Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Acosador por accidente por ElleLover

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

perdonen por dejarlo a medias!! ;) este julio empiezan mis vacaciones, 

os dejo este avance, antes de exámenes... 

 

^^

Shinji-kun y Hiro-senpai

—A ese joven le gustas. No jueges con él solo por tus estúpidos caprichos. Y no hacía falta mentirme:  ya eres mayorcito como para andar haciendo estas cosas, ¿no te dá vergüenza?

 

Flash back off

Hiro estaba esperando al muchacho, el cual salió de hacer ese examen, con una cara de fastidio, asco y cansancio.

—Ey, Shinji! Aquí…

Estaba debajo de la sombra de un árbol. Empezaba a hacer calor, así que se había tapado y apenas había visto su característico pelo blanco y sus impresionantes ojos violáceos tras esas gafas. Él se estaba muriendo de calor solo de verle.

—¿Qué pasa, no te ha ido bien el examen? Recuerdo que ayer dijiste que tenías uno, ¿no?

Shinji se sonrojó ante ese detalle. “Pensaba que le daba igual. Bueno… pero esto no significa nada, lo hace solo por amistad… o porque le caigo bien. Nada más”. Sonrió, tratando de no parecer triste, entendiendo perfectamente porqué le gustaba ese hombre: era alguien como Hiro. Alguien increíble, que no necesitaba el éxito social, del trabajo o lo que fuera para sentirse especial. ¿Pero qué podía decir él, que se sentía tan inferior a ellos? A pesar de que acababa de salir de un examen y seguramente sacaría un 8 o un 9. Pero habría querido un 10, para sompender a Hiro-sempai.

—Bueno, no sé… supongo que aprobaré…—ni siquiera sabía porque metía ese muro cuando hablaba con él, pero el corazón le latía tan rápido a su lado que no quería decir que le había ido muy bien, aún pensaría que era un creído.

O tal vez… porque quería ver su reacción ante ello. Sorprendentemente, él le cogió por la espalda. Parecía tener ganas de hablar.

—¡¡Ais!! Seguro que apruebas, venga, hombre. ¿Vamos a un lugar más fresco? Una cafetería o algo, te invito a un helado, si quieres. ¿O una pasta? ¿Dulce o salado?

—Amargo… con un café me basto.

El peliblanco no sabía muy bien si era una indirecta, pero no podía parar de pensar que si estaba triste era por culpa de él. “¿Le gusto o no? A lo mejor se preocupa por cosas de la escuela. ¿Qué pasa si le hablo de Hiroshi, le notaré más molesto? Mh… vamos a ver”.

****

Shinji miró a su sempai. Se había quitado la sudadera y estaba con la camiseta corta. Disfrutaba de un helado de pistaño y crema, con caramelo y picatostes por encima. Ambos miraron a una pareja joven que reía a lo lejos, muy acaramelados.

Su sempai le sorprendió con aquello.

—¿Sabes qué es lo que más odio de él?

El chico moreno hizo una señal con la cabeza, entendiendo completamente a quién se refería. “Bueno, al menos no lo tiene completamente idiolizado…”. Aunque, ahora que lo pensaba, él no veía ningún fallo en Hiro-kun. Era perfecto, con sus defectos y sus cosas. No odiaba nada. Tan solo… que hablara de ese tipo estúpido.

—     Que podría vivir perfectamente sin mí. Y me carcome…

De repente su cara cambió, seriamente, como si una energía le recorriera desde los pies, enfureciéndose de una manera bastante sensual. Parecía un completo loco, pero era encantador… a él, le encantaba esa mirada de psicópata. Le entendía perfectamente.

—¡Me alejé de él! Y vuelve a verme y… no sé, esperaba algo más. Solo me dijo: “oh, Hiro? Sí, no hay nadie más blanco que tú, qué alto, bla, bla…”. Nos sentamos en esta misma cafetería y empezó a soltarme cosas sobre "poliamor". Que si ya no era herbívoro, que yo que sé qué chorradas. Que sigue como siempre. Se folla a quien quiere. No cree en las parejas y esas cosas y yo…  yo he estado pensando tantas veces en él: ¡demasiadas!. Sé que él también habrá pensado en mí, pero yo… seguramente, siento mucho más que él. De un modo más potente y obsesivo. Este tipo de amor… es una mierda. Creo que no sabe lo mucho que llego a sufrir por su culpa, y sin ni siquiera haberlo visto.

Shinji suspiró.

—Pero… te fuiste y no puedes pretender que su vida girara alrededor de ti. ¿O eso es lo que querías ver de él, al volver? ¿Qué pasa? ¿Ahora le quieres menos? — “Yo te esperaría los años que hicieran falta, sensei”.

—¿¡Oye, estás de mi parte o qué!? Claro que sigo queriéndolo: ¡PERO DUELE!

Se comió el helado, rápidamente. Luego siguió, con ojos de carnero degollado.

—No me quiere solo a mí… completamente.  Ni siquiera sé si me quiere más o menos que a mi primo. Joder. ¿¡Es normal que quiera ser el único, no!? Es que no lo puedo quitar de mi cabeza. Todo el puto día estoy pensando en si está pensando en mí. En si me llamará o me lo encontraré por la calle o me enviará un mensaje o…

—¿Y qué pretendes hacer? ¿Te le has declarado ya…? ¿O ese primo tuyo está en medio y…?

—Una pena que no viniera mi primo, para que pudieras ligar con él, ¿eh? Es quien te gusta ahora, ¿no?

Shinji notó un tono extraño en su voz. “¿Qué pasa… no se lo cree?”.

—Le he estado siguiendo durante mis días libres. El otro día fue hacia casa de Hiroshi y le gritó que le amaba o algo así, declarándose en frente de todos, en la escalera. Está un poco loco. Me gusta: creo que él también es de los que quieren a alguien para él solo… ¿No querrías…?

—Pse. Le odio. Nunca me ha gustado. Siempre me he sentido como un juguete a su lado: él me quería mucho más de que yo fuera consciente de ello. Y es muy raro. No puedo verlo más que como… algo repulsivo. Pero, bueno, si no fuera por eso, supongo que evidentemente, es un buen partido: guapo, responsable. Pero tal vez… demasiado. Normal que te guste. Jajaja es más “adulto” que yo, en este sentido. Yo siempre miento y me escapo de la realidad, para protegerme. Incluso en esto de lo pareja. Siempre arrastro a otros para que entren dentro de mis mentiras. Pensando que todo puede terminar bien. Pero unas llevan a otras, y otras… se realizan en el peor momento y… bah, igualmente, sería raro si fuéramos una pareja de verdad, ahora, ¿no? ¿Qué te parece? ¿Te gustaría? Jajaja ¿O ya me detestas del todo al conocerme?

Shinji sintió un pinchazo en el corazón. Sonrió, pensando que no importaba, mientras estuviera al lado de sempai, aunque fuera como amigo y él fuera feliz. “Sospecha algo… ¿se lo habrá dicho Hiroshi? Todo este tiempo no ha dicho nada sobre esto. Estúpido hijo de puta. Me quiere apartar de senpai, incluso como amistad”.

—Tampoco es que tenga mucho tiempo para pensar en amores con todas las clases que tengo. Con salir un poco y tomar algo me conformo. Si acoso a alguien de vez en cuando es por “costumbre”. Es excitante…

El sempai sonrió, como sabiendo que había evadido la respuesta perfectamente, pero no insistió más.

—Jajaja.. a ver si será la filia de espiar lo que te pone y no las personas. Sería muy probable…

Al lado estaba hablando un señor, con unas carpetas, corrigiendo exámenes. Y su compañero, de repente, empezó a reír estridentemente.

—Eey, shhh… no montes tanto escándalo.

—¿Así que el estudiante te dijo esto? Buah, ¿¡y tenía una cámara en su lápiz?! Qué fuerte Jajaja ¿Querías que te la chupara, eh? No me extraña, qué elemento. ¿A qué psicópata se le ocurre llevar encima siempre una micro-cámara encima, si no es un acosador como tú? Así que por esto lo trasladaste a mi clase, ¿eh? Ya decía yo… Ese tipo es demasiado inteligente para estar en mi clase jajaja

—     Encima me dijo que ya tenía fama entre los alumnos. Y que no hacía falta que hiciera esto, que yo era “atractivo”. Pero que ese proceso de acosar era excitante, y por eso lo hacía… y me dijo un “Le entiendo”. Dios… desde ese día no me lo puedo quitar de la cabeza: me encanta. Joder… Pero, cuando me lo cruzo por la universidad, me ignora o ni siquiera me ve. Y si lo hace hace una sonrisa cordial, como nada hubiera pasado. Me pone… demasiado. ¿Qué coño puedo hacer? La he cagado… ahora solo me verá como a un pervertido. Al principio solo quería jugar con él, pero…

—Bueno, en mi clase Shinji actúa normal. No se le ve muy traumatizado. Jajaja. A la próxima elige mejor. Ya te he dicho que tienes que ser cuidadoso con estas cosas. Y que no lo hagas con chicos. Tienen más genio. Y sí: para conquistarle, lo tienes duro. Además, ¿no os lleváis 13 años? Es un crío…

El profesor dejó de corregir sus exámenes y habló con voz sensual.

—Eso lo hace más tierno aún…

El peliblanco notó enseguida como él quería esconderse al excuchar ambos a ese profesor que había intentado aprovecharse sexualmente de él.

—Uh, esto no me contaste, Shinji-kun… ¿así que vas enamorando profesores pervertidos por la escuela, a la vez que eres un estudiante modelo? Madre mía jajaja A ti no te hace falta mentir para ser perfecto, ¿eh?

“Sí que miento… y mucho, frente a ti”.

—Todo el mundo miente —se tapó la cara, avergonzado­—. Pensaba que podría ignorarle e irme después de que se fuera, como si nada. Pero cuando he visto que se ponía en frente nuestro… me ha… — “gustado… la idea de que pudiera verme con mi senpai. Para no insistirme nunca más.” . Era un idiota.

El peliblanco sonrió malévolamente, riendo estrepitosamente. Entonces le dijo que le mirara a los ojos, a media voz. El profesor se percató enseguida de Shinji, pero este fingió no darse cuenta de esos dos. “No, no… sempai…”.

—¿¡Así que grabaste a un profesor pervertido?! ¿Y cómo fue?

“Te mato…”. Pero entonces sonrió, siguiéndole el juego, al darse cuenta de que algún cubierto había hecho ruido en la mesa de enfrente.

—     El pobre infeliz me lo pidió después de la clase forense. Supongo que debe ser de esos que se excitan al descuartizar cuerpos y por eso no pudo esperar: me cerró la puerta, pidiéndome antes que le ayudara a limpiar los instrumentos o algo así. Yo ya me olía algo, así que empecé a grabar con la cámara que llevo en mi botón, por si acaso. Ya han intentado acosarme otros profesores. Incluso mujeres.

—     Oum… vaya jajaja

—     No te rías… es asqueroso. Encima se creen que te controlan o algo. Y son tan idiotas. Le dije cuatro mierdas y casi se caga ahí. Le solté un “no hace falta que haga esto, es atractivo” por lástima. Parecía más traumatizado que yo.

—     Jajajaja… ¿Tú ya venías curtido del pueblo, eh? No te cortas. Muy bien. Que aprendan estos estirados de la ciudad. Y más estos estúpidos profesores, que se creen alguien solo por soltar 4 cosas, creyéndose unos genios o algo. Pero bien que tienen que ir tras de jovencitos para convencer a alguien de que su no-estupidez.

—     Pobres. En realidad me dan un poco de lástima, sí.  No te rías, no seas tan cruel…

Pronto escucharon como unos pasos se iban hacia la entrada de la cafetería para pagar e irse. Se habían ido. A Shinji le hubiera gustado ver la cara de ese estúpido profesor. Empezó a reír.

—Esto ha sido… malvado, senpai.

—Lo sé. Este mundo es injusto y malvado, ¿eh? Jajaja Por eso… yo… me escudaba en las mentiras. Pero…

Miró a Shinji y le fue sincero.

—A ti no te han hecho falta. Me acabo de dar cuenta… de que eres impresionante, Shinji.

El castaño de pelo oscuro levantó los ojos, con el corazón a cien. El senpai se acababa de fijar… en él. ¿Solo en él? Le estaba… halagando. Y se sentía tan…

­— No me había dado cuenta hasta ahora, supongo que porque he estado pendiente de mis cosas. Pero debes estar orgulloso de ti. En solo unos meses hiciste un cambio brutal: aprobaste los examenes y dejaste de ser un adolescente acosador medio de Osaka para convertirte en un futuro médico, centrándote en tus estudios, hasta lograr entrar en Tokyo, en una de las mejores universidades, hay que decir.

—Cuando tienes metas claras… el camino es más rápido —. Shinji pensó que realmente solo hacía aquello para impresionarle. Para tener , al fin, ese maldito halago que tanto deseaba.

Estaba, ahora mismo, en el cielo. “Y voy a lograr más… y me admirarás más… sempai. Lo haré por ti. No por mi… Siempre por ti. Así que sé feliz”.

 —Aún recuerdo cuando tu padre se quejaba sobre lo de que querías una carrera profesional de deporte y que no serías lo suficientemente bueno, o te lastimarías… Que ir a los juegos olímpicos, incluso, era muy duro y que tenías que estudiar para poder ser alguien de provecho. —sonrió, recordando esos tiempos en la fábrica, antes de que se topara con ese algo y atlético jovencito que le miraba, sorprendido— ¿Qué tal Kobayashi padre? Por cierto, no me has presentado a tu madre… ¿vives con ella, no? Seguro que debe ser muy guapa. Porque a tu padre no te pareces…

—¿Le estás llamando feo? Se lo diré cuando vuelva este verano, ¿eh?

—Es broma, es broma…

Shinji sonrió, al fin, captando su atención, aunque fuera por un momento.

—Es directora de una empresa de cosméticos. Siempre está muy atareada. Mientras mi padre es pobre, ella es riquísima. Pero mi padre no quiere que le dé dinero, después del divorcio, quiso desentenderse completamente. Al menos, deja que pague mis estudios… Porque como lo hiciera él, estaría en la fábrica cárnica…

—O un deportista, ¿no? Tu padre dice que eres bueno en artes marciales. Yo estuve estudiando un tiempo karate. Podríamos luchar algún día, en algún tatami de por aquí cerca, donde voy para entrenar, de vez en cuando. ¿Mh? ¿O tienes miedo…? ¿O no crees que sea bueno?

“Sé que lo eres”. Entonces recordó ese momento en el que volvía del instituto, porque le habían roto las cadenas de la bicicleta, y justo al pasar por el puente, el peliblanco hizo esa patada tan espectacular para derribar a un carterista. Al ver sus ojos, su modo de hablar, de ser. Pensó que podían ser amigos, que era interesante: pero en el fondo… sabía que no quería solo una “amistad” con aquella persona.

—Y por cierto… ese profesor no se ve tan viejo. ¿Cuántos años tiene, 30? Tengo 24 y aún me siento como si tuviera 15. ¿A los 30 seguiré siendo joven, sabes? ¡A los 40 uno ya empieza a…!

—Está bien… combate aceptado. Y tú no seas muy débil conmigo, solo porque nos llevemos 6 años: probablemente… estemos bastante igualados.

—Uhh… tendrás que grabarlo todo con tu super-cámara, eh?! Jajaja Qué fuerte, ¿así que incluso las profesores han intentado algo contigo en Osaka?

—Sí, pero no se lo comentes a mi madre. Mi padre ya se encargó de que las expulsaran. Aunque, en el fondo… yo también, me dejaba, para experimentar. Pensaba que si mis novias no me satisfacían era porque eran vírgenes, pero… esas, tampoco me excitaron mucho.

“Cuando descubrí que me gustaban los hombres, fue en la tienda, contigo”. Pero se ahorró el comentario. Entonces Shinji se dio cuenta de que su senpai también le había ayudado en Osaka, cuando su exnovia le acusaba de algo… de lo que ya ni se acordaba. Y aquello hizo que su corazón se sintiera más cálido.

“Mierda… le quiero demasiado. ¿Por qué con tan poco soy feliz?

¿Por qué no puede sentir lo mismo por mí… y no por ese idiota?”

—Bueno, tengo que hacer unos trabajos… Gracias por la invitación.

El peliblanco actuó como siempre, como si fueran amigos. Por un aparte le gustaba y por otra, quería atreverse a acercarse más o incluso pedirle que volvieran a hacerlo. ¿Lo estaría haciendo con otros? ¿Y si le seguía después de…? “No. No. Tengo que confiar en él. Está demasiado enamorado de ese idiota como para ahora pagarse un puto o algo, antes… ¿me lo haría a mí, no? ¿O no…? ¿Qué soy… yo para él?”

Así que justo cuando se despedía, de espaldas, Shinji le preguntó.

—Hiro senpai… — tenía que armarse de valor —… ¿Qué soy… yo para ti, en verdad?

Sin embargo, sabía que dijera lo que dijera, mentiría. Pero tan solo necesitaba oírla, para seguir a su lado y no tener esperanzas o … lo que fuera. “Miénteme… para que pueda estar contigo, sin que suframos”.

—Oh… alguien querido, supongo.

Se alejó, sonriente. Sin querer especificar más. Y en el fondo… Shinji, sabía que en parte… era cierto. Aunque quisiera más a otra persona. Así que cuando regresó a su habitación y miró los manuales, se dio cuenta de la estupidez que acababa de cometer.

—Mierda… ¿qué pretendía con esta pregunta? ¿¡QUÉ QUIERE DECIR!?

Al menos, no le había mentido descaradamente… pero generalizar o ocultar respuestas, no es que fuera mejor que una mentira. Era como si no le hubiese dicho nada. Y su corazón seguía con más tensión. “Si tan solo… pudiera llegar a quererme, algún día… Todo el sufrimiento merecerá la pena”. Así que se levantó y se puso a estudiar, para ser la mejor versión de si mismo. Si pensaba en él… la energía le fluía. “Quiero sentir que vuelves a estar orgulloso de mí”. Una lágrima cayó de su cara. Lloraba de felicidad.

—Ha dicho… que soy impresionante. Si le gano en el combate de lucha, querrá una revancha, hasta que pueda ganarme. No dejaré que lo haga…

Toda su vida giraba alrededor de él. No podía evitarlo: él le daba las energías. Aunque supiera que no podía hacer eso, que sufriría por esa dependencia.

 

Pero no le importaba.

Así se sentía mucho mejor.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Song. <3

https://www.youtube.com/watch?v=b-iKariHWMY

 

Lo siento por la espera, próximo? Por julio, ^^ me tenéis de vuelta. 

Besos, Ellelover


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).