Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Donde la Muerte no me Alcance por Aurora Execution

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Dejo el segundo capítulo. Espero disfruten de la lectura. No hay mucha acción por el momento, por lo que espero y no sea aburrido.

—Tu beca expiará en dos años Mu, ¿acaso…?

 

—Entonces tengo dos años para pensarlo madre, no te preocupes, estaré bien.

 

—En aquellas grandes ciudades no encontrarás la paz que buscas, no como aquí.

 

—Aquí encontré dolor y muerte, no puedo hallar nada más…

 

Su madre lo observó compungida, pero era consciente de que nada de lo que diría haría cambiar su parecer. Su hijo había tomado su decisión, y a ella sólo le restaba rezar para que algún día decidiese volver.

 

Estaba acostumbrado a la paz, sí, y tal vez a pasar desapercibido en su tierra, incluso siempre buscó ese anonimato, pero en esos momentos, hubiera dado todo con tal de que alguien le prestara atención. Lanzarse a aquella aventura sin un plan había sido excitante al pensarla, no al llevarla a cabo, y es que llevaba dos horas de transeúnte en el aeropuerto de Atenas, y nadie se dignaba a explicarle donde podía hallar un hostal en el cual hospedarse, no conocía el idioma, por lo que trataba de entablar comunicación en inglés, pero hasta ahora, nadie había querido cooperar con él.

¿Acaso tenía mal aspecto y por eso huían? Mu se fijó en el reflejo que le devolvía un ventanal, su cabello estaba algo desalineado por las largas horas en el avión, pero nada que sea para espantar a las personas. Los griegos no eran muy amables al parecer.

 

Sacó del bolsillo de su jersey una barra de cereal, a esas horas estaba famélico, y no quería arriesgarse todavía a pasar un papelón en algún comedor. Caminó por los pasillos alejándose del agentamiento de las boleterías y salas de espera, a pesar de su tropiezo inicial, estaba feliz de estar en aquel país, emocionado por recorres sus calles, su historia, su corazón palpitaba al querer encontrar alguna aventura que le haga sentirse vivo.

Tan ensimismado iba que olvido al resto de las personas y lo siguiente que sintió fue como chocaba con otra, perdiendo el equilibrio y cayendo de pompas al suelo.

Cuando se recuperó del impacto, notó que una mano se extendía hacia él ayudándolo a incorporarse.

 

—Signómi kiríke*—escuchó, mas no entendió. La voz era fuerte áspera y sumamente varonil.

 

Cuando levantó la vista se halló a un imponente hombre de rasgos varoniles pero a la vez delicados, los cabellos añil, le caían gráciles por la espalda y sus ojos verdes estaban fijos en él. Mu sintió escalofríos al verlo, nunca había conocido alguien así, y eso que su amigo Aldebarán era un joven grande. Como era de esperarse el peli lila no respondió, pero si tomó la mano para ayudarse, acomodó sus ropas y cabello antes de fijarse que el sujeto no estaba solo, sino que venía acompañado de una mujer sumamente bella, de cabellos castaños y ojos azules que le sonreía amablemente.

 

—Saga, lo asustaste—se dirigió a su acompañante soltando una risita al escucharlo gruñir—.Al parecer no habla griego—luego se dirigió al confundido Mu—.Me llamo Saori Kido—giró sus ojos al escuchar como el hombre carraspeaba—, disculpa Saori Argyropoulos, a mi esposo no le agrada que me presente con mi apellido de soltera ante otros hombres—sonrió—.¿Hablas inglés?—dijo en dicho idioma.

 

El rostro de Mu se iluminó al poder entenderse con alguien al fin.

 

—Sí, gracias por la ayuda—respondió al fin con una sonrisa—. Mi nombre es Mu Qing, llevo casi dos horas tratando de comunicarme, no es por ofender pero pensaba que los griegos eran más amables.

 

Saori rio, pero Saga frunció el ceño ligeramente, incomodando al joven quien inmediatamente agachó su cabeza con pesadumbres.

 

—Disculpe, no quise ofenderlo, realmente lo siento—se disculpó.  La mujer volvió a reír.

 

—No le hagas caso, es así de simpático la mayoría de la veces—le dedicó una bella sonrisa al peli azul—¿De dónde eres Mu? ¿Y a qué se debe tu visita a Atenas?

 

—Vengo del Tibet, y estoy recorriendo el mundo, Grecia es mi primera parada, me sería de gran ayuda sí podrían darme el nombre o dirección de un hostal donde hospedarme.

 

—¡Tibet! Eso suena lejos—comentó la mujer animadamente. Al parecer no había oído lo último que dijo el muchacho, Saga resopló por lo distraída que podía ser su esposa, se acercó a Mu entregándole una tarjeta.

 

—Ese es nuestro hotel, no es grande pero tenemos todos los servicios y la mejor atención, espero podamos ser de tu ayuda, por cierto, me llamo Saga.

 

Mu se sorprendió al escuchar eso, su suerte comenzaba a mejorar.

 

—¡Muchas gracias!—agradeció, teniendo el impulso incluso de abrazarlos, pero se contuvo.

 

—Es un placer, espero disfrutes de tu estadía en Atenas.

 

Mu asintió despidiéndose de la pareja para correr, literal, hacia la salida, subió al primer taxi que encontró desocupado, y le entregó la tarjeta al conductor, que al parecer conocía bien el hotel, así que sin mucho esfuerzo, ya iba en camino.

Mientras el recorrido duraba, comenzó a observar por la ventanilla, la arquitectura y paisaje de los barrios atenienses, eran tan bellos, que sacó su cámara para comenzar a fotografiar todo a su paso, el conductor sonreía por la acción… turistas, pensó.

No tardaron mucho en llegar al hotel de la pareja griega, Mu abrió sus ojos impresionado, ciertamente entraría en la categoría de pequeño, pero era reluciente y su fachada dejaba boquiabierto a cualquiera con sus amplios balcones decorados con todo tipo de flores coloridas,  de un color pastel que contrastaba bastante de la azul y blanco que siempre llevan los hoteles más lugareños. Su ubicación permitía tener acceso a las atracciones turísticas con facilidad, ya que se ubicaba casi al centro de la ciudad en el barrio de Plaka, rodeado de lindos restaurantes y bares. Mu no podía estar más complacido, ahora sólo se tenía que dar a entender, tarea tal vez, no tan sencilla. Pagó el taxi y descendió, el conductor amablemente le ayudó a descender su equipaje, que no era muy grande, suspiró e ingresó al hotel, el olor a jazmines y rosas inundaron sus fosas nasales de inmediato, siendo recibido por un lobby completamente blanco, con sillones de mimbre individuales y de dos piezas, mesas también de mimbre circulares con vidrio, incluso las plantas daban la armonía necesaria, Mu quedó extasiado observando todo como un niño maravillado. Llegó hasta la recepción, tocó el pequeño timbre.

 

—Mia stigmí!*—Mu escuchó desde el interior de una pequeña sala una voz que le resultó familiar. Unos instantes después un hombre salía a recibirlo—Kaliméra*—saludó amable el recién llegado.

 

Mu parpadeó unos momentos, le parecía inverosímil que haya llegado antes que él y que lo tratara como si no se hubieran saludados minutos atrás.

 

—¿Cómo es que has llegado tan rápido?—le preguntó.

 

Ahora fue el turno del sujeto en parpadear perplejo, claro que había entendido el inglés del joven, pero no sabía a qué se refería.

 

—Disculpe—dijo frunciendo el ceño—¿Nos conocemos?—Mu también frunció el ceño evidentemente molesto.

 

—Pero si hace unos momentos me entregaste esta tarjeta y me enviaste a tu hotel.

 

—Yo no… ¡Oh!—el sujeto comenzó a reírse provocando que Mu diera un paso hacia atrás, huiría ante el próximo signo de que ese hombre estaba loco—.Disculpe, seguramente fue mi hermano, mi nombre es Kanon Argyropoulos—el griego sonrió ampliamente ante la conmoción y sonrojo en el rostro del joven—, descuida, nos sucede muy a menudo, luego de conocernos ya te das cuenta que no somos tan idénticos.

 

—Sí que es una sorpresa—dijo ya recuperado—, nunca había conocido a gemelos tan parecidos.

 

En ese momento, Mu algo sorprendido vio salir a una mujer de la misma sala donde había aparecido Kanon, venia acomodándose su chaqueta y los cabellos verdes, cuando se encontraron las miradas ambos se sonrojaron y la joven, sin decir nada, volvió a ingresar a la pequeña sala.

 

—Ignora eso—pidió el griego algo sonrojado también.

 

—Descuida… es muy bonita, si me permite la apreciación.

 

—Gracias—dijo la joven volviendo a aparecer. Kanon rodó sus ojos y se centró de nuevo en el nuevo cliente.

 

—Así que mi hermano te envió hasta aquí, eso quiere decir que necesitas una habitación.

 

—Sí, muchas gracias.

 

Kanon estaba buscando en el ordenador una habitación libre, mientras Mu inspeccionaba una vez más el lugar.

Escuchó ruido desde la escalera y supuso que alguien estaba descendiendo.

 

—No sabía que el indio estuviera aquí todavía—comentó la joven por lo bajo a su pareja.

 

—Hindú Shaina, habla con propiedad, o puedes ofender a los clientes—le reprendió Kanon.

 

Mu frunció el ceño al escuchar esa palabra, recordando al enigmático personaje en el andén del tren, instintivamente giró su cabeza para ver a la persona que bajaba de las escaleras, y su pulso se disparó. No pudo identificar porqué se sintió sofocado ante su presencia, pero a medida que se acercaba, sentía que las piernas le fallaban y su aire le escaseaba, boqueó un par de veces, llamando la atención de Kanon y Shaina.

Mu nunca se había cuestionado sus preferencias hacia una pareja, debido a que tampoco tuvo oportunidades de conocer alguna persona que le interesara en el pasado, por eso se sintió desfallecer al percatarse que no solo se sentía agobiado ante su presencia, sino también, ante la belleza del hombre que se acercó ignorándolo completamente.

 

—Buenos días, ¿he recibido alguna llamada?—habló el extraño recién llegado.

 

—Buenos días señor Shijima, lamento decirle que no hemos recibido ninguna llamada dirigida a usted.

 

El hindú asintió antes de cruzar efímeramente la mirada con el peli lila. Algo en su mirada le produjo desasosiego, algo en su mirada, se le hizo muy familiar.

Notas finales:

*Perdón señor

*Un momento

*Buenos días

Tal vez no agrade mucho ver a los gemelos en plan hetero. Sinceramente no suelo emparejarlos con mujeres a menos que sea Saori. Sí, a pesar de no ser un personaje que me agrade, por alguna extraña razón, me encanta la pareja que hace tanto con Saga como con Kanon. Siempre pensé que ambos gemelos guardaban un amor más profundo por su Diosa (ya lo he dicho en otras ocaciones).

Espero haya sido de su agrado. Será hasta el próximo capítulo. Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).