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Mal estudiante por natsunoai

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Notas del capitulo:

Gracias por dejar review y perdón por la tardanzaa~~ 

IV



Baekhyun estaba aburrido, muy aburrido, y quería hacer las cosas más interesantes ése semestre, así que cuando entró al salón de historia y vio al profesor nuevo se le ocurrió una idea siniestra, pero extremadamente divertida. Eso sí, tomaría un tiempo, pero valdría la pena.


No es que odiara exactamente al Señor Park, sólo le molestaba un tanto que fuera tan joven y amable con todos, que nunca perdiera la paciencia y que todos sus compañeros comenzaran a prestarle más atención a un profesor que a él. Porque él sabía que en el fondo ése maestro era malo, era un pervertido que le gustaba mirar por debajo de la basta de la falda a sus compañeras, estaba totalmente seguro. Y él tenía que hacer algo al respecto por el bien de todos.


Y pensó, ¿por qué no?


El tipo no estaba nada de mal, era totalmente de su tipo, y sabía que más de una compañera de clase le entregaría su virginidad en segundos. Ridículas, pensaba. En momentos así se sentía a años luz de sus pares en la escuela que aún seguían hablando de sexo como un tabú mientras él hace siglos había pasado por esa etapa.


Le gustaban los tipos mayores, entre unos cinco años más que él, porque tenían más experiencia y no se andaban con juegos estúpidos. Y a ellos parecía no importarles que tuviera a penas quince recién cumplidos, o quizás ni lo sabían, a nadie le interesaba eso cuando estaban pasados de vodka y tequila, todos excepto Baekhyun porque él nunca bebía, era innecesario y le gustaba estar lúcido en todo momento.


Su madre tampoco le hacía problema cuando iba a una que otra fiesta porque la verdad no tenía idea de nada, su dulce hijo le pedía permiso para ir a dormir a la casa de tal amigo una semana y a la de otro otra, y ella confiaba en él porque era digno de hacerlo, no como sus hermanos.


Le gustaba alardear de ello en la escuela: de sus conquistas y de las mentiritas blancas a su madre, claro que no contaba con todos los que se había metido porque si lo hacía quedaría como un mentiroso o lo mirarían mal. Y eso, sumado con su habilidad para hacer bromas, su cara bonita y su simpatía con el resto del grupo —a pesar de que pensara que eran unos totales imbéciles algunas veces— lo convertían en un chico popular, osea que, todos le hacían caso de una forma u otra.


Así que aprovechó eso para fastidiar un poco al profesor de historia, no prestando atención a propósito en toda la lección, usando el móvil, no sacar su cuaderno, responder a sus preguntas con atrevimiento y desgano, y, de vez en cuando, haciendo preguntas estúpidas para molestarlo aún más. Esperaba que Chanyeol —como le gustaba llamarlo a escondidas— explotara de un día a otro y acabase con ese temperamento flemático, gritándole o enviándolo a la dirección para que sus compañeros lo detestaran, pero comenzó a darse cuenta de que eso nunca ocurriría.


—Oye, ¿no crees que el tipo de historia es un poco... Raro? —le comentó una vez durante el receso a su amigo, el único que le simpatizaba de verdad, Jongdae. Habían unos cuantos chicos más cerca, y le convenía que oyeran la conversación, así que habló un poco más fuerte de lo normal.


—No. Es simpático, ¿qué le encuentras?


—Nada, es sólo que me da mala espina. Además esa forma que tiene de explicar me molesta, no entiendo una mierda.


—Há, en eso tienes razón. Era más fácil con el profe de antes. —Siguieron discutiendo y otros más se unieron, encontrándole razón. Baekhyun triunfaba para sus adentros.





Cuando decidió ir por primera vez al reforzamiento de historia sabía que estarían los dos solos en el salón, todos sabían que nadie se quedaba. A los estudiantes aplicados estos días no les interesaba esa asignatura, preferían asistir a esa otra mierda de matemática o álgebra, y, mejor para Baekhyun, más Chanyeol sólo para él.


Lo tenía todo planeado. Sus notas insuficientes no eran por nada, quería que el mismo maestro lo citara o le llamara la atención, pero parecía no interesarle, así que cuando recibió el tercer insuficiente se le ocurrió la idea al mismo tiempo que se pasaba una mano por su cabello castaño. Era un buen plan.


Sabía que meterse con un profesor no sería fácil, así que trató de engatusarlo poniéndole atención  en el taller de historia, se le hacía fácil esa materia y no tuvo problema en responder las preguntas, se sacaba malas notas por puro gusto. Pero aún así no pensó que el tipo se hiciera tanto de rogar haciendo el papel de maestro intachable, por eso fue con el director a llorar para engañarlo también y que en el futuro estuviera a favor de él, e igualmente, para fastidiar un poco más a Chanyeol.


Lo de llorar también se le daba fácil, era una especie de talento innato y le había servido de mucho, especialmente para manipular. De ahí que no dudó en usarlo para alterar al profesor y evitar que se fuera, ya estaba, podía hacer lo que quisiera con él.


Ambos lo sabían.


Comprendía que podía ir y hacer que lo despidieran de inmediato al ir a contarle al director lo que recién habían hecho, o más bien, lo que el profesor lo había obligado a hacer, aún tenía su sabor en la boca, pero quería jugar un poco más. Estaba divertido.


Una semana después de coqueteos en clase y provocaciones indecentes, pudo distinguir a su profesor pasando las manos por su cabello como un fracasado al subirse a su auto en el estacionamiento de la escuela mientras él se iba a pie dándole ventaja. Pero Chanyeol se sentía mucho peor que fracasado, se sentía rodeado de mierda por todos lados con deseos de irse en dirección contraria y chocar su coche contra un árbol. Qué estaba haciendo, qué estaba haciendo con él ese niño.


Lo iba a recoger unas cuadras más allá para que nadie los viera irse juntos del colegio en su auto y después lo llevaría a su casa. Mal, todo mal, y lo peor era que no podía negar que le había gustado porque se había corrido en la boca de su alumno, pero no quería seguir con el juego. El único que saldría mal ahí sería él.


Baekhyun se subió al auto rápido, fijándose que nadie lo hubiese visto y trató de entablar una conversación por todo el camino, pero Chanyeol no estaba para esa mierda.


—¿Puedes... Callarte? Estoy tratando de conducir.


—Oh, mierda, le gusta mandar. Me agrada eso. —Prefirió callarse, así lo tenía todo bajo control hasta que llegaron al destino. Sabía de memoria donde vivía su profesor, también sabía que no convivía con nadie, así podrían estar solos. Lo había investigado un poco para tener bien organizado lo que haría.


Cuando el maestro cerró la puerta tras de sí con él adentro, comenzó a merodear, revisando el espacio, la decoración y todas esas cosas de la sala como si nada, con él siguiéndolo de atrás. Chanyeol sentía que tendría un ataque al corazón, que le saldría por la boca y que vomitaría encima, todo de una vez, porque tenía a un alumno que de seguro sufría de algún trastorno mental y que quería hacer cosas inmorales con él en su casa. En. Su. Casa. No podía lucir más depravado que eso.


En el momento en que el estudiante se cansó de husmear entre sus cosas dejó su mochila tranquilamente sobre un sofá y se quitó la chaqueta de su uniforme escolar, tirándola persuasivamente al piso.


—Escucha, no puedo... No podemos hacer esto, ¿entiendes? —Le habló Chanyeol cuando comenzó a acercarse a él.


—¿No podemos hacer qué? ¿qué quiere que hagamos? Dígalo. —Se acercó a él pasando las manos por su pecho y desatando su corbata. 


El profesor no contestó absolutamente nada, sería peor, y vio con más miedo que otra cosa su corbata caer al suelo. Y después su chaqueta, mientras no paraba de decir como un nuevo mantra "esto está mal, está mal, está mal".


—Relájese, no le diré a nadie si usted no le dice a nadie. No está mal, sé que es su fantasía hacerlo con un alumno.


Baekhyun lo tenía todo bajo su control. Lástima que Chanyeol no tenía nada de alcohol en su casa, o por lo menos no encontró, así podría haber hecho las cosas más interesantes. Lo empujó hasta un sofá donde se le sentó encima, divertido por su expresión de miedo y confusión y comenzó a besarlo, sin ser correspondido.


Chanyeol estaba comenzando a calentarse, y mientras la lengua de ese niño trataba de meterse entre sus labios, él intentaba pensar en otra cosa, lo que fuera, Napoleón, Alejandro Magno, incluso los sumerios le servían; pero no podía concentrarse en nada más que la pelvis de Baekhyun restregándose contra su erección. "A la mierda", alcanzó a murmurar entre los labios de su estudiante y besarlo de vuelta metiendo él la lengua esta vez en esa boca pequeña y sucia.


En ese momento, el estudiante se dio cuenta de que había ganado.  Tenía razón: su profesor era un pervertido.


Él mismo le arrancó los botones de la camisa del uniforme escolar para después quitarse la suya. El cuerpo del chico era frágil y menudo como si tuviera aún trece años, y contrastaba con el suyo que era ya el de todo un hombre, pero eso ya era un detalle, no podía arrepentirse porque creía haber llegado demasiado lejos desde el momento que le permitió poner un pie en la casa.


—Vamos a su cama, señor Park. —Demandó jadeando con las manos sumergidas entre los pantalones de su maestro. ¿Por qué lo tenía que llamar "señor Park" justo ahora? lo hacía sentir aún más degenerado. Pero secretamente le ponía. Chanyeol ya ni sabía qué tenía en la mente ni qué pensar, perdiéndose en su propia inmoralidad. Así que lo llevó sujetándolo por los muslos enrollados en su cintura desnuda hasta su dormitorio.




V



—Estuvo asombroso, me encantó-


—Tienes que irte. Ahora.


Chanyeol hablaba con la vista pegada al techo interrumpiendo. Aún había olor a sexo en la habitación y tenía pegado como larva a su estudiante, en su cama, bajo sus sábanas y sin nada de ropa. Mal. Todo mal. Era como si minutos antes una especie de fuerza maligna lo hubiese arrastrado, se hubiese hecho dueña de su cuerpo y de su voluntad y de alguna forma u otra lo hubiese obligado a acostarse con ése niño y, para más remate, a disfrutarlo.


Pero ahora esa sensación de querer vomitar sintiéndose culpable había vuelto con ganas, preguntándose qué había hecho y por qué. Baekhyun no le contestó nada, sólo sonrió igual de astuto como siempre y buscó entre los bolsillos de sus pantalones —que estaban tirados en la entrada del dormitorio— hasta encontrar su móvil. Lo oyó maldecir por lo bajo para luego marcar, y al momento de hablar su voz dio un giro en 180°, dulce y amoroso, como si fuera un niño bueno.


—Mamá, te dije que me quedaría después de clase a estudiar historia. Sí, sé que es tarde, sí, ya voy. —Colgó y se volvió hacia Chanyeol, de vuelta a su tono de voz nada angelical: —Tiene que llevarme a casa, ahora.


No había caso en discutir con él, siempre salía con una excusa o con ir a delatar lo que habían hecho con alguien, su madre, el director, la policía, el psicólogo fraudulento de la escuela, daba lo mismo. De todas formas él sería el más —por no decir el único— perjudicado. Así que volvió a subirlo a su coche siguiendo las indicaciones que le daba hasta dar con su domicilio. 


Se detuvo un par de cuadras antes a la vuelta de la esquina para que nadie los viera o sospechara, y se impacientó aún más cuando veía que Baekhyun no quería bajarse. Mierda. Había comenzado a lagrimear y como lo actuaba tan bien no sabía si era otro truco o de verdad algo le ocurría.


—¿Qué te pasa ahora?


—Es que, sé que está mal lo que hicimos, que usted va a salir mal si alguien se entera y que no deberíamos pero... Estoy enamorado de usted.


Chanyeol sentía una sirena de policía encenderse en su cerebro que sonaba como "mal, mal, mal, mal, esto está mal". No se lo esperaba.


—Byun, digo, Baekhyun, escucha: tienes razón. Lo que pasó, lo que te hice fue terrible, está mal, es un crimen y no pasará otra vez, ¿está bien? Y no puedes estar enamorado de mí, soy tu profesor y-


—Es que aún me siento culpable, y más aún si está tan mal. Si es tan terrible quizás debería contarle al director o a mamá porque me siento horrible y no puedo... —Comenzó a llorar más fuerte, acercándose a su profesor en busca de contención y éste le dio un abrazo un tanto desabrido porque aún estaba en estado de shock, del que sólo salió para decir:


—No le puedes contar a nadie nada. A nadie. —Chanyeol de verdad tenía miedo, y culpa, y rabia, incluso un poco de pena por sí mismo. Baekhyun prometió no decir nada, aunque no prometió dejar de llorar porque según él no podía hacerlo, se sentía demasiado mal. Aún así limpió sus lágrimas lo más que pudo antes de poner una mano en la manilla para abrir la puerta del coche y decir "No le diré a nadie, lo amo". 


Era increíble.


No lo amaba. Eran puras mentiras. Más tarde se enteraría de que, en verdad, no amaba a nadie.




VI





—Profesor, ¿puedo ir al baño? —Baekhyun se acercó hasta su escritorio mientras él revisaba los cuadernos de toda la clase por una actividad. Asintió sin tratar de hacerlo más notorio porque sabía lo que venía, justo estaba poniendo ticks en su cuaderno cuando leyó la nota con lápiz grafito "en el baño de profesores de siempre en cinco".


Dos semanas. Llevaba dos semanas acostándose con su estudiante a escondidas. No sabía cómo detenerlo,  (comenzaba a no querer detenerlo). Cayó redondo en la trampa del chico enamorado y creía que a este punto de verdad no diría nada, claro que aún seguía extorsionándolo a veces con contarle a alguien si le llamaba la atención en clase o no lo dejaba tranquilo, porque seguía siendo igual de mal estudiante en su clase.


 Pero con menos frecuencia, y a menudo faltaba a sus clases —Chanyeol aún no entendía la razón—, además de mantener sus notas al límite para aprobar. 


Cinco minutos después de que su estudiante salió, él puso un documental de las consecuencias de la segunda guerra mundial en el proyector y se excusó con que debía ir a atender algo urgente con el Director, saliendo apresurado del salón de historia. 


Habían tres baños para profesores repartidos por la escuela, uno estaba cerca de la sala de profesores, otro junto a la biblioteca y el último al lado del salón clausurado de química. Ese raramente era usado, porque ésa parte de la escuela estaba desierta y tendrían que recorrer todo el colegio sólo para ir allí. Era un lugar perfecto para un profesor y un estudiante, asumieron ambos.


Hace una semana, dándose cuenta de que Baekhyun no podía pasar tanto tiempo visitando la casa de un maestro sin ser visto, habían comenzado a usar ese lugar entre las clases. El alumno parecía ser mucho más astuto que el mismo Chanyeol en ese tipo de cosas, así que él siempre hacía los planes.


—Lo siento si demoré, es que la...


Baekhyun no quería seguir oyéndolo, ya era suficiente escuchar su voz en clase, así que lo calló cerrando la puerta con seguro tras de sí y metiendo la lengua de inmediato en su boca, al mismo tiempo en que buscaba cómo quitarle el cinturón, manoseando con sus manos hábiles y quinceañeras.


—¿Cuánto tiempo tenemos? —Le preguntó mientras se deshacía de sus propios pantalones. Hablaba musitando, lo que le daba a la escena un aire ilícito, nadie los podía oír.


—Quince minutos, máximo, si no van a... Ah. —Chanyeol se detuvo a la mitad de su frase soltando un jadeo involuntario, porque Baekhyun otra vez quería que se callara, así que comenzó a usar las manos en algo más útil ubicándolas en su entrepierna. 


Tenían que ser rápidos.


En cosa de minutos, el pequeño cuarto de baño, limpio y con aroma a lima limón en las esquinas olía a sudor y sexo acompañado de los melodiosos gemidos de Baekhyun, a menudo acallados por una mano de Chanyeol en su boca, "sé más silencioso, Byun", demandaba embistiéndolo una y otra vez contra el frágil lavabo de cerámica blanca, que se tambaleaba un poco tras cada empuje. 


Baekhyun tenía que admitir que este era el juego más excitante y caliente que nunca antes había probado, porque nunca antes había involucrado hacerlo con un profesor tan inexplicablemente bueno en ello. Se estaba divirtiendo demasiado.

 

"Es un profesor tan sucio... Nghh..." Jadeaba apoyándose en la cerámica diciendo obscenidades en susurros que ponían más caliente a Chanyeol. Estaba tan mal, pero a esas alturas ya nada importaba, sólo ir más fuerte.

 

 

 

Vieron el condón usado irse por el inodoro mientras volvían a arreglarse la ropa y peinarse el cabello como les alcanzase, hasta que Baekhyun estuvo listo y se marchó primero oliendo a una mezcla entre sexo-limón, pero pasaría desapercibido entre sus compañeros porque no tenían idea de esas cosas. 

 

 

—¿Dónde estabas? Te fuiste como por media hora. —Exageró Jongdae cuando lo vio de vuelta en su pupitre.

 

—Me quedé conversando con una amiga de tercero. —Respondió calmado. —Me aburre millones esta clase y... Hey, ¿dónde está el Señor Park?

 

—Salió hace un rato y nos dejó viendo este vídeo aburridísimo, no creo que vuelva, parecía algo urgente. —Ni siquiera sospechó un indicio de mentira en el tono de Baekhyun.

 

—Oh, ya lo creo. 

 

 

Sí que era urgente. Y mientras su clase y su perdición jugaban a tirarse cosas en el aire y a espiar en el libro de clases que estúpidamente dejó, él trataba de no volverse loco. Cada vez que lo hacía con su alumno después sentía que se desvanecía un poco de su integridad, de su ética. Seguía con la sensación de que alguien lo descubriría, lo echarían, lo odiarían, y Baekhyun continuaría con su vida de estudiante —lo más probable en otra escuela— pero podría hacerlo como alguien normal al mismo tiempo en que él se pudría sin poder trabajar de profesor nunca más.

 

Seguía estando mal, a pesar de todo, seguía estando mal.

 

Salió del baño después de mirar tres veces por si había dejado algún rastro de algo que lo inculpara y sí se dirigió a la oficina del Director Kim. 

 

Presentaría su renuncia antes de perder la cabeza, o de perderlo todo.

Notas finales:

<3~ gracias por leer ~


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