Amor, mírame. ¿Todavía me amas?
Amor, mírame a los ojos y dime
Un corazón que ama no se puede ocultar
Nunca olvides el hecho de que estaba a tu lado
No borres mi corazón, que era capaz de sacrificar todo por ti
En el mismo lugar, en el mismo tiempo, sabemos que estamos juntos
En cualquier momento puedes venir a mí, a tú lugar
¿Todavía me amas?
.
.
.
-¡El emperador te mandó a llamar!-
Dejé caer el libro en mis manos por el susto que me dio Loren gritando y estrellando la puerta contra la pared
Definitivamente la chica había perdido cualquier rastro de timidez en mi presencia…
-¿A mí?-
La rubia rodó los ojos mientras cerraba la puerta con un sonoro portazo
-No a mí, ¡Por supuesto que a ti!, la señora Mara me acaba de informar-
Parpadeé confundido y luego comencé a sentirme demasiado nervioso
Hice lo que pude para recoger el libro sin dejarlo caer nuevamente pero en realidad estaba un poco preocupado
¿Qué esperaría Juvart de mí?
Solo llevaba poco más de un mes estudiando y Mara opinaba que todavía no podía presentarme como un sirviente permanente
-¿Cian? Ciaaaaaaan-
Retrocedí cuando Loren me golpeó la frente con un dedo
-¡Despierta! ¡Tenemos mucho que hacer!-
Suspiré
-¿Por qué me mandó a llamar?-
La brillante sonrisa en el rostro de la chica no me causó una buena sensación
-Por alguna razón decidió cenar en su jardín privado y como eres el único cuya vida no corre peligro cerca de Senri, pidió tu presencia-
Alcé una ceja pero preferí no opinar al respecto
¿Es era la única razón? ¿Porque a su lobo no parecía interesarle matarme?
¿Y por qué tengo que sentirme tan decepcionado?
-Vamos, voy a pedirle a los sirvientes que preparen tu baño-
Por fortuna Loren salió de la habitación, de haberse quedado habría visto mi rostro rojo producto del recuerdo de lo último que pasó cuando el emperador y yo estuvimos en un baño
Oh… definitivamente esto no es bueno
Tomé el libro y traté de continuar con la tarea que Leto me había dejado, el libro era técnicamente lo que en mi mundo podría considerarse como un cuento para niños pero me llevaba mucho tiempo traducirlo
¿Cómo es que el idioma de los demonios puede ser tan complicado?
Suspiré, en cuatro horas solo había avanzado una página. Al parecer, la historia trataba sobre un rey demonio muy poderoso que había construido un palacio de oro y mármol pero cuyos súbditos temían de ver a la cara
“En realidad se parece mucho a la descripción de Juvart”
Fruncí el ceño y pasé las páginas buscando algún dibujo, la mayoría eran de paisajes pero cerca del final del libro había una imagen del tamaño de la página donde aparecía el rey mirando el horizonte desde un balcón
Abrí los ojos muy sorprendido ¡El rey del dibujo era muy parecido a Juvart!
¿Sería una coincidencia o Leto me lo dio por algún motivo en específico?
-Cian, debes tomar un baño-
Obedecí a Loren sin dejar de pensar en el hombre de la ilustración
¿Podría ser posible que el cuento hablara de Juvart?
Ahora no podía esperar por seguir leyéndolo…
Salí del baño sintiéndome tan cómodo que de no ser porque Loren hablaba muy fuerte sobre la ropa me habría metido a la cama a dormir una pequeña siesta
-¿Qué te parece este color?-
Observé el traje gris en silencio, técnicamente era el color más sobrio que la chica jamás había elegido para mí
Simplemente resultaba impactante
-¿No te gusta? ¿A lo mejor es muy oscuro? ¿Rosa tal vez?-
Palidecí
-¡No, el gris está bien! Es perfecto- aseguré sonriendo con nerviosismo
Loren me miró sospechosamente pero terminó por coincidir conmigo
-¡Ahora los alaborios!-
Esperé pacientemente que Loren hiciera su trabajo, tardó cerca de hora y media pero cuando finalmente terminó, en su rostro estaba la misma sonrisa que puso cuando le conté del alago del emperador
¿Cómo iba a quejarme si ella parecía tan feliz?
-¡Ya está! Debemos ir pronto o llegarás tarde-
La seguí sintiendo los nervios regresar a mí
¿Y si lo arruinaba todo?
A pesar de todo lo que había pasado no podía entender el comportamiento de Juvart. Su pueblo parecía amarlo y temerle al mismo tiempo y Leto me había dado a entender que el emperador era alguien justo pero carente de misericordia
¿Era por eso que me recordaba constantemente sobre el contrato?
¿Realmente creía que yo le traicionaría a la primera oportunidad?
Suspiré, antes de darme cuenta estábamos de pie fuera de las habitaciones del emperador
-Mi señor Cian ha acudido al llamado del emperador- habló Loren alzando la voz
Las puertas que carecían de cualquier tipo de cerradura se abrieron lentamente
-¡Deme eso!-
Me sorprendió el susurro nervioso de mi amiga
-Pero es mi libro- repliqué sin alzar la voz
Ella trató de arrebatármelo pero se lo impedí. Justo cuando estábamos peleando silenciosamente por el, apareció Oliver y nos miró divertido
-¿Alguna razón para pelearse como niños?-
Noté como mi rostro enrojecía bruscamente pero jalé del libro y me alejé de la rubia rápidamente
-Mi señor, no debería llevar algo como eso al encuentro del emperador- me suplicó Loren
Sacudí mi cabeza, Leto me había dado el libro por lo que podía llevarlo a donde quisiera. Además, estaba seguro que no contaba precisamente como un arma peligrosa
¿Qué mal podría hacer?
-Juvart te está esperando en el jardín-
Miré al demonio de ojos pardos con alegría, él parecía una de las pocas personas en el palacio que no me odiaba profundamente y de hecho en una ocasión me había ayudado a librarme de un castigo
-¿Cómo has estado?-
Mi pregunta casi hizo desmayarse a Loren pero hice lo mejor que pude para ignorarla
-Bastante ocupado con asuntos de estado, pero bien, gracias por preguntar. De hecho escuché de tus clases, ¿Quién es tu profesor?-
-El maestro Leto-
El rostro del mayor se volvió mucho más alegre
-¿Leto es tu maestro? Vaya, no me lo esperaba-
-¿Puedo preguntar por qué?-
Oliver me sonrió cálidamente
-Él también fue maestro de Juvart y mío. Tengo excelentes recuerdos de sus clases, ¿Qué estás estudiando?-
¿Por qué me habrían asignado el maestro del emperador y del consejero real?
-Eh… lengua, bueno, su lengua… la lengua de este mundo- me corregí una y otra vez
Observé de reojo como Loren me hacía gestos dramáticos para que terminara la conversación e ingresara a las habitaciones pero una pequeña conversación con alguien no podría hacer mucho daño… ¿Cierto?
-amare et sapere vix deo conceditur-
Miré fijamente al Oliver, tratando de descifrar lo que acababa de decirme
-Incluso a un dios… ¿se le dificulta?-
El hombre de ojos pardos se rio levemente
-Incluso un dios encuentra difícil amar y ser sabio a la vez- citó con voz solemne
Permanecí de pie frente a él con una extraña sensación. Esto no se trataba simplemente de una frase elegida al azar
¿Entonces qué podría ser?
-No lo olvides Cian, el amor vuelve turbulenta la mente de los más poderosos-
Oliver se alejó después de eso y yo ni siquiera pude comprender bien de qué me hablaba. Solo el golpe de Loren en mi brazo me trajo de regreso a la realidad
-¡Debes entrar!-
Caminé con torpeza dentro de las habitaciones, las palabras del consejero real me habían dejado confundido y ya no recordaba por qué había estado tan nervioso al principio
Cuando llegué al jardín privado recordé el motivo de mi ansiedad
Juvart estaba sentado cómodamente en uno de varios cojines ubicados alrededor de una mesa repleta de comida, a su lado Senri se dejaba acariciar mansamente por su amo
Me acerqué a él bajando mi rostro y apretando con fuerza el libro en mis manos
-Llegas tarde-
Sin darme cuenta miré al emperador con sorpresa, rápidamente recordé el protocolo y volví a apartar la mirada
-Lo siento señor-
-Alza tu rostro, ya te dije que puedes hacerlo cuando estemos a solas-
Obedecí percibiendo aquella extraña sensación en mi pecho que me causaba calidez
-¿Qué tienes en tus manos?-
Casi retrocedí pero me obligué a calmarme, él no parecía enojado sino todo lo contrario. Su postura y mirada me indicaban que se encontraba muy relajado
Sin embargo, el notar que no había ningún otro sirviente cerca no sirvió para calmarme sino todo lo contrario
-Eh… e-es un libro… me lo dio mi maestro-
El emperador me miró fijamente y extendió su mano hacia mí
-Ven aquí Cian-
Mi cuerpo obedeció sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo. Simplemente me acerqué a él y tomé asiento en el cojín que había a su derecha
-¿De qué trata tú libro?-
Le miré confundido, ¿Realmente le interesaba?
-Bueno… solo alcancé a entender que habla de un rey-
-¿De un rey?-
-Sí, de un rey demonio que mandó a construir un palacio de mármol y oro-
La mirada azul del emperador me hizo estremecer, pero él no hizo ningún movimiento, solo se dedicó a observarme en silencio
-¿Te gustan los cuentos?-
Me sorprendió que no hubiese ningún atisbo de burla en su tono de voz e inconscientemente sonreí
-No conozco mucho la historia de este mundo, supongo que me agrada poder conocer sus cuentos, incluso sin son los que se le narran a los niños-
El mayor tomó una fresa y se la llevó a la boca sin dejar de mirarme
-Ese no es un cuento para niños- aclaró tras unos segundos
Parpadeé confundido
-¿No?-
Él negó, alejando su mano izquierda de Senri. Como si se hubiese liberado de un hechizo, el lobo se incorporó y se me acercó rápidamente
Le sonreí a Senri, hace mucho que no le veía y de ser posible parecía aún más grande que la última vez
-Hola pequeño…- susurré acariciando su suave pelaje
-Es la historia de un demonio muy poderoso que se convirtió en emperador antes de que su predecesor muriera-
Centré mi atención en el hombre de mirada azul, en lugar de mirarme parecía haberse perdido en sus recuerdos
-¿Eso no es normal? El convertirse en emperador si su predecesor no ha muerto…-
-Usualmente debes asesinar al emperador anterior-
Me tensé inmediatamente
¿Así era como se sucedían el trono? ¿Con asesinatos?
¿Y por qué lo decía con tanta tranquilidad?
-¿Quieres que te lea esa historia Cian?-
Analicé unos instantes al hombre frente a mí
-¿Por qué estás siendo tan amable conmigo?-
Casi me golpeé por soltar tal pregunta, pero reamente necesitaba entenderle. Por lo general no podría calificarle como alguien demasiado hablador y amable pero de la nada él se estaba comportando diferente conmigo y eso no ayudaba en nada a la cálida sensación en mi pecho
-¿Prefieres que te encierre en el harem?-
Negué rápidamente
-No, perdón, eso no es lo que yo quería decir…-
-¿Quieres que te lea esa historia o no?-
Le tendí el libro en silencio, él se giró para poder mirarme bien y lo abrió con solemnidad
-Ibas bien con la traducción, es la historia de un emperador demonio poderoso que mandó a construir un palacio de oro y mármol-
Senri se me apegó hasta echarse sobre mis piernas, sonreí levemente ante ese gesto e incluso alcancé a divisar una sonrisa en el rostro del emperador
Esa simple y breve sonrisa hizo que mi corazón se acelerara instantáneamente
-El emperador era el segundo hijo del emperador reinante. Debido a su ascendencia, creció rodeado de lujos dentro del castillo, plenamente consciente de su futura posición debido a que eso era lo que dictaba la tradición. Desde pequeño fue educado en cuanto a la historia de su mundo, aprendió diferentes lenguas y todo lo concerniente a la política de estado. Cada día, pasaba horas y horas ante distintos maestros que se aseguraban de darle la educación completa que el futuro emperador merecía-
Cerré mis ojos un momento, perdiéndome en la tranquila voz del hombre de mirada azul
¿Realmente podía llegar a ser así? ¿Una persona aparentemente tranquila y relajada?
¿Era esta la verdadera personalidad de Juvart o simplemente se trataba de una maravillosa excepción?
-Pero un emperador no solo debe conocer política y tradiciones, el resto del día ese niño era instruido en diferentes artes de combate y también recibía clases para ayudarle a manejar su poder. Porque mientras más poderosa es la familia de la que un demonio proviene, mayores serán sus poderes, y también más grandes serán las desgracias que caerán sobre este si es incapaz de manejarlos-
Recordé lo que me había dicho Karau sobre heredar poderes, él había mencionado que nadie se comparaba a su hermano mayor
¿A lo mejor por eso todos le temían al emperador?
Yo había visto una parte de lo que era capaz de hacer, él había matado a un demonio noble en un simple instante y sin pensarlo dos veces
¿Qué tan aterrador debiese resultarme un poder de ese tipo?
¿Y por qué no siento miedo cada vez que lo veo?
-Así fue como creció ese niño, apenas consciente de la vida fuera del palacio, con sus horas ocupadas en el aprendizaje que se esperaba de él y la atención de toda la nobleza sobre cualquiera de sus acciones. Sin embargo, en cierto momento la esposa del emperador le recordó a este que su hijo debía relacionarse con sus hermanos para evitar males mayores. Era conocida la tradición de los emperadores de asesinar a todos sus hermanos una vez instalados en el trono. Ella quería evitar que eso ocurriera porque sabía lo conveniente que sería contar con los dos príncipes y la princesa para sellar acuerdos con otros mundos-
Juvart parecía realmente concentrado leyendo el libro, tragué duro cuando por un segundo alzó la vista y me miró fijamente
Mi pecho se apretó al advertir el dolor en la mirada del mayor. La necesidad de ayudarle a quitar ese dolor se instauró en mi pecho pero no tenía idea de qué hacer
¿Cómo consolarle si desconocía el origen de su dolor?
-El niño se hizo muy cercano a sus hermanos, pero especialmente él admiraba a su hermano mayor. El príncipe mayor era un ejemplo en todas las áreas que practicaba, manejaba maravillosamente sus poderes, destacaba en la espada y el arco, los sabios del reino solo tenían palabras de admiración para su inteligencia y su padre lo amaba por sobre todo el resto de su familia. Así fue como durante un breve periodo de tiempo todos vivieron en paz, sin embargo esa armonía se rompió cuando el futuro emperador comenzó a superar a su hermano-
Noté como el ambiente a mí alrededor se fue volviendo más y más helado. Pensé que solo era mi idea, pero el pelaje de Senri se erizó ante el cambio de temperatura
-El futuro emperador superó todas las expectativas, sus poderes eran inmensos, los generales del reino ansiaban discutir de tácticas de guerra con él y asistir a cualquier demostración de pelea que el príncipe heredero pudiese brindarles. Los sabios se peleaban entre sí para poder pasar tiempo con él y hablar de aquellos temas complicados que pensaban nunca tendrían solución. Todos admiraban al futuro emperador al punto de olvidar completamente al resto de sus hermanos-
Traté de calmar a Senri acariciándole, pero el movimiento de su cola me indicó que se encontraba nervioso. Sin embargo, Juvart continuó leyendo aparentemente indiferente a lo que su narración estaba causando
-El príncipe mayor comenzó a despreciar a su hermano, ya no pasaba tiempo con él, apenas si le dirigía la palabra. Algunos integrantes de la nobleza se burlaban de él porque su hermano menor le había superado en un parpadeo… su mente cambió y comenzó a cuestionar la sucesión al trono. Él pensaba que el hijo mayor del emperador era el correcto heredero al trono, incluso muchos de sus seguidores apoyaban la idea, pero la tradición era absoluta en el mundo de los demonios, solo aquel que naciera con ojos de color azul podría convertirse en el gobernante-
Me estremecí cuando el frío comenzó a congelar mis manos y pies, Senri se me apegó tratando de darme calor y entonces noté que la oscuridad había crecido mientras el emperador hablaba
No había estrellas ni lunas, solo oscuridad densa y lúgubre rodeándonos
-Así fue como el hijo mayor del emperador comenzó a despreciar públicamente a su hermano. La única razón por la que no se detuvo fue porque seguía siendo el hijo favorito y su padre era ciego a su comportamiento. Un día, al poco de que el príncipe heredero cumpliera la mayoría de edad, su hermano mayor pidió una reunión de la nobleza y realeza ante el emperador y frente a todos, le exigió a su padre que le nombrara a él el sucesor al trono. La familia real no supo cómo reaccionar y los adherentes al príncipe exigieron que se cumpliera su petición. Pese a que la tradición era absoluta y le obligaba al emperador a negarse, él decidió que su hijo mayor merecía una oportunidad-
Miré sorprendido a Juvart, ¿Realmente ese emperador había accedido?
¡Pero si toda mi estancia en el palacio había sido regida por las fuertes tradiciones!
-El emperador decretó que ambos príncipes se enfrentarían y quien resultara ganador se convertiría en su sucesor. La reina trató de hacerle entrar en razón, pero el emperador amaba a su hijo y en el fondo creía que sería un mejor gobernante que su segundo hijo. La fecha de la batalla fue decidida y aunque el príncipe heredero no quería enfrentarse con su hermano más preciado, su padre le advirtió que de negarse él mismo acabaría con su vida-
¿Cómo un padre podría permitir algo así entre sus hijos?
¿Qué clase de emperador obliga a sus hijos a pelearse entre sí?
-La batalla duró tres días y tres noches, aunque el príncipe heredero no quería asesinar a su hermano, durante el combate comprendió que sería su única opción, pues su hermano mayor estaba enfocado en acabar con su vida para asegurar el trono para él. La nobleza permaneció observando aquel combate, admirando la experiencia en batalla de uno y el magnífico poder del otro, hasta que en el amanecer del cuarto día, el heredero al trono no tuvo más opción que ponerle fin a la situación y le atravesó el corazón a su hermano más amado-
Mi visión se nubló al ver el semblante lleno de dolor del emperador
En ese instante deseé tener la capacidad de hacerle sentir mejor, incluso si eso me obligase a permanecer a su lado por más tiempo
No quería verle así porque mi corazón dolía por el hombre frente a mí
-El príncipe permaneció de pie viendo como su hermano se desangraba y esperó hasta que este dejó de respirar para moverse. Cuando la vida de su hermano se apagó, arrojó su espada contra el suelo y caminó directamente hacia su padre. El emperador estaba destrozado por la muerte de su hijo favorito y no comprendió lo que sucedía hasta que el suelo comenzó a moverse. El heredero al trono desató su poder haciendo temblar la tierra y nubló el cielo, desde donde comenzó a caer una lluvia que asemejaba las lágrimas en el rostro de la nobleza y realeza, pero en su propio rostro no había expresión alguna. Todos vieron con horror la sonrisa que se formó en el rostro de su futuro emperador y permanecieron inmóviles, observando como la lluvia se intensificaba y los árboles comenzaban a arder en llamas negras. Entonces el príncipe señaló a su padre y le exigió dejar el trono-
Las lágrimas inundaron mi rostro pero no hice ningún esfuerzo por eliminarlas. Finalmente comprendí que mi sospecha era cierta y la historia hablaba de Juvart
Ni siquiera traté de dimensionar cómo me sentiría de tener que matar a mi propio hermano por orden de mi padre
¿Qué clase de familia permite que ocurra algo así?
-El emperador se negó al principio, pero las llamas cubrieron todo el campo de batalla y las nubes se volvieron negras y el aire era irrespirable y cuando el gobernante miró el rostro de su hijo, pudo entender el poder ilimitado que había en él, vio la oscuridad y las sombras, vio la crueldad y el miedo, vio el odio y el dolor, y sintió la muerte cernirse sobre él como un viento helado cargado de sus más profundos temores. Entonces el emperador decidió vivir y cederle el trono a su hijo y le juró lealtad. Pero jamás le pidió perdón por lo que había hecho, porque a un emperador se le enseña desde que es capaz de hablar que nunca debe disculparse por ninguna de sus decisiones-
Llevé una mano a mi rostro tratando de silenciar mis sollozos
¿Cómo es que Juvart era capaz de contarme algo así sin que siquiera le temblara la voz?
Era como ver a un robot hablando, excepto porque sus ojos se habían oscurecido y su rostro parecía luchar contra el dolor y la furia
-Y entonces el príncipe se convirtió en emperador y lo primero que hizo fue mandar a matar a todos los nobles que habían apoyado a su hermano, pero no hizo nada contra su familia, porque no quería derramar más sangre de la que ya había en sus manos. Ignoró las palabras de su madre y ordenó construir un nuevo palacio cerca de la ciudad principal de su mundo, un palacio de mármol y oro que impresionara tanto a su pueblo como a sus enemigos. Cuando el castillo estuvo listo, esperó que todos abandonaran el original, aquel que se encontraba cercano al mar, y él mismo lo quemó, y permaneció de pie frente a su primer hogar mientras este se convertía en cenizas. Solo cuando se aseguró que todo había sido arrasado por el fuego dio media vuelta e ingresó al nuevo palacio, donde comenzaría su reinado y podría empezar una vida lejos del recuerdo del cuerpo de su adorado hermano sobre aquel campo de combate-
Juvart cerró el libro y alzó su rostro para observar el negro cielo sobre nosotros
-Mañana comienzan los festejos del aniversario de mi coronación pero también se cumple un nuevo año desde que mi hermano murió-
Estiré mi mano y antes de poder arrepentirme tomé su mano derecha. El emperador me miró fijamente
-Leto te dio un libro que cuenta parte de mi vida, como ves, no soy un emperador amable y generoso-
Negué lentamente
-He visto a tu pueblo, ellos te aman-
El hombre de mirada azul alzó una ceja
-Ellos me aman pero también me temen porque son conscientes de mi poder-
-Tú no querías matar a tu hermano-
-Pero eso no me detuvo-
Suspiré, ni el frío en el ambiente podía compararse con el tono del hombre frente a mí
-¿Qué otra opción tenías?-
-Podría haber elegido salvar su vida-
-Pero eso hubiese significado tu muerte-
-Y elegí vivir porque decidí que nadie en el mundo podría imponer órdenes sobre mí-
Le devolví la mirada cuando alzó mi rostro con su mano libre
-¿Por qué no estás asustado pequeño humano?-
Temblé levemente ante su voz, pero no por temor sino por su cercanía
-¿Debería estarlo? Si quisieras matarme no hay nadie capaz de detenerte-
Juvart acarició mi mejilla causándome un estremecimiento
-¿Y aun así no me temes?-
-A veces lo hago- reconocí sin ser capaz de ocultarle nada a esa mirada azul que parecía concentrada en cada una de mis reacciones
-¿A veces?-
-Sí, cuando te enfadas al punto de que tu mirada se oscurece y tu tono se vuelve frío como el hielo y cortante como una espada-
El mayor deslizó su pulgar sobre mi labio inferior y de no ser porque tenía a Senri sobre mi regazo me habría acercado a él en un desesperado intento por conseguir más de él
-Tú me perteneces, a menos que me traiciones no planeo hacerte daño- declaró acercándose tanto a mí que pude sentir su aliento sobre mis labios
-¿No lo harás?-
-Eres mi humano favorito, un niño humano capaz de seducir a un emperador demonio, ¿Cómo podría hacerte daño?-
Trate de replicar ante su acusación de “seducir”, ¡Ni siquiera sabía cómo hacer algo así!, pero él mismo me calló uniendo nuestros labios
Hacía frío, mucho frío, pero los labios del emperador eran cálidos y suaves. Cuando soltó mi mano la alcé para acariciar su rostro
Nunca me había sentido así, de alguna forma solo parecía correcto que él me besara, que él me acariciara… que él hiciera latir mi corazón de esta forma tan rápida y ruidosa
Gemí cuando rodeó mi cuello e inclinó mi cabeza para profundizar el beso, apenas si percibí como Senri se removía incómodo por la escases de espacio, pero mi mente se había diluido completamente y mi cuerpo solo parecía anhelar que el emperador siguiera tocándome
Cuando nos separamos para respirar vi su mirada azul observarme con placer y de pronto tuve un pensamiento que me aterró
“Quiero que me elijas solo a mí”
Aparté mi mirada, avergonzado por desear algo así
¿Qué no era egocéntrico de mi parte tener ese deseo?
-Cian, estás helado-
Parpadeé al notar que mi cuerpo temblaba por el frío y yo no lo había notado
-De pronto se puso helado y el cielo se oscureció- comenté tratando de restarle importancia al asunto
Juvart se puso de pie lentamente
-Supongo que debo controlar mejor mi carácter-
Entonces él lo había hecho…
-Ven conmigo-
Observé por un breve instante su mano extendida hacia mí y ni siquiera dudé si aceptarla
Incluso si mi reciente descubrimiento me causaba temor, mi corazón y mi mente estaban de acuerdo en aceptar todo lo que proviniera del hombre frente a mí
.
.
.
-¿Estás poniéndome atención Cian?-
Me golpeé mentalmente al ver la expresión de mi maestro, ¿Cuánto tiempo llevaba hablando?
Suspiré, después de la cena con el emperador había esperado poder verle con mayor frecuencia pero ya habían pasado dos semanas y además de verle desde lejos en las reuniones no había podido hablar con él ni una sola vez
-Lo siento-
-Bien, es obvio que en tu mente hay algo más importante que mi clase, ¿Quieres hablar de ello?-
Leto simplemente cerró el libro y me observó con una leve sonrisa
Agradecí que el sabio fuera paciente y agradable, estaba seguro que cualquier otro me habría castigado
-Bueno…-
¿Podía hablar con él sobre el emperador? Oliver había dicho que Leto fue su maestro
¿Era correcto entonces?
Debería haberle preguntado a Loren, pero ella parecía realmente ocupada con la confección de las nuevas ropas y joyas…
-¿Es sobre Juvart?-
Me sorprendió que utilizara el nombre de pila del emperador, nunca le había escuchado hacerlo, de hecho muy pocos lo hacían
-¿El emperador ha estado muy ocupado?- traté de sonar despreocupado pero a juzgar por la sonrisa en el rostro del mayor, fallé miserablemente
-¿Quieres saber por qué no te ha llamado ante él?-
Apreté los labios y aparté mi mirada hacia los jardines
¿Tan evidente era?
Maldición, en este mundo todos son muy intuitivos…
-El emperador es alguien muy ocupado Cian, no solo debe atender asuntos de estado sino también ir a reuniones del consejo de sabios y escuchar los reportes de los jefes de las diferentes ciudades-
Asentí, obviamente me imaginaba que cualquiera con el título de gobernador no tendría mucho tiempo libre, aun así extrañaba escucharle hablarme
Ni siquiera las visitas de Karau y Jahi conseguían distraerme por completo
¿Qué me estaba pasando?
-Sin embargo, si lo que quieres es verle más seguido podrías tratar de aprender algo que te sea útil-
¿Eh?
-¿Algo que me sea útil?-
-La razón por la que Kylen se convirtió en una servidora permanente es porque incluso dentro de los elfos ella posee una voz hermosa, es constantemente llamada para agradar a los cercanos al emperador con su canto-
Mi ánimo casi chocó contra el suelo al escuchar aquello
¡Yo no sé cantar! ¿Cómo voy a siquiera soñar hacer algo como eso?
-Gabe por otra parte es capaz de tocar cualquier instrumento con maestría y la nobleza le admira profundamente por su talento. Como ves, ellos dos no son solo rostro hermosos sino que poseen habilidades que les hacen destacar por sobre el resto de los integrantes del harem-
Tras aquellas palabras me sentí como un sapo feo e inútil
¡Ni siquiera era especialmente bueno aprendiendo el idioma de este mundo! ¿Cómo podría compararme con ellos?
-Veo que te he hecho sentir peor, lo lamento si es así-
-Solo soy un humano, y no tengo ningún talento, ¿Por qué el emperador quiere convertirme en un sirviente permanente?-
¿Y yo qué iba hacer precisamente si me pedían demostrar mi valía?
¿Firmar un contrato cuenta como talento?
¿Vender libros en una librería?
¿Ser amigo de Karay y Jahi?
Diablos, estoy perdido, totalmente perdido
-No es sencillo preguntarle algo al emperador y obtener una respuesta si él no desea darla. Si Juvart decidió que debes ser un siervo permanente nadie puede contradecirle-
Tal vez no pueden contradecirle pero sí pueden burlarse de mí por ser un inútil…
-Pero yo no sé tocar ningún instrumento y tampoco soy bueno cantando-
-Entonces a lo mejor deberías aprender a bailar-
Palidecí instantáneamente
-¿Cómo dijo?-
-Estoy seguro que puedes bailar ¿No?-
-Eso es…-
¿Bailar? ¿Yo?
-Si le pides a Mara que te consiga un instructor de baile y te esfuerzas tanto como en mis clases, pronto serás llamado con mucha más frecuencia ante el emperador y entonces esa mirada en tu rostro desaparecerá-
-¿Mirada? ¿Qué mirada?-
Leto me sonrió con calidez
-La mirada de una persona que extraña a alguien-
.
.
.
-Tú debes ser Cian-
Tragué duro al ver a la mujer frente a mí. Me había tomado una semana seguir el consejo de Leto
Por alguna razón mi mente decidió que aprender danza era una buena idea y antes de darme cuenta Loren había hablado con Mara y esta consiguió una instructora de baile… que ahora estaba frente a mí
“Karau y Jahi se van a burlar mucho de mí cuando se enteren”
-Hola, es un placer conocerle- saludé cortésmente
La mujer, que tenía el cabello oscuro increíblemente largo tomado en tres trenzas que le llegaban hasta los tobillos, me miró fijamente con unos increíbles ojos anaranjados. Aunque aparentaba estar a mitad de sus treintas, todo en ella hablaba de alguien etéreo
Traté de parecer seguro de mí mismo aunque comenzaba a arrepentirme de mi decisión
-Soy Shivara y a partir de hoy te enseñaré danza- declaró con voz solemne
Asentí con dificultad, ella se acercó a mí y me rodeó lentamente
-Me dijeron que eras un humano, no pensé que serías tan bello-
¿Qué?
Luché contra el sonrojo que sabía se había formado en mi rostro
¿Ella hablaba en serio? ¡Pero si los integrantes del harem eran impactantes!
-El emperador nuevamente ha demostrado su buen gusto, sin embargo quiero que sepas que no habría aceptado enseñarte de no ser porque Leto te recomendó-
La miré sorprendido, ¿Leto me había recomendado?
-Veo que no lo sabías-
-No señora-
-Leto es un sabio muy respetado, dada su reputación decidí seguir su consejo y aceptarte como mi estudiante, sin embargo debes saber desde ya que el desobedecer cualquier regla será duramente castigado-
-Sí señora-
-Deberás venir conmigo cuatro días a la semana, exactamente dos horas después del almuerzo. No aceptaré que llegues tarde y las clases terminarán cuando yo lo disponga, aunque por lo general durarán alrededor de hora y media-
Asentí sin mirarla a la cara
-Si no sigues mis indicaciones durante la clase o te niegas a cumplir con alguna orden te castigaré con ejercicio físico. Mañana hablaré con Loren sobre tu dieta, no podrás comer nada que no este en la lista que le entregaré-
Me preocupó un poco lo de la lista, no es que fuese un obsesivo con la comida pero ¿Qué tan estricta sería la mujer frente a mí con los dulces?
-Lo primero que haremos al iniciar cada clase será trotar veinte minutos-
De no ser porque Loren me habría regañado eternamente, habría caído sobre el suelo por la impresión
-Eh… ¿Comienzo ahora?-
-Por supuesto, entrenar el cuerpo es parte básica, si no eres capaz de trotar ¿Cómo podrás bailar sin fatigarte?-
Estoy seguro que el hecho de que mi única experiencia física sea correr de los abusadores no hará esto más fácil
…
¿Por qué tuve que meterme en esto?
“Porque quieres ver a J-u-v-a-r-t”
Cállate mentiroso subconsciente
“Yo no miento”
¡Silencio!
.
.
.
-¿Está bien?-
Traté de estirar mis brazos disimuladamente. Acababa de terminar mi segunda lección de danza y me dolía literalmente cada centímetro de cuerpo
-Creo que me voy a morir- me quejé sintiendo el dolor con cada paso que daba
Loren rio disimuladamente
-¿Qué acaso nunca hizo ejercicio en su mundo?-
Suspiré, por fortuna no había nadie en el enorme pasillo por el que pasábamos
-Era mejor para mí escapar de las clases de educación física-
-¿Y eso por qué?-
Sentí tristeza al recordar a mis compañeros de instituto, no porque les extrañara sino debido a que seguía siendo incapaz de entender por qué parecían odiarme
-Si me quedaba el tiempo suficiente encontraban motivos para golpearme-
Mi respuesta hizo palidecer el rostro de Loren y me arrepentí de comentárselo
-¿Ellos le golpeaban?- saltó indignada
Sonreí tratando de tranquilizarla
-Eso fue hace mucho, además después de un tiempo te acostumbras-
-¿Acostumbrarse? ¿Por qué ellos harían algo así?-
Me encogí de hombros, junto a nosotros pasó un grupo de varias nobles y las ignoré aunque sentí sus miradas llenas de curiosidad y desprecio sobre mí
-No lo sé, ¿Tal vez porque se aburrían?-
El rostro de la rubia se descompuso
-Ese no es un motivo-
-Bueno, en este mundo no parecen necesitar un motivo para odiarme-
-¡Pero es diferente! El odio de los demonios por los humanos se arrastra desde hace muchas generaciones-
Oh, definitivamente eso me ha hecho sentir mejor
-Bueno, en mi mundo el odio de la gente por personas como yo también se arrastra desde hace muchas generaciones-
-¿Quién te odia?-
¡Diablos!
Cerré los ojos con fuerza, deseando haber imaginado la voz de Oliver, pero la sensación de ser observado no se fue sino que incrementó
-Ehh… escuchaste mal- respondí girándome rápidamente
El consejero real llevaba un pergamino entre sus manos y me miraba con curiosidad
-Soy un demonio, no escucho mal Cian-
Suspiré profundamente
-No deberías escuchar conversaciones ajenas- le regañé antes de darme cuenta
Mis palabras causaron que él alzara las cejas por la sorpresa
“Oh, ahora sí que te van a castigar”
-¡Lo siento! ¡No pretendía decirte que hacer!-
Oliver me miró con una seriedad tan abismal que pensé que me cortarían la cabeza y la desesperación comenzó a inundarme
-¡Por favor olvídalo! ¡No le digas a la señora Mara! ¡Tampoco le digas al emperador! ¡Te juro que no volveré a hacerlo!- supliqué
Habría caído de rodillas ante él de no ser porque el dolor en mi cuerpo me lo impedía
El consejero continuó observándome sin expresión alguna y de pronto comenzó a reír
Literalmente a reír a carcajadas
-¡Ajajajajajajajajajajajaja! ¡Es que… ajajajajaja… deberías… aajajajaja… tu rostro es ajajajaja demasiado!-
Fruncí el ceño
-¿Eh?-
-¡No voy a matarte Cian! Ajajajajajajajajajaja-
Me crucé de brazos en silencio, esperando con molestia que él terminara de reírse de mí
Lamentablemente tuve que esperar varios minutos…
“Esto es horrible”
Cuando Oliver finalmente se calmó había una brillante sonrisa en su rostro
-¿Realmente piensas que por algo así le pediría a Mara o a Juvart que te castiguen?-
Asentí mirándole con desconfianza
El hombre de mirada parda suspiró y tomó mi mano
-Yo no haría algo como eso Cian. No te odio por ser un humano, de hecho pienso que eres muy interesante y hacer una observación sobre mi comportamiento no te hará merecedor de un castigo, especialmente si es verdad-
Me quedé de pie observándole con curiosidad, estuve a punto de preguntarle por qué pero la voz de Jahi me sacó de mi trance
-¿Qué hacen?-
Oliver me soltó rápidamente y la princesa se nos acercó sonriendo peligrosamente
Tragué duro, esto no sería bueno
-No entiendo su pregunta princesa- respondí nervioso
La rubia se paró frente a nosotros con las manos en las caderas
-¿Quieres dar un paseo Cian?-
-Eh…-
-Por supuesto que quiere, yo tengo que ir con el emperador así que si me disculpan…-
Observé en silencio como el consejero se alejaba, solo cuando la molesta sensación de estar siendo observado fijamente en la nuca me asaltó, recordé la presencia de Loren y Jahi
-¿Sucede algo?- cuestioné tratando de parecer indiferente
-¿Acaso notaste lo que acababa de pasar?-
Miré confundido a ambas chicas
-¿Lo que acababa de pasar?- repetí desconcertado
En un instante Jahi me tomó del brazo y arrastró mi adolorido cuerpo hacia el jardín principal. Solo cuando estuvimos en uno de los rincones más apartados soltó mi brazo y me obligó a sentarme frente a una pequeña pileta. Loren simplemente me miró con intensidad, como tratando de decirme lo que pasaba
“Diablos, ¿Nadie puede decirme lo que pasa?”
-¿Entonces es algo secreto?- traté de bromear
Jahi frunció el ceño y se cruzó de brazos
-¿Realmente no te das cuenta?-
Negué lentamente
-¡Le gustas a Oliver!-
Esperé pacientemente que la princesa comenzara a reírse, pero los minutos pasaron y ella seguía mirándome con seriedad
-Disculpa, ¿Cuándo te ríes y me aclaras que solo es una broma?-
Ambas mujeres intercambiaron una mirada que no pude descifrar
-Cian, no estoy bromeando, le gustas a Oliver, ¿No has notado como te mira?-
-…-
¿Cómo me mira?
Pero si solo es amable…
-No creo que yo le guste- sonreí levemente
Jahi se acercó y me tomó por los hombros
-No sé por qué en tu cabeza es imposible aceptarlo pero tienes que procesarlo o habrá problemas-
-Oliver solo es amable conmigo, ¿Cómo es posible que eso genere problemas?-
Jahi apretó mis mejillas son fuerza
-¡Niño eres un ingenuo!- se quejó
-¡Ay, ay!-
-¿No has notado acaso que mi hermano es muy posesivo? Si sospecha que su mejor amigo y su esclavo humano están relacionándose a escondidas su furia será horrible-
Una desagradable sensación se instaló en mi estómago ante tal revelación
Incluso si se me hacía difícil aceptarlo yo mismo había visto a Juvart actuar extraño cuando sentía que algo de su pertenencia era ofendido o quería serle arrebatado
-Pero a mí me gusta Oliver-
El consejero era amable y siempre parecía dispuesto a charlar conmigo
La mandíbula de Jahi se abrió cómicamente, incluso Loren perdió la compostura y se llevó las manos a la cabeza
-¿Qué has dicho? ¿Cómo has podido decir eso? ¿Realmente te gusta Oliver?- saltó la princesa comenzando a caminar de un lado a otro con una ansiedad casi tangible
-Jahi…-
-¡Esto acabará mal si llega a saberse! ¡Tenemos que evitar que cualquiera sospeche! ¡Diablos, Juvart se enfadará mucho! ¿Es que no le has visto enojado?-
-Pero Jahi…- traté de interrumpirla pero ella siguió con su monólogo ignorándome olímpicamente
-¿Debería llamar a Karau? ¡Sí, tengo que hablarlo con él! Si el emperador llega a enterarse de esto se alejará de Oliver y son amigos desde pequeños, ¿Por qué tuvo que ser así?-
-No entiendo tu reacción, bueno sí, él es amable y no parece odiarme solo por ser humano, Karau también me gusta por eso-
Mi declaración detuvo los pasos de la rubia de mirada gris
-¿También te gusta Karau?- repitió confundida
Asentí con calma
-Tú también me gustas, de hecho te considero mi amiga-
El mortalmente pálido rostro de la princesa recuperó algo de color
-¡Joder Cian! ¿Acaso sabes el susto que me diste?-
-¿Lo siento?-
-¡No debes ir por ahí diciendo que alguien te gusta si no aclaras la situación!-
Parpadeé desconcertado
-No entiendo de lo que hablas-
Jahi respiró profundamente varias veces, como tratando de conseguir paciencia. Loren por otra parte se me acercó en silencio y después de sentarse junto a mí tomó mi mano
-Cian, cuando dices “gustar” la mayoría asumirá que la persona en cuestión te interesa de forma romántica-
Palidecí
-¿De forma romántica? ¡No me gusta Oliver en ese sentido!-
-¡Pues entonces cuida tu lenguaje!- exclamó Jahi apuntándome con su dedo índice
-Pero yo no hablaba de gustar en ese sentido…-
-Debes entender que cualquier cosa que digas aquí podría ser malinterpretada y si llega a las personas adecuadas se asegurarán de causarte problemas. Los integrantes del harem solo deben dedicarse al emperador, si llegasen a involucrarse en una relación con alguien más, independiente del rango que posean, el castigo es la muerte-
Me estremecí producto del escalofrío que me sacudió
¿La muerte?
-No solo te condenarías a ti, Oliver es el consejero del emperador, si llegase a haber sospecha de traición el mismo Juvart tendría que castigarlo… ellos son mejores amigos Cian, lo más adecuado es que no te acerques demasiado a Oliver-
-Pero él es agradable- me quejé
Jahi golpeó mi frente
-¿No estás escuchando? A Oliver le gustas, no de la forma en que a ti te gusta sino en un sentido romántico, probablemente él no hará nada porque conoce perfectamente las reglas, aun así lo mejor es que no te arriesgues. ¿Cómo piensas que reaccionará Juvart si alguien como Kylen le va con el chisme?-
¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?
¿Es que solo puedo relacionarme con quienes el mismo Juvart decida?
“¿De eso no se trata la parte de estar al servicio permanente del emperador?”
¿Qué hay de mis propios deseos?
Nunca había tenido ningún amigo hasta que llegué a este mundo…
“Tal vez deberías recordar que si Juvart así lo desea todos tus amigos te abandonarán”
-Quiero estar solo-
Ambas chicas me miraron sorprendidas
-Loren, vamos, quiero ir a mi habitación-
-Cian…-
-Gracias por advertirme Jahi, procuraré no relacionarme con nadie, así evitaré problemas-
-Eso no es…-
Di media vuelta y comencé a alejarme, cualquier alegría que hubiese sentido durante el día se había esfumado ante las advertencias de la princesa
“En realidad pareciera que tienes mucho, pero no tienes nada, todo le pertenece a él, absolutamente todo lo que hay en este mundo… incluyéndote”
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