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The million times I shout for love por champiipandy

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Kuroko no Basket pertenece a Fujimaki Tadatoshi 

 

Este One-Short va dedicado al grupo MuraAka Fans.

Notas del capitulo:

Este es mi segundo Fic MuraAka y pues espero que lo disfruten

 

"Aka-chin me gustas, por favor sal conmigo".

 

"¿Qué clase de broma es esta Murasakibara-kun?"

 

"No es ninguna broma... En verdad me gustas".

 

"No seas ridículo, un hombre no podría enamorarse de otro hombre".

 

Eso fue lo que le dije hace tiempo, era lo que yo firmemente creía pero... Al verlo ahora parado frente a mí con esa silueta perfectamente definida, con esa imponente altura y esas hermosas facciones perezosas me pregunté ¿Como es que quedé perdidamente enamorado de Murasakibara Atsushi?

 

Nos conocimos hace apenas dos años, durante las prácticas del equipo de básquet en Teiko. Al ser regulares rápidamente nos volvimos cercanos, tanto que ni siquiera recuerdo el momento exacto en el que comencé a sentirme de este modo. Atsushi es un hombre, no tiene ninguna facción ni mínimamente femenina pero su simple presencia hace que mi corazón se estremezca completamente, no sé qué hacer con estos sentimientos que están a punto de desbordarse por completo. Si en este momento le hiciera saber sobre esto ¿Cómo reaccionaría? ¿Me aceptaría o Me despreciaría? No lo sé.

 

—Aka-chin... Ya terminé mis deberes ¿Puedo irme?— esa voz. Tan dulce y tan sensual siempre logra hacer que una corriente eléctrica recorra todo mi cuerpo. 

 

—Sí, puedes retirarte. — dije con voz ahogada.

 

— ¡Gracias Aka-chin!— y esas amatistas tan profundas irradiantes de felicidad...son hermosas.

 

Seguramente Atsushi rechazaría mis sentimientos en este momento...

 

— ¿Cómo te fue en la práctica de hoy Atsu-chan?— cuestionó.

 

—Bien— dijo sonriéndole. — Deberías venir a verme un día.

 

—Claro—. Y correspondía su sonrisa...

 

Sí, Atsushi me rechazaría, después de todo él tiene una linda novia a la que quiere mucho...

 

— Akashi-kun, ¿Por qué no te confiesas? — esa inexpresiva voz.

 

—No creo que sea prudente Kuroko-kun. — respondí. — Murasakibara-kun parece muy feliz con esa chica…— Dolía pronunciar eso, pero era lo que mis ojos veían. 

 

— ¿Y tú, Akashi-kun? ¿Estás feliz? — No pude responderle. Las palabras simplemente no salieron de mi boca.

 

Si he considerado muchas veces el encararlo, hablar con él y contarle la verdad. Después de todo él fue quien se confesó primero, quiero creer que los sentimientos que me profesó son verdaderos, que cuando le diga que es reciproco dejara de lado a aquella chiquilla de segundo grado y me amara solo a mí pero... al mismo tiempo me invade un enorme temor de no ser correspondido. No. Tengo que creer en él, en mí y en nuestros sentimientos.

 

—Murasakibara-kun. — le llamé a mitad de la práctica.

 

Sí, ese era el día en que me sinceraría con él. Ya estaba cansado de solo mirarlo irse día tras día con esa muchacha, simplemente mi corazón no soportaba más. Murasakibara tenía que saber, debía estar al tanto de mis sentimientos.  

 

— ¿Qué ocurre Aka-chin?

 

Esa hermosa voz pronunciando mi nombre... si tan solo me dijera "Te amo". 

 

—Necesito hablar contigo después de la práctica, ¿podrías quedarte?

 

—Por supuesto. — me dijo sonriendo.

 

Sí, no hay duda alguna. Estoy perdidamente enamorado de este hombre.

 

— ¿De qué quieres hablar Aka-chin?— rompió el silencio.

 

Lo cierto es que, desde que la práctica terminó y todos salieron del cuarto del club ninguno había pronunciado palabra alguna. Solo nos manteníamos estáticos, mirándonos a los ojos. Estaba nervioso, ansioso; mi mente era un completo caos. Respiré profundo. Tenía que hacerlo, debía decirle.

 

—Yo...— pero era tan difícil, mi garganta estaba tan seca que todas las palabras que quería decir simplemente no salían. —Yo...

 

—Tranquilo Aka-chin, nada puede ser tan malo, solo dímelo. —me sonrió abiertamente.

 

Y eso fue suficiente para apaciguar mi acelerado corazón y acomodar las ideas en mi mente, solo debía decirlo y ya. Él rebosaría de alegría y me abrazaría. 

 

—Me gustas...—dije.

 

— ¿Es una broma cierto?—cuestionó.  

 

—No, de verdad me gustas mucho— continué.

 

— ¿Es en serio?— asentí.

 

Di unos pocos pasos hacia él; quería abrazarlo, sentir sus labios, en verdad lo deseaba. Estaba anonadado, sus labios se movían queriendo articular palabras.

 

— Aka-chin —. ¡Ah! Esa voz me enloquece, quisiera que me susurrara al oído todo el amor que pueda articular. —por favor no vuelvas a decir algo tan desagradable...

 

Y ese fue el momento exacto en el que mi corazón se destrozó por completo.

Aquella expresión que me dedicó fue inesperada. Ese rostro lleno de repugnancia estremeció mis sentidos hasta quebrarlos.

 

— ¿Qué?— alcancé a farfullar.

 

—Dos hombres juntos, es anormal—dijo. — solo estas confundido.

 

— ¿Confundido?— cuestioné— No es así, tu sientes lo mismo por mí, me lo dijiste hace tiempo.

 

—Lo sé pero solo fue un mal entendido. Aka-chin tiene razón, un hombre no puede enamorarse de otro.

 

— ¡Claro que sí!— exclamé.

 

—No, te respeto Aka-chin así que, si no vuelves a mencionar esto pretenderé que jamás ocurrió.

 

— ¿De qué hablas? Tú fuiste el primero en decir esto ¿y ahora dices que fue mentira?— estaba eufórico.

 

—Fue mi error, me precipite pero he aclarado mi mente, jamás podría pensar en un hombre de ese modo. Ami-chin es muy linda y estoy saliendo con ella.

 

—Yo puedo ser mejor que esa niña, así que haz conmigo lo que te plazca— me ofrecí.

 

Estaba desesperado, me sentía patético, me veía patético pero anhelaba a ese hombre. Si tenía que pisotear mi dignidad solo por un beso suyo lo haría.

 

—No digas tonterías Aka-chin. — frenó mi paso y sostuvo mis muñecas con fuerza. 

 

—Hare lo que sea, lo que me pidas pero ámame Atsushi.

 

¿Qué tan enamorado estaba de ese hombre? ¿En verdad era tanta mi necesidad por ser correspondido?

 

— ¡Ya basta!— gritó. 

 

— ¡Ámame Murasakibara! Por favor— supliqué.

 

¿Por qué estaba mostrando esta faceta tan lastimosa? Me estaba humillando completamente ante él, rogando con todas mis fuerzas un simple gesto de afecto pero no importaba, lo quería para mí. Murasakibara Atsushi tenía que ser mío.

 

— ¡Ya es suficiente! ¿No lo entiendes Aka-chin? La simple idea de enredarme con un hombre es asquerosa. —soltó con tono tajante.

 

Mis lágrimas desbordaban sin piedad, y esas duras y acidad palabras me destrozaron. Él jamás sentirá lo mismo por mí. Nunca, Atsushi nunca me amaría.

Mis piernas languidecieron, ya no me quedaban fuerzas; sin importar cuanto le rogara, gritara o suplicara por amor, él jamás podría dármelo.

 

—No vuelvas a decir cosas tan repugnantes, si lo haces sin duda te aplastare— me dijo con dureza.

 

Ni siquiera levanté el rostro, no quería ver esas amatistas mirarme con desprecio. Me solté a llorar, la fuerza escapaba de mi cuerpo y mi respiración se entrecortaba. Escuché la puerta cerrarse tras él; no me dijo nada más, solo se fue.

Mi llanto era desgarrador, mi respiración irregular, vista se hacía borrosa y el dolor en mi pecho era insoportable pues ya no había nada, solo esa densa oscuridad rodeándome. Eso y un enorme vacío en mi corazón.

 

Seguramente me aborrece…

 

...

 

Se incorporó abruptamente, su respiración era agitada, su pulso estaba al máximo. Limpió burdamente su rostro pues estaba empapado en sudor y lágrimas filtradas.

 

— ¿Que sucede?— esa voz llamó de inmediato su atención. 

 

Sintió su corazón detenerse por una fracción de segundo y entonces nuevamente las lágrimas corrieron por sus mejillas.

 

— ¡Ah!— exclamó incorporándose. — ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?— cuestionó con tono preocupado.

 

—No...No es nada. —farfulló. 

 

— ¿Cómo que nada? Aka-chin no llora por nada. —sentenció.

 

—En verdad no es nada Atsushi...—musitó.

 

No podía decirle que esas lágrimas eran de alivio, de felicidad. Que esa enorme opresión en su pecho desapareció al verlo a su lado y por ende, las lágrimas brotaron sin su permiso.

 

— ¡Ya sé!— exclamó acercándose al menor. —Tuviste una pesadilla. —Dijo rodeando inmediatamente sus pequeños hombros. — No pasa nada Aka-chin, solo fue una pesadilla. Yo estoy aquí contigo. —dijo con tono protector.

 

Sí, todo aquello solo fue un mal sueño. Aquellas duras palabras y ese horrible escenario no fueron más que ilusiones creadas por su mente. La realidad era distinta, Murasakibara estaba ahí, recostado a su lado brindándole un caluroso abrazo, ese hombre de mirada amatista y cabellera lila era su esposo. Era suyo. Y aun sabiendo eso sus lágrimas no dejaban de correr y sus sollozos invadían la habitación. 

 

—Atsushi, dime que me amas—dijo en tono suplicante mientras se aferraba a su cuello.

 

—Te amo Aka-chin— respondió abrazando su pequeño cuerpo. —Te amo mucho.

 

—Repítelo, por favor. — pidió con voz ahogada.

 

Murasakibara sostuvo su mentón, limpió delicadamente sus lágrimas y lo besó tiernamente. No sabía que clase de sueño había sido y tampoco quería hacerle recordarlo. Simplemente se dedicaría a consolarlo hasta que el pelirrojo le dijera que era suficiente y que ambos; él y su bebé ya estaban bien.

 

—Te amo, los amo a los dos. — paseó su mano por el pequeño vientre abultado del chico.

 

—Dilo otra vez...— buscó sus labios y los aprisionó desesperadamente.

 

—Te lo diré un millón de veces si es necesario. — le dedicó una inmensa sonrisa y lo aferró a su pecho.

 

Fin.


 

Notas finales:

Esta es la primera vez que escribo algo que se podría catalogar como "Angst" (?) asi que me gustaria saber su opinión al respecto :3 

Estuve muy insegura de si poner m-preg o no pero pensé que le daría un lindo toque aunque sea una simple mención :D (la realidad es que no sé como manejar un m-preg xD )

Como siempre muchas gracias por leer y disculpen cualquier tipo de falta ortográfica.


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