Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mal estudiante por natsunoai

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Lo siento mucho por no actualizar nunca más, pero acá está la parte final. Gracias por sus reviews! Como no escribía esta historia hace meses, quizás se me fueron algunos detalles o la escencia, espero que no se lea muy descuadrado:( y quizás haya uno que otro error de tipeo, tengo computadora nueva y aún  no me acostumbro:c

 

Capítulo dedicado a la hermosa Voneth por incitarme a que lo terminara! (espero no decepcionarte<3)

VII


—Renuncié.


Baekhyun sintió una especie de perforación en el estómago junto con una vocecita en su cabeza que decía que la diversión se había acabado. ¿Por qué renunciar, por qué ahora? Justo que estaba considerando dejarlo todo bien y no perjudicar a nadie.


Estaban en el auto de Chanyeol, saliendo de su casa para dejar a su estudiante en la suya. Tenía que decirle, pensaba que era lo más justo. 


—¿Por qué?


—Por ti. Lo siento, pero no puedo seguir haciendo esto, está demasiado mal y quizás... Quizás si ya no soy tu profesor no se sentirá tan inmoral —Hizo una pausa, esperando una respuesta, pero Baekhyun estaba inmóvil con cara de funeral, secretamente tratando de sacar sus lágrimas falsas-verdaderas. Continuó: —Tengo un mes más en el colegio y después me iré, ya estoy buscando otras escuelas.


—Pero... Nadie te va a recibir si estamos a mitad del año. Piénsalo mejor, no vas a encontrar trabajo y, podemos ser más cuidadosos, podemos— Hablaba con las ansiadas lágrimas cayendo por sus mejillas, haciendo que su profesor apretara los labios sintiéndose ¿culpable?


—No, Baekhyun. Ya firmé los papeles, me voy en un mes y no hay vuelta atrás. Encontraré trabajo en otro lado, se necesitan muchos maestros suplentes por ahí, no te preocupes por eso.


—No, no te puedes ir. No me dejes, no seas cruel —Baekhyun trataba de recordar esas escenas de telenovela donde la chica lloraba y hacía un escándalo, pero sentía que estaba sonando más falso de lo normal. No sabía qué decir, simplemente Chanyeol no se podía ir.


No es que le gustara, ni que lo quisiera, más bien, se había acostumbrado bastante al juego de tener sexo en clases con él. Era demasiado divertido. Y él era un buen jugador y un muy mal estudiante.


Chanyeol condujo en silencio tratando de no oír los sollozos de su estudiante en el asiento del copiloto que —honestamente— le rompían el corazón. Baekhyun se veía tan vulnerable así, y había parecido olvidar todo el chantaje y extorsión con que empezó su especie de relación. En ese momento era algo más que eso, se había encariñado con él.


—Baekhyun, no es tu culpa. No llores más, por favor —Habló cuando quedaban unas pocas cuadras para llegar a su casa.


—Sí es... —Respondió entre lágrimas con la respiración agitada— Siempre lo arruino todo, nunca debí haberme metido contigo, fue tonto pero no podía dejar de pensar en ti y... ¡No te vayas!


El profesor aparcó el coche en la misma esquina de siempre, a la vuelta de la casa de su alumno, y desabrochó el cinturón de seguridad de ambos para poder abrazar al mar de lágrimas en que se había convertido Baekhyun. Como maestro, a veces tuvo que consolar estudiantes —la mayoría chicas— que rompían a llorar en medio de la clase por cualquier cosa, pero en esos casos sólo se limitaba a darles un pañuelo, unas dos o tres palabras de consuelo y enviarlas al baño para que se calmaran. Nunca tocarlas, ni siquiera rozarlas. Era anti-ético, se vería extraño y pensarían mal.


Sin embargo, con su mal estudiante era diferente. Él se fundió en su abrazo con aprensión, derramando sus lágrimas en su ropa. Tan lindo, tan frágil, pensaba Chanyeol. Tan ingenuo, tan fácil, pensaba Baekhyun. Al momento de separarse, comenzaron a besarse deliberadamente dentro del auto, como si fuera la última vez que iban a hacerlo, gracias a dios que tenía vidrios polarizados. 


—Eres un tonto por renunciar —Afirmó de manera juguetona al separarse. Aún tenía los ojos hinchados por las lágrimas, pero por lo menos sonreía un poco.


Su profesor no le respondió nada, sólo le sonrió de vuelta y pasó una mano por su cabello. Supuso que lo entendería al pasar un tiempo, después de todo, era sólo un niño de quince.


Cuando Baekhyun se bajó del coche y llegó a casa a paso rápido, aún tenía los labios hinchados y los ojos decaídos, su madre lo notó al instante.


—¿Estuviste llorando?


—No...— Respondió rápido subiendo a su habitación.


—¿De verdad? Si pasa algo en la escuela puedes contarme... —Le decía fuerte aún desde el primer piso, pero dejó de hacerlo al sentir el portazo en su dormitorio.


Algo le pasaba a su hijo. Había estado actuando raro hace un tiempo, quizás debería revisar sus cosas por si ocultaba algo o ir a hablar con alguno de sus profesores en la escuela, porque era obvio que él no le iba a contar nada.

 




VIII





—Señor Park, ¿de verdad renunció? —Preguntó Joy, una de las compañeras de clase de Baekhyun interrumpiendo la lección, haciendo que el ambiente se tensara porque todos eran unos chismosos y querían saber.

 

Chanyeol dejó de escribir en la pizarra blanca y se volvió a la clase sin tapar el marcador, como si no fuese algo importante, pero no pudo evitar mirar a Baekhyun de reojo, que estaba viendo la escena con cara de cachorro, tan lindo

 

—Sí. Me voy en dos semanas.

 

—¿Y por qué? ¿la clase le causó muchos problemas, nos portamos muy mal? —Siguió interrogándolo. Sí, me causó varios problemas, tanto que terminé enamorado de un estudiante que antes detestaba y no puedo dejar de pensar en su cara cuando le meto la...

 

—No, son problemas mayores —Le respondió en verdad, volviendo a escribir. 

 

Momentos después, Junmyeon se asomó al salón.

 

—Buenos días, niños —saludó a la clase, y después cambió su tono a uno más de urgencia al dirigirse al profesor —Señor Park, necesito verlo en mi oficina. 

 

Baekhyun, como se sentaba del lado de la ventana, se asomó un poco a curiosear —todos sus compañeros estaban haciendo lo mismo, así que no se vería extraño—.

 

—Oye, ¿no es esa tu mamá? —Le preguntó Jongdae, que también se había dado cuenta. Él asintió.

 

Afuera, el Director le hablaba a Chanyeol, que tampoco entendía nada.

 

—Hay una apoderada que quiere hablar contigo, es la mamá de Byun Baekhyun —no, mierda, no— supongo que ella te explicará. Me dijo que tenía que ser ahora, pero no demores mucho, tienes que volver a hacer la clase.

 

No hay evidencia de nada, no hay evidencia de nada, no hay evidencia de nada, se repetían Baekhyun y Chanyeol al mismo tiempo sin saberlo, porque ambos se estaban muriendo de nervios. No tenía que terminar así, su mamá no lo podía arruinar tan pronto, todo tenía que salir como él lo planeaba.

 

El profesor saludó a la madre del chico que se follaba tratando de ser lo más natural posible, pero ella lo miraba seria y eso lo hizo impacientarse más. La invitó a pasar a la oficina de atención de apoderados y no sabía qué demonios decirle.

 

—Vine a hablarle de Baekhyun —comenzó ella—. Estoy muy preocupada por él, y quizás usted sabe por qué.

 

—¿Ba-Baekhyun? —Chanyeol tartamudeó estúpidamente al mencionarlo, tratando de reponerse, pero no era tan buen actor como él— ¿qué pasa con Byun?

 

—¿Usted es el que hace esa clase en la tarde de historia, cierto? —asintió, mierda, ahora venía lo peor— ¿Y mi hijo de verdad se queda? Porque últimamente se excusa con eso para llegar tarde a casa algunos días, pero la mayoría del tiempo llega con los ojos hinchados y... Con los labios también.

 

—Oh... —Chanyeol se había quedado en blanco— Bueno, él sí se queda y no sé por qué...

 

—Pero, ¿qué hacen en esa clase, de qué hablan? 

 

—Estudiamos y repasamos los contenidos de...

 

—Porque mi hijo no es de esos que anda de novio con alguien a escondidas, él es en verdad un muy buen niño, pero de un tiempo hasta acá ha estado tan raro, y todo desde que comenzó a ir a esa clasecita suya —Ya estaba. Sospechaba de él. —¿Qué edad tiene usted, profesor?

 

—Veinticinco. Y, mire, señora Byun, no sé qué está tratando de decirme pero Byun trabaja bastante bien en las clases de reforzamiento —trabajaba bien moviéndose arriba y abajo sobre él— y se está esforzando mucho en...

 

—Pero entonces, ¿por qué tiene calificaciones tan bajas en su asignatura? Él es muy buen estudiante, ¿sabe? y se me hace muy extraño todo esto.

 

Baekhyun le tenía tan bien lavado el cerebro a su madre que ella ni sospechaba de todas las fechorías que hacía a sus espaldas. Buen niño, buen estudiante ¡una mierda! Chanyeol quería patearse a sí mismo en el estómago porque se moría de ganas de decirle que su hijo no era el ángel que creía y al mismo tiempo quería salir corriendo.

 

—¿Qué me está tratando de decir?

 

—¿Está tratando de aprovecharse de Baekhyun? 

 

No, Baekhyun estaba aprovechándose de él, que era muy distinto.

 

—¿Qué? ¡No! —El profesor fingía indignación, aunque por dentro estaba derritiéndose de nervios— Disculpe, señora, pero me parece que esto es una falta de respeto. No tengo idea de qué hace su hijo cuando termina mi clase, soy sólo su maestro, nada más.

 

—Dísculpeme usted a mí, pero tengo derecho a sospechar de alguien como usted —Ambos estaban sobresaltados y comenzaban a subir la voz, en especial ella— El Director me dijo que era nuevo, y vaya a saber quién por qué se cambió a esta escuela, ¿está casado, tiene novia, lo despidieron?

 

Qué madre que se gastaba su estudiante. Chanyeol estaba a punto de explotar de enfado.

 

—No tiene por qué saber mi estado civil. No viene al caso. Tampoco tendría que saber las razones de por qué estoy aquí hoy...

 

—Recuerde que mi hijo tiene sólo quince años —continuaba interrumpiéndolo— e iré a hablar con el Director acerca de esto, espero que lo saquen de esta escuela.

 

No, con Junmyeon no, rogaba. Sin pensarlo, guiado por su propia rabia, le dijo: —No tendrá que hacerlo, me voy de aquí en un par de semanas.

 

Pero aún así, ella lo hizo. 

 

 

 

XIX.

 

 

—¿Cuánto nos queda? —Le preguntó Baekhyun sobre la mesa, después de haberlo hecho ahí, en la casa del profesor. Estaba terminando de ponerse de vuelta su uniforme escolar mientras Chanyeol lo observaba —ya vestido— desde el sofá.

 

—El jueves es mi último día— Era lunes, y no se suponía que deberían estar ahí. El estudiante no tenía ninguna excusa que decirle a su madre, pero qué importaba, quedaban sólo tres días. —Y creo que ya deberías irte, se van a preocupar en tu casa.

 

Baekhyun se bajó de la mesa con la camisa a medio abotonar y la corbata en la mano, sentándose sobre Chanyeol para que lo ayudara con eso mientras lo besaba en la boca.

 

—Si me desviste, tiene que ayudar a vestirme después, Señor Park —Le habló como lo hacía en clase, sabiendo que eso le ponía. Él comenzó a abotonar torpemente el uniforme escolar, tentándose a besar su cuello, escuchando la respiración agitada de su alumno mientras sus delicadas manos volvían a despeinar su cabello. Se detuvo antes de dejar alguna marca de sugilación en ése blanco y perfecto cuello, quedándose con las ganas de marcarlo —. Mi mamá sí que la jodió, ¿no es así? —Le preguntó cuando dejó de sentir su contacto.

 

—Bueno, no es que esté muy bien lo que estamos haciendo, creo que está en su derecho.

 

—Es una boba. El otro día, cuando llegué a casa y subí a mi cuarto, fue a interrogarme, es tan ridícula, como si le fuera a decir algo.


—¿Ya no te sientes culpable como antes? ¿Ya no te dan ganas de ir a contarle a ella o al Director? —Le preguntó pasando la corbata alrededor de su cuello, comenzando a hacer delicadamente el nudo.


Vaciló un tanto antes de responder, bajando la mirada: —A veces me siento culpable, pero no quiero que te pase nada más por mi culpa, con que renunciaras es suficiente.


Por primera vez, Baekhyun de verdad tuvo ganas auténticas de llorar, pero se las tragó. No era el momento, además, ¿qué era eso, de verdad sentía algo por él?


—Si nos tardamos más, más sospechará de mi tu madre.


—Eso no tiene sentido —Afirmó acomodándose la corbata.


—¿Por qué?


—Porque le daría más razones para pensar que tengo que ver algo contigo. Si coincidentemente empiezo a volver a casa justo después de que ella haya ido a hablar contigo y todo eso, pensará que te asustaste o qué se yo, y que dejamos de vernos. Pero si sigo llegando tarde con mis excusas baratas dejará de sospechar. 


Niño del demonio y su razonamiento. En cierto modo, estaba acertado, pero de todas formas fue a dejarlo a su casa temprano. Antes de bajarse del coche no pudieron evitar agarrarse a besos, y Baekhyun se aprovechó metiendo la mano entre el pantalón de su profesor, dejándolo —como siempre— con las ganas.


Chanyeol lo vio alejarse con su mochila en la espalda, preguntándose qué pasaría cuando él se fuera, ¿lo seguiría viendo? ¿querría saber algo de él? porque él definitivamente sí quería.


Pero Baekhyun tenía otros planes.

 




XX




Como la madre de Baekhyun se había asegurado de hablar con el Director Kim, ahora él andaba más o menos pendiente de las movidas del profesor de historia, y más aún de su alumno. No creía que Chanyeol abusara de él o algo así, lo veía demasiado buen maestro para eso, sino que se figuraba que la señora Byun era un tanto paranoica, pero los apoderados siempre tenían la razón, así que se mantenía atento a cualquier cosa.

 

Sin embargo, ése miércoles era el último día de reforzamiento del profesor,  después no se tendría que preocupar nunca más por ello, además, el estudiante le había pedido algo importante.

 

 

 

"GUERRA FRÍA", escribió en la pizarra blanca por si alguien entraba de la nada y por lo menos fingieran que estaban estudiando. Baekhyun sabía que ésa sería la última vez, así que quería hacer cualquier cosa menos hablar de cómo los países se tiraban mierda unos con otros, tendría al profesor que suplantaría a Chanyeol el resto del año para eso (esperaba que no fuera igual de caliente, porque ésa sería su perdición). En cambio, tenía otros planes.

 

—Chanyeol, ¿te acuerdas lo que yo quería hacer aquí? —Le preguntó juguetonamente sobre el escritorio mientras él descansaba sobre su silla.

 

—No... —Respondió haciéndose el tonto, no quería arruinarlo todo el último día.

 

—Sí te acuerdas, no eres un buen mentiroso.

 

—No vamos a hacer lo que estás... —se detuvo al sentir una hábil mano quinceañera bajar el cierre de su pantalón, invadiéndolo, tocándolo —Baekhyun, no.


—Es nuestra última vez así, no pasará nada. En todo este tiempo, ¿cuándo ha venido alguien de improviso? No puede ser justo hoy.


—Siempre hay una primera vez.


—Pero esta es nuestra última.


Su estudiante comenzó a besarlo con ganas mientras Chanyeol se debatía si corresponderlo allí o no, pero Baekhyun tenía una especie de efecto sobre él que lo poseía, quizás porque estaba prohibido, quizás porque estaba enamorado o quizás por ambas. No pudo negarse, y no demoró en enredar los dedos en su cabello suave, besándolo tan desenfrenadamente que a veces era inevitable no morder sus labios.


Todo iba acorde al plan pero, ¿por qué Baekhyun se estaba arrepintiendo?


Existía una razón para esas ganas de tener sexo en el escritorio, y también había un por qué acerca de él saltándose las clases de historia. Todo iba perfecto, lo único que no había previsto fue su madre hablando con media escuela, pero eso  le favoreció más que perjudicarlo.


—Estudiante de primero —lo llamaba algún inspector cuando lo pillaba merodeando mientras debería estar en su clase de historia— ¿por qué está saltándose la clase? Tiene que ir a la oficina del Director, acompáñeme.


Entonces, como Junmyeon era un buen director de corazón, se quedaba charlando con el estudiante mientras bebían té.


—¿Y por qué no quieres entrar a Historia? Creí que querías subir tus notas...


—Por favor no le diga a mi mamá que me salto la clase —dijo con tono de voz angelical y lastimero—, es sólo que... No me agrada mucho el Señor Park.


—Oh, ¿y eso por qué? Pensé que te agradaba, como te quedas a sus clases en la tarde.


—Eso lo hago para ponerme al día en su clase y... No sé, simplemente no me agrada.


Después cambiaban el tema, Junmyeon podía notar la incomodidad del alumno al hablar de ello, así que prefería quedarse charlando de cualquier otra cosa, sintiéndose el mejor Director del mundo. Baekhyun hacía eso para que, en el momento adecuado, se ataran todos los cabos sueltos y él salir absuelto. Era en verdad un hijo de puta.


Tanto así que, ése día sería el momento adecuado. Antes de entrar al reforzamiento con Chanyeol, había pasado a la oficina de Junmyeon a pedirle que se asomara por el salón de historia a cierta hora para "mostrarle algo", antes de que el profesor abandonara la escuela definitivamente. 


Ése algo era a Chanyeol metiéndosela contra el escritorio.


Baekhyun comenzaba a arrepentirse, y a cada segundo que pasaba miraba la hora en el reloj que estaba al fondo de la sala, esperando que todo terminara antes de la hora acordada y quedarse con la sensación de que su plan no funcionó y ya. En cierta forma, no quería arruinarle la vida a un tipo como su maestro. En el tiempo que habían pasado juntos descubrió que no era un tipo tan malo, pero al mismo tiempo quería seguir jugando hasta el final.


Se sentía tan bien percibir la respiración de Chanyeol en su oído mientras lo tomaba del cabello... Le hubiese gustado no estar tan impaciente para poder disfrutarlo, por última vez, su aroma, su esencia, su voz, su tacto. 


Un "te amo" se asomó de los labios del profesor como un susurro, no tenía idea por qué lo había dicho, pero no podía estar tan mal si supuestamente su estudiante estaba enamorado de él y era él quien no lo correspondía. Entonces, Baekhyun supo que estaba todo mal, desde el principio.


—Chanyeol, detente —Le pidió comenzando a sollozar.


—¿Qué pasa? Baekhyun, ¿estás llorando?


—Sólo detente y vistámonos —Rogó afligido, más fuerte de lo que hubiese querido, aunque él era el que sólo llevaba su camisa desabotonada, Chanyeol estaba mucho más vestido que él—, por favor...

 

No alcanzó a salirse del cuerpo liviano de su estudiante cuando el mismo Director irrumpió sin previo aviso en el salón, estupefacto. Estaba dispuesto a tocar la puerta, pero al oír los sollozos de Baekhyun se contuvo, escuchando, hasta que no aguantó más. Si aquello era lo que él creía que era, tenía que parar. Y sí que lo era.

 

—Oh Dios mío, Park Chanyeol, ¿qué le estás haciendo a ese estudiante? —La imagen era tan chocante que Junmyeon no quería ni mirar. Baekhyun a este punto no podía parar de llorar, apenado, avergonzado y frustrado. 

 

Sintió a Chanyeol separarse rápido de él e intentar dar una explicación, sin embargo, no la había. Como él no hacía otra cosa que llorar y tratar de vestirse, sintió sus manos en su hombro para ofrecerle algún tipo de consuelo, pero el Director no lo permitió:

 

—No te atrevas a ponerle la mano encima a este alumno —Se puso entre medio de ambos, llevándose a Baekhyun a su lado —. Baekhyun, ya, tranquilo. Todo va a estar bien, ¿si?

 

—Junmyeon, no es lo que parece... —Chanyeol intentaba hilar una oración coherente pero todo estaba ocurriendo demasiado rápido. Su estudiante amado se iba, su vida se acababa y se venía el odio de todos. No podía ser.

 

—Señor Kim para ti —espetó—. Ahora por favor sal y espérame en mi oficina.

 

El profesor, aún acomodando frenéticamente su cabello y pantalones, salió con frustración de su salón, sin tener la oportunidad de ver a Baekhyun, porque éste seguía hecho un mar de sollozos ahora cubiertos bajo el alero del Director.

 

—¿Estás bien? —le habló cuando estuvieron solos— Vamos a llamar a tus padres, ¿si? ¿Te hizo mucho daño?

 

—Por favor no le diga a mis padres, no quiero que... Yo no quería... —Baekhyun por primera vez no quería andarse con cuentos de ser niño bueno, pero estaba logrando justo lo contrario: lucía vulnerable y frágil así a los ojos de cualquiera.

 

No supo cuándo ni cómo, pero de un momento a otro llegó su madre, la policía y un montón de gente más que había salido de la nada. Él sólo temblaba de susto y pena por Chanyeol en la recepción de la escuela con una taza de chocolate caliente en las manos que la secretaria amablemente le había preparado mientras intentaba calmarlo. Como Junmyeon nunca había lidiado con un caso así no tenía idea de qué hacer, y sólo se limitó a eso mientras él retenía al profesor en su oficina.

 

—Debí haberlo sabido... El pobre chico pedía ayuda a gritos y yo lo ignoraba, ¿cómo pudiste, Chanyeol, cómo se te pasó por la mente que...? Le arruinaste la vida a un estudiante. 

 

—Yo... De verdad, esto se nos salió de las manos, pero te puedo asegurar que era consensuado, yo no le hacía nada que...

 

—Guarda eso para después. Consensuado, claro, ¿ahora quieres que eche a Byun de la escuela y le arruine la vida escolar por tu causa también?

 

—No, lo siento. De verdad lo siento —. Chanyeol quería llorar, desaparecer y morir al mismo tiempo. Tenía razón, si Baekhyun decía que la relación era consciente lo expulsarían del colegio a mitad de año y lo más probable sería que lo perdiera.

 

Afuera, el mal estudiante arrepentido trataba de contar la historia tal cual fue acompañado de su madre y de un par de detectives, pero nadie parecía creerle. Lucía demasiado indefenso y angustiado.

 

—¿Estás seguro que tu maestro no te obligó a decir esta historia? Puedes contarnos, estás a salvo ahora.

 

Baekhyun sólo pudo llorar en los brazos de mamá. Su estrategia había funcionado a la perfección pero ¿por qué no estaba feliz? 

 

—Es mentira. Todo lo que les está diciendo es mentira —se asomó Chanyeol desde la oficina, adivinando que les estaría contando la historia verdadera. Aún confiaba en él, y no sospechaba que lo tenía todo planeado. Nunca se enteraría. —Me aproveché de él y... De verdad lo siento.

 

Ambos lloraban. La madre, histérica, pidiendo que se llevaran lejos de su hijo a aquel pervertido mientras él rogaba para sus adentros, Chanyeol di la verdad, pero nunca lo hizo. El juego se había vuelto en su contra, el enamorado se enamoró, y el no enamorado también, olvidándose de la ética, de la moral, de la extorsión y sólo concentrándose en el otro.

 

Se miraron a los ojos por última vez entre la multitud. Él trataba de decir lo siento con la mirada, sin embargo, Chanyeol se iba tranquilo. Después de todo, nunca debió siquiera tocarlo.

 

Porque existía el peligro de querer a un mal estudiante que nunca quiso, enamorarlo y hacerlo perder en su juego favorito cuando estaba a punto de ganarlo: por primera vez, Baekhyun había hecho algo por amor.

 

Notas finales:

Gracias por llegar hasta acá! ;_; (no lo leí antes de publicarlo porque quería hacerlo ahora ya, disculpen si en algunas partes se lee medio extraño) <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).