Capítulo 2: Azul.
YongGuk P.O.V
Mi abuelo solía decir que vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber compartir lo creado, y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir.
Y yo, desde que era pequeño, no he dejado de creer ni un segundo en esas palabras.
Me he dedicado a hacer lo que más me gusta en el mundo; escribir música, disfrutar de ella, y compartirla.
Cómo cada persona, tengo mis metas; que para cumplirlas, obviamente debo esforzarme.
Para empezar a abrirme paso por el mundo de la música, lo primero que hice fue crearme un canal en Youtube. Vi a varios artistas independientes ser reconocidos gracias a ese medio, y no perdía nada por intentarlo.
Decidí ocultar mi cara por, más que nada y siendo honesto, vergüenza a ser el hazme-reír si la cosa no salía cómo yo lo esperaba.
Pero contrario a lo pensado, a la gente parecía gustarles mi música, esa que yo creaba en mi pequeño ordenador cuándo la inspiración me acechaba.
La visitas fueron subiendo, al igual que mi confianza; y mis suscriptores, claro.
En un arranque de alta autoestima, adjunté mi dirección de correo electrónico bajo uno de mis vídeos; tal vez quisieran enviarme un mensaje importante, quién sabe.
Lo que nunca me esperé encontrar revisando mi correo, fue un e-mail escrito con tanta devoción que hasta me sorprendió que fuera dirigido hacia mí.
En este decía:
"Querido Jepp, siento si llego a molestarle, pero realmente necesito contarle algo que considero importante. No le conozco desde que empezó a subir sus vídeos, pero no creo que esa sea una razón cómo para admirarte menos que los que han estado contigo desde un inicio.
Sólo quería decirle que las letras de sus canciones son genuinas, y me ayudan a seguir adelante en mi día a día. Muchas gracias por compartir su talento con el mundo. Perdona por no tener palabras suficientes para agradecerle.
No le pido que me responda, tan sólo que me lea; para mí eso es más que suficiente.
Continúe expresándose a través de la música, por favor.
Un abrazo, Zelo.
Psdt: En cuánto saque su primer álbum, no dudaré en comprarlo y apoyarlo en su carrera."
Ese mensaje me había hecho sonreír cómo hacía mucho tiempo no sonreía. Me sentía tan feliz por poder hacer la vida de alguien un poco mejor gracias a mi música; esa es una de las principales razones por las que me hice el canal.
Ver una de mis metas cumplidas, fue realmente especial.
Responder a ese chico es lo menos que pude hacer.
"Querido Zelo, he leído tu mensaje, y realmente me ha conmovido. Nunca he recibido un mensaje cómo el tuyo, y de verdad me alegra mucho saber que puedo ayudarte de alguna manera. Por favor, no me trates de usted, no soy más que una persona a la que le gusta compartir su música para conocer distintas opiniones. Tus palabras fueron más que suficientes; en serio, muchas gracias.
Y por supuesto que continuaré expresando mis ideas por medio de la música.
Otro abrazo, Jepp.
Psdt: El día en el que saque mi primer álbum, no dudes en que serás el primero en saberlo y tenerlo. Nunca te rindas."
Contento con lo escrito, se lo envié y emití un suspiro de felicidad.
A pesar de que me costó bastante llegar hasta dónde estoy a día de hoy, y que aún me quede mucho por recorrer, me siento orgulloso de mí mismo.
Hace unos días, mi recién nombrado representante; o sea, mi mejor amigo HimChan, me dio la noticia de que se encontraba buscando un apartamento para mí en Seúl, ya que mi oportunidad de conseguir sacar un álbum cada vez estaba más cerca.
Me sentía nervioso, pero entusiasmado al mismo tiempo. Tanto esfuerzo derrochado, valdría la pena.
Apagué mi ordenador y salí de mi pequeño piso, rumbo a una cafetería en la que había quedado con HimChan. En cuanto llegué, lo pude ver sentado en una mesa con una taza de café, esperándome sin prisas. Me acerqué y me senté frente a él.
-Hey, ¿qué tal ha ido?- Le pregunté nada más sentarme.
-Hola, todo bien. Estuve mirando varios apartamentos, y acabo de llegar, así que dame un respiro- Le dio un sorbo a su café.
-Lo siento, estoy ansioso- Reí un poco.
-Tranquilízate, lo tengo todo controlado. Antes de pasar a lo importante, cuéntame cómo estás. Hace una semana que no sé nada de ti-
-Pues nada nuevo, ya sabes, componiendo- Me encogí de hombros.
-¿Sigues alimentándote a base de ramen?- Asentí. -Al menos pídete un café, aprovecha que estás aquí-
-No me apetece, pero gracias- HimChan resopló. -Oh, sí que me ha pasado algo- Sonreí al recordarlo.
-¿Qué cosa?- Me miró, interesado.
-Recibí un e-mail de un fan- Ensanché mi sonrisa.
-Pero eso no es nada nuevo, Guk-
-Es que no era un mensaje normal- Alzó una ceja. -El chico que me lo envió me idolatra de verdad. ¿Sabes? El pobre chico parece estar pasando por algo malo, y me dijo que mi música le anima a seguir adelante. No sabes lo que eso significa para mí-
-Puedo imaginármelo... ¿Le respondiste?-
-Claro que sí, ¿por quién me tomas? También le comenté la posibilidad de regalarle mi primer álbum en cuanto saliera-
-Bang, no prometas cosas sin saber nada de antemano- Finalizó su café.
-Lo sé, pero estoy seguro de que lo voy a cumplir- Dije convencido.
-Cómo digas. En fin, hablemos del apartamento- Sacó unos papeles de su maletín y me los pasó. -Encontré varios que quizás te interesen-
-Muchas gracias. ¿Te importa si me tomo un tiempo para elegir con cuál quedarme?- Pregunté, mirando detenidamente cada hoja de papel informativa.
-Está bien, pero no tardes mucho, puede que alguien más lo compre-
-De acuerdo- Asentí, apilando los papeles sobre la mesa.
-Bueno, tengo que irme, he quedado con JongUp. Nos vemos cuándo te hayas decidido- Se levantó, y yo hice lo mismo.
-Vale, nos vemos. Ah, y saluda a Up de mi parte-
-Dalo por hecho- Sonrió, nos dimos un apretón de manos y salimos de la cafetería.
Llegué a mi casa con los papeles bajo el brazo, los dejé sobre la encimera de la cocina mientras me preparaba algo para cenar; o sea, ramen.
Una vez hecha la cena, fui hasta mi habitación y volví a encender el ordenador, encontrándome con otro e-mail del chico de antes.
"¡Muchas gracias por responder a mi mensaje, hyung! Me hace muy feliz saber que no fue en vano. No necesitas agradecerme nada; insisto, soy yo el agradecido.
Tomaré tu consejo, no lo dudes. Gracias de nuevo por leerme, y por hacerme sentir mejor.
Otro abrazo, Zelo"
Este chico me resultaba de lo más interesante... Realmente me sube el ánimo el saber que he ayudado a alguien haciendo lo que me gusta, pero... Tengo bastante curiosidad acerca de qué le sucede.
¿Soy un entrometido si le pregunto? Me gustaría poder ayudarlo conociendo su situación, pero quizás esté pidiendo demasiado.
Decidí tirarme a la piscina volviendo a responderle.
"No hay de qué, me gusta ayudar a los demás, así que agradezco que tomes mi consejo. Pero tus palabras me inquietan... ¿Te resultaría incómodo contarle a un desconocido tu problema? Quizás pueda ayudarte de otra manera...
Perdona si te ha parecido muy atrevido de mi parte.
Saludos, Jepp"
Cómo bien dicen, la curiosidad mató al gato, pero quién sabe si esto puede resultar satisfactorio para ambos.
Fruncí el ceño al probar el ramen que yo mismo había preparado; me había vuelto a pasar del tiempo estimado, y ahora estaba chamuscado. Suspiré y lo comí de todas formas, ojeando los papeles que me había entregado HimChan.
Tras lavar los trastes, me propuse ir a dormir temprano para variar, ya que no había dormido nada la noche anterior.
A la mañana siguiente, desperté por el sonido de la entrada de un mensaje a mi móvil. Lo cogí sin mirar y lo encendí. Desbloqueé la pantalla para ver que se trataba de un e-mail.
Mi sueño se esfumó al ver que de nuevo era Zelo. ¿Me habrá respondido o se habrá sentido ofendido?
Negué con la cabeza. No sé porqué me preocupa tanto recibir una negativa... Suspiré y abrí el mensaje.
"Hyung, no considero que sea ningún atrevimiento. De hecho, y aunque suene extraño, me reconforta saber que le importo a alguien cómo tú...
Soy un estudiante de preparatoria al que no le gusta hacer lo mismo que el resto. ¿Puedes imaginarte lo que me sucede?
Aún así, estoy acostumbrado. No te preocupes, hyung.
Pasa un buen día, Zelo"
Abrí los ojos como platos. No me esperaba que tuviera esa clase de problema; lo asociaba a otro tipo de problema adolescente.
¿Le harán bullying? ¿Realmente mis canciones pueden ayudarle con ese tipo de situación?
Le respondí.
"Sinceramente Zelo, no esperaba que me dijeras eso... No sé porqué relacionaba tu problema con algo más familiar.
¿Tus compañeros de clase te molestan? Si es así, puedo imaginarme cómo te sientes... Pero, ¿mi música te ayuda de verdad? ¿Has hablado con alguien acerca de esto?
No te atragantes con el desayuno, Jepp"
Acabé el mensaje bromeando para intentar animarlo.
Enseguida recibí una respuesta.
"Me molestan, pero contarlo a alguien más no sirve de nada, créeme.
En serio hyung, deja de preocuparte. Tu música me ayuda más de lo que me ha podido ayudar nadie... Las letras de tus canciones son muy inspiradoras, por eso quería agradecerte.
No me gustaría que sintieras la obligación de ayudarme cuándo, básicamente, ya lo has hecho. Por eso no es necesario que te preocupes por mí.
Mañana empiezo mi último curso, y lo haré con otro tipo de pensamientos, menos negativos, gracias a ti.
Tu comentario me ha hecho mucha gracia jaja. Ten cuidado también, Zelo"
Sonreí al saber que le hice reír, y no tardé en responderle.
"No me preocupo por obligación, quisiera ayudarte porque eres una persona que veo que de verdad aprecia mi música, y si puedo hacerlo a través de mis letras, lo seguiré haciendo.
Gracias a ti por seguirme y apoyarme, realmente lo aprecio.
Ignora a todas las personas que pretendan molestarte, y nunca te des por vencido. Aunque estés pasando por un momento difícil, cada situación tiene un fin, y estoy seguro de que todo acabará mejorando para ti.
Me alegra haberte hecho reír. Tendré cuidado, Jepp"
Sonreí una vez más y me levanté para ir a desayunar.
-
Ha pasado un mes desde que empecé a hablar con él a través de e-mails. En ese mes me di cuenta de que Zelo es un chico muy inteligente, y más maduro que mucha gente de su edad; y la verdad, eso me agrada.
La barrera ídolo-fan se había roto tras la primera semana de comenzar a hablar, y nos habíamos convertido en, podría decirse, amigos.
Según HimChan, hablo más con Zelo que con él mismo, pero pongo en duda eso. Incluso llegó a decir que me gustaba, pero yo sólo puedo verlo cómo a un hermano menor al cuál cuidar.
En este mes, también decidí mudarme a un pequeño apartamento en un modesto barrio a las afueras de Seúl. Soy una persona que adora la tranquilidad, así que no había nada mejor que ese piso.
Me encontraba traslandando unas cajas desde la entrada del susodicho hasta mi apartamento, cuándo de repente veo a un chico parado, sin poder avanzar por culpa de las cajas amontonadas en la puerta.
Tras disculparme debidamente ante el, debo decir, adorable chico, éste se ofreció a ayudarme. ¿Cómo negarme cuándo realmente necesitaba ayuda?
El chico me ayudó a subir las cajas sin quejarse, y supe que él vive justo abajo mía.
Cuándo terminamos, le ofrecí una bebida para relajarnos un rato después de todo el trabajo.
Me di cuenta de que no nos habíamos presentado a pesar de que me hubiera ayudado, así que decidí dar el primer paso.
-Me llamo YongGuk, ¿y tú?- Le di un sorbo a mi bebida, mirándolo atentamente.
-Me llamo JunHong, pero prefiero que me llamen Zelo- Respondió y casi me atraganto con la bebida.
Le miré con los ojos abiertos cómo platos. ¿Zelo? ¿Es una casualidad? Lo dudo, ¿cuántas personas se apodan así?
Me preguntó si me sucedía algo, pero yo honestamente no sabía ni qué pensar. Se supone que el chico con el que llevo hablando un mes a través de mensajes está frente a mí... ¿Qué debería decir? Oh no, acaba de decir que reconoce mi voz, ¿qué mierdas hago?
-Hay muchos hombres con mi voz, así que...- Reí nerviosamente, y él me siguió la corriente.
Al final nos despedimos prometiendo que nos volveríamos a ver.
En cuánto cerré la puerta llamé a HimChan.
-¿Qué pasa?- Preguntó nada más contestar.
-¿Recuerdas a Zelo?- Emitió un sonido de afirmación. -Pues resulta que es mi vecino de abajo-
-¿Qué? ¿En serio? ¿Y cómo te sientes después de haber conocido a tu fan?-
-Mal, no le he dicho que soy yo- Me volví a sentar en el sofá.
-¿Por qué? Ah ya, es porque te gusta- Rodé los ojos y suspiré.
-No es por eso, idiota. Ambos sabemos de los problemas que tiene ese chico, no quería alterarle-
-Yo creo que más que alterarle, le alegrarías la vida- Dijo en un tono despreocupado.
-Tal vez le diga en otro momento-
-Y... ¿Qué te pareció? ¿Es guapo?- Su tono cambió a uno picaresco.
-HimChan, voy a colgar. Mañana hablamos-
-Pero respóndeme- No esperé más tiempo para colgarle.
Tras meditar sobre el asunto, llevé los vasos hasta el lavaplatos y preferí meterme rápidamente en la cama. Había sido un día extremadamente largo.
Una vez me cambié a unos pantalones holgados para dormir, un mensaje llegó a mi móvil, e instintivamente me puse nervioso.
Era Zelo.
Lo abrí sin más preámbulos.
"Hyung, sé que estás ocupado, pero quería contarte una cosa... Hoy se ha mudado un chico al apartamento arriba del mío, y le he ayudado con la mudanza. ¿Sabes? Tengo una buena sensación acerca de este chico... Tal vez me arriesgue y podamos ser amigos.
¿No te parece una buena noticia?
Que descanses, Zelo"
--Mierda...-- Pensé.
"Tranquilo, ya estoy en casa.
Es una gran noticia Zelo. Ya sabes, no desperdicies esta oportunidad, nunca sabes cuándo se te pueda volver a presentar. Inténtalo.
Descansa tú también, Jepp"
¿Por qué simplemente no le decía que era yo? ¿Qué me impedía hacerlo? Creo que con ese mensaje, he complicado aún más las cosas.
-Eres idiota, YongGuk. Muy idiota- Me dije.