostuvo de los bordes de la mesa- lo lamento pero, fue divertida la expresión que tuviste cuando creíste que algo malo me había sucedido. Ya, aclaré esto para hacer más interesante la plática.
Jonghyun no sabía si molestarse o también compartir la misma emoción que el menor. Decidió la segunda opción, compartir el sentimiento.
Les fueron entregadas las bebidas y ambos brindaron por la nueva amistad que comenzaría a partir de esa noche. Continuaron conversando del mismo tema y de otros que fueran surgiendo conforme se desarrollaba la plática.
Habiendo terminado con sus respectivas bebidas, Jonghyun pagó la cuenta del total que consumieron (sólo esas dos bebidas) y fueron andando al cine, el cual sólo quedaba a un par de calles de ahí. En el camino, el mayor recordó algo que había dicho Taemin antes de salir.
-Oye… cuando mencionaste sobre terminar tu turno, ¿a qué te referías? ¿Que no sólo eres cliente? Ya no entiendo- rascó la nuca un tanto aturdido.
-Oh si…- volvió a sonreír Taemin y nuevamente esa arruga en la nariz apareció- así digo cuando ya estoy el suficiente tiempo dentro pero de cualquier manera, me prestan las llaves del lugar para cuando quiera obtener algo de ahí y ya se encuentra cerrada. Es decir, soy una especie de dueño o algo por el estilo. Son beneficios que se obtienen al pertenecer a unas de las familias más ricas de Seúl.- Pulió el cristal de su reloj.
-Ya veo…- no, no comprendió nada de lo que decía porque no estaba en lo más mínimo “a su nivel” y se creía la persona más estúpida e inútil del planeta.
-Y bueno…¿cuál película vamos a ver?- Taemin daba pequeños saltos en lugar de pasos, estaba de más entusiasmado con la idea de ver una película con una persona “normal” como así les llamaba a aquellos que no estaban en su misma condición.
-Creo que no iremos. Será mejor que llames a tu chofer y te lleve de regreso, ya es tarde y también debo ir a mi hogar.- Lucía triste- Lamento haberte ilusionado con la idea del cine pero,…- se balanceó un poco con los pies- no soy como tú y jamás lo seré. Disculpame.
-P…pero, hyung…- tomó de los hombros a Jonghyun y le hizo que le mirara a los ojos, acercándose peligrosamente a su rostro- ¿por qué dices eso? Me agradas y no quiero que esta amistad terminé desde el primer día- parecía también triste.
“Amistad”, esta palabra hizo pedazos el corazón de Jonghyun. No esperaba que a la primera cita, porque si era una cita, ¿cierto?, Aceptara ser su novio, ¿no?- no deberías “mezclarte” con personas como yo, de la misma clase. No estamos a tu nivel- comenzaron a hacérsele agua los ojos. Esto rompió el pequeño corazón de oro del menor.
-No Hyung, no llores- pasó sus brazos por la espalda de Jonghyun y este apoyó el mentón sobre el hombro del menor. - Me duele verte así- pegó más a sí mismo el cuerpo del mayor.
Jonghyun podía oler la suave y dulce fragancia que el menor despedía de su cuello, cabello y ropa; cerró los ojos y se dejó llevar por la cercanía y su esencia.
-¿Te sientes mejor?- preguntó, habiéndolo separado de él y mirándole de nueva cuenta a los ojos. Jonghyun estaba un poco aturdido por el olor y lo cercano que tuve el cuerpo del menor- vamos al cine y de ahí cada quien se va su hogar, ¿te parece?- nuevamente esa sonrisa que hacía sus rodillas se volvieran de algún material flexible.
-Sí, creo que si- Jonghyun seguía pensando la idea de ir al cine- en serio, ¿quieres ir al cine, con alguien como yo?
-No sé por qué crees que eres menos, no lo eres. Todo lo contrario, eres una persona que vale la pena conocer y parece que oculta demasiados misterios que deseo en algún momento conocer- tomó las manos del mayor- no te hagas menos. Vales demasiado como no tienes idea- le besó la mejilla- ¿de acuerdo?
-De… de acuerdo- ese beso hizo que estremecer cada fibra de su cuerpo.
-Bien- llevó su dedo índice a la barbilla y fingió pensar algo, haciendo una expresión un tanto tierna- ¿cuál película o de qué género veremos?
-Este…bueno…-tanta ternura encerrada en ese cuerpo le afectaba de sobre manera- creo que…cuando estemos allá, decidimos cuál ver, ¿vale?
Taemin asintió.
Una vez estando dentro, echaron un vistazo a la cartelera y les pareció buena idea ver una de terror. Compraron las golosinas, sodas, palomitas y entraron a la sala. Disfrutaron de la película a excepción de varios gritos y saltos por parte del menor en algunas escenas y en otros momentos, Jonghyun le hacía segunda.
-Estuvo buena la película pero me dio mucho miedo y por eso me gustó- tomó del brazo a Jonghyun- ¿no lo crees?
-Sí, bastante buena…y bueno, como acordamos. Llama a tu chofer y yo me iré caminando- soltó el agarre del menor.
-Pero…pero…¿no te agrada mi compañía?- hizo un marcado puchero.
-Sí pero, ya habíamos dicho que al término de la película, cada quien iría a su respectiva casa. Eso pusiste de condición para ir al cine.
-Lo sé…-jugó con el bordé de su playera- ¿quieres venir a mi casa y dormir?- puso una cara tierna que nadie era capaz de resistírsele- anda, di que sí.
Era difícil decir que no a esa carita tan tierna pero, había algo que Jonghyun respetaba de otras personas y era el no romper con ese espacio vital que yace en los hogares, por eso no invitaba a dormir a amigos o se quedaba en casa de ellos,- lo lamento pero, no. No va con mis ideales.
Fue triste para Taemin escuchar eso pero, aceptó con respeto la decisión del mayor- está bien pero, ¿nos volveremos a ver?
-Claro que sí, ¿estarás siempre en la tienda?
-Sí- afirmó lo que dijo, asintiendo con la cabeza. Quedaron de verse en la tienda al día siguiente.
Se despidieron.
Los días siguientes fueron igual, Jonghyun lo visitaba y de ahí salían a muchos lugares: al parque, algún sitio para bailar, el karaoke, etc. Cada día se conocían más, sabían los miedos y ambiciones del otro.
Jonghyun se sentía con más confianza hacia Taemin, esa relación que mantenían de amigos no le ayudaba en lo absoluto y menos aún que el pelinegro o sea, Taemin fuera tan “cariñoso” con él que se dirigía a él con nombres cariñosos y mantuviera ese contacto físico con tanta frecuencia.
Era ese día, en el que al fin le diría al menor lo que sentía. Acordaron ir juntos a ver la puesta del sol en uno de los miradores de la ciudad. Jonghyun llevó algo de bocadillos y una botella de vino tinto y un par de copas. Esa sería una noche especial. Todo dentro de una pequeña canasta de picnic.
-¿Listo?- le preguntó al pelinegro, una vez que estuvo dentro de la tienda. Lucía realmente guapo el mayor, iba todo de blanco con traje sastre y un corbatín en forma de moño en negro, el cabello lo tenía peinado hacia atrás pero un poco hacia un lado y usaba unos lentes sin aumento de los tipo nerd, también en color negro el armazón. Taemin tampoco se quedaba atrás, lucía un pantalón de mezclilla, zapatos de vestir negros, saco de vestir negro y una camisa blanca, el peinado era un tanto desarreglado.
Caminaron juntos hasta ese lugar tan apartado de la civilización donde sólo van las parejas de enamorados a pasar el rato “feliz” o sólo a mirar la ciudad y mejor aún, las estrellas. Extendieron un pequeño mantel liso en color negro, sacaron las cosas de la canasta y Jonghyun puso un pequeño candelabro de tres brazos, encendió las velas y vio cómo la luz amarilla hacía relucir más las facciones del menor.
Comieron unos deliciosos emparedados preparados por el mismo Jonghyun y unas sodas de sabores frutales, con los cuales brindaron por los días de amistad que tenían hasta el momento.
Pasados unos minutos y estar platicando de cosas triviales, y después de pensarlo tanto, Jonghyun hace una confesión- Taemin, sé que hemos estado conociéndonos todos estos días y bueno, las cosas no han ido tan bien como esperaba o tal vez sí, no, no te espantes, no creo que sea algo malo o puede que lo sea para ti pero, no me importa si piensas que soy una persona despreciable o asquerosa. Lo lamento tanto pero no comprender muy bien esta relación que mantenemos. En serio me disculpo, me gustas y está bien si quieres rechazarme o mandarme al olvido pero esto que siento va fuera de mis límites.
Taemin permaneció atónito ante lo que dijo al final el mayor. Lo miró a los ojos- es inconcebible que pienses eso de mí, no soy ese tipo de persona. Jamás te dejaría de lado, me agradas mucho y me gustaría que así continuara. No fue mi intención darte esperanzas y no te sientas mal, tal vez hubo algo que hice o dije para que me interpretaras de esa manera. Podría darte tu espacio si te incomoda que continué hablándote o podríamos continuar como hasta ahora, ¿qué dices?
Ya lo dijo, sólo que no fue correspondido como él lo esperaba. Se tragó sus lágrimas como pudo- como hasta ahora está bien- pero no, sabía que le dolería continuar como si nada hubiese pasado con alguien a quien se le había confesado y había sido rechazado.
-¿en serio? No habría problema si dejamos un tiempo de hablarnos.
-Así estoy bien.
El resto de la “velada” fue en un silencio incómodo y ninguno cruzaba la mirada con el otro, ambos por que se sentían mal, uno con el contrario y el otro consigo mismo.
-Es algo tarde y debo dormir temprano. Mañana debo madrugar para hacer algunas cosas.
-Está bien, igual debo madrugar.
Juntos levantaron todo y cada quien se fue por su lado, ya no juntos.
Tal vez esa sería la última vez que se verían y estarían juntos. Tal vez no debió haber hecho esa confesión y conservar esa amistad pero, si no la decía, siempre quedaría con la incógnita de si Taemin sentía lo mismo hacia él o no. Viendo el lado positivo, mató dos pájaros de un solo golpe: quitó la duda de su cabeza y ese peso que cargaba encima de él ya no está.
Las cosas van a mejorar, lo sabe muy bien. Ya se está queriendo más y no busca ese amor en alguien más.