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Sacrifice por xikah

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Notas del capitulo:

Hi HI! tras mucho tiempo estoy de regreso n.n ya que solo me queda un examen para pasar de año, espero tener mas tiempo

Yyyy la verdad no me acuerdo en que iba la historia asi que para variar tendre que leerla nuevamente (oh si soy tan genial ahaha)

Saludos para todos, espero que hayan tenido unas hermosas fiestas junto a sus familias!

 

-slashfangirl05

Cian está mas perdido que la vida en ese mundo xD, el pobre merece tener "amigos" aunque estos sean dos principes demonios (?)

La otra opcion a un collar especial era que no se lo diera (lo que traeria desgracia, shame shame shame) pero eso ya era muy feo u.u y en todo caso Juvart por algo lo puso en el harem 1313

Ya sabras que pasa con Karau n.n

saludos!

.

.

.

Jamás había visto a Loren tan nerviosa como cuando me vio ingresar a la habitación y sin hacer ningún comentario comenzó a bañarme

Decidí imitarla e ignorar el tema, aunque ambos sabíamos que lo más posible era que todo terminara mal

Mientras ella me elegía el pijama, recordé los eventos ocurridos en la tarde

---------------------------FLASHBACK------------------

Nunca había estado en el salón del harem con personas allí, pero Loren insistió en que tenía que habituarme a ese estilo de vida

Dejé que la muchacha escogiera algunas frutas para mí mientras me senté en un sillón muy cómodo junto a la ventana

Podía sentir la mirada de casi todos sobre mí, pero nadie se acercó a hablarme

Me pregunté si la indiferencia era por ser humano o por el lazo del que tanto se había maravillado Loren.

Intenté ignorar los susurros y lamentablemente terminé recordando aquel beso… ¿Por qué había tenido que decir esas palabras tan crueles?

Había sido… impresionante. No sabía que los besos podían causar tan estado en alguien, pero cuando él me besó el resto de las cosas se desdibujaron a mi alrededor y cada centímetro de mi cuerpo se rindió ante sus manos

Sacudí mi cabeza, recordándome que no podía sentirme así por alguien que me aborrecía

¡Ni siquiera había tenido tiempo para pensar en mi sexualidad! Desde siempre me había dedicado a cuidar a mi familia… y nadie, chico o chica quiere acercarse al nerd que todos eligen para golpear…

-Eres tan normal que es ridículo- Una voz femenina me sacó de mis pensamientos

Era una chica que debía ser un par de años mayor que yo, su cabello plateado se asemejaba al de Loren, pero estaba decorado con preciosas horquillas doradas, además sus ojos eran de un celeste muy claro

Era realmente hermosa, pero su rostro solo mostraba disgusto hacia mí

-Un humano en el harem del emperador, cualquiera pensaría que elegiría algo más impresionante- espetó con burla

Varios de los presentes se rieron con sus palabras

Intenté no demostrar  ninguna expresión, claramente no podríamos ser amigos

-No creo que las elecciones del emperador sean algo que debas cuestionar- comenté tranquilamente

Su rostro se crispó

-Ni siquiera deberías atreverte a mirarme, soy una princesa elfa y tú solo una basura humana-

Su actitud no me sorprendió, estaba habituado a personas creyéndose mejores que yo y golpeándome constantemente

-Bien- fue todo lo que dije y regresé mi mirada hacia la ventana

-¡Cómo te atreves!-

Dado que no me lo esperaba, la bofetada que me dio consiguió girarme el rostro

La observé en silencio, pero sin quejarme por el dolor

-Ya basta Kylen-

Un chico de unos veinte y con un precioso cabello rojo se acercó a nosotros, la chica le miró casi con tanto odio como a mí

-Por supuesto que vas a defenderle ¿No?- espetó venenosamente

Suspiré, deseando regresar a mi cuarto. Karau había tenido razón al decir que veces podían ser muy perras

-Él no te ha hecho nada, ¿Cuál es la necesidad de golpearle?-

Una cruel sonrisa apareció en el rostro de la chica

-La basura debe ser tratada como tal, no importa que el emperador le haya aceptado en este lugar, pronto comprenderá su error y lo devolverá al inmundo lugar donde pertenece-

Palidecí al pensar en ello, ¿Si él decidía devolverme mi padre moriría?

No podía permitir aquello…

-Guárdate tus opiniones para aquellos a los que le interese-

Los ojos de la elfa irradiaron ira, y probablemente si las miradas matasen, el muchacho de cabello rojo habría caído muerto en ese instante. Luego de lanzarle la mirada más atemorizante que pareció poder regalarle, se marchó caminando con altivez

-¿Estás bien?-

Me llevé una mano a la mejilla golpeada, se sentía muy caliente, pero más allá de eso no parecía haber quedado una marca

-¡Mi señor!-

Loren casi dejó caer la bandeja y se acercó rápidamente a mí

-No te preocupes- le sonreí intentando calmarla

-¿Quiere que vaya en busca del médico?-

Negué automáticamente

-Estoy bien-

El chico que me ayudó me observó con atención y me sentí intimidado por su mirada café

-No todos en este lugar van a querer ser tus amigos- me advirtió

Me encogí de hombros

-Estoy acostumbrado a ello- murmuré regresando mi atención al ventanal

-¿Te gusta la vista?-

Era bella, pero las habitaciones no se encontraban en la primera planta y solo podía observarse una parte del jardín

-El jardín que había ayer… ¿Hay más como ese?-

-Existen dos más, uno es el principal y el de mayor tamaño, y el otro se encuentra en las habitaciones personales del emperador-

Claramente al segundo no podría ingresar…

-¿Por qué lo preguntas?-

Observé las hojas de un árbol a distancia

-Señor Cian, está prohibido salir sin autorización- susurró Loren atemorizada

-¿Por dónde entran los sirvientes, Loren?-

La expresión de la muchacha se llenó de preocupación, ambos sabíamos lo que ocurriría

----------------------------------------END FLASHBACK-----------------------------------

A pesar de que temía un castigo, no me arrepentía de haberme fugado por la puerta de los sirvientes

El jardín principal era absolutamente hermoso y encontrarme con Karau y Jahi me había alegrado un poco

A diferencia del resto del harem ellos no parecían odiarme por ser un humano

Suspiré, dejando que Loren cepillara mi cabello, un ritual al que no acababa de acostumbrarme

En cuanto ella separó los cobertores para que me acostara, la puerta de la habitación se abrió con fuerza y pasos apresurados se escucharon en dirección a donde nos encontrábamos

-¿Es cierto lo que me han informado?-

Mara, la mujer de mirada carmesí lucía muy enfadada

-¿Qué cosa?-

Mi respuesta no le agradó en lo más mínimo, pero contuvo su furia apretando sus puños

-¿Saliste del harem sin permiso de su alteza?-

¿Podía mentirle? Probablemente Kylan le había contado, obviamente su palabra valía más que la mía en este lugar

-Solo quería ver el jardín principal- respondí intentando sonar arrepentido

La mujer alzó su mano, uno de los hombres que ingresaron con ella avanzó hacia mí

-Tráiganlo a la habitación para castigos- ordenó antes de dar media vuelta y salir violentamente

Escuché el pequeño grito angustiado de Loren y agradecí no poder ver su rostro

El hombre me miró fijamente

-¿Vendrás voluntariamente?-

Asentí, no queriendo saber en qué consistía precisamente la segunda opción

-Señor Cian…-

Me giré hacia mi única amiga

-Tranquila, volveré pronto-

Pero sus ojos llenos de lágrimas parecían contradecir mis palabras

Intenté calmar mi corazón mientras seguía al hombre vestido de negro. Extrañamente, el cuarto al que me llevaban no se encontraba muy lejos del salón, pero sí contaba una excesiva cantidad de puertas para mi gusto

¿Por qué alguien necesitaría tres puertas para encerrar a un  humano?

En cuanto puse un pie en la pequeña estancia, me arrepentí de haber salido sin autorización

El sonido de algo cortando el aire fue lo único que me avisó del dolor que recibiría

Caí de rodillas cuando la punta del látigo golpeó contra mi espalda, provocándome un dolor increíblemente agudo

-Dado que se trata de tu primera infracción solo serán diez latigazos y cuatro días aquí, pero si vuelve a repetirse el castigo se duplicará, ¿Entendido?-

Asentí apenas, el segundo golpe hizo que cayera de rodillas sobre el suelo, apretando mis puños para no gritar

-Debes entender que desde el instante en que el emperador te dio ese lazo, tu vida gira completamente en torno a sus necesidades, solo a las de él-

Dos golpes más y no pude evitar comenzar a llorar. Había sido golpeado en muchas, incontables oportunidades por sujetos en el instituto… pero ellos no usaban un látigo con una punta metálica para hacerlo

Cuando el sexto latigazo rasgó mi espalda, gemí deseando poder escapar de allí. Mis dedos intentaban enterrarse en la fría superficie del suelo, solo en busca de algo que ayudase a distraerme del infierno que era mi espalda

La mujer continuó golpeándome sin detenerse, parecía algo de rutina para ella, pero a mí me resultaba un castigo medieval

Cuando terminó, simplemente me recordó que la desobediencia se pagaba caro, pues su reputación era lo que estaba en juego y se marchó, cerrando con llave las tres puertas de acceso

Como pude me arrastré hacia un rincón, esperando que mi cuerpo dejase de temblar por el llanto y el dolor… pero no ocurrió pronto

Apenas podía moverme sin abrir una y otra vez las heridas en mi espalda. Me pregunte cien veces si ellos me dejarían morir así, y lo único que me preocupaba era que el emperador no cumpliera y dejase morir a mi padre

¿Qué sería de Brad entonces?

Para mi desasosiego, la habitación no poseía ninguna ventana, simplemente eran cuatro paredes de color rojo, sin decoración o amueblado alguno y Mara se había llevado la única luz al salir

¿Por eso los príncipes me habían observado con tanta preocupación?

¿Realmente me merecía este castigo?

Permanecí día tras día allí, sin recibir agua o comida, ni siquiera un solo rayo de luz. Aunque parecía que las heridas se estaban cerrando, me era imposible dormir más de unos minutos y constantemente tenía alucinaciones de alguien abriendo la puerta y sacándome de ese lugar

El hambre era horrible, pero la sed me estaba matando. Hasta hace un par de meses, no habría podido imaginar nada peor que los matones de mi instituto golpeándome todos los días… ahora mataría por un sorbo de agua

En algunos momentos, el recuerdo del beso del emperador me traía algo de calidez, pero las palabras que pronunció a continuación conseguían hundirme aún más en la desesperación en que estaba atrapado

En algún momento mientras luchaba por conciliar el sueño, escuché voces discutiendo, pero me llegaban muy lejanas

-¡Sabes que no puede seguir allí!-

-¿Y por eso tenías que interrumpir mi reunión?-

-¡Has ignorado mis palabras cada vez que lo he mencionado!-

¿Era una voz femenina?

No podía identificarla, y aunque parecía querer ayudarme, me encogí por el temor de recibir un nuevo castigo

-Mara es la encargada de mantener la disciplina, si se escapó entonces debió ser castigado-

Esa voz…

Yo la reconocía, pero no podía ponerle nombre

-¡Es un humano!-

-Sí, es un humano-

El desprecio en la voz masculina al decir esa palabra me trajo de regreso a la realidad por unos instantes

La última puerta se abrió y la luz ingresó al lugar provocándome mucho dolor. Llevé mis manos a mi rostro, intentando protegerme

-¡Cian!-

La voz de la princesa sonaba preocupada

Parpadeé con dificultad, luchando por enfocar un poco y conseguir alguna imagen, la que fuera, gracias a la luz

El emperador estaba de pie en el umbral, con un semblante inexpresivo y esos imponentes ojos azules brillando

Ni siquiera intenté comprender qué pasaba por su mente, solo suspiré agradeciendo el aire fresco que ingresaba al lugar

-Maldición…- murmuró Jahi intentando acercarse a mí

Me apegué a la pared, provocando que mis heridas se frotaran contra la superficie

-Ahhh…-

-Ve a buscar al médico real y llévalo a mi cuarto-

-¿A tu cuarto?-

-Ahora-

La muchacha rubia asintió y salió corriendo, su hermano mayor se acercó a mí lentamente, provocando que mis latidos se aceleraran involuntariamente

-N-no…- supliqué temiéndome su enfado

-Ven aquí Cian-

Aunque intenté alejarme, ya no quedaba espacio entre mi cuerpo y la pared y él pudo rodearme sin esfuerzo alguno

-Quiero que permanezcas despierto-

Por algún motivo desconocido, no sonaba tan frío como de costumbre

El dolor regresó cuando me alzó entre sus brazos, mordí mi labio para no gritar y cerré mis ojos, deseando no estar tan cerca de su cuerpo

Apenas sentí cómo nos movíamos, de pronto estaba siendo sostenido por él y al siguiente instante había sido acomodado sobre lo que parecía ser una cama

Jadeé, deseando poder dormir y así dejar de sentir el horrible dolor proveniente de mi espalda

A partir de ese momento mi percepción de la realidad volvió a desfigurarse, escuché voces pero apenas era capaz de entender lo que decían

-… se han infectado…-

-¿Ayudará…?-

Fijé mi mirada en el claro techo del lugar, mientras todo a mí alrededor giraba violentamente

-No podemos…-

Estaba tan cansado… tan cansado y hambriento…

Mis ojos se cerraron poco a poco, pese a que era consciente de lo que me había ordenado el emperador

Cuando todo se volvió oscuro, me pregunté si al despertar seguiría en aquel lugar, encerrado en la más absoluta oscuridad

.

.

.

No quería despertar…

Quería quedarme sumido en aquel sopor para siempre, pues me aterraba abrir los ojos y no ser capaz de ver nada

Sin embargo, dentro de mi lucha, podía sentir los rayos de luz iluminando donde fuese que me encontrara

Abrí mis ojos, luchando por enfocar la que debía ser mi habitación, pero nada en aquel lugar se asemejaba a mi cuarto

El espacio debía ser el triple de mi nueva residencia, y las paredes eran de un azul profundo, con decoraciones doradas

-¡Mi señor!-

Giré mi cabeza, sintiendo mi cuerpo entumecido. Sentada en un pequeño sillón frente a la cama, Loren me observaba con lágrimas cayendo de sus ojos

-¿Dónde estoy?-

Ella limpió rápidamente sus lágrimas

-Su alteza el emperador le trajo a sus habitaciones-

Parpadeé, sin creerme lo que acaba de escuchar

-¿Cómo?-

-La princesa se enteró de su castigo y le insistió a su hermano que fuese a verle, el médico dijo…-

Me sentí muy mal por haberle causado tanta preocupación a la que era mi primera amiga desde que podía recordar

-Disculpa…-

-El médico dijo que no hubiese sobrevivido el cuarto día de encierro, sus heridas estaban muy infectadas- murmuró bajando su mirada

-Lo siento Loren, no volveré a escapar- prometí sinceramente

-El emperador le ordenó a la señora Mara que no volviese a castigarle de esa forma- añadió tomándome por sorpresa

-¿Lo hizo?-

La chica de mirada oscura asintió

¿Por qué él haría algo como aquello?

-El médico dejó muy en claro que su cuerpo no es capaz de soportar esa clase de castigos-

Oculté mi decepción alejando mi mirada

¿Así que solo fue porque el médico lo dijo?

“¿Y qué esperabas? ¿Qué su preocupación por tu salud hiciera que te defendiera y protegiera?”

Caí en la cuenta de que no sabía cuánto tiempo había pasado, a diferencia del tiempo que pasé encerrado, ahora mis heridas no dolían tanto, sino más bien se habían convertido en una simple molestia

-¿Cuánto tiempo llevo aquí?-

-Tres días- informó Loren poniéndose de pie y sirviendo un poco de agua

Mi estómago rugió por alimento

-Por el momento no puede comer alimentos sólidos, pero me encargué de que preparen jugos y sopas para que se mejore- sonrió contenta

Le devolví el gesto, tomando la copa que me tendía y bebiéndome toda el agua rápidamente

-¿Quiere que le traiga sopa?-

Asentí inmediatamente, ella se acercó un poco, como deseando decirme algo más, pero la puerta se abrió en ese momento y una figura alta e imponente ingresó tranquilamente

-Veo que has despertado-

Tal y como me habían ordenado, bajé mi mirada, fijándola en mis manos

-Su alteza, yo iba a buscar la comida de mi señor…-

-No será necesario, pedí que trajeran la cena a mi habitación, puedes retirarte Loren-

Miré como la muchacha se marchaba, deseando suplicarle que se quedara

¿Qué iba a hacer yo en ese lugar y frente a aquel hombre?

El silencio que se generó fue tan tenso que consideré seriamente la posibilidad de fingir que volvía a dormir

-Mírame Cian-

Obedecí temblando, su postura era relajada, pero algo en su mirada me dijo que estaba muy enfadado

-No vuelvas a escapar, sabes lo que le ocurrirá a tu familia si rompes el contrato- espetó mientras se quitaba la parte superior de su ropa

Aparté mi mirada sintiéndome enrojecer

-¡No escapé!- me defendí

-¿Entonces por qué Mara te castigó?-

Miré de reojo al emperador, solo alcancé a ver parte de su espalda antes de que seda roja la cubriera

“Estoy seguro que eso fue un error”

-Quería…-

Me sentí estúpido por lo que había hecho, pero por ningún motivo deseaba volver a recibir tal castigo

Él se giró hacia mí y me observó fijamente

-Podría simplemente buscar en tu mente…- advirtió sonriendo peligrosamente

Palidecí, ¿Podía hacer eso?

¡No, por ningún motivo!

-¡Quería ver el jardín!- exclamé apretando las sábanas de la cama

Su rostro se ladeó levemente

-¿Por qué?-

Me encogí de hombros

-Las habitaciones… solo se puede ver una pequeña parte del jardín. Escuché que había uno incluso más grande que el que conocí ayer y quise verlo…-

A medida que hablaba mi lengua iba traicionándome, como si estuviese perdiendo el control de lo que decía

-El jardín- repitió como si yo fuese un extraterrestre

Me crucé de brazos, ofendido por el tono en su voz

Juvart se acercó a la cama, con una ceja alzada

-Querías ver el jardín- volvió a decir, esta vez sentándose junto a mí

Intenté apartarme, pero él sostuvo mi muñeca con una mano

-¡Sí! ¿Por qué lo repites una y otra…?-

Mis palabras se cortaron cuando él se inclinó y me besó. No entendía por qué lo hacía, él mismo se había burlado de mí la última vez

Luché contra su agarre, consciente que si Mara se enterase no descansaría hasta volver a encerrarme, ¡Pero no era justo!

El emperador mordió dolorosamente mi labio inferior y me empujó contra las almohadas

Aparté mi rostro ignorando cómo mi visión se nublaba por las lágrimas que deseaban escapar

-Niño- advirtió peligrosamente

Me encogí temiendo que me golpeara, pero él sostuvo mi barbilla y me obligó a mirarle

-¿Sabes lo que estás haciendo?- espetó con voz tan helada como el ártico

Me esforcé por concentrarme en la rabia y no dejarme llevar por la necesidad de corresponder a sus deseos

-Dijiste que era malo besando- repliqué conteniendo el aliento

-¿Y eso destruyó cada parte de lo que eres?- se burló sin soltarme

Apreté mis labios

¿Y qué si me había dolido tanto que no pude dejar de llorar?

¿Acaso él sabía lo que se sentía aquello?

Escuché como suspiraba levemente

-Vamos a solucionarlo-

¿Qué?

Le observé sin entender

-¿Cómo dicen en tu mundo?-

Parpadeé, notando como su mano izquierda apresaba mis muñecas sobre mi cabeza

-La experiencia hace al maestro- citó sonriendo peligrosamente

 El aire me abandonó cuando unió sus labios con los míos, mi cuerpo se estremeció, reaccionando ante su toque

El placer y el temor se mezclaron en mi cabeza, nunca habría sospechado que un beso pudiese sentirse de esa forma…

Dejé que invadiera mi boca, saboreando algo que seguramente era vino en la suya

-Mmm…-

¿Siempre se sentía así? ¿O era solo yo y esa extraña sensación eléctrica que siempre me asaltaba cuando él se encontraba cerca?

Cuando presionó su cuerpo sobre el mío, gemí por el dolor

-Ahh…-

-¿Estás bien?-

Me sorprendió que se preocupara por mí, pero preferí no comentar nada al respecto

Su mirada se mantuvo a centímetros de mi rostro, esperando una respuesta

-Mi espalda…- susurré temiendo que escuchara los furiosos latidos de mi corazón

-Gírate- ordenó sin soltar mis muñecas

Obedecí sin saber qué pretendía. En cuando lo hice, su mano libre alzó mi camisa

-¡No!- salté asustado

-No tienes muchas opciones- se mofó sentándose sobre mis piernas

Mordí mi labio, rogándole a cualquier entidad que se apiadara de mí

-¿Qué… qué vas a hacer?-

-Curarte-

Mis ojos se abrieron al máximo cuando algo cálido y húmedo recorrió mi espalda

-¡Espera!- grité con incredulidad

¿Estaba lamiendo mis heridas?

-No quiero-

Continuó delineando cada una de las marcas que había dejado el látigo, provocando gemidos que apenas pude contener

Estaba demasiado caliente, podía imaginar mi rostro rojo como un tomate maduro, pero lo peor de todo no era eso, sino la erección que había crecido entre mis piernas, presionando la cama bajo mi cuerpo

-Ahhh…-

No sabía si estaba en el cielo o el infierno, pero podría haberle suplicado desesperadamente, solo para que continuara haciendo aquello

-Tu cuerpo es muy honesto- comentó alejándose de mí

Resoplé frustrado

Separé mis labios, preparado para pedirle que continuara, pero en ese momento se escucharon golpes sobre la puerta

-Su alteza, traje la comida que ordenó-

Enterré mi rostro sobre la almohada

-¿Debería matarlo?-

Su pregunta me hizo girarme, con incredulidad

Había verdadera rabia en la expresión del emperador

-¿Qué? ¡No!-

Finalmente me soltó, pero solo para girarme de regreso a mi posición original

-¿Qué me darás a cambio de su vida?-

Enmudecí abruptamente, él se movió depredadoramente hasta sentarse sobre mis caderas

Mordí mi mano para no gemir con ese roce

-¿Puedo tomar lo que quiera?-

Me perdí en su mirada azul, sintiendo aterrado, que podría darle lo que él quisiera en ese instante

Su mano se deslizó bajo mi camisa, acariciando mi vientre y jalando la ropa hacia arriba

-¿Su alteza?-

El emperador se agachó sin dejar de mirarme fijamente y mordió mi cadera derecha con fuerza

-¡Ahhhhhh!-

-Pasa- ordenó elevando su voz mientras se incorporaba

Cubrí mi cuerpo con las sábanas rápidamente, sintiendo un fuerte ardor en la zona dónde él había enterrado sus dientes

¿Cómo podría ocultarlo si él había dejado una marca?

Pensé en las miradas de los demás integrantes del harem…

Tal vez debería darme por muerto ahora

.

.

.

------------------------------------------------------Karau----------------------------------

El regreso de mis padres fue considerado digno de una enorme fiesta, y por ello y la visita de la realiza de los vampiros, decidió utilizarse el salón principal

Me removí incómodo en mi asiento, deseando ver solo a una persona entre la multitud. Todos los demonios importantes se encontraban en el lugar, rindiéndole tributo al emperador y a nuestros nuevos aliados

Pero era obvio que aunque intentaban concentrarse en sus asuntos, no podían dejar de distraerse con los integrantes del harem.

Dada la ocasión, se habían dispuesto una enorme cantidad de cojines al lado izquierdo del trono, donde los integrantes del harem permanecían conversando y siendo atendidos por sus criados

Sonreí divertido al ver a Cian intentando cubrirse inútilmente el vientre

¿En qué habría estado pensando mi hermano cuando decidió dejarle una marca en la cadera?

Todos los presentes habían reparado en aquel detalle cuando ellos hicieron acto de presencia

-Mi amado hijo-

Reprimí un bufido cuando mi madre se paró frente a mí

-Madre, luces más hermosa que nunca- comenté besando su mano

-Nuestra visita en el reino de los vampiros se extendió un poco más de lo previsto- informó sonriéndome con frialdad

Miré a mí alrededor deseando poder escapar, no entendía a qué venía la falsa amabilidad de su parte. Desde que nací, ella jamás mostró real interés en mí… ni siquiera en mi hermana

El único que ocupaba su tiempo y atenciones era Juvart

-Afortunadamente, pudimos formar un lazo entre ambos mundos que nos beneficiará en el futuro-

Alcé una ceja, por alguna razón sus palabras no me causaban mucha felicidad

-¿Y de qué se trata madre?-

Ella sonrió, pero aunque era idéntica a Jahi, no había un solo gramo de calidez en su expresión

-Los reyes vampiro tienen una hija en edad de enlazarse…-

Miré a Juvart de reojo

-¿Pretendes que mi hermano acepte eso?- interrogué con incredulidad

Ella palideció un poco, pero pudo mantener esa fría sonrisa en su rostro

-¿El emperador? No, por supuesto que no-

Sonreí satisfecho, si había algo bueno en el monstruoso carácter de mi hermano mayor, era que nadie se atrevería a contradecirle, jamás

-Me refería a ti-

Permanecí estático, sin comprender lo que acababa de decir

-Tu padre y yo hemos decidido que un enlace con la princesa Ishtar beneficiará a nuestros mundos-

La miré anonadado

-¿De verdad esperas que me enlace a una mujer desconocida?-

Su ceño se frunció

-¿Acaso has encontrado a tu anima en nuestra ausencia?-

¿Mi anima?

¿Y dónde podría encontrarla? ¿Entre los humanos?

-No- acepté molesto

-En ese caso no veo qué podría impedir un enlace- sentenció satisfecha

Enterré mis dedos en el asiento

-No pienso casarme con ella-

La falsa amabilidad desapareció de su expresión, convirtiéndose en frío desprecio

-No es algo que tú puedas elegir, y no trates de manipular a tu hermano para que te libere de tus responsabilidades, has crecido con todos los lujos de la realeza, ahora es tu turno de cumplir con tus deberes- espetó antes de dar media vuelta y marcharse

Inspiré con dificultad, intentando no estallar en ira y arruinar la fiesta

-¿Hermano?-

Jahi se me acercó luciendo preocupada

-No es nada, necesito salir un momento-

-¿Seguro?-

Asentí rígidamente y me encaminé hacia el jardín principal, ignorando olímpicamente los saludos y reverencias de los presentes

Una vez oculto entre los árboles alcé mis manos y observé como todo a mí alrededor comenzaba a congelarse

-Maldita perra…- siseé pensando en las palabras de mi madre

¿Me ignoraba toda mi existencia y de pronto creía que tenía el derecho de escogerme una pareja?

-Una noche helada-

Palidecí al escuchar una voz masculina detrás de mi oído

Me alejé rápidamente, bajando mis manos y concentrándome en retornar todo a la normalidad

-Usted debe ser el príncipe Karau, un placer alteza-

Contuve una exclamación cuando un par de ojos violetas me traspasó, haciéndome sentir como un niño pequeño

El hombre frente a mí emanaba poder de cada centímetro de piel, su cabello plateado tenía curiosos reflejos anaranjados y era corto, excepto por una delgada trenza que llegaba a la mitad de su pecho

-¿Quién es usted?- cuestioné cuando pude aclarar mi mente

Él sonrió y mi cuerpo se estremeció

Había conocido varios vampiros, pero ninguno despertó mi atención… ahora me sentía atrapado por un depredador peligroso

-Un visitante en este espectacular castillo-

Permanecí quieto, con la extraña necesidad de huir pero al mismo tiempo deseando que él me siguiera y consiguiera atraparme

-¿No debería estar en el salón entonces?-

Su mirada violeta brilló peligrosamente

-Podría preguntarle lo mismo, alteza-

Me crucé de brazos, odiando el tono condescendiente que usó

-Dado que se trata de mí castillo, creo que puedo ir dónde yo quiera- espeté

-Y congelar lo que usted desee- añadió burlándose

Entrecerré los ojos, ¿Acaso le parecía divertido?

-El jardín es bastante grande como para que le interesen mis asuntos-

El vampiro comenzó a caminar a mí alrededor, su mirada hizo que tuviese que recordarme que llevaba ropa puesta

-Fue inevitable- reconoció deteniéndose frente a mí

Alcé mi cabeza para poder mirarle a los ojos

-¿Inevitable?- repetí intentando averiguar el tono exacto de violeta que éstos tenían

-Su alteza es el ser más hermoso  en el que he fijado mi mirada-

Separé mis labios, asombrado por sus palabras. Bajé mi mirada, avergonzado de lo bien que me había sentido cuando pronunció aquella oración.

-¿Lo dice muy a menudo?- cuestioné con voz débil

-Eso depende-

Retrocedí ofendido, pero él rodeó mi cintura con un brazo y me acercó a su cuerpo

-Ahora es cuando me preguntas de qué depende- susurró alternando su mirada entre mis ojos y mis labios

Temblé considerando seriamente el lanzarme sobre él y besarle

-¿De qué depende?- murmuré sintiendo su aliento sobre mi boca

-De qué tan seguido te vea, por supuesto-

Cerré mis ojos cuando me besó, preguntándome de dónde había salido alguien tan malditamente atractivo

Ni siquiera me preocupé sobre la reacción de mi madre si se enteraba que estaba besándome con un vampiro desconocido en el jardín del palacio

Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho y cuando incliné mi cabeza para darle mayor acceso, un delicioso sabor a chocolate inundó mi boca

-Alteza…-

Me aparté bruscamente cuando escuché la voz de Venus

-¿Venus?- jadeé llevándome una mano al pecho

Ella se acercó con la cabeza baja, pero lanzándole miradas al hombre frente a mí

-Sus padres quieren que se presente en el salón- informó

-Bien, iré enseguida-

Ella me observó con los labios apretados

-Señor…-

-Dije que iré enseguida- repetí mirando fijamente al vampiro

-Bien…-

Cuando la figura de Venus se alejó, él sonrió

-¿Quieres que continuemos?- ofreció acercándose

Estiré mi mano peligrosamente

-Ya escuchaste a mi criada, debo ir al salón-

Él observó despreocupadamente mi mano antes de alzar la suya y entrelazar nuestros dedos

-¿Vas a congelarme?- cuestionó tirando de mí para acariciar mi mejilla

Un escalofrío recorrió mi espalda y una parte de mi mente se vio tentada de ceder

-Debería…-

Sus labios besaron la línea de mi mandíbula lentamente, provocando que mis párpados se cerraran por el placer

-Te veré adentro, príncipe-

Cuando miré frente a mí, no había nadie

-Idiota-

.

.

.

-Es un placer para nosotros tenerles a todos aquí esta noche…-

Rodé los ojos, mi madre como siempre intentando manipular a la aristocracia

-Especialmente porque mi marido y yo pasamos una increíble estadía en ahora reino aliado de nuestros amigos vampiros-

Observé a mi hermano, que permanecía inmutable y desinteresado

-Como sabrán, es importante para dos mundos que han decidido trabajar juntos, el formalizar su alianza, y tras pensarlo detenidamente concluimos que no hay mejor opción que unir a dos príncipes, para así garantizar la permanencia del nuevo vínculo-

Me tensé contra el asiento, consciente de lo que venía a continuación

¿Realmente tendría que enlazarme?

Inmediatamente pensé en el beso que me había dado aquel vampiro… era lo más increíble que había experimentado en toda mi existencia

-Es por esto que como símbolo de la nueva alianza, el príncipe Karau y la princesa Ishtar se enlazarán-

Los aplausos resonaron por las paredes del salón, haciéndome desear encontrarme en una pesadilla

Me paré pese a que quería salir corriendo y descendí las cortas escaleras para situarme junto a mis padres

-Karau hijo, ella es su alteza la princesa Ishtar-

Una chica que parecía tener mi edad apareció frente a mí, su cabello plateado estaba recogido elegantemente en un moño y sus ojos violetas me recordaron al desconocido del jardín

-Es un placer, mi príncipe- saludó inclinándose hacia mí

Tomé su mano y la besé como rutina, reparando en el elegante vestido azul marino que destacaba su figura

-El placer es mío, princesa- sentencié con frialdad

Nuevamente se escucharon aplausos, pero esta vez la música volvió a inundar el lugar

-Mi hermano siempre me habló de la elegancia del castillo real, pero no lo creí hasta que vine aquí y pude observarlo personalmente- me comunicó con voz musical

Asentí considerando ir a ver a Cian, ¿Sería muy grosero abandonar a mi prometida por un esclavo humano?

-¡Oh! ¡Hermano!-

-Mi querida Ishtar…-

Palidecí sintiéndome mareado

Un hombre cuya voz jamás olvidaría se paró junto a mi prometida, rodeando su cintura con un brazo y sonriéndole cálidamente

-Príncipe Karau- me saludó observándome con sus ojos violetas

Tragué duro, entendiendo finalmente por qué los humanos llamaban infierno al mundo de los demonios, de alguna forma yo había terminado en uno bastante diabólico

.

.

.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

El viernes yo creo que volvere a actualizar!

Cualquier cosa como siempre en un REVIEW

byebye!


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