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Sacrifice por xikah

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Notas del capitulo:

HELLOOO

No, no estaba muerta, pero este semestre en la universidad me llené de cosas y no he tenido tiempo (ni inspiracion) para escribir, hasta hace muy poco.

La buena noticia (Además de que he regresado) es que el último capítulo de Black Paradise está ready y como no quiero subirlo y que muchos se lo pierdan porque me creen muerta, actualizaré un par de veces más este fic y ojala Egoist también.

-Anónimo

ahhaha, no , lo siento pero no envió Cians a domicilio, es demasiado kawai para pasar por ningún servicio de entrega inmediata

-Em 17

Gracias por comentar, me alegra saber que aunque no eres fan de la fantasía mi historia te enganchó (aunque haya sido hace tiempo ahahaha)

¿Tu hijo se llamará Cian? xD Aunque mi mejor amiga me moleste por el nombre yo creo que es bastante bueno (y no tienen idea de lo que me costó encontrarlo)

Creo que gran parte de lo que hace al emperador ser el emperador es precisamente hacer lo que quiere sin que le importe un comino lo demás. Lo que me gusta de su relacion con Cian (Además del lemon ohohohoh) es apreciar cuando Juvart termina cediendo, por mínimo que sea

Karau tiene olor a jodido? xDDDD interesante apuesta, yo creo que es más fuerte de lo que parece, por muy sexy que sea el príncipe vampiro en cuestion

lamentablemente las amenazas  de mis lectores no resultan con mi persona xD pero me disculpo por desaparecer tanto tiempo

saludos!

-Pancho

¿Apreciación artística? ¿Qué clase de asignatura es esa? O:

cuando desaparezco es porque no tengo tiempo ni para mí, porque se me va la inspiración o porque tengo un problema grave, por fortuna en esta ocasión solo fueron las primeras dos

Karau jamás pareció seme -.- los lectores con imaginación piensan en cosas que no soooon~~~~ xD

bueno, espero que estés bien, bye bye!

.

.

.

Estaba mortalmente aburrido

Mientras Gabe seguía enumerando las mil y una normas de comportamiento me sumergí en una serie de pensamientos, todos relacionados con el emperador

¿Qué significaba realmente la marca?

Había sido horrible entrar a esa fiesta y sentir todas las miradas fijas sobre mí, en especial el odio que me dedicaban los demás integrantes del harem

Yo no había obligado al emperador demonio a que me diera esa molesta marca, pero obviamente, ellos no pensarían así

Independiente del odio, lo único que me preocupaba era mi futuro en este lugar y que el hombre de cabello rojo que era mi tutor, me detestara

Gabe era por lejos mucho más amable que los demás

-¿Estás prestándome atención?-

Sentí que me sonrojaba al ser descubierto

-Lo siento, estoy preocupado-

Él suspiró

-Comprendo tu inquietud sobre la marca, pero no entiendo tu enfado-

Recordé la expresión de burla en el rostro de Juvart con molestia

A él le había parecido supremamente divertido que me convirtiese en el centro de atención

Idiota…

“¿No que te estaba comenzando a gustar?”

¿Qué?

-Además, el príncipe Karau me comentó que en el mundo humano eras muy tímido. Pero no creo que una persona tímida vaya por ahí gritando como tú-

-Ehh… bueno, la verdad es que no sé por qué lo hice- acepté a regañadientes

¿A lo mejor sabía que Juvart no me haría daño?

“¿Eres imbécil? ¿Estamos hablando del demonio que amenazó con matar a tu familia?”

-Deberías tener cuidado-

Parpadeé desconcertado

-Hasta el momento todos han sido muy amables contigo, no deberías tentar a tu suerte-

Noté como se me apretaba el estómago recordando el castigo de Mara

Eso sin mencionar a la mujer que me arrojó veneno

-¿Crees que podrían volver a darme latigazos?- susurré

Gabe se acomodó en su sofá

-Creo que si haces enfadar al emperador, no habrá lugar en ninguno de los mundos donde podrás esconderte-

.

.

.

-¡Debería estar muy feliz!-

Loren había llegado hace tres días con la información que me incluía a mí siendo oficialmente llamado a la alcoba del emperador

Porque las veces en que nos habíamos acostado sin invitación aparentemente no contaban

-¿Y si no lo estoy?- la desafié mirando con horror la ropa que ella seleccionó para mí

Nada podría haberme preparado para ropa translucida malditamente reveladora

¡Jamás me pondría eso!

A lo mejor Gabe tenía razón y para ser alguien tímido estaba sacando carácter en el lugar y momento equivocado

-¡Este es un momento muy importante!- continuó ella ignorando mis palabras

Deslicé mis dedos sobre la piedra azul en mi lazo

Supuestamente, en la primera noche oficial, podría pedirle algo al emperador. Dado que mi propia libertad estaba fuera de discusión, ¿Consideraría dejarme ver a mi familia?

Tal vez, como me explicó Karau, para ellos no hubiese pasado mucho tiempo. Pero yo llevaba unas tres semanas encerrado aquí y los extrañaba con cada fibra de mí ser

-¿Recuerda que no debe acercarse a nadie a más de dos metros?-

-¿Qué?-

Loren terminó de revolver decenas de prendas y me observó con las manos en las caderas

-¡Su aroma! No puede permitir que su aroma se mezcle con el de nadie más-

Rodé los ojos

-No creo que sea para tanto-

Su rostro se transformó tras mi declaración

-Puede que  usted por ser humano no le importe, pero los demonios y los vampiros son especialmente sensibles a los aromas. Su alteza sabrá enseguida si estuvo demasiado cerca de alguien-

Reprimí una sonrisa al verle agitar los brazos alternadamente

-Además su reputación estaría en un riesgo grave si solo se diera el caso  de…-

-¿Cian?-

Salté de la cama al reconocer la voz de Karau y abrí yo mismo la puerta

El príncipe alzó una ceja pero no mencionó mi falta de protocolo

-¿Quieres ir a dar una vuelta?-

-¡Sí!-

Loren pareció querer decir algo

-Supongo que tienes que seguir eligiendo la ropa y eso, así que no podrás acompañarnos- la corté

Ella asintió resignada

-¡Recuerde los dos metros!-

Salí de mi habitación sintiéndome más libre de lo que había estado en años

-¿Asumo que estarás ocupado por la noche?-

Apreté mis dientes

-Algo por el estilo-

Salimos de las instalaciones del harem en silencio, una parte de mí deseó que me llevara nuevamente a la ciudad

Había sido un lugar realmente mágico hasta que intentaron matarme…

-Lo siento, pero Juvart me mata si vuelvo a sacarte del castillo, tendremos que pasear por los jardines-

Asentí resignado

De cualquier forma los enormes jardines eran increíblemente hermosos y pronto olvidé mi deseo de salir de allí

-¿Has pensado en lo que le pedirás?-

Permanecí observando una encantadora flor púrpura

-Puede ser…-

De pronto la flor comenzó a congelarse, hasta convertirse en una escultura de hielo magnífica

-¿Cómo…?-

Karau sonrió, sus ojos grises brillando

-Pensé que necesitaba ayudarte a concentrarte en mí-

-¿Puedes congelar las cosas?-

Él se encogió de hombros

-Básicamente sí, entre otras cosas-

Increíble…

-Te vi convertir esto- alcé mi muñeca para mostrar el brazalete que él mismo había hecho a partir de un anillo

-Los demonios nacemos con ciertas habilidades-

Quise preguntarle qué más podía hacer pero no estaba seguro si era correcto

El príncipe se sentó junto a mí sobre el césped

-Jahi por ejemplo, puede controlar el fuego y  hacer aparecer cosas con solo nombrarlas, pero en general nuestras habilidades se desarrollan con el tiempo-

-¿En general?-

Karau tomó la flor de hielo entre sus manos

-Las familias más antiguas no solo tienen mayores poderes, sino que sus descendientes los controlan más rápidos-

-¿Tú también?- aventuré

Mi amigo suspiró

-No es como que por ser príncipe pudiese hacerlo todo, también puedo controlar el aire pero no he avanzado mucho en ello, nada como mi hermano por supuesto-

El hielo se derritió y la flor pareció volver a la vida

-¿También piensas que sería un error hacerle enfadar?-

El viento, que hasta ese momento parecía no existir, sopló con una fuerza extraordinaria, agitando el cabello castaño del chico frente a mí

-No hay nadie en este mundo que podría calmarle si él decidiera desatar su ira, así que pienso que sí, sería un error muy grande hacerle enfadar- reconoció sonriendo con cierta amargura

Deseé ser lo suficientemente valiente como para preguntarle al respecto, sin embargo una voz femenina interrumpió nuestra conversación

-Hermano, Cian, ya va a comenzar-

Observé confundido a Jahi, la chica habitualmente sonriente parecía preocupada

-¿Qué cosa?- cuestioné con curiosidad

La princesa entrelazó sus dedos

-Capturaron a la mujer que te lanzó veneno- comentó con una voz indescifrable

Una molesta sensación me sacudió violentamente, sabía que debería sentir odio por esa mujer, pero estaba mucho más preocupado por lo que pasaría

-¿Y qué va a comenzar?-

Karau se incorporó y me tendió una mano

-La sentencia del emperador-

.

.

.

El salón principal era gigantesco, nunca había imaginado un lugar tan grande, y lo peor de todo es que estaba llena de gente

Cientos de demonios se habían reunido para ver la sentencia, según Karau era algo totalmente normal, puesto que debían comprender inmediatamente que cualquier ofensa contra su gobernador no estaría permitida

Suspiré, intentando detener el temblor en mis manos. Mara nos había ubicado cuidadosamente a la izquierda del trono principal y lo peor de todo es que yo estaba adelante

Sentí la mirada llena de odio de Kylen sobre mí, pero tenía cosas más importantes sobre las que preocuparme

“Como la mirada de todos los presentes sobre ti por ejemplo”

Me removí en mi posición, sentado de rodillas sobre un cojín muy grande y que probablemente en otras circunstancias me habría parecido más cómodo

De pronto, las puertas se abrieron y el silencio recayó en el lugar cuando el emperador hizo su entrada

Inmediatamente bajé mi cabeza, recordando las constantes advertencias de Loren

 -Asumo que ya saben por qué están aquí, sin embargo lo diré de todas formas-

La voz de Juvart se escuchaba mucho más fría e imponente cuando hablaba en público, como si inconscientemente les recordara su posición por sobre todo el resto

-Uno de los ciudadanos de este mundo atacó a un integrante del harem. Eso está completamente prohibido, excepto por supuesto en caso de defensa propia. En este caso me consta que él no hizo nada que mereciera tal ataque a su vida, por lo tanto la mujer debe ser castigada-

Las puertas volvieron a abrirse, esta vez ingresaron dos soldados, arrastrando con cadenas a una mujer

Era la misma que me había arrojado el veneno, solo que su ropa estaba rota y tenía su largo cabello oscuro muy desaliñado

-Cian, ¿Fue ella quién te atacó?-

Procuré no hacer contacto visual con ninguna de las personas presentes y centrarme en la mujer que cayó de rodillas frente al trono del emperador

Ella alzó su mirada y me observó con odio. Era peor que la mirada de Kylen, no se trataba de desprecio, era odio puro y casi tangible

Me estremecí, deseando poder ir a cualquier lugar mientras estuviese a salvo de esa mirada

-Cian, responde-

Tragué duro, ¿Estaría permitido que preguntara qué sucedería con ella?

“Probablemente no, imbécil”

-Sí, es ella-

El rostro de la bella mujer se torció en ira y trató de arrojarse contra mí

Retrocedí instantáneamente, sintiéndome aterrado cuando un par de brazos me rodeó

-Tranquilo…- susurró Gabe estabilizándome

-¡DEBE MORIR!-

Su grito retumbó no solo en el salón sino también en mi cabeza

-¿Admites haber intentado matarlo?- interrogó Juvart sin preocuparse un poco por sus intentos de saltar sobre mí

-¿Es que no lo ve mi emperador?-

De la nada, ella dejó de forcejear contra las cadenas y alzó un rostro surcado por las lágrimas

-¿No ve que un humano es señal de deshonra para nosotros? ¿Cómo puede siquiera mirar a un ser tan débil y asqueroso?-

Cada palabra que salió de sus labios consiguió atravesarme cruelmente, recordándome el tono de desprecio que usaba el hombre sentado en el trono cada vez que mencionaba a los humanos

-¿Y tú eres la indicada para señalármelo?-

El ambiente se tensó notoriamente

-Mi señor… yo jamás podría hacerle daño, usted es nuestro emperador, confío plenamente en usted… pero ese humano-

Me estremecí cuando una cadena se rompió en cientos de pequeños pedazos y ella alzó su mano libre hacia mí

Un cuerpo intentó empujarme fuera de mi lugar, pero no fue necesario

El emperador había movido su mano y de la nada una de las espadas de los soldados cercenó completamente el brazo de la mujer

Ahogué un grito, observando con horror como la sangre se derramaba sobre el mármol

-¿No crees que soy capaz de protegerme por mi propia cuenta?- siseó Juvart

Los gritos de la mujer comenzaron a decaer a medida que la sangre abandonaba su cuerpo

-¿Piensas que fui engañado? ¿Crees que un humano podría hacerme algún daño?-

-Su majestad…- suplicó ella rompiendo en sollozos desesperados

Cerré mis ojos, rogando para que esto acabara pronto

-¿No he dicho que está prohibido atacar a aquello que me pertenece?-

-Piedad… por favor piedad…-

-Córtenle el otro brazo-

Tragué duro, el sonido de algo cortando el aire y luego más gritos resonaron en mis oídos

Supe entonces que no le había tomado el peso real a la amenaza de matar a mi familia si yo incumplía el contrato

-Entonces, ¿Cuál será mi castigo por tu crimen?-

Enterré mis dedos en la tela de mis pantalones sintiendo que el aire se me hacía escaso

-Ya sé… dejaré que te den cincuenta latigazos, cuando terminen, morirás encerrada en el calabozo más profundo del castillo, sin luz, sin agua y sin comida-

-No…por favor… su majestad… por favor…-

Inspiré con fuerza, intentando ingresar aire a mis pulmones

-¿Crees que conseguirás algo suplicando?-

-Cian…-

La voz de Gabe me llegó muy lejana

-Comiencen-

El sonido del látigo rasgando el aire me recordó mi propio castigo y no sirvió en lo absoluto para calmarme

Llevé mis manos a mis oídos, odiando profundamente tener que ser testigo de esta situación, cada latido furioso de mi corazón contra mi pecho me recordaba que era un prisionero y que no podía hacer nada por la mujer en el salón, incluso si ella llegase a merecerlo por intentar matarme

-¿Pueden oler eso?-

-¿Podrá ser cierto?-

Parecía que el silencio absoluto había sido interrumpido por las voces del público asistente, que parecía anonadado

-Cian…-

-¡AHHH!-

Grité cuando la mano de Gabe se apoyó sobre mi hombro, temiendo recibir un castigo

-¡Cálmate, no te haré daño!-

Retrocedí pese a que él alzó sus manos para demostrarme que no me atacaría. Los murmullos fueron incrementando de volumen hasta que alguien se adelantó y abrió las puertas del salón

-¡Es cierto!-

Miré con temor a Karau, que lucía totalmente sorprendido

Incluso los soldados habían detenido su látigo, observando anonadados lo que ocurría

-¡Está lloviendo!-

Llevé una mano a mi pecho, luchando por calmar mis latidos. El aroma de la lluvia me recordó mi mundo, lo agradecí, pero no podía entender el alboroto a mí alrededor

-Llévenla al calabozo, los demás pueden retirarse- ordenó Juvart

Los soldados obedecieron rápidamente, mientras la gente se marchaba al exterior después de hacer una reverencia a su emperador

El salón se vació en cuestión de un par de minutos, incluso los demás integrantes del harem se retiraron

Sin embargo yo fui incapaz de moverme

¿Qué estaba pasando?

-¿Planeas quedarte aquí todo el día?-

El demonio de mirada azul se había puesto de pie y avanzaba hacia mí recordándome a un cazador

-¿Por qué…? ¿Por qué todos se asombraron con la lluvia?-

¿Realmente era eso lo que quería decir?

Deseé poder golpearme por mi estupidez

-Aquí no llueve- respondió con serenidad

¿Qué?

¿No llovía?

-¿Nunca?-

Juvart se agachó para quedar a mi altura

-Este no es el mundo humano-

Me estremecí, recordando la voz de la mujer decretando que yo debía morir

-¿La vas a matar?-

Su mirada se oscureció momentáneamente

-Ese es su castigo-

-No lo hagas- supliqué sintiéndome como un idiota

¿No debería pedir lo contrario?

El emperador alzó una ceja y rodeando mi muñeca me jaló para que me incorporara

-¿Estás pidiéndome que la deje viva?-

Permanecí quieto, mirando la unión de su mano y mi muñeca

-Es que…-

¿Estaría permitido que lo dijera?

-Cian-

Inspiré profundamente

-Tú también me odias por ser humano ¿no? La forma en que ella piensa no es diferente…-

-Es cierto que desprecio a los humanos, pero no te odio-

¿Era normal que mi corazón latiera con tanta fuerza por esa declaración?

-Tampoco puedo dejarla viva-

Bajé mi mirada, percibiendo la confusión en mi interior

-¿Por favor?-

El agarre sobre mi muñeca se apretó, cuando miré al emperador, me encontré con una expresión de furia

-¿Por qué quieres salvar a alguien cuya única finalidad es matarte?-

Por instinto, traté de alejarme, pero él simplemente aumentó la presión

-Juvart…-

-Respóndeme-

Noté como el ambiente a mi alrededor se volvía muy pesado

-Yo…-

¿Cómo explicar algo que ni siquiera era capaz de entender por mi cuenta?

Peor aún, el temor por su expresión cargada de rabia nublaba mi razonamiento

-Mi señor…-

Agradecí que un sirviente interrumpiera, Juvart me soltó, pero no dejó de mirarme con furia

-Dime-

-Su majestad el príncipe Dominic está esperándole en su estudio-

-Bien-

El emperador no se molestó en despedirse, simplemente dio media vuelta y salió seguido del sirviente, dejándome solo en aquel inmenso salón

Suspiré profundamente y parpadeé, intentando alejar las lágrimas que empañaban mi visión

-Quiero ir a casa- susurré mirando el suelo

¿Cuánto tiempo tendría que permanecer aquí?

Claramente la mayoría de los habitantes de este mundo odiaban o despreciaban a los humanos…

¿Qué podría hacer yo entonces?

¿Vivir encerrado para siempre en ese lugar lleno de seres hermosos que me miran con odio?

Tal vez si Juvart fuese menos atemorizante…

-¿Quieres marcharte?-

Miré asombrado al hombre que apareció frente a mí, ¿Cuánto tiempo llevaba en el salón?

-Yo…-

Todas las alarmas se encendieron en mi cabeza cuando lo identifiqué como el demonio que me había inmovilizado en el jardín, Loren me había dicho que se trataba del tío del emperador y que no debería sentir miedo… pero realmente solo podía pensar en huir de allí

-Porque si realmente lo deseas yo puedo ayudarte-

Retrocedí un par de pasos, mirando desesperadamente las salidas a mi alrededor

¿Dónde estaban los guardias?

¿No que no se podía dejar solo a un integrante del harem?

-Dada mi situación, aceptar su ofrecimiento sería traicionar al emperador- repliqué callando a la voz en mi mente que se cuestionaba qué tan mala idea sería aceptar

Nergal alzó una ceja y me miró desde sus profundos ojos oscuros con algo que identifiqué desagradablemente como deseo

-Para ser un humano eres realmente interesante- murmuró

Intenté retroceder más, pero descubrí que nuevamente era incapaz de hacer que mi cuerpo respondiera a mis órdenes

“Esto no puede ser bueno”

-No eres espectacularmente hermoso como el resto de los integrantes del harem… pero hay una fragilidad en tu aura que parece superior a la de las flores-

Noté como mi corazón comenzó a latir con fuerza contra mi pecho cuando él continuó acercándose

¿A qué venían esos comentarios?

“Tienes que salir de aquí, ahora”

Inspiré con fuerza al sentir su mano acariciando mi mejilla

Loren iba a enojarse mucho cuando descubriera lo que había pasado

-Sí… frágil como la criatura más inofensiva… pero poseedor de un poder desconcertante-

Fruncí el ceño

-¿De qué habla?-

Él sonrió con frialdad

-No todos los días se encuentra un ser que ha conseguido captar el interés del emperador de los demonios… ¿O crees que él habría hecho lo mismo si esa mujer no hubiese intentado matarte a ti?-

Traté de decirle que probablemente hubiese sido peor, porque claramente yo no era particularmente “importante” dada mi condición de humano, pero fui interrumpido por su mano sosteniendo mi barbilla para impedir que me alejara cuando decidió besarme

Sentí un desagradable escalofrío recorrer mi cuerpo, pero me vi imposibilitado de separarme

Realmente no tenía experiencia, solo conocía los besos de Juvart, pero estaba seguro que no debía sentir tanto miedo al ser besado

“Oh, al menos reconoce que te encantan los besos del emperador”

-Deténgase- supliqué negándome a separar mis labios

El demonio frunció el ceño y se separó levemente

-¿Tienes idea de cuántos seres matarían por recibir un beso mío?-

Claramente él no tenía problemas de ego…

-Aléjese- repetí sabiendo que si expresaba mis verdaderos pensamientos en voz alta, podría recibir algo mucho peor que un beso a la fuerza

-Tú, humano engreído…- siseó alzando su mano

Deseé poder moverme para siquiera cubrir mi rostro

-Si te atreves a hacer eso, Juvart cortará tu brazo-

Dejé escapar todo el aire en mis pulmones al escuchar la voz de Olivier

-Solo estaba averiguando dónde estaba su lealtad- sonrió hipócritamente el tío del emperador

Cuando pude moverme, casi corrí hacia el recién llegado

-Bueno, es obvio que si no lo dejas moverse, no podrás saberlo-

Bajé mi mirada y entrelacé mis manos, deseando poder encerrarme en mi habitación y no tener que lidiar nuevamente con un ser tan desagradable

-Tal vez deberías centrarte en tus obligaciones Oliver-

Noté la tensión creciendo en el ambiente de una forma increíblemente desagradable

-Estoy seguro que una de mis obligaciones como consejero del emperador es velar por sus intereses-

Sus intereses

Él lo decía como si yo fuese un objeto…

“¿Acaso no es lo que eres? Un objeto adornado con diamantes y perfumado con la mejor de las esencias… esperando por la mínima atención de un hombre…”

Sabía que ellos seguían intercambiando comentarios mordaces, pero ya había dejado de importarme

Mi corazón latía con fuerza ante la idea de vivir a los pies de Juvart por el resto de mi vida

¿Y si él decidía que ese sería mi destino?

¿Podría simplemente huir?

¿Cómo lo haría un simple humano para doblegar la voluntad de un emperador demonio?

-¿Cian?-

Solo cuando Oliver me llamó comprendí que estaba retrocediendo

-No quiero ser un objeto- susurré apretando mis puños

El consejero de cabello verde frunció el ceño

-¿Un objeto?-

Sonreí amargamente

-¿Acaso no es en lo que esto me convierte?- jalé de mi collar con fuerza, ignorando el dolor que me causaba

-Cian no deberías…-

-¿Qué pensaste que aceptabas al firmar el contrato? ¿Ser amigo de un demonio? No digas estupideces humano, para lo único que ustedes podrían servir es como esclavos- espetó Nergal

Miré a mí alrededor sintiéndome encerrado, lo cual era irónico considerando el inmenso salón en el que me encontraba

-Quiero irme- reconocí antes de dar media vuelta y comenzar a correr

-¡Cian!-

Hice caso omiso del llamado del demonio y forcé a mis pies, corriendo lo más rápido posible, sin detenerme a pensar en la lluvia que caía sobre mí

Parecía encontrarme en el jardín principal, pero la cortina de agua a mí alrededor se volvía más y más densa, impidiendo orientarme

“Como si pudieses hacerlo sin agua… “

Bufé, deseando tener una pared cerca de mí para poder golpearla. Jamás me consideré una persona violenta, siempre huía de los abusadores… pero la frustración era demasiada

Ni siquiera cuando esos chicos tomaron todas mis cosas y las quemaron en mi casillero me sentí tan derrotado

-¿Mi señor?-

Loren apareció portando algo parecido a un paraguas y me cubrió con él

-¿Qué sucede?-

Sus ojos oscuros se humedecieron

-Debemos regresar a sus habitaciones, el emperador ha revocado su llamado- replicó con voz temblorosa

Asentí desganado, deseando entender por qué algo que debiese ponerme contento, en realidad solo había añadido un peso sobre mi pecho

.

.

.

----------------------------------------Karau---------------------------------------

Decir que el ambiente en la mesa era tenso, sería minimizar cualquier posible análisis

Los únicos que lucían como si no supiesen qué diablos pasaba eran mis padres y mi prometida, que parecían haber optado por llevar la única conversación en la hora y media de cena que ya había transcurrido

Suspiré levemente, mirando la comida en mi plato sin mucho interés, llevada tres días sin saber de Cian y comenzaba a preocuparme

Sabía que mi hermano había revocado su llamado y que Kylen resplandecía de felicidad por ello, claramente ella comprendía el insulto que implicada que el emperador se retractara

“Luces muy molesto hermanito”

Bebí de mi vino, fingiendo no estar recibiendo los mensajes de Jahi, madre se había mostrado extremadamente molesta cada vez que nos descubría hablando

“Sabes lo que pasa”

“Loren me dijo que ha seguido intentando instruir a Cian, pero él no le presta atención”

Inconscientemente busqué con la mirada a Dominic, quien hablaba aparentemente encantado con mi madre, cuando me captó mirándole, simplemente fruncí el ceño

Desde la última vez que hablamos, donde le aclaré que él debía trabajar en demostrarme que yo no solo era un reto, ni siquiera se me había acercado

“¿Y eso te hace sentir especialmente molesto porque…?”

Apreté la copa en mi mano y de pronto sentí la mirada de todos los presentes sobre mí

-¿Karau?- me llamó Juvart

Intenté controlar mi respiración pero no funcionó muy bien, cuando volví a mirar la copa comprendí lo que sucedía

Estaba congelando el salón…

Joder

-Lo siento-

¿Es que acaso era un chiquillo para perder de esa forma la compostura?

Podía imaginarme perfectamente el regaño que me daría mi madre en cuanto finalizara la cena

-Por favor disculpen a mi hijo, a veces nos cuesta controlar nuestras emociones-

Apreté mis labios y decidí abandonar el lugar, la voz de mi progenitora no pudo haber sonado más irritada

-Con permiso-

Salí de allí deseando poder ver a mi amigo humano, Alec estaba en una misión en el reino de los elfos y eso me dejaba con el pequeño Cian y Jahi

Caminé por los pasillos del palacio, maldiciendo a Juvart por prohibirme ver a Cian

¿De dónde venía tanto recelo?

No solo lo había humillado ante todo el harem, sino que también le prohibía recibir visitas…

-Su alteza luce preocupado-

Me detuve al escuchar la voz del príncipe vampiro

-¿Qué haces aquí?-

Él me sonrió levemente pero mi instinto de huida se activó automáticamente

Oh sí, nada como un príncipe demonio de cuatrocientos ochenta años huyendo como un cobarde

-Dando un paseo, creo que las personas pueden hacerlo en sus casas-

Dominic se acercó lentamente e inconscientemente comencé a retroceder

-¿Algún motivo para congelar el salón de tu casa entonces?-

Parpadeé, tendrían que arrancarme los ojos para obligarme a decir la verdad

-Te ves muy confiado de ti mismo- espeté cruzándome de brazos

-Es porque confío plenamente en mis capacidades- replicó continuando su avance

Fruncí el ceño y moví levemente mi mano, congelando sus pies al suelo

El príncipe alzó una ceja

-Ya te dije que no soy un maldito juego- siseé antes de dar media vuelta

Pero no alcancé a dar dos pasos cuando el sonido del hielo rompiéndose me detuvo

¿Podría ser posible?

Me giré desconcertado, Dominic simplemente rodeó mi cintura y me empujó contra la pared

-¿Esperabas que eso me detuviera?-

Le observé asombrado, mi hielo no era uno común y corriente, se necesitaba mucho poder para destruirlo y él lo había hecho como si nada

-Podría tratar de congelarte completo- murmuré sacando mi voz

-No funcionará- sentenció con tanta seguridad que bajé mi mano

-Dijiste que te demostrara que no eres un simple reto-

Asentí lentamente, sin entender bien qué sucedía debido a su cercanía. Maldije los instintos de los demonios, su aroma me embriagaba  a un nivel desconcertante, impidiéndome razonar bien

-No lo eres, Karau-

Tomó mi mano izquierda y la cubrió con la suya, mientras una sensación cálida se extendió a través de mis dedos

Cuando apartó su mano, un anillo negro con una piedra violeta adornaba mi dedo índice

-¿Qué…?-

-Es el anillo de mi familia-

Mi mandíbula cayó por la impresión

-¡No puedes darme esto!- salté consternado

-¿Por qué no? Me pertenece-

Intenté quitarme la joya pero él me detuvo

-¿Sabes lo que significa no?-

Apreté mis dientes, incapaz de creer que eso estuviese pasando

-Se supone que le des esto a tu pareja predestinada-

¿Estaba loco? Si alguien me veía con el anillo de su familia sería el final de ambos

-Nadie lo verá Karau, mi magia lo protege del resto- comentó como leyéndome la mente

-Pero…-

-No me acerco a cualquiera y le doy el anillo de mi familia, ¿No infieres lo que representas para mí?-

Tragué duro cuando acarició mi mejilla, mis rodillas casi cedieron, por fortuna estaba apoyado contra la pared

-Tú no sabes si soy tu pareja predestinada- intenté argumentar

Su rostro se acercó a mío lentamente, como dándome la oportunidad de negarme

-Eso podemos solucionarlo enseguida-

Cerré mis ojos y le permití besarme, ansiaba sentir sus labios sobre los míos desde la primera vez en que nos besamos, la sensación que recorría mi cuerpo al sentirle conmigo era impresionante y adictiva

Entonces recordé que para saber si yo era su compañero debía beber mi sangre

-¡No!-

Le empujé con mis manos sobre su pecho

-¿Karau?-

-Esto no está bien- espeté antes de visualizar mi habitación y desaparecer frente a él

.

.

.

-JODER JODER JODER JODER- grité arrojando todos los papeles sobre mi escritorio

¿Es que ese vampiro había perdido la cabeza?

-Sí, ya entendí, quieres que Dominic te joda-

Miré peligrosamente a mi hermana

-¿Qué haces aquí?-

Ella sonrió

-Pasa que cuando me escapé al baño me encontré con una interesante escena, y una de mis habilidades es ser sumamente discreta-

-¿Nos espiaste volviéndote una sombra?-

Jahi sacudió su mano y tomó una botella de vino de uno de mis estantes

-Detalles, detalles. Ciertamente no puedo verlo, pero estoy segura que estaría maravillada si pudiera-

-No sé de qué hablas-

Ella sirvió tranquilamente el vino en dos copas

-Hermanito, seré la menor pero no por eso me puedes considerar estúpida. Dominic te dio el anillo de su familia, sé que lo llevas puesto en este preciso instante-

Suspiré, decidiendo rendirme

-¿Qué se supone que haga ahora?- cuestioné dejándome caer sobre mi sofá favorito

-Bueno, en condiciones normales ese anillo implicaría un enlace ¿No crees?-

Miré la joya en mi dedo… sí, sabía perfectamente que los anillos de familia eran lo que los humanos consideraban “anillos de compromiso”

-Eso estaría bien si no fuese a enlazarme con su hermana-

La rubia asintió contenta

-¿Por qué no deshaces el compromiso?-

-No puedo-

Bebí de mi copa deseando retroceder el tiempo y tal vez haber conocido a Dominic antes de aceptar las órdenes de mi madre

“Eso no podría asegurar que realmente sean compañeros”

-¿Qué acaso no te gusta?-

Alcé una ceja

-¿Crees que ese es motivo suficiente para romper un compromiso que podría destruir las relaciones entre nuestros mundos?-

-¡Da igual si te enlazas con ella o con él! De hecho, mejor si es con él, dentro de poco será rey ¿No?-

Ojalá fuese tan sencillo…

-¿Y qué pasa si no somos compañeros? ¿Has pensado en eso Jahi?-

Finalmente mi hermana se mostró seria

-¿No puedes identificarlo?-

Negué lentamente, había pensado en ello, pero por el momento no tenía como saberlo

-¿Y él?-

Recordé el beso… él estaba dispuesto a descubrirlo… pero yo no podía permitirlo

-No es posible que seamos compañeros, así que no tiene sentido que me haya dado este anillo-

-¿Por qué no? Sabes que la mayoría de los demonios jamás conoce a su compañero porque está mal visto relacionarse con otras razas-

Sonreí al ver el gesto de disgusto en su rostro

-¿Acaso tú has encontrado a tu anima mi querida hermana?-

Su rostro enrojeció violentamente

-No lo sé-

-¿Jahi?-

-Tampoco es como si pudiese elegir ¿Verdad?-

Miré a la menor de mis hermanos  sin entender de qué hablaba

-¿Por qué no? Que yo recuerde soy yo quien va a casarse con una princesa vampiro-traté de bromear

Jahi apretó la tela de su vestido con fuerza

-Lo entenderás pronto-

Observé a la rubia desaparecer frente a mí y tuve un mal presentimiento

Uno realmente malo

El anillo en mi mano brilló con fuerza, pero no pude entender por qué. Cuando traté de quitármelo, simplemente no pude conseguirlo

-Maldito Dominic- siseé mirando fijamente la bella pieza de metal

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La música resonaba por todo el salón principal. Los invitados reían y bailaban despreocupadamente, pero obviamente con un volumen moderado, como indicaban los modales dentro del castillo

Juvart se encontraba sentado en el trono, con todo el harem detrás de él, esperando pacientemente las órdenes de su amo

Miré a Cian, desde la revocación del llamado había pasado una semana, y leves marcas oscuras adornaban sus ojos, no parecía interesado más que en sus manos sobre su regazo

-Mi señor, ¿Desea que le traigan algo?-

Volví mi atención a mi prometida, el vestido negro que llevaba contrastaba maravillosamente con sus ojos violetas y conseguía que su cabello plateado brillara con fuerza

-Vino por favor- pedí deseando que desapareciera

Busqué a mi hermana, ignorando a los hombres que conversaban a mi alrededor sobre negocios, llevaba días sin poder hablar con ella y comenzaba a preocuparme

“Jahi, ¿Dónde estás?”

Por enésima vez ella no respondió. Suspiré deseando que esta maldita fiesta terminara, ni siquiera sabía qué estábamos celebrando exactamente, pero madre siempre encontraba escusas para gastar dinero y embriagar a la nobleza

Las puertas se abrieron y por ellas ingresó mi hermana, con un hermoso vestido rojo que dejaba sus hombros al descubierto. Su cabello había sido recogido y la corona correspondiente a su rango de princesa brillaba sobre su cabeza

Fruncí el ceño, y me disculpé con los demonios, avanzando hacia la rubia

Le extendí mi mano, fingiendo que la invitaba a bailar y ella solo pudo aceptar

Comenzamos a movernos por la pista, siguiendo el ritmo de la tonada, pero ella todavía no me miraba

-¿Puedes decirme qué pasa?- susurré lo suficientemente bajo para que nadie escuchara nuestra conversación

Sus labios se apretaron

-Madre me ha comunicado que puedo ayudar al reino a fortalecerse-

Eso no sonaba para nada alentador…

-¿Cómo?-

Cuando ella alzó su rostro, sentí mi corazón apretarse, solo había tristeza en su mirada

-Enlazándome al príncipe heredero elfo-

La música se detuvo entonces, las puertas volvieron a abrirse y un comité de cerca de diez elfos se hizo paso

Era muy fácil reconocer a los elfos en cualquiera de los mundos, todos son altos y delgados, con piel pálida, orejas puntiagudas y ojos que solo pueden variar dentro de cuatro tonalidades, cada una correspondiente a uno de los cuatro elementos que pueden controlar

Y allí, a pocos metros, estaban los reyes y los príncipes, inclinándose levemente frente a Juvart

-Esta noche es muy especial, dado que tengo el placer de anunciar un nuevo enlace- sentenció madre alzando un poco la voz

Todos los presentes retrocedieron para que la comitiva pudiese disponerse frente al trono

-Mi adorada hija menor, la princesa Jahi, se enlazará con el príncipe Senthalion y traerán prosperidad y alegría a nuestros reinos-

Fruncí el ceño con molestia, ¿Qué acaso no era suficiente que la malvada de Kylen fuese parte del harem?

¿Por qué madre querría casar a Jahi?

El príncipe heredero avanzó sonriendo tenuemente, aunque era muy apuesto, había algo en él que me provocaba escalofríos

-Princesa, por favor, hágame el favor de aceptar mi anillo de compromiso-

Noté una presencia a mi lado y descubrí a mi mejor amigo con el semblante sombrío

-¿Alec?-

Él no apartó la mirada de mi hermana, quien recibía el anillo con la misma expresión de alguien a quien acaba de morírsele la mascota

-Ese sujeto no me agrada- sentenció el rubio sin expresión alguna en el rostro

Ladeé mi cabeza, no entendía a qué venía su comportamiento. Jahi siempre había estado enamorada de él pero nunca pareció ser correspondida

-¿Por qué es elfo o porque va a enlazarse con ella?-

Mi amigo me observó de reojo

-¿Importa ahora?-

Suspiré, comprendiendo en parte lo que pasaba

-Eres un cobarde- señalé

Los presentes comenzaron a aplaudir, escuché varios comentarios sobre la expresión emocionada de mi hermana. Claramente ellos no sabían que prefería cortarse una mano que enlazarse por la fuerza

-Puede ser, pero no soy un príncipe-

La primera persona a la que buscó la rubia fue a Alec, noté como se miraron por segundos que se hicieron eternos, hasta que él rompió el contacto visual con una reverencia profunda

“Madre sabe perfectamente cómo hacer infelices a quienes le rodean”

Claro que sí y comenzaba a volverse una experta en ello

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Avancé lentamente por el jardín, deseando poder acercarme a Cian y conversar un poco

La fiesta era grotescamente falsa, todos celebraban por la nueva unión y fingían que no sentían desprecio por los elfos

Era perfectamente conocido que los demonios y elfos no se llevaban bien, ellos nos consideran superficiales e impuros, mientras que para nosotros solo son unos “idiotas amantes de la naturaleza, con complejo de adivinos” en palabras de mi propio padre

Y ahora todos sonreían hipócritamente, alzando sus copas y brindando por el “feliz futuro” de la pareja

Me detuve al ver una figura observando uno de los árboles blancos. Incluso a diez metros podía saber que no se trataba de un demonio, dado que a su alrededor la naturaleza parecía más viva

-¿Disculpa, eres uno de los huéspedes?-  interrogué acercándome

Cuando se giró hacia mí lo identifiqué como el segundo príncipe, tenía una expresión triste en el rostro y sus ojos cafés brillaban levemente

Alcé una ceja, estaba seguro que tanto su hermano como sus padres tenían ojos celestes

-Podría decirse que sí, mi nombre es Fairiel-

El joven, de cabello oscuro y corto, tendió su mano hacia mí

-Soy Karau- me presenté aceptando su mano

-¿Karau? ¿Cómo el príncipe demonio?-

Sonreí divertido

-Exactamente-

Fue divertido ver el conocimiento llegar a sus ojos, porque inmediatamente hizo una leve reverencia

-Un placer conocerle alteza-

-¿Por qué la reverencia? También eres un príncipe ¿No?-

Fairiel asintió desganado

-No soy como mis padres, sé perfectamente que los demonios son más poderosos que los elfos-

-Eso no te obliga a reverenciar a todos los demonios-

-Pero tú no eres cualquier demonio ¿Verdad?-

Interesante…

-¿Puedo preguntarte algo Fairiel?-

El elfo apretó sus labios

-Mis ojos son diferentes a los de mi familia porque controlo la tierra- replicó

No pude evitar sentirme un poco mal por él

-¿Eso es relevante?-

Una mueca acudió a su rostro

-Supongo que para ustedes no, pero en mi mundo es bastante extraño…-

-Y lo diferente no se tolera- finalicé por él

Asintió regresando su atención al árbol

-No sé cómo sea tu hermana, pero estoy seguro que no quieres que se enlace con alguien como Senthalion-

No quiero que lo haga con nadie que ella no desee para ser exactos…

-¿Por qué lo dices? ¿No es tu hermano?-

Observé como apretaba los puños con fuerza

-Precisamente por eso te doy este consejo, si puedes evitar acercarte a él, hazlo-

Así que el extraño presentimiento que sentí no estaba alejado de la realidad…

-¿Y por qué me dices esto a mí? No nos conocemos-

Se tomó varios instantes para responderme

-Los elfos que controlan la tierra son los únicos que pueden comunicarse literalmente con la naturaleza, este jardín guarda muchos secretos… no eres una mala persona, pero es extraño-

Me le quede viendo con mucha curiosidad, siempre había supuesto que el nivel de comunicación de todos los elfos con la naturaleza era elevado, y parece ser que he estado equivocado todo este tiempo

-¿A qué te refieres con extraño?-

Fairiel señaló mi mano

-Ese anillo tiene mucho poder ¿Sabías?-

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Notas finales:

Esooo, creo que actualizaré este fic dentro de la semana y posterior a ello subiré el final de black paradise

(Final final o final de temporada? eso lo veremos...)


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