Capítulo 2: El vecino de al lado
Un desganado Milo subía por las escaleras hacia su habitación, no se había salvado de una de las regañadas más horribles de toda su vida de parte de sus padres por estar a punto de llevar el curso y como se imaginaba, había sido castigado sin televisión y sin dinero durante un mes... Bueno, no mencionaron nada del internet...
Cuando llegó a su habitación, tiró su mochila al un lado vacío y estuvo vagando por la red a ver si descargaba algo nuevo para su reproductor y mientras buscaba se conectó al Messenger. De pronto sonó el característico sonido de cuando te están hablando.
CORAZÓN DE LEÓN dice:
MILO! ¡Ahora si me vas a contar! ¿Cómo te fue con Afrodita?
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
Nada Aioria, Afrodita no me gusta para nada...
CORAZÓN DE LEÓN dice:
JAJA! ¿ASÍ? Fíjate que no me había dado cuenta... ¡QUE MAL AMIGO SOY! ;)
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
MALDITO GATO, ¡ESTA ME LA PAGAS!
CORAZÓN DE LEÓN dice:
Jaja! Como sea, oye, ¿Por qué andabas raro, eh? ¡Parecias más idiota de lo normal! O_Ó No me digas que le echaste la vista a alguien...
Milo dudó, no sabía si decirle a su amigo lo que había pasado en la escuela. Pero como si Aioria le leyerá la mente le escribió:
Vamos Milo, somos amigos, ¡Puedes contarme lo que sea! ;) ¡Habla bichoo!
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
Está bien Aioria, pero no te burles, ¿ok? y no se lo cuentes a nadie porque si le dices a alguien de esto, yo diré lo de “SHA-CHAN” ;) Asi que más te vale tener la boca cerrada...
“SHA-CHAN” no es mas ni menos, que el amor platónico de Aioria... y su vecino.
-FLASHBACK-
Hace como un mes, Aioria y Milo se la pasaban jugando fútbol casi todos los días en las tardes luego de la escuela en un parque cercano a la casa de Aioria (un factor del porque ahora estaban por repetir el curso), cuando Aioria le contó que había escuchado a la vecina pedirle algunas sugerencias sobre como cocinar comida de la India a su madre. Esto le había parecido curioso a Aioria, y fue a preguntar a su madre a lo que ella le contestó que iba a venir un sobrino de la vecina que había perdido a sus padres y ella se haría cargó de él y quería hacerlo sentir como si estuviera en casa. “Pobre, quedarse huérfano a esta edad...” había dicho su madre.
- ¿Crees que sea de nuestra edad? – Había preguntado Aioria cabeceando el balón.
- No lo sé, pero si tienes nuevo vecino, podrías invitarlo a jugar alguna vez – decía Milo sentado en el gras, tomando una bebida.
- mmm... según lo que he escuchado es de la India... – Aioria dejó de cabecear y se sentó al lado de Milo mientras abría su bebida.
- Si bueno, oye, me tengo que ir, se esta siendo tarde – dijo el de cabellos rubios mientras guardaba sus cosas en la mochila y se ponía de pie. El de cabellos castaños lo imitó.
- Je! Si, mejor vete, necesitas un baño, ¡APESTAS! – dijo un Aioria divertido mientras se tapaba la nariz.
- ¡No más que tú! – se defendió tirándole un puñete en el hombro.
- ¡Au bicho! – se quejó sobándose el área golpeada.
- ¡Vamos, se hace tarde!
Los dos jóvenes tomaron sus respectivas maletas y se despidieron hasta el día siguiente.
Al otro día Aioria no asistió a la escuela.
Milo se sorprendió, ¡Hoy les tocaba clase de deportes! y Aioria, aún enfermo, nunca faltaba. Era extraño, así que decidió ir a su casa para llevarle la tarea y saber porque no había asistido.
Al llegar le recibió la madre de Aioria.
- ¡Hola Milo!, pasa. Te agradezco que vengas a traerle los deberes a Aioria, hoy no se sintió muy bien y por eso no pudo asistir hoy.
- Ya veo. ¿Puedo verlo?
- Si claro, esta en su habitación. Sabes que estas en tu casa.
- Gracias.
Milo tomó algunas galletas que la madre de Aioria le ofreció y subió las escaleras para llegar al cuarto de su amigo. Tocó una vez con un sonido característico de él. Al ver que no abría, giró la perilla cuando de repente la puerta se abrió en seguida siendo tomado del brazo por una mano que lo jaló bruscamente adentro.
- ¡AU! ¡OYE GATO! ¿Qué RAYOS TE PASA? – dijo Milo mirando a Aioria que cerraba de nuevo su puerta.
- SHHH!!!
- Pero que...
Aioria no le dejó terminar ya que jaló a Milo a la ventana mientras con gestos le decía que se agachara.
La ventana de Aioria estaba a la misma altura que la de una ventana de la vecina que tenía una cortina. Aioria tenía las cortinas abiertas más no la ventana.
- Aioria, no me digas que espías a tu vecina... – dijo Milo bajito burlándose de Aioria.
- ¡No! No lo hago... bueno, no lo hacía hasta esta mañana... – dijo en el mismo tono algo avergonzado.
De pronto de al lado, se corrieron la cortinas y se abrieron las ventanas dejando ver a un hermoso joven de cabellos rubios y ojos color cielo que con un pañuelo, limpiaba los cristales de su ventana con una elegancia que nunca vieron antes.
- WOW! – dijo Milo sorprendido de la belleza del joven.
Aioria le miró furioso y le dio un codazo.
-¡Au!
Los dos jóvenes vieron como el joven de aproximadamente su misma edad, terminaba de limpiar sus ventanas, hasta que terminó y volvió a cerrarla.
Milo y Aioria se pusieron de pie y caminaron hasta alejarse de la ventana.
- ¿Quién es él? Nunca lo había visto.- preguntó Milo recostándose en la cama de Aioria.
- Es... bueno... es mi... ¡No! Digo... es... – decía Aioria trabándose de pie mirando distraídamente su ventana.
- ¡Gato! ¿Te comió la lengua el ratón? – dijo burlón para luego preguntarle en un tono más serio - Se ve que te dejó impresionado...
- Se llama Shaka... – dijo Aioria ahora mirando a su amigo con una voz dulzona – Llegó ayer. Es mi vecino a partir de ahora.
- ¿ÉL ERA EL CHICO DEL QUE ME HABLABAS AYER? – dijo Milo sorprendido.
- Si... pero yo nunca lo había visto hasta ayer en la noche.
- ¿Por eso faltaste hoy? ¿Porque querías verlo? ¡Cuenta gato! – dijo Milo sorprendido de ver a su amigo tan ido por la aparición de su vecino.
Aioria se recostó al lado de su amigo y empezó con su relato: “Ayer, cuando regresaba a mi casa vi el auto de la vecina meterse en la cochera y vi muchas cosas sobre el techo del auto; pensé que era el niño que había mencionado mi madre, pero no le di mucha importancia porque estaba cansado. Al anochecer, mi madre me dijo que saldría a ver algunas ofertas en el super y me dejó solo. Jugué por mas o menos una hora en la computadora, hasta que me aburrí y como no llegaba mi madre y no había nada para cenar, salí a comprar algo a la tienda.
Justo cuando cerraba mi puerta para ir a la tienda, lo vi. Estaba en el jardín de al lado, regando algunas flores que supongo estaba recién sembrando. A pesar de ser de noche, su cabello brillaba con la luz de la luna y con esos hermosos ojos me miró directamente. No dijo palabra, ni yo tampoco. Nos quedamos viéndonos a los ojos por no sé cuanto tiempo, hasta que la vecina lo llamó.
- ¡Shaka! ¡Entra por favor! ¡Te tenemos listo una cena especial! – escuché que le gritaba desde adentro.
Él miró por un momento la entrada de su nueva casa y luego a mí. Sonrió un poco y con una mano hizo un gesto de despedida y se fue.
Y Yo... Me quedé con la cara más boba que te puedas imaginar...” – finalizó Aioria con un largo suspiró.
- ¡vaya, parece como si estuvieras enamorado!
- Es que... tu no viste sus ojos, creo que con ellos pude ver su alma y... bueno... no sé que pensar...
- ¡Yo que tu le hablaría!
- Lo intentaré...
-FIN FLASHBACK-
Y así Milo y Aioria siguieron hablando un poco más del vecino de Aioria y luego pasaron a hablar de la escuela. Cuando terminaron de hacer sus deberes, Milo se despidió de Aioria no sin antes desearle suerte con su “SHA-CHAN” como le había empezado a decir Aioria.
Pero había pasado un mes, y Aioria no podía hablar con Shaka sin trabarse y esa era la constante burla de Milo hacia el castaño.
CORAZÓN DE LEÓN dice:
No me recuerdes a Sha-chan ahora... T_T, debe pensar que soy un idiota. Ayer volví a intentarlo, lo encontré en el parque leyendo un libro y me senté a su lado. Cuando me dijo: “Hola” yo quedé paralizado y luego me fui corriendo... ¿por qué no puedo hablarle? u_u
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
¡Jajaja! XD! ¿Cómo que te fuiste corriendo? Si yo fuera Shaka pensaría que eres un retrasado o algo así...
CORAZÓN DE LEÓN dice:
Gracias AMIGO... ò_ó! Oyeee ya cuenta pues! ¡No diré nada!
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
mmm... bueno... ya que insistes, pero ya sabes gato, nada a nadie
CORAZÓN DE LEÓN dice:
¡MIERDA YA TE DIJE QUE NO DIRÉ NADA! ¡HABLA!
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
Bien, pues... ¿Te acuerdas cuando me fui con Afrodita? Culpa tuya diré u_ú cuando estábamos en la terraza... pues... vi algo...
CORAZÓN DE LEÓN dice:
O_O! ¿Qué VISTE BICHO? ¿Al director? XD
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
¡NO! A un chico... tenía el cabello rojo... Nunca había visto a nadie que lo tuviera de ese color y al verlo andar... Parecía tan elegante que... no sé...
CORAZÓN DE LEÓN dice:
jajaaja!! XD Bicho, creo que estas enamoradooo!! ;)
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
O_o ¡CALLATE! Prometiste no decir esto a nadie! U_Ú
CORAZÓN DE LEÓN dice:
Jajaja! Claro, ahora entiendo porque traías una cara de idiota hoy! XD Aunque yo también debí tener la misma al ver a Sha-chan por primera vez... ¡RAYOS! Que estúpido me veía! Ya pero dejando eso de lado, tenemos que concentrarnos en el examen!
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
¡Cierto!, Pasado mañana tenemos la prueba final, ¿Estudiaste?
CORAZÓN DE LEÓN dice:
Algo... Pero me falta leer un libro y no lo pude conseguir a tiempo, alguien se lo llevo de la biblioteca de la escuela...Se llama “Volando por el prado”
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
¡Ese libro también me falta a mí! o_o! Es el único que me falta... Oye, tenemos que buscar ese libro ¡Si no pasamos ese examen también nos sacarán del club de Fútbol!
CORAZÓN DE LEÓN dice:
¿Qué? Noooo! ¡Bueno! Entonces, te esperó en el parque cerca de mi casa en una hora para irnos a buscar. NO LLEGUES TARDE!
...__Como el escorpión, puedo pinchar y causar dolor__... dice:
OK! ¡Te veo en una hora!
El joven de cabellos rubios se cambió el uniforme (Se fue de frente al ordenador) y buscó algo de ropa para salir. Tomó su mochila y le quitó los cuadernos de ese día solamente para quedarse con una libreta , su equipo de música y algunos lapiceros.
Cuando bajaba a toda prisa las escaleras, tuvo un resbalón a mitad de estas que lo hizo irse rodando por lo que quedaba de escaleras y cayendo al suelo de cara escuchándose un gran: “PLONC!” en toda la casa.
- ¡Ayyy! – dijo el rubio sobándose la cara.
- ¡MILO! ¿Qué estas haciendo ahí jugando? ¡Deberías estar estudiando! – le regaño su madre que estaba en la cocina.
- Mamá, tengo que salir a la biblioteca, me falta un libro... - dijo el rubio sobándose aún la cara con las dos manos y poniéndose de pie.
- ¡No, no saldrás! – le dijo desde la cocina.
- ¡Ayyyy! ¡Me acabo de caer y tú me regañas! – Decía fingiendo un sollozo - ¡Me duele todo mi cuerpo! ¡Me duele mucho! – se quejó el rubio exagerando su dolor.
- Milo, hijo, ¿Qué pasó? – dijo la madre preocupada mientras llegaba a la sala con prisa.
- Me acabo de caer... Yo solo quería... solo...no quería dar problemas... – decía Milo al borde del llanto siendo abrazado por su madre.
- ¡Ay hijito!, ve entonces, ¡Con cuidado siempre!
- ¡GRACIAS MAMÁ! – decía el rubio recuperado de repente y deshaciendo su abrazo mientras se iba corriendo a la puerta para salir.
- ¡¿EH?! ¡Este niño! – se quejó su madre - ¡Te quiero aquí antes de las 7, eh! – le recordó mientras negaba con la cabeza y se iba a la cocina.
Continuará...