Just take it
Pequeñas piernas se balanceaban de un lado a otro, risitas se escuchaban en la habitación, mientras a la distancia se apreciaba pláticas poco entendibles para los niños que miraban la televisión. Los personajes animados provocaban las chillonas y dulces risitas de los pequeños amigos, como los padres de ambos solían decir cuando los miraban jugar entre sí.
La familia Park y Byun llevaban años siendo inseparables y cuando ambas señoras de familia resultaron embarazadas, incluso planearon el futuro matrimonio de sus hijos, pero resultó que ambas mujeres esperaban un hombrecito. En el nacimiento de ambos niños; Baekhyun y Chanyeol, ambas casas se vieron en vueltas de llantos a medias noches y silencio por las mañanas.
En el primer cumpleaños de Baekhyun, quién había nacido meses antes que Chanyeol, la familia de este último chillaba por la ternura y el pequeño tamañito del bebé Byun, sin descartar que la primera fiesta del niño fue exageradamente enorme. Seguidamente llegó el primer aniversario de Chanyeol, quién lloró cuando payasos aparecieron, pero que se había tranquilizado gracias a la ingeniosa idea de los padres en acercar a ambos bebés.
Desde ese instante ambos bebés comenzaron a frecuentarse y cuando sus padres se rehusaban a llevarlos a casa de uno o del otro, lloraban hasta que los juntaban para propia salud mental de los señores Byun y Park. Entonces, desde aquel momento, para evitar llantos innecesarios, ambas familias acordaron un acuerdo de ir todos los fines de semana a casa del uno o del otro.
Ahora, que Baekhyun y Chanyeol tenían cinco años, era lo mismo desde siempre. Baekhyun miraba con ojos divertidos las caricaturas en la televisión, mientras que Chanyeol intercambia miradas con los dulces que tenía, Baekhyun y la televisión. Al poco rato ambos jugueteaban con la mano del uno y el otro, algo que era sumamente normal entre ellos e incluso el intercambio de pequeños roces labiales.
La primera vez que ambos niños habían intercambiado su primer beso, fue como el grito al cielo por la familia de ambos. Las madres corrieron por las cámaras fotográficas, mientras los padres pedían un poco de atención de sus pequeños niños de tres años, pero de la cual había sido negada, dado que ambos niños estaban inmersos en ellos mismos; sonriendo y acariciándose inocentemente entre sí.
Pronto la caricatura que miraban terminó, dando inicio a otra que muy pocas veces ambos pequeños diablillos, como solían ser llamados por ambos padres, miraban. El desinterés surgió, provocando que Chanyeol y Baekhyun juguetearan entre sí e intercambiaran dulces que habían sido dados hace menos de diez minutos porque la primera ración ya había terminado.
El pequeño pelinegro rebuscó entre sus dulces, pero poco a poco quedó quieto al hallar un dulce y, entonces, pensó que sería algo perfecto para su Baekhyunnie. Con una amplia y linda sonrisa que estaba pintada en los labios de Chanyeol, se giró para que luego llamara la atención de su acompañante de juegos, travesuras y de todo.
—Baekhyunnie —llamó al castaño.
—Hum —murmuró el castaño, mientras rebuscaba algo que comer entre sus dulces.
—Mira Baekhyunnie —insistió Chanyeol, jalando de la manga de la playerita de su amiguito —. Tengo algo para ti.
El castaño alzó su mirada para encontrar, cerca de él, la pequeñita mano de Chanyeol con un dulce entre sus deditos.
—Eso es un dulce —murmuró, mientras volvía a revisar entre sus dulces en busca de uno igual.
—Es tuyo, tómalo —tarareó Chanyeol alegremente.
Sin embargo, los castaños cabellos se movieron de un lado a otro por la acción de Baekhyun negando.
—Pero ese dulce es tuyo, Channie —discutió el niño más pequeño.
—No —respondió —. Es tuyo, te lo estoy dando.
Baekhyun negó, frunciendo el ceño por el hecho de que no encontraba uno igual al que Chanyeol le estaba ofreciendo.
—Channie no–
—Sólo tómalo Baekhyunnie —insistió —.Sí tu tomas esto, eso significa que está bien —señaló Chanyeol, acercando más el dulce en forma de anillo.
Baekhyun, cansado de buscar uno igual, pero sin encontrar alguno, aceptó y lo tomó entre sus pequeñitos dedos. Él lo tomó porque es un dulce. Uno que no encontró entre los suyos, pero lo que él no sabía es que en el momento que Chanyeol se lo dio, había cerrado una promesa que, como fuese posible, Chanyeol lo haría realidad.