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------------------------------------------Karau--------------------------------------
Era malditamente desesperante
Jodidamente desesperante
Horrorosamente desesperante
-¿No quieres dar un paseo mi príncipe?-
Rodé los ojos, aunque al principio se había mostrado tímida, con el paso de los días la princesa vampiro había terminado siendo horriblemente insoportable
¡Y pretendía pasar todo el día pegada a mí!
-Estoy ocupado- espeté sin molestarme en controlar mi tono
Sentí la helada mirada de mi madre sobre mí, pero la ignoré estoicamente
-¿Y almorzar juntos?-
¡Joder!
Apreté el tenedor en mi mano hasta que estuve a punto de romperlo
-No quiero-
Ella pareció ofendida por un momento, pero volvió a sonreír automáticamente
-¿Qué tal un paseo después de compartir el almuerzo?-
Alcé mis ojos al cielo, rogándole a cualquier ser que apareciera y me salvara
Afortunadamente, Jahi escogió ese instante para ingresar
-¡Joder Karau, te dije que vinieras conmigo!- exclamó consiguiendo silenciar a todos los presentes
-¡Jahi! ¡Ese lenguaje no es apropiado bajo ninguna circunstancia!- exclamó nuestra madre indignada
Sonreí divertido
-Discúlpenla, me pidió ayuda urgentemente y lo había olvidado- comenté
Isthar y el resto de los vampiros presentes asintieron prudentemente, pero madre nos observó con reproche
Me levanté rápidamente, agradeciendo que mi hermano y Oliver estuviesen encerrados planificando no-sé-qué-cosa con el molesto príncipe vampiro
-Mi querida hermana, enseguida te ayudaré-
Le tendí mi brazo y ella lo tomó elegantemente
Nos alejamos de allí casi corriendo
Una vez fuera de la vista de todos comencé a reír
-¡No puedes haber dicho joder!- exclamé divertido
Ella sacudió su mano
-Valió la pena, parecía que el rostro de mamá iba a derretirse-
Sonreí realmente contento
-Hermanitooooo, tengo una idea-
Alcé una ceja
-Cuando me llamas así tengo escalofríos-
Ella cruzó sus manos y comenzó a caminar lentamente, con el hermoso vestido rojo flotando a su alrededor
-Deberíamos ir a ver a Cian ¿no?-
Fruncí el ceño
-¿Qué planeas?-
Sus ojos grises brillaron ofendidos y estuve tentado de creerle
-Tú puedes hacer que salga ¿no?-
Detuve mis pasos abruptamente
-¿Estás loca?-
-¡Es un humano! ¡No puede vivir eternamente encerrado en ese lugar!-
Entrecerré los ojos peligrosamente
-¿Sabes que Juvart puede matarme si sospecha que tengo algo con Cian?-
Ella sacudió su mano, restándole importancia al asunto
-Por favor, ambos sabemos que Juvart no te hará nada, además escuché que nuestro adorado amigo ya no es virgen- añadió sonriendo
Ladeé mi cabeza, interesado en aquella declaración
-¿Segura?-
Ella asintió y jaló de mi mano hacia el área del castillo donde se encontraba el harem
-Quiero oír de primera mano cómo le fue, espero que supere a Kylen muy pronto-
Suspiré, consciente de que estaba a punto de cometer algo peligroso
-¿A dónde le llevaremos?-
-A la ciudad, por supuesto-
No podría haber estado más sorprendido si me hubiese dicho que nuestra madre había decidido darnos amor y anular mi matrimonio
-¡No Jahi! ¡No podemos llevar a un miembro del harem a la ciudad!- salté impresionado por su idea
Ella volvió a sacudir su mano
-¡Le disfrazaremos!-
-¡Tiene un maldito lazo! ¡Y Juvart sabrá que salió, podría castigarle!-
Pensé que el castigo haría entrar en razón a mi hermana, pero ella se llevó las manos a la cintura y me observó con una expresión atemorizante
-¡Escúchate hablar Karau! ¡Tú robaste el contrato y se lo ofreciste en primer lugar! ¿Cómo te sentirías si de pronto fueras a vivir a otro mundo y debieses permanecer encerrado en una maldita habitación todos los días?-
Tragué duro, preguntándome qué clase de demonio podría controlar el carácter de mi hermana
-Bien, pero si Juvart se entera diré que fue tu idea- acepté a regañadientes
-Oh, sabes que no lo harás-
Bufé pero continué caminando, como siempre, los guardias se inclinaron y luego se tensaron al ver a Jahi, pero simplemente nos detuvimos cerca de la puerta
-Quiero ver a Cian- exigí
-Su alteza, el humano no se encuentra aquí-
Fruncí el ceño, si mi hermano estaba en una reunión era imposible que Cian se encontrara con él ¿no?
-¿Y dónde está?-
-Su alteza el emperador envió por él, es todo lo que sabemos-
-Bien-
Le hice un gesto a Jahi para que se mantuviera callada mientras nos alejábamos, solo dejé que hablara cuando estuvimos lo suficientemente lejos
-¿Se habrá escapado de nuevo?- especuló
Recordé la apariencia del pequeño humano cuando mi hermano lo sacó de la sala de castigo
-No lo creo, a lo mejor está en la habitación de Juvart- aventuré
-¡Pero entonces no podremos entrar!-
Me encogí de hombros
-No puedo hacer nada en ese caso-
-¡Puedes ir a la reunión y pedírselo!-
Mi mandíbula cayó
-¡Definitivamente estás loca!-
Jahi me señaló con un dedo acusador
-¡Eres un príncipe demonio! ¿Dónde diablos está tu orgullo?-
-¡Quiero vivir! ¿Recuerdas lo que le pasó al aristócrata que intentó propasarse con uno de los integrantes del harem?- salté sintiendo un escalofrío recorrerme
-¡Tú no lo vas a hacer y él lo sabe!-
Resoplé
-Me niego, absoluta y totalmente-
Sus ojos se entrecerraron y un círculo de fuego apareció a mí alrededor
-Si no vas y le dices que nos deje ver a Cian, le diré a nuestros padres que te besaste con el príncipe vampiro- amenazó
La miré indignado
-¡Cómo te atreves a chantajearme con eso!-
-Tú eliges hermanito-
Congelé el fuego a mi alrededor con un gesto de mano y pasé sobre el pateándolo
-Esto te va a costar caro- siseé
-¡Los esperaré en la salida de los sirvientes!-
Caminé pesadamente hacia la oficina principal, sintiendo como un desagradable peso iba añadiéndose a mi estómago
Sabía quién estaría allí y no deseaba de forma alguna encontrármelo
-¿Su alteza?-
Un sirviente me observó con curiosidad
-Anuncia mi ingreso por favor-
-Claro señor-
Esperé a que me anunciara e ingresé al lugar
Como me esperaba, los tres se encontraban discutiendo sobre algo, sentados en elegantes sillas de madera oscura, con una mesa al centro repleta de papeles
-¿Necesitas algo Karau?-
Hice todo lo posible por centrar mi mirada en mi hermano y no en los demás presentes
-¿Podríamos hablar unos instantes?- pedí maldiciendo a Jahi en mi cabeza
El emperador alzó una ceja
-Estoy a mitad de una reunión, di lo que tengas que decir-
Inspiré profundamente, sintiendo la mirada violeta del príncipe vampiro sobre mí
-Jahi y yo pensamos que es una buena idea reunirnos con Cian y dar un paseo- solté tan rápido que apenas pude entenderme
Juvart se me quedó viendo fijamente, sin ninguna expresión en el rostro
-¿Eres consciente de lo que me pides?-
Asentí lentamente
-Oh, parece ser que Cian se ha hecho amigo de los príncipes- comentó alegremente Oliver
Agradecí que cortara el ambiente helado con sus amables palabras
-¿Quién es Cian?-
Me tensé al reconocer la voz del vampiro e inevitablemente terminé mirándole. Llevaba un traje de un verde oscuro que contrastaba maravillosamente con sus ojos
Cuando me descubrió observándole, sonrió depredadoramente por un breve instante
-Es el integrante más reciente del harem real, y un humano- respondió Oliver
-¿Podemos dar un paseo con él, hermano?- interrogué apartando mi mirada con dificultad del vampiro
-¿Te harás responsable si algo le ocurre?-
Tragué duro
-Por supuesto-
Mi hermano ladeó levemente la cabeza
-Bien, pero deben regresar antes del anochecer-
Oculté mi sorpresa por sus palabras lo mejor que pude
-Gracias- sonreí contento
Di media vuelta para salir de allí, pero en cuanto estuve a un paso de la puerta, la voz de mi hermano se volvió a escuchar
-Y deberán llevar a Senri con ustedes-
Palidecí bruscamente
-¿A Senri?- repetí con incredulidad girándome lentamente
Juvart sacudió su mano, pero su rostro tenía una expresión macabra
-Al parecer, Cian y él se llevan muy bien. Pero si no quieres ir con Senri, lamentablemente tendrán que permanecer en el castillo, todos-
Apreté mis dientes
¿Nos obligaba a ir con su maldito lobo monstruoso?
¿Y al pueblo?
¿Qué clase de trato es ese?
-Bien- acepté de mala gana
Salí de allí antes de decirle lo que pensaba de su maldita idea
¡Ese lobo había matado a cinco sirvientes y dos aristócratas antes de que el emperador decidiera encerrarlo en sus jardines privados!
¿Y quería que lo lleváramos a la ciudad?
Suspiré profundamente
Lo primero era lo primero
Caminé hacia las habitaciones de mi hermano, me detuve frente a las puertas, preguntándome si había olvidado algo
Sin embargo en cuanto apoyé mi mano sobre la superficie, la puerta se abrió y el sonido de un gruñido estuvo a punto de hacerme retroceder
Ingresé lentamente
-¿Cian?-
Frente a mí apareció el enorme lobo negro que había visto por última vez cuando solo era del largo de mi brazo
La sangre en mis venas se congeló, Senri me gruñía peligrosamente
Pensé en defenderme, pero al ser un lobo demonio, mis ataques no serían de gran utilidad… y no quería ser el receptor de la furia de su amo por dañar a su “mascota”
-Senri… hola-
¿Dónde diablos estaba Cian?
¿Se hallaría encerrado en otra habitación por culpa del lobo?
Retrocedí cuando el animal comenzó a avanzar hacia mí
-¿CIAN?- exclamé procurando no correr
Senri se preparó para atacarme, pero en ese instante una puerta se abrió
-¡Senri!-
Asombrosamente, el lobo se dio media vuelta y corrió hacia el humano
Parpadeé sin creerme lo que acababa de suceder
-¡No debes atacar a Karau! ¡Es el hermano de tu amo!- lo regañó sacudiendo su mano reprobatoriamente
El lobo negro bajó su cabeza en señal de disculpas
-¿Te obedece?- interrogué llevando una mano a mi pecho
Los ojos miel de Cian se iluminaron
-Es muy lindo ¿no?-
Miré al animal en busca de algo que pudiese considerarse lindo en el… y no encontré nada. De hecho, cuando me observó gruñó en advertencia y luego volvió a dirigirle toda su atención al pequeño hombre frente a él
-Como sea, Jahi y yo queremos dar un paseo contigo, pero mi hermano dijo que debíamos llevar a Senri-
-¿A Senri?-
Asentí, intentando procesar que Cian estaba acariciando al lobo como si fuese un perrito indefenso
-Supongo que si le dices que no… ataque a nadie, te obedecerá-
-¿A dónde iremos?-
Me sentí mal al ver la alegría e ilusión en su rostro. Técnicamente estaba prisionero en este castillo
-A la ciudad-
Una enorme sonrisa se extendió a través de su cara
-¿En serio?-
-Claro, solo seremos seguidos por un par de guardias, pero estarán lejos, no lo notarás-
Él asintió rápidamente y ambos salimos de la habitación de mi hermano
-Mmm… ¿No deberíamos ponerle un collar?- sugerí agradecido que el lobo viajase al otro lado de Cian
-¿Será necesario?-
¿Es que el humano es el único que no ve al lobo gigante como algo peligroso?
-No creo que debamos arriesgarnos-
Me concentré en mi hermana
“Necesito que consigas un collar para el lobo”
“¿Planeas llevarlo?”
“No tenemos otra opción”
“Bien, veré que puedo hacer”
-¿Cómo es la ciudad?-
Regresé mi atención a Cian, entrelazaba sus dedos una y otra vez, claramente nervioso
-Mmm… no sabría describírtela-
-¿No es como las ciudades humanas?-
Recordé las molestas ciudades del mundo de los humanos. Llenas a tope de edificios grises y vehículos desplazándose permanentemente…
-Supongo que no-
Llegamos hasta donde estaba Jahi, con una correa azul en la mano y una enorme sonrisa resplandeciente
-¡Cian!-
Mi hermana intentó arrojarse sobre el chico, sin embargo se detuvo cuando Senri gruñó peligrosamente
-Lindo lobito…-
El lobo de mi hermano avanzó hacia ella, preparándose para atacar
-¡Senri! ¿Qué te dije sobre atacar a la gente?- le riñó Cian
Cuando el animal de ojos dorados retrocedió aparentemente triste, me cuestioné cómo se sentiría el emperador sabiendo que el salvaje animal que aterroriza a todo el castillo se convierte en un manso cachorro en las manos de un humano pequeño y tímido
-¿Puedes ponerle el collar?-
El chico de cabello oscuro asintió y rodeó el cuello del lobo con facilidad, mientras le comentaba algo sobre dar un paseo y lo suave que era su pelaje
Sentí la mirada llena de incredulidad de mi hermana pero me encogí de hombros
En cuanto llegamos a las puertas, seis guardias se nos acercaron
-Altezas, hemos sido designados para acompañarles-
Fruncí el ceño, ¿Seis guardias?
¿Qué esperaba Juvart? ¿Qué nos atacara una banda de vampiros?
-¿Tienen que ir todos?- me quejé
-Lo siento, pero el emperador ha sido muy claro-
Bufé, pero asentí
Lo único bueno de vivir en el castillo ahora que Juvart es emperador, es que solo porque él había querido, el castillo se había trasladado cerca de la ciudad principal
Nuestros padres se mostraron horrorizados ante la idea, alegando que desde el inicio de los tiempos la posición del castillo había sido lejos de cualquier ciudad, frente al mar
Pero a mi hermano no le importó en lo más mínimo los reclamos de la realeza y movió todo el lugar junto a la ciudad principal
Al parecer le causaba molestia que todo lo relacionado con el mundo que gobernaba se encontrase tan lejos
-Bien, vámonos-
-¡Un momento!-
Palidecí al reconocer la voz del príncipe vampiro
Joder… tiene que ser una broma
-¿Qué quieres?- espeté cruzándome de brazos
Él me sonrió descaradamente
-Escuché de su paseo y quise unírmeles, les serviré de protección y a cambio podré conocer la hermosa ciudad principal-
Apreté mis puños, a punto de alzar mi mano y congelarle en la entrada del castillo
-¡Será un placer!- exclamó Jahi
Observé impactado a mi traidora hermana
-Princesa, cada día luce más hermosa- comentó el recién llegado tomando su mano y besándole el dorso
La risa hueca que salió de la rubia me resultó molesta
-Tú debes ser el humano que ingresó al harem, eres verdaderamente impactante. Es un placer conocerte, soy el príncipe Dominic-
Por alguna razón, la sinceridad en la voz del vampiro hizo que mi estómago se retorciera
-Eh… ¿Gracias?-
El idiota vampiro intentó besar la mano de Cian, pero Senri se adelantó violentamente, gruñendo más fuerte que nunca
-¿Qué hace un lobo con ustedes?- cuestionó retrocediendo y mirando con atención al animal
Sonreí satisfecho recordándome pedir una ración especial de carne para el lindo lobo
-Es Senri, el lobo de Juvart, mi hermano nos pidió que fuéramos con él a dar un paseo-
La atención del vampiro de ojos violeta regresó a mí, intenté fingir que no me causaba escalofríos girándome abruptamente
-Bien, entonces salgamos-
Intenté avanzar junto a mi amigo, que miraba todo como si fuese impresionante. Supuse que le extrañaba la variación de colores en cosas tan simples como árboles y plantas
Aunque procuré mantenerme alejado de Dominic, podía sentir su mirada sobre mi espalda permanentemente y comenzaba a hacerme perder los malditos nervios
En algún momento mientras Cian señalaba todo sorprendido y Senri corría a su lado, Jahi se adelantó y me dejó atrás con el príncipe
Apreté mis labios, deseando que el camino de cinco minutos hasta la ciudad fuese mucho más breve
-¿No vas a hablarme?-
-No-
-¿Por qué no?-
Me alejé cuando él se acercó peligrosamente. Incluso si no podíamos verles, los guardias estaban a nuestro alrededor, vigilándonos
-Porque me desagradas- espeté molesto
-Eres muy lindo celoso ¿sabías?-
Giré mi rostro hacia él, con incredulidad
-¿Disculpa?-
El mayor asintió tranquilamente
-Juvart escogió a un humano muy hermoso, pero tú eres precioso mi príncipe-
Sentí mis mejillas enrojecer así que volteé mi rostro esperando que no lo hubiese notado
-No digas eso-
Su mano rodeó la mía y jaló de mí para que me acercara
-Puedo escuchar tu corazón latiendo con fuerza, Karau-
Mi cuerpo quería acercarse más, pero el conocimiento de estar ingresando a la ciudad, donde cientos de demonios podían ver lo que hacíamos, hizo que me alejara como si quemara
-¡Es hermoso!-
El grito de Cian llamó la atención de muchos demonios que caminaban tranquilamente por la calle
Apresuré mis pasos hacia el lado derecho de mi amigo, sabiendo lo problemático que sería si alguno de ellos decidiera que estaba interesado en él
Juvart mataría a cualquiera que se acercara demasiado a uno de los integrantes del harem y Senri parecía estar muy de acuerdo con su amo, gruñéndole a todo el que se volteaba hacia el distraído chico
-¿Te gusta?- interrogué deseando poder concentrarme en algo que no fuese la mirada de Dominic
El chico de ojos miel asintió girando su cabeza rápidamente de un lugar a otro
Inspiré profundamente, agradecido de vivir en un mundo tan hermoso. En la ciudad principal no había vehículos ni ningún medio de transporte, dado que los demonios somos capaces de transportarnos al instante
Las calles estaban tapizadas de adoquines y los edificios jamás sobrepasaban los cinco pisos de altura. No era necesario en lo absoluto
Lo que más me agradaba era la maravillosa combinación de colores con las que los demonios pintaban sus casas, tonos muy diversos parecían fundirse y complementarse maravillosamente con las formas de las construcciones
Ningún edificio era como esas horrendas cajas de los humanos, sino que variaban libremente en forma según los deseos de su dueño
-¿Qué es eso?-
Sonreí divertido cuando Cian señaló un gato que se hallaba parado tranquilamente frente a una puerta
-Un gato-
-¿Qué?-
El animal miró con precaución al lobo, pero se mantuvo inmóvil. Supuse que el desconcierto de Cian se debía a que el felino tenía dos pequeños cuernos negros asomando en su cabeza y tres colas meciéndose suavemente
-No es tan diferente a lo que tú conoces- comenté
-¡Tiene tres colas!-
Jahi comenzó a reírse y se adelantó para atrapar al animal
Sin embargo, este se marchó tranquilamente después de observarla fijamente
-¡Yo lo quería!- se quejó mi hermana haciendo un puchero
Percibí la mirada extrañada de Cian
-En nuestro mundo, los animales eligen a sus dueños- aclaré ganándome una expresión de incredulidad
Incluso Dominic me observaba desconcertado
-Ellos son capaces de reconocer al dueño que deben proteger y amar, por eso el gato se fue, Jahi no es su dueña predestinada-
-¿Así que tú elegiste al emperador?- murmuró el chico girándose hacia Senri
El lobo sacudió su cola contento cuando fue acariciado
-¿Sabes cómo se conocieron el lobo y su amo?- me preguntó el vampiro mirándome fijamente
Asentí lentamente, luchando contra el insólito impulso de acariciar su mejilla
-Mi hermano era muy pequeño, pero técnicamente desde que nació ha sido aleccionado para gobernar. Un día su profesor lo regañó por burlarse de un duque que había caído en desgracia cuando su esposa huyó con un elfo, y mi hermano se enfadó tanto que congeló completamente a su maestro. Sabiendo que nuestro padre lo castigaría, decidió huir al bosque-
Tres pares de ojos me observaban con atención, incluso Jahi, que no conocía la historia y finalmente había dejado de perseguir al gato
-Se internó en lo más profundo, corriendo sin descanso hasta que sus pies no dieron más y cayó al suelo. Resulta que los lobos son extremadamente raros en nuestro mundo y dado que no existen los leones o tigres, son el depredador más grande también-
Algo que se contradecía totalmente con el hecho de que Senri estaba muy feliz permitiendo que Cian le acariciara el vientre
Había algo en la actitud del lobo que sencillamente no calzaba, pero no podía entender de qué se trataba
-Juvart estuvo mucho tiempo tendido en el suelo, sin saber qué hacer. De pronto, un lobo cachorro apareció, pero dado el tamaño mayor de esta clase de lobo, mi hermano pensó que se trataba de uno adulto-
-¿Y se hicieron amigos?- aventuró mi hermana
Negué
-Los lobos no aceptan a sus amos como el resto de los animales, deben ser sometidos para aceptar la unión. Juvart tuvo que luchar con él sin usar sus poderes, y solo cuando le ganó, el animal permitió que le diera un nombre y le siguió al castillo. Mi padre olvidó castigarle cuando vio que su hijo mayor había regresado sucio, con muchas manchas de sangre y varias mordidas en el cuerpo… pero con un lobo como mascota-
-Increíble-
Me estremecí con la voz de Dominic
Continuamos caminando, pero de pronto Cian se me acercó temeroso
-¿Ocurre algo?-
-Mi familia…-
Me extrañó que su nerviosismo pudiese ser apreciado con tanta facilidad en el aire. En general las emociones de los humanos no transmiten sus emociones con el aroma, eso es cosa de los elfos y demonios
-Sé que dijiste que si me comportaba el emperador me permitiría verles… pero no quiero preocuparles-
Nos detuvimos frente a la entrada de una enorme feria
Suspiré, sabiendo que me ganaría una reprimenda por lo que iba a contarle
-El tiempo en tu mundo no pasa igual que en el nuestro- admití en voz baja
Sus ojos se abrieron mucho
-¿Cómo?-
-El mundo de los humanos… realmente no sé cómo explicarlo, pero mientras acá pasa mucho tiempo, allá no-
Su ceño se frunció
-Pero… ¿No mencionaste que eres mucho mayor de lo que aparentas?-
Sonreí
-El mundo de los humanos es el único que presenta esa variación, los vampiros, ángeles y elfos, todos viven en mundos como este-
Noté como sus pensamientos se confundían aún más
-Es cierto que tengo muchos años, pero las variaciones de tiempo no se perciben hasta que pasas de un mundo a otro-
-No lo entiendo- aceptó
-Digamos que todo el tiempo que llevas aquí es apenas un instante minúsculo en tu mundo-
-¿Iremos a la feria o nos quedaremos aquí como idiotas?- saltó Jahi emocionada
Ignoré su ofensa y empujé suavemente a Cian
Sabía que Juvart se enfadaría conmigo si algo le pasaba y no estaba en mis planes recibir un castigo del emperador demonio
-No aceptes nada que te ofrezcan-
Me miró con desconcierto
-Hay cosas que… podrían resultarle peligrosas a un humano- expliqué rápidamente
En cuanto ingresamos, el aroma de cientos de especias me golpeó
La feria ocupaba todo el centro de la ciudad, cientos de locales se habían repartido en función del producto que ofrecían, pero mayormente se vendía comida, especias, perfumes, ropa… y partes de animales que estaba seguro, no agradarían a Cian
Mientras avanzábamos, la mayoría se percató de nuestro estatus e inclinaron respetuosamente la cabeza, apartando su mirada como la norma exigía
Sin embargo, al ver el lazo de Cian no parecían recordar que al tratarse de un integrante del harem, tampoco deberían observarle
-Senri, tranquilo-
Retrocedí sorprendido cuando varios demonios se acercaron con curiosidad al humano
-¿Se supone que esto deba ocurrir?- preguntó una voz muy cerca de mi oído
Contuve un estremecimiento
-Tal vez no debimos escoger este lugar, los humanos no vienen a este mundo y mucho menos son parte del harem del emperador-
Senri parecía molesto, y mantenía a todos los curiosos al menos a dos metros de distancia de Cian, pero el chico lucía muy nervioso
-Hey, ¿Eres un humano?-
-¿Por qué tienes el lazo?-
-¿Desde cuándo un humano puede ingresar a nuestro mundo?-
Pronto, la curiosidad se transformó en desprecio
-Es inaudito que el emperador haya elegido a alguien como él-
Fruncí el ceño y tomé la mano de Cian
-No recuerdo que nadie les haya pedido su opinión, ahora, concéntrense en sus asuntos-
Por un instante pareció que mis palabras hicieron efecto, pero un demonio de mirada negra avanzó peligrosamente
El lobo de Juvart saltó automáticamente, mordiendo furiosamente el brazo del hombre
-¡Quítenmelo!- gritaba luchando contra la mordida del animal
Jahi sonrió con desprecio
-No te atrevas a acercarte a él imbécil-
Me llevé una mano al rostro, cuando nuestra madre se enterara de esto se iba a desatar el caos
-¡ES SALVAJE! ¡HAY QUE MATARLO!-
Los gruñidos de Senri se escuchaban por sobre los gritos de la multitud, Cian estaba petrificado, mientras otros demonios se acercaban
Joder… esto acabaría mal
En ese momento los guardias hicieron su aparición, alejando a todos con fuerza
-¡ES UN ANIMAL SALVAJE!-
-Senri, ven- llamó Cian saliendo de su estado de estupor
El lobo apretó y jaló el brazo antes de liberarlo y retroceder lentamente
-Increíble-
La voz del príncipe había sonado muy enfadada
-Vámonos- sentencié desilusionado
Los guardias abrieron el camino de regreso, sin embargo, cuando estábamos por salir, una mujer se acercó y extendió su mano
-Los humanos no pertenecen aquí- sentenció con voz de ultratumba
Jahi intentó adelantarse, pero fue demasiado tarde
Observé con temor como el polvo gris dejaba su mano y era arrojado contra Cian
-¡Atrápenla!-
Pero la mujer desapareció frente a nuestros ojos
-¡Mierda!- exclamé cuando mi amigo cayó contra el suelo
Dominic se apresuró en tomarlo en brazos
-¿No puedes transportarlo?- cuestionó intentando tomarle el pulso
Negué, sin saber qué diablos hacer
-El lazo impide que cualquiera que no sea el emperador transporte a los miembros del harem-
-¿Está bien? ¿Cian?- Jahi intentaba hablarle, pero él parecía sumido en un sueño muy profundo
Habría pensado que estaría bien sino fuera porque sabía que el polvo era venenoso y que la piel del humano se estuviese volviendo más y más blanca no era una buena noticia
¿Y si le hablaba a mi hermano?
No… probablemente se presentaría y mataría a varios…
-Llévalo- ordené forzándome a pensar
Los ojos violetas del príncipe parecieron sorprendidos
-¡No hay tiempo! Corre al maldito castillo y llévalo con mi hermano o con Oliver, ellos sabrán que hacer-
-Bien-
En un parpadeo, Dominic desapareció frente a nosotros
Tomé el brazo de mi hermana
-Nos vamos-
-¡Hay que encontrar a esa zorra!-
Ni siquiera me preocupé de corregir su lenguaje, simplemente la jalé contra mí y me concentré en el castillo
Cuando abrí mis ojos, gritos se escuchaban por todo el lugar
-¡Juvart! ¡JUVART!-
¿Era Dominic?
Varios sirvientes salieron de una habitación, con el rostro ensombrecido
-¡Mi hermano! ¿Dónde está?- Exigió Jahi parando a uno de ellos
-Su alteza el emperador y su consejero salieron del castillo, no informaron a dónde se dirigían- respondió rápidamente
Mis pies se apresuraron hacia la habitación de dónde venían los gritos
El príncipe vampiro estaba sosteniendo el cuerpo de Cian, que temblaba violentamente
Cuando sus ojos se encontraron con los míos, la sensación de que una desgracia iba a ocurrir me golpeó
“Juvart… Juvart”
Intenté concentrarme al máximo en mi hermano, pero no hallé el lazo por el cual debería haber podido hablarle
¿Qué diablos?
¿No estaba en nuestro mundo?
-¡Jahi, trae al sanador!-
-Claro-
Ayudé al vampiro a sostener el cuerpo de Cian, sus temblores eran cada vez más violentos
-¿No puede curarlo alguien más?-
Apreté mi mandíbula, odiándome mentalmente por sacar a mi amigo del castillo
-Le arrojaron polvo de loto plateado, a los demonios no les afecta, pero para los humanos es un veneno demasiado poderoso, no se puede eliminar fácilmente, los únicos que conocen una técnica son mi hermano y Oliver-
-¿Qué pasará si no llegan?-
Miré el rostro sudoroso de mi amigo, estaba entrando en la fase de dolor
-Mientras más tarden, más difícil será curarlo… solo sobrevivirá un par de horas-
Noté como se me apagaba la voz, pero seguí luchando por encontrar el canal de comunicación de Juvart
¿Dónde mierda estaba?
-Hey…-
Dominic me sonrió suavemente y unió su mano con la mía
-Todo estará bien, ya lo verás-
Mi corazón se estremeció con fuerza
No… incluso si Cian se curaba, nada estaría bien
Nada
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