Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Acosador por accidente por ElleLover

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

seguimos con: chan chan!!! ;D el acosador por accidente...

Hiro y Hiroshi y Takumi, + Shinji, el acosadooooor bonito catalizador de cosas... jajaja

Cuando Hiro miró a ese hombre que tenía en frente no se lo podía ni creer. Se quitó la gorra y las gafas, a pesar de que el sol le cegó.

—¿Takumi?

El hombre estaba serio, como siempre. Pero parecía vestir distinto y un tipo de andar diferente. Su primo ya no parecía mirarle con la mirada de enamorado que solía tener; ahora le miraba con resentimiento.

—Vaya, creía que estarías medio ciego… y que verte me haría volverme para pensar que había sido una mala idea, pero… te veo muy bien. ¿Qué tal?

El albino rió.

—De algún modo sabía que serías tú el que vendría antes. Siempre eres muy protector. ¿Estás saliendo con…?

—Sí. Pero tenemos una relación abierta, no me importa si te ve y se desenamora de ti de una jodida vez. ¿Sigues mintiendo a todo el mundo? ¿Siendo un egocéntrico de mierda?

El albino volvió a poner las gafas. Ni siquiera le saludó. Se volvió a su trabajo.

—¿Solo vienes para reírte de mí? Si quieres que vaya, iré… Pero esta vez me lo quedaré solo para mí. ¿Eso es lo que quieres?

—No lo conoces… simplemente tuvisteis un momento en el que ambos estabais… conectados. No se parece a ti en absoluto. No eres su tipo…

Le sonrió. Había crecido mucho. Estaba demasiado sexy, pensó Takumi. Harían la pareja perfecta, estaba muriéndose de celos y envidia. El joven cogió un papel y apuntó su número de teléfono. Cuando se acercó para dárselo sus dedos se tocaron, pero Takumi seguía impasible.

—Vaya, ahora sí que no te reconozco… ¿es que solo te gustaba siendo un niñato?

—Creía poder salvarte… pero eres un monstruo solitario. Hiroshi es diferente a ti… Ha sufrido y se preocupa por los otros. Se fue al África y… bueno, ya lo verás.

El albino rió.

—Pues puede que pida a gritos un cambio…

El hombre le miró, con un ceño fruncido. En la distancia, un chico había escapado del instituto para seguir a su sempai.. “¿¡Quién es este tipo?!”. Era demasiado… guapo. De repente, se interesó demasiado por ese ser. Otra vez, esa “sensación” tan parecida…

—Tengo que saber dónde vive…

Vio su coche, con la matrícula. “Tokio…”. ¿Sería ese la persona de la que estaba enamorada? No. Su senpai parecía enfadado. Era el primo.

—Tengo que ir a Tokio…

******

3 meses después. Verano.

—Eh, eh, ¡¡Shinji!! Jajajaj… deja un poco para mí…

Habían ido de acampada. Sus amigos se habían ido. Todo el mundo se había sorprendido del gran cambio que había hecho Shinji. Sacando, matrículas de honor y siendo el primer de Japón. Quería ir a Tokio y ser médico.

—Quién lo diría… Shinji, ¿en verdad, no te atraen las mujeres?

La chica se acercó a él, pero le rechazó. Entonces, por casualidad, se encontró a ese albino. Se había acabado separando de él. Pero estaba tan “cansado” de todo, que se hizo el borracho.

—¡¡Ei!! ¿Te acuerdas de mí!?

El tipo parecía un poco contento. De su tienda acababa de salir un tipo, con el que supuestamente acababan de hacerlo. Él se despidió, como si nada. El peliblanco lo agarró por a espalda.

—Hombre, pero si eres Shinji, el “acosador”. ¿Te has echado novio, ya? A lo mejor has sentado la cabeza. Tu padre ya me dice que desde que me conociste has hecho un cambio drástico en la escuela. ¿Médico? Uaala… jajaja quién lo diría. Felicida…

Shinji le acorraló a la tienda. Hiro se dejó.

—¿Ya tienes…18, al menos?

Pero sus besos se iban profundizando, sexualmente. Aún no lo había hecho con ningún hombre. Solo había accedido ir a aquella fiesta porque sabía que se lo encontraría.

—Házmelo… quiero tener experiencia, para cuando conozca a…  otro, por favor… No sé si me va a gustar o no… ¿duele?

El peliblanco estaba demasiado excitado. Ese joven era alto y tanta cordialidad, incluso en su estado de ebriedad, le gustó. Así que empezó por desabrocharle sus pantalones. Se acomodaron ambos en el interior. La gente iba y venía, y hacía que aquello les excitara más. El peliblanco cerró con cremallera la tienda.

—¿Estás seguro que quieres hacerlo de este modo?

El tipo ya estaba quitándose la camiseta y besándole, aprovechando el poder tocar un hombre de verdad y no esos asquerosos adolescentes con los que ya se había acostado. “Se ha creído que soy virgen”. Sonrió, como un demonio. Pero pronto el peliblanco se dio cuenta de que sabía exactamente cómo hacerlo para ponerle cachondo. Empezó a succionar su miembro.

—Vaya, pues se te da bien…

El peliblanco empezó a besarle, sin reproches. Lo agarró por el pelo y le besó por la oreja, el cuello… bajando hasta sus pezones. Se cambiaron las turnas y lo empotró contra el suelo, empezando a bajar sus tejanos.

—Buena actuación, pero no me lo creo…

Entonces agarró lubricante y empezó a masajear, mientras Shinji disfrutaba, remobiéndose entre ese colchón que tenía en la tienda, tan cómodo. Cuando intentó introducir su miembro, se dio cuenta en seguida, que no sería tan pequeño como a los que estaba acostumbrado.

—¡Ah! ¿Es…?

El albino rió. Le agarró por el cabello, de forma sensual, besándole y susurrándole.

—Sí, la tengo un poco más grande que la media japonesa. Tengo un padre occidental. Ahora calla y disfruta…

Shinji no hacía nada más que disfrutar. Era lo que hacía: cada roce de su mano, cada palabra… pero cuando empezó a moverse en su interior, empezando las estocadas, fuerte,  tuvo que gritar en el saco de dormir para ahogar sus gritos de placer.

Con cada grito el peliblanco se excitaba. “¿Cómo sería hacerlo con… Hiroshi?” Aquello le excitaba aún más. Cerró los ojos, pensando que los gemidos de ese ser pudieran ser los de él. “¿Así lo hace mientras Takumi le da? ¿Y cómo es de activo…?”. No pudo evitarlo, pasados unos diez minutos, se corrió. Shinji  no quería parar. Así que esta vez se atrevió a cogerle…

—¿Puedo, sempai?

Estaba exhausto, pero… le dejó. Cuando esos dedos entraron en él, volvió a pensar “¿como sería… si… él me…?” solo con pensarlo los gemidos vinieron a él. Shinji no decía nada, sabía que no estaría pensando en él. Pero aquello le gustaba… le excitaba también. Puso su miembro en su interior… al principio costó… estaba estrecho.

Pero cuando los gemidos de éste y las aceleraciones de su repiración se hizo tan intensa, fue como si una energía misteriosa no le dejara parar de entrar y salir. “¿Qué le haría excitarse?”.

—Dame… duro…

Se le escapó. Entonces Shinji aumentó, aunque no se atreviera al principio. Al final, a pesar de que él estuviera metiéndosela, sus exigencias y sus gemidos le hacían sentirse mucho más esclavo que antes. Le encantaba… así que siguió, mucho más rápido, para que no pudiera quejarse más. Y pronto se corrió, sacándola y extendiendo su leche por toda su espalda.

Cansado, de repente, al quedar tan descargado, se puso a su lado.

—Madre mía…

Había sido intenso. “Debe quererle mucho… se ha venido en seguida.Envidio este tipo de amor… yo también quiero a ese hombre: Takumi”.

— Sí, no ha estado mal…

—Hiro… me gusta tu primo. Llevo acosándole desde hace 3 meses, de vez en cuando, viajando… cuando voy a Tokio a ver a mi madre los fines de semana. No me gusta… esa pareja suya. Hiroshi… me estorba. Voy a hacer que Takumi sea mío… así podrás quedarte con Hiroshi. ¿Qué te parece?

El peliblanco se levantó, sin poderse creer lo que ese tipo soltaba de repente.

—¿Qué… coño…?

—Me he enamorado de él… le vi, cuando te vino a visitar.

 

Hiro se asustó. Parecía realmente un acosador … y daba un poco de miedo.

“Pero… si hace que esos dos rompan” —Vale. Haz que rompan… luego, yo me encargaré del otro. Por eso esas ganas de ir a Tokio, ¿eh? Eres de los míos… te haces el bueno, pero luego tienes pensamientos oscuros.

Los dos tipos se miraron por primera vez, como si encontraron en el otro un viejo amigo que no habían reconocido.

—Me caes bien… podríamos ser realmente amigos. Aunque estás un poco loco… y lo sabes.

Era una situación totalmente sexual, pero aun así el otro también lo creía. Se quedaron mirando arriba, la tienda. Los grillos sonaban. No pasaba nadie. Fue un momento tranquilo y mágico para ambos.

—¿Quién no lo está? Estoy cansado de reprimir ser quién soy. Llevo muchos años haciéndolo. Es aburrido si no dejas liberar tus impulsos de vez en cuando… ¿no?

El peliblanco sonrió. Un poco más positivo.

—También es solitario y peligroso… pero te entiendo. Takumi no es de los “nuestros”… ya lo sabes, ¿no? No te va a ser fácil enamorarle… le gustan las personas “buenas”.

—¿Quién ha dicho que no pueda serlo? Quizás tu mientes patológicamente y yo me enamoro de cualquiera, de un modo enfermizo… ¿pero acaso no podemos controlar nuestro mal… hasta llevarlo a algo bueno? Tú eres… precavido. Yo soy… romántico.

—Somos unos malditos psicópatas egoístas…—sonrió, irónicamente, el peliblanco.

—¿Y? También merecemos ser felices.

“En fin… le seguiré el rollo… no quiero que me degolle”, pensó Hiro, sonriéndole.

Parecía realmente en una nube de enamoramiento, cada uno pensando en su amado.

De repente se puso la mano en el pecho.

—¿Cómo has podido aguantar tantos años con esta sensación…? Me duele pensar que pueden estar haciéndolo en estos momentos. Y ni siquiera me conoce…

El peliblanco no podía reírse de ese chico, aunque fuera algo desproporcionado y anormal, lo sentía. Parecía sufrir, como si lo hubiera vivido durante años. Lo mismo que él.

—Porque sé que no le fui indiferente… me recuerda. De alguna manera, siempre he estado y estaré en su cabeza. Me ame o no… ya me vale. Creía que solo le haría daño con mi modo de ser, pero… ya me he cansado: sí, también merecemos ser felices, aunque seamos frikis.

Shinji sonrió y le agarró la mano, de modo amistoso.

—Al fin veo decisión en tu cara… siempre te ves apagado. Aún eres joven, ¿no? Tienes que “elegir” tus metas, también… no todo en la vida es la meta del instituto. Las elecciones siguen.

 

El peliblanco se lo quedó mirando, con seriedad. Tal vez… ¿lo había estado planeando todo… porque seguía enamorado de él? No. ¿No? Luego le soltó la mano.

—Bueno, será mejor que regrese a mi tienda… nos vemos, sempai…

 

El peliblanco de repente se sintió confuso. “¿A qué juega este chico, realmente? ¿Por qué se mete en mi vida, de este modo? ¿Quiere ayudarme o hacerme daño?”. Pero estaba harto de no hacer nada. Cuando había visto a Takumi… hacía 3 meses, le había mirado, resignado, sin atreverse a dar un paso, a pesar de que le había dado vía libre.

“Venga, Hiro… sé un hombre, joder. Si no lo pruebas no lo sabrás.

No importa que te rechazara en el futuro. Takumi dice que ha cambiado…”

 

¿Pero él… había cambiado? No quería hacerle daño… como a todos.

Notas finales:

Si fuera de camping, y supiera tocar la guitarra, tocaría esta, mientras hay el fuego de San Juan , contando historias de terror, :)

I see fire ^^ mientras todos nos cogemos de la mano... y os adoro por leerme. Gracias. Que alguien toque también el violín y todo jajaja yo canto.

https://www.youtube.com/watch?v=yeXNKWjho44

 

Besos, Ellelover


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).