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Sacrifice por xikah

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Notas del capitulo:

Ahhh me emociona mucho saber que les gustó el principio de la historia.

Si la vida es un poco dura para Cian y no digo que se pondra mejor -.-

Ahora se mostrara para donde va la cosa asi que a leer!

-VaneShawol 

ahahhaha hasta aca me llego la escarchita, deberia haber hecho una fiesta para celebrar la nueva historia (?)

Eres una persona realmente inteligente, deduciendo la trama por ti sola (muahahahahahah) pero ya veras que pasa (no quiero adelantar nada, en especial si se trata de los primeros chaps)

Ai nous, siempre escribo desde el pensamiento del uke, pero no puedo imaginarme como serian los del seme (y no lo digo por sexo sexo sexo) sino que me gusta mas desde los personajes que experimentan la mayor gama de emociones

:(

saludos para ti!

syaoi241191

Yo envidio tu habilidad de escribir tres reviews D: (lo noteeeeeee)

Ni siquiera dejo reviews en la unica historia que leo u.u me haces sentir jodidamente mal, pero a la vez muy feliz *-*

sha volvi y con las tres! asi que saludos y a leer!

-Locura de Escarcha

Yo no quiero criticar a nadie, xD pero tu nick es demasiado genial ahhahahaha

No sé si esto te decepcionará, pero lo de tortura y violación más que la temática central es una advertencia (por lo tanto no serán precisamente recurrentes pero si podrian presentarse una que otra vez) te aviso desde ya u.u

 de cualquier forma gracias por comentar! :D

carito2206

Cian es un alma buena u.u me da pena su vida (y a diferencia del autor de game of thrones, si siento tristeza ahahah)

Exactamente como dices, la vida no es justa y sobre todo esto es un fanfic xD asi que podrian pasar muchas cosas (oh, lo maravilloso de la literatura)

Vas muy bien ahí, Karau en verdad parece ser humano, otra cosa es que realmente lo sea

adios! y nos leemos!

.

.

.

¿Estaba hablando en serio al ofrecerme aquello?

Era totalmente surreal…

Luego de aquel extraño encuentro, pasaron un par de días antes de que papá fuese dado de alta

Intenté hablar del tema con él, pero me ignoró y cambió el tema bruscamente una y otra vez

Resignado, me dediqué a intentar retomar mis deberes, consciente que mi hermano tendría que saber en algún momento la verdad

Aprovechando que era sábado y Brad dormía hasta tarde, me levanté temprano y decidí presionar a papá sentándome frente a él en la mesa

-Buenos días- me saludó revolviendo su té

-Papá…-

-¿No crees que deberíamos agradecerle a la vecina por cuidar a Brad estos días?-

Fruncí el ceño

-Papá, tenemos que hablar…-

-Y a tu jefa también, se portó muy bien con nosotros…-

Alcé los ojos al cielo y golpeé la mesa

Mi gesto detuvo sus intentos por ignorarme

-Papá, no puedes seguir trabajando- sentencié

Su expresión se desmoronó inmediatamente y sentí que se me rompía el corazón

-L-lo siento…- me disculpé sintiéndome fatal

-Cian, tienes razón… pero aunque me quedara una semana seguiría trabajando, porque es la única forma de garantizar que ustedes estarán bien, al menos por unos meses-

Sabía que lo hacía por el seguro…

Pero prefería verle descansar en casa a esperar una llamada desde el trabajo, avisándome que había muerto

-Sabes que puedo trabajar más, papá, tienes que quedarte con nosotros- susurré notando las lágrimas nublando mi visión

-Cian…-

Su mano cubrió la mía y me dedicó una sonrisa

-Si trabajo ahora, podrán cobrar el seguro al menos hasta que termines el instituto… ¿No crees que eso es lo mejor para ayudarte a ti y a tu hermano?-

Aparté mi mirada, avergonzado de mi egoísmo

Él solo podía pensar en hacer lo mejor por nosotros, aunque se estaba muriendo por una jodida enfermedad que no merecía

-Papá, te quiero-

-Yo también hijo, nunca olvides que estoy orgulloso de ti, de ambos-

Froté mi mano libre contra mis ojos, intentando borrar las lágrimas

No podía resignarme a verle así…

Pero si me pedía que continuara estudiando, eso haría, por él, por Brad

.

.

.

Extrañamente nuestra rutina no varió mucho, más allá de mi preocupación por asegurarme que mi padre consumiera las píldoras recetadas por el médico…

Sabía que él hacía todo lo posible por asegurarnos algún bienestar tras su partida, pero era doloroso

Resultaba malditamente doloroso verle empeorar día a día, sintiéndome un inútil absoluto

La conversación con el chico de mirada gris rondaba mi cabeza de vez en cuando, pero sumergido nuevamente en mi vida normal llegaba a resultar estúpido creerle

¿Cómo podría salvar a mi padre si la misma ciencia no tenía una cura?

La opción de categorizar al chico como algo o alguien paranormal era ridícula…

Cuatro días después de la conversación con mi padre, la directora interrumpió mi clase de biología y me hizo salir rápidamente del salón

-Cian, llamaron del hospital, tu padre sufrió una recaída, quieren que vayas inmediatamente-

Sentí un sudor frío recorriendo mi espalda

Ni siquiera me preocupé de recuperar mi mochila y corrí fuera del instituto, desesperado por saber cómo estaba mi progenitor

No supe cuánto tiempo tarde en llegar, pero sin duda llamé la atención de la gente en la recepción, al punto que varias enfermeras se me acercaron preocupadas

Entre jadeos murmuré el nombre de mi padre y una de ellas tomó mi brazo y me guio por un par de pasillos

-¿Eres familiar de él?- cuestionó mirándome preocupada

Asentí lentamente

-Soy su hijo-

-El doctor Lawrence lo está atendiendo ahora, dado el grado de avance de su enfermedad se hará cada vez más difícil estabilizarlo… lo siento mucho-

Agradecí que se marchara sin hacer preguntas

Angustiado, apoyé mi cuerpo contra una fría pared

No tenía idea de qué debía hacer

¿Qué había hecho mi padre cuando mi madre murió?

“Probablemente culparse…”

Pensé en Brad, ni siquiera tenía once años y estaría prácticamente solo…

-¿Cian?-

La voz del médico me sacó de mi trance, lucía igual de imperturbable que siempre y eso me molestó

-¿Cómo está él?-

-Conseguimos estabilizarlo, pero no despertará hasta mañana… ¿Le dijiste que tenía que dejar de trabajar?-

Asentí

-Él… él quiere que el seguro nos cubra después de su… bueno, hasta que yo termine el instituto-

Ni siquiera podía expresar verbalmente lo que estaba pasando…

-Si ese es su deseo… pero debe ser consciente que solo conseguirá acelerar el proceso-

Me estremecí pero no dije nada

Cuando me quede solo en aquel reducido espacio blanco, recordé las palabras de Karau

Podía sonar inverosímil… pero si existía una mínima posibilidad de salvar a papá…

Luché contra mi lado racional que me advertía de la ridiculez del asunto y caminé firmemente hacia la salida del hospital

Una vez allí, sin importarme quien pudiese escucharme, comencé a decir el nombre de ese chico

-Karau…-

Era estúpido, pero si había sido capaz de quitarme el control de mi cuerpo, a lo mejor…

A lo mejor podría ayudarme…

-¡Karau!-

“¿Olvidas que tiene un precio?”

Sacudí mi cabeza, intentando apartar aquellos deprimentes pensamientos

Seguí llamándole hasta que la frustración me ganó y volví a patear el basurero

-Y yo que pensaba que no eras violento-

Ignoré el temor en mi interior y me giré hacia el chico

Estaba sentado sobre los escalones y extrañamente y pese a la hora que era, nadie parecía necesitar ingresar al lugar

-Dijiste que tenía que aceptar y luego sabría con qué tendría que pagar- acusé acercándome un poco a él

-Así es, pero si no se cumple tu deseo, entonces el contrato se destruye-

-¿Contrato?- repetí desconcertado

Me dedicó una sonrisa ladeada antes de sacar un papel de su bolsillo

-Léelo- ordenó tendiéndomelo

Miré el papel sin creerme que él hubiese dado por sentado que aceptaría

No era nada del otro mundo, solo establecía que mi petición era curar a mi padre y salvarle la vida, todo eso a cambio de un pago que se definiría posterior a la realización de mi deseo, de no ser así, el contrato en cuestión quedaría anulado

“Si, engáñate e intenta convencer a cualquiera que esto es normal… vamos, vende tu alma”

-Solo tienes que firmar allí- me señaló un espacio bajo una firma extraña

-¿Esa es tu firma?-

Su expresión se volvió inocente y estuve a punto de creerle

-Es la firma de… mi jefe, por así decirlo- explicó tendiéndome una pluma negra

Firmé con una extraña sensación en todo el cuerpo

¿Instinto de supervivencia tal vez?

Y de pronto, caí en la cuenta de algo

-¿No dijiste que tú ibas a sanar a mi padre?- espeté deseando no haber firmado tan pronto

Él me arrebató el contrato y el lápiz sin dejar esa sonrisa ladeada

-Yo nunca dije eso- me regañó apuntándome con su dedo índice

-¿De qué hablas? ¿No vas a curar a mi padre?-

Aquel extraño viento volvió a soplar con fuerza y sus ojos brillaron

-Dije que te ayudaría a salvarle, no que lo haría yo personalmente, lamentablemente no tengo esa capacidad… por eso no he sido yo quien firmó, ¿Interesante, no?-

De no ser porque él seguía luciendo como un adolescente habría salido corriendo

No… nada bueno podía salir de esto… pero, ¿Y si papá se salvaba?

-¿Entonces cómo lo harán?-

Se llevó una mano a la nuca, como riéndose de sí mismo

-Ya lo verás, ¿Estás listo Alec?-

¿Alec?

¿A quién le hablaba?

De la nada, un chico apareció junto a nosotros

Casi grité por el susto, pero afortunadamente pude contenerme

El recién llegado debía tener un par de años más que nosotros, era bastante más alto y llevaba el cabello dorado más largo al centro y corto a los lados

-Tú debes ser Cian- me saludó con frialdad

Miré a Karau sin entender nada

-El contrato no estará funcionando hasta que él lo acepte- comentó sonriendo despreocupadamente

-¿Él?- miré al de cabello claro sospechosamente

-Oh no, Alec nos llevará al lugar de reunión- sacudió sus manos divertido

El chico más alto permaneció inexpresivo antes de acercarse y sostener el antebrazo del menor y el mío

-Oye qué…-

En un instante todo comenzó a girar a mí alrededor, las formas y colores se desdibujaron y la sensación de ir girando a cientos de kilómetros por hora revolvió completamente mi estómago

De la misma forma que inició, terminó, arrojándome al suelo bruscamente

 -¡PERO QUÉ…!-

Tuve que obligarme a calmarme cuando pude enfocar y comprender que estaba en lo que parecía una elegante oficina

Esto era un sueño… un maldito sueño

El lugar poseía muebles oscuros y paredes de un azul profundo muy elegante

-¿Karau? ¿Se puede saber por qué hay un humano en mi despacho?-

Todo mi cuerpo reaccionó ante aquella voz

Jamás había experimentado algo como eso, era atemorizador y placentero…

-¡Pero firmó un contrato!- se defendió el chico de mi edad sacando el papel de su bolsillo

Me puse de pie lentamente, sin atreverme a mirar a la otra persona que estaba en el lugar

-¿Sacaste un contrato de mi mueble?-

La ira y frialdad en aquella voz hizo que retrocediera

Era mucho, mucho peor a los matones de mi instituto

-¡Tienes que verlo!-

Miré de reojo como Alec se ponía delante del más bajo, en actitud defensiva

-Largo, los dos- ordenó fríamente

-Pero…-

Karau parecía querer discutir, sin embargo el mismo Alec le tomó del brazo y lo sacó del lugar

Observé horrorizado a ambos marchándose

-¡No te preocupes Cian!- exclamó el de mirada gris antes de que la puerta se cerrara sonoramente tras ellos

Tragué duro, mi corazón latía a mil por hora

Esto no podía estar pasando…

¿Alec nos había transportado?

¿Y a dónde?

-No deberías estar aquí, humano-

Apreté mis puños, atreviéndome por primera vez a alzar mi rostro producto de la furia

No sabía a qué venía su forma de decir “humano” pero era obvio que consideraba el término desagradable y asqueroso

-Yo…-

Me detuve al ver el rostro de aquella persona

La misma sensación que me producía escucharle sacudió mi cuerpo y retrocedí inconscientemente

Bien, tenía que reconocer que Karau y Alec eran perfectos, como si hubiesen salido de un mundo paralelo donde la genética se comportó de una forma ejemplar y precisa…

Pero el hombre sentado frente a mí irradiaba un aura de poder que opacaba cualquier otra cosa… o persona

Llevaba ropa negra de seda, extrañamente bordada, su cabello castaño era de la misma tonalidad que el de Karau, pero era liso y estaba recogido en una coleta…

Su piel pálida contrastaba con su ropa creando un efecto aún más absorbente… y sus ojos…

Eran de un color azul indescriptible y atemorizante…

Me sentí perdido, como si nada de lo que conocía hasta ahora pudiese explicar lo que estaba viviendo

-¿Por qué firmaste el contrato?-

Aparté mi mirada, intentando coordinar mis pensamientos

En toda mi vida jamás me había sentido atraído de esa forma por nadie

Hubo un par de chicas que encontré bonitas, pero no tenía tiempo para nada más que mi familia…

Eso sin contar con el hecho de que no poseía un solo amigo y era el nerd que usaban como saco de boxeo…

Mordí mi labio, recordándome a duras penas la pregunta que me había hecho aquel hombre

-Karau… dijo que podía ayudarme a salvar a mi padre- murmuré tan bajo que apenas pude escuchar mi voz

Se produjo un tenso silencio

Deseé poder esconderme de su mirada en alguna parte

-¿Y firmaste consciente de que el pago es arbitrario?-

No supe identificar su tono de voz, así que me limité a asentir

-No me importa si pueden salvarle-

-¿Sabes lo que pasará si no cumples el pago?-

Volví a mirarle y me arrepentí en el instante, la frialdad en su expresión había incrementado

Parecía capaz de matar a alguien… y yo era el único cerca

-N-no… no lo sé-

Bien, si ya pensaba que soy un total cobarde, probablemente a eso acababa de añadirle imbécil confiado

-Si te niegas a pagar una vez que haya cumplido con mi parte, mataré a tu hermano y a tu padre-

Palidecí violentamente

¿Cómo sabía de mi familia?

Hasta hace un instante ni siquiera conocía el contrato…

-Yo pagaré- me apresuré a decir temblando

Él se puso de pie y comenzó a acercarse a mí recordándome a un felino evaluando a su presa

No pude evitar notar que sus pasos no producían sonido alguno

-¿Sabes dónde estás, humano?-

Retrocedí hasta que mi espalda chocó contra lo que parecía un librero

El de mirada azul estrechó sus ojos, buscando algo en mí

-¿En una mansión?- aventuré mirando la puerta con ansiedad

Una cínica sonrisa apareció en su rostro

-Creo que aceptaré tu contrato-

Alzó el papel frente a mí y en un segundo este comenzó a quemarse

Miré totalmente congelado como terminaba de consumirse sin que a él pareciera importarle el fuego en su mano

-¿Q-Qué…?-

De haber podido, mi mandíbula habría caído hasta el suelo

-¿No te molestaste en averiguar con quién estabas cerrando un contrato antes de firmarlo, humano?-

Fijé mis ojos en su palma intacta

-No eres humano- susurré luchando contra el instinto de huir de allí

-Ciertamente estoy lejos de serlo…- coincidió cruelmente

Inspiré profundamente

-¿Vas a salvar a mi padre?- cuestioné directamente

Su expresión se volvió dura

-¿Pagarás el precio?-

Nos quedamos mirando fijamente por un tiempo que me pareció toda la eternidad

Ahogué el impulso de estirar mi mano y tocarle, enterrando mis dedos en las palmas de mis manos

-Tu padre se curará en dos semanas- sentenció retrocediendo un par de pasos

Aunque quería preguntar cómo lo haría decidí ser sensato y callar

-Alec- llamó el hombre frente a mí

Inmediatamente el chico de cabello dorado ingresó haciendo una reverencia

-Regresa al humano a su mundo, en cuatro semanas, tráelo para que se una al servicio-

Los ojos miel del chico me observaron de reojo

-¿Servicio? ¿Trabajaré como criado?- aventuré desconcertado

El de mirada azul me sonrió macabramente

-Los humanos no podrían llegar a ser criados, serás un esclavo, en mi harem- declaró extendiendo esa espeluznante sonrisa

No pude ni siquiera empezar a procesar sus palabras, porque Alec me tomó del antebrazo y la realidad volvió a desdibujarse

.

.

.

Estaba en el infierno… en el maldito infierno

Miré las palmas de mis manos sin creerme lo que estaba sucediendo

Día a día mi padre se mejoraba “mágicamente”, sorprendiendo a médicos que no hallaban razón alguna para lo que ocurría

Él único que comprendía era yo…

Y mis días se me escapaban sin misericordia

Lo peor de todo era fingir, sonreír y aparentar calma cuando las palabras de ese escalofriante hombre se habían grabado a fuego en mi cabeza

¿Ser su esclavo?

Él no estaba bromeando… ese era el precio de salvar a mi padre…

Consciente de que el asunto iba mucho más allá de una simple cura milagrosa, teletransportación y trucos con fuego, no podía imaginar mi futuro…

Tendría que mentirle a mi familia, de no ser así, ¿Cómo les explicaría mi ausencia?

Había pensado que el lugar donde fui llevado era una mansión normal, sin embargo nada en aquel lugar podía calzar como normal

No… en especial el desprecio hacia los humanos

Esa casa, mansión, castillo o lo que fuera se encontraba en alguna parte extraña y no podría llegar con ningún medio de movilización conocido

Suspiré por enésima vez

Me alegraba que mi padre fuese a salvarse… pero apenas podía dormir por el miedo

.

.

.

El día en que se cumplió el plazo, mi padre y mi hermano estaban junto a mí en  la terminal de buses, despidiéndose porque me iba supuestamente becado a un instituto muy importante en una lejana ciudad…

Realmente no tenía sentido, en especial cuando me quedaba solo la mitad de un año para terminar mi colegiatura… pero ellos se habían puesto muy felices con la noticia

Realmente una parte de mi deseaba que sospecharan y comenzaran a hacer más preguntas…

-Recuerda llamar de vez en cuando- la voz de mi padre me llegó lejana

-¿Estás seguro que podrás con esto? Brad sale del colegio a las cinco y…-

-Cian, tranquilo. Ahora solo trabajo un turno, mi jefe me ascendió, lo sabes, así que podré pasar más tiempo con Brad-

Mi hermano menor sonreía pese a que su mirada reflejaba tristeza

Suspiré y me agaché para quedar a su altura

-Tienes que ser fuerte ¿Vale?-

-¿Vas a regresar?-

Su pregunta me tomó por sorpresa

¿Regresaría?

Pensé en ese contrato y en la mirada azul de ese hombre

No tenía la más mínima idea de cuándo podría volver… y me dolió tener que mentirle a la expresión esperanzada de Brad

-Claro que sí, no puedo dejarles solos para siempre ¿no?-

Revolví su cabello conteniendo las ganas de echarme a llorar ahí mismo

Después de una nueva serie de abrazos y consejos, no me quedó de otra que subir al bus

Mi corazón martillaba a una velocidad increíble

Me paré frente al asiento que supuestamente me llevaría a mi nuevo instituto, sentado junto a la ventana, Karau me observaba atentamente

-Parece que lo único que quieres es salir corriendo-

No respondí, consciente de la verdad en esa oración

-¿Cuánto tiempo tendré que…?-

¡Ni siquiera podía decirlo en voz alta!

¿Harem?

¿Un harem?

¿Qué diablos haría yo en un lugar como ese?

Por primera vez desde que lo conocí la expresión del chico se volvió un poco sombría

-Yo no soy quien decide eso-

¿Se estaba disculpando?

¿Y qué significaba esa respuesta?

Dejé escapar todo el aire en mis pulmones

-Deberías sentarte- ordenó volviendo a su habitual calma

Obedecí, notando recién que el bus había comenzado a moverse

-El lugar al que vamos… no está cerca ¿verdad?- susurré mirando el asiento frente a mí

-No-

Cerré mis ojos con fuerza, justo antes de que su mano se aferrara a mi brazo y la molesta sensación de mareo regresara en todo su esplendor

Cuando pude respirar sin sentir que todo lo que había comido sería expulsado por mi boca, noté un aroma extrañamente dulzón

Miré a mi alrededor desconcertado, no se parecía a la oficina en la que había estado antes, pero cada centímetro del lugar gritaba riqueza

El suelo era de mármol y había muchos ventanales por donde entraba la brisa, que movía ligeramente las cortinas de un color purpura muy oscuro

-Este es el salón principal-

¿Salón principal?

Pero si solo había pequeños sillones mullidos repartidos por el lugar…

-Ahora está vacío porque es la hora en que todos se preparan-

¿Prepararse para qué exactamente?

Miré confundido a Karau

-Sabes lo que es un harem ¿no?-

Palidecí, comprendiendo un poco mejor

Una puerta enorme se abrió en ese instante, dos mujeres ingresaron seguidas de tres hombres vestidos completamente de negro

La primera mujer debía tener unos treinta y cinco, llevaba el cabello oscuro increíblemente largo, probablemente llegaría al suelo si no fuese porque lo mantenía recogido en un complicado peinado, sus ojos me causaron escalofríos, eran rojos, y por su expresión, no sería precisamente amable

La chica a su lado probablemente tenía mi edad, su mirada se mantenía fija en el suelo, pero su ropa negra contrastaba con el largo cabello platinado peinado en una trenza

Todos los recién llegados se inclinaron frente a Karau, provocándome curiosidad

-Así que él es el humano-

¿Por qué todos escupían esa palabra con desagrado?

En mi vida me habían hecho sentir como basura por muchas cosas, pero jamás por ser un ser humano… era insólito

-¿Cuál es tu nombre?-

La voz de la mujer no admitía réplicas

-Cian, señora-

Se produjo un breve silencio

-Curioso nombre para un humano- reconoció mirándome con atención

Me contuve y permanecí inexpresivo

-Asumo que sabes lo que es un harem, deberías sentirte honrado por haber sido escogido como integrante de este lugar. Los otros reinos se esfuerzan mucho para que uno de sus candidatos sea elegido por nuestro emperador-

¿Qué?

¿Alguien podía ofrecer a gente así sin más?

¿Y qué es eso de reinos y emperador?

“¿Tal vez la idea de no estar precisamente en tu mundo ahora no es tan descabellada?”

-Dado que tú no fuiste preparado, recibirás clases durante un tiempo, se espera que aprendas rápidamente y dentro de poco puedas unirte al ritmo de vida de este lugar-

¿Clases?

¿Clases de comportamiento?

Intenté evitar enrojecer al imaginar por dónde iba aquella “enseñanza”

-Loren será tu sirvienta y quien te hará llegar cualquier mensaje-

La chica se inclinó un poco frente a mí, pero yo fruncí el ceño

-¿Cualquier mensaje?- repetí lentamente

La mujer de ojos rojos apretó sus labios, como enfadada por mi ignorancia

-A los integrantes del harem solo se les está permitido hablar directamente con otros integrantes y sus sirvientes, desde ahora conservarás tus opiniones para ti mismo- advirtió

Giré mi cabeza buscando a Karau, él me sonrió divertido

Maldición…

-Todas tus pertenencias son un obsequio del emperador, mientras recuerdes tu lugar y por sobre todo tú deber, no habrá ningún problema Cian-

¿Todas mis pertenencias?

Inconscientemente busqué mi maleta, pero obviamente no estaba allí

-Loren te guiará a tu habitación-

-Denos un momento- ordenó el chico de mirada gris

No hubo una sola réplica, el lugar se vació en un parpadeo

-No puedes dejarme aquí- supliqué cayendo en la desesperación

Él revolvió su cabello

-La verdad, no pensé que mi hermano decidiría esto- admitió

¿Su hermano?

¿Aquel hombre de mirada azul escalofriante era su hermano?

-Tienes que obedecer las reglas ¿bien?, no quiero que te castiguen-

Al menos sonaba honesto…

-No lo entiendes…- comencé enredando mis dedos nerviosamente

Alzó una ceja, esperando mi explicación y yo sentí que mi rostro se convertía en un tomate maduro

-Es que…-

¿Tenía que decirlo en voz alta?

-Eres virgen-

Abrí mis ojos al máximo y él me sonrió divertido

-¿Nunca? ¿Hombre o mujer?-

Enrojecí aún más

-¡No!-

Sus carcajadas resonaron por el amplio salón

-¡No te rías!- me quejé cruzándome de brazos

Siguió riéndose unos instantes y luego inspiró profundamente para calmarse

-De cualquier forma ellos lo sabrán, debería comentarle a mi hermano tu… estado, pero creo que dejaré que tú lo hagas-

Le observé atónito

¡No había forma en el mundo en que eso ocurriera!

-Cian- me llamó suavemente

Bufé molesto

-Ciaaaaaan-

Le di la espalda y me crucé de brazos

-¡Ya sé!-

Se paró frente a mí, quitándose un anillo plateado de un dedo

Ladeé mi cabeza sin entender qué pretendía

Él envolvió el anillo con una mano y entrecerró los ojos, concentrándose en la pequeña pieza de metal. Cuando estiró sus dedos, el anillo se había convertido en un brazalete plateado de hermosas hebras que parecían muy frágiles

-¿Cómo…?-

Permanecí quieto como una estatua, recordando inmediatamente lo que había hecho su hermano con el contrato

-Si lo llevas los otros no se meterán contigo-

¿Meterse conmigo?

Dejé que envolviera mi muñeca izquierda con aquella hermosa joya, sorprendiéndome de la resistencia del metal

-Pueden ser unas perras- gruñó para sí mismo

Sonreí por primera vez

-Bien, vendré a verte de vez en cuando, intenta no meterte en problemas-

En mi opinión, ya estaba metido en un problema de proporciones épicas

Karau se despidió con una sonrisa antes de marcharse, en cuanto desapareció, la chica llamada Loren se apresuró en llegar hasta mí

-Señor, debo llevarle hasta su habitación, por favor sígame-

-¿Podrías llamarme por mi nombre?-

Lo de señor había resultado perturbador

La sorpresa hizo que alzara su rostro,  y dos bellos ojos negros me observaron con incredulidad

-¿Por su nombre?- repitió confundida

-Cian, lo de señor es incómodo- intenté sonreírle para respaldar mi petición

-Pero, sería una falta de respeto, considerando la tradición de los sirvientes de mostrar el debido comportamiento y…-

-Si no puedes no importa- la corté impresionado por la velocidad a la que habló

Ella me miró fijamente, aunque parecía muy nerviosa

-¿De verdad quiere que le llame por su nombre?- susurró

Asentí seriamente

-Pero solo podré hacerlo cuando estemos solos… Cian- accedió

Sonreí, se notaba que ella era buena persona

-Me conformo con eso-

Dejé que me guiara por los pasillos de aquel lugar, cada una de las decoraciones era increíblemente costosa y muchas puertas se extendían frente a nosotros. Finalmente Loren se detuvo frente a una puerta ubicada al final de un pasillo y abrió, dejándome ingresar primero

Contuve una exclamación cuando vi el lugar, si había pensado que el salón era impresionante, esto era totalmente alucinante

El cuarto debía ser del doble de tamaño de mi propia casa y a diferencia del resto del lugar, las paredes estaban pintadas de un rojo muy claro.

Enormes sillones se localizaban en la primera estancia, junto a varios estantes repletos de libros y daban a un enorme balcón. La segunda estancia consistía en la habitación, con una cama donde fácilmente cabían cuatro personas dispuesta al centro y un tocador increíblemente lujoso. Dos puertas conectaban la habitación con un baño de mármol negro y un armario gigante.

-¿Es en serio?- me escuché murmurar atónito

Abrí el ventanal de la habitación, que también daba a un balcón pero más pequeño que el de la sala de estar

-Su alteza el emperador eligió este lugar para usted, Cian-

Fruncí el ceño

¿Por qué un hombre que apenas conocía haría algo como eso por mí?

Incluso los bordes de las cortinas parecían bordados con oro…

“¿Olvidas el pago que deberás entregar?”

Me senté en el borde de la cama, sorprendiéndome de lo cómoda que se sentía y miré a la chica de largo cabello claro

-¿Podrías explicarme dónde me encuentro?-

Sus oscuros ojos se abrieron con incredulidad

-¿Es que no lo sabe?-

Negué. Tragándome todas las preguntas que me asaltaban

-Mmm… supongo que para los humanos sería como el mundo de los demonios-

Esperé que comenzara a reír y se burlara de mí por caer en su broma, pero ella permaneció de pie frente a mí, mirándome con serenidad

-¿Disculpa?- cuestioné cuando pasaron varios minutos

-Existen varios mundos a parte del de los seres humanos, el de los demonios es uno de ellos-

No tenía idea de qué pensar con aquello. Si alguien se hubiese acercado a mí hace dos meses a decirme que terminaría en el harem de un demonio me habría reído en su cara antes de salir corriendo…

-Su alteza el emperador es quien gobierna en nuestro mundo y el único que puede aprobar contratos con cualquier otro ser-

Eso explicaba por qué Karau dijo que él no era quién decidiría salvar a mi padre…

-Le vi quemar el contrato en su mano… y el fuego no  le afectó- susurré fijando mi mirada en el suelo

-Los demonios nacen con una determinada cantidad de poderes-

Alcé mi rostro, sorprendido por el tono emocionado en voz, probablemente no tenía muchas opciones para hablar con personas tranquilamente

-¿Cómo es eso?-

 Comenzó a pasearse frente a mí, entrecruzando sus manos tras su cuerpo

-Por supuesto que no pueden manejar sus poderes al nacer, pero es imposible para un demonio apoderarse de poderes con los que no ha nacido. Generalmente van heredándose a través de generaciones, por lo que las familias más antiguas son las más poderosas-

Ladeé mi cabeza, Karau había transformado su anillo en un brazalete… ¿El emperador también podría hacerlo?

-¿Y cómo saben quién será emperador? ¿Es el hijo mayor?- aventuré pensando en las monarquías que había estudiado en mis clases de historia

Ella negó, casi aterrorizada por mis palabras

-No, por supuesto que no, siempre sabemos quién es el emperador- sonrió brillantemente

Alcé una ceja

-¿Cómo?-

-Porque el emperador es el único que posee ojos azules en nuestro mundo- respondió igual a una maestra explicando algo muy sencillo a sus alumnos

-¿El único?- repetí recordando aquellos ojos que habían hecho temblar cada centímetro de mi cuerpo

-Así es, aunque la actual familia real se remonta a varias generaciones, no necesariamente un hijo del emperador será el escogido…-

Vaya… eso sí que era interesante

-¿Qué hay sobre esto?- estiré mis brazos intentando abarcar la enorme habitación que se me había asignado

-El emperador es quien elige con quién pasará la noche, todo se hace según sus deseos, incluso si quiere cerrar el harem-

-¿Y si se casa?-

¿No sería horrible para una esposa saber que su marido seguía frecuentando a los integrantes del harem?

Loren se encogió de hombros

-Es su decisión, nunca nadie tendrá tanto poder como el emperador, por lo que ella deberá respetar sus decisiones-

Sonaba realmente degradante y decidí no seguir indagando en ello

-No me informaron por qué fue elegido…-

Loren lucía intrigada, pero al mismo tiempo temerosa. Me pregunto si los sirvientes pueden cruzar más de dos palabras con el resto…

-¿Elegido?- casi me reí por ello

-Firme un contrato- le informé enterrando mis dedos en la suave superficie del cobertor

Sus ojos se agrandaron

-¿Usted negoció pertenecer al harem?-

¿Qué?

-Eh… algo así-

Me sentí el idiota más grande sobre la faz de… ¿este mundo?

¿Se podía negociar?

¿Quién podría intentarlo frente a ese hombre?

¡Parecía que iba a matarme!

-De cualquier forma debería sentirse muy orgulloso- Alzó su puño recordándome a mi hermano cuando celebraba un triunfo

-¿Sí?-

¿Qué les pasaba a las personas en este mundo?

-Un humano jamás había sido elegido, cada año todos se esfuerzan para que su alteza siquiera los mire…-

Decidí no decirle lo que pensaba sobre “llamar la atención” del emperador

-Loren… no quiero sonar grosero, pero estoy cansado-

Esperaba que entendiera mi indirecta

-Prepararé todo entonces-

Observé sorprendido como ella iba hacia el armario y regresaba con un par de prendas de un color gris muy suave

-Sígame por favor-

Hice lo que me pidió, mientras ella llenaba la enorme bañera con agua y algo cuyo aroma era delicioso pero no pude identificar, examiné las prendas grises

¿Era seda?

Jamás había tocado seda en mi vida… pero por lo que había escuchado, bien podía ser eso

-Está lista la bañera-

-Gracias…-

Esperé que se marchara, pero ella permaneció de pie junto a la blanca bañera

-Eh… Loren… ¿Piensas quedarte aquí?- murmuré sintiéndome enrojecer

Su cabeza se ladeó sin entender

-¿No quiere que le bañe?-

¿Por qué tenía que sonar increíblemente triste?

-¿Se supone que me bañes?- cuestioné rezando por una negativa

-Es mi deber y por supuesto sería un gran honor que…-

-Bien, bien- la corté analizando la situación

No quería herirla, era la primera persona que no hablaba de los humanos como basura que merecía morir…

Y supuestamente pasaría una gran cantidad de tiempo aquí ¿No?

-S-solo… ¿Podrías cerrar los ojos o girarte mientras me desvisto?- pedí fijando mi mirada en la espuma que cubría el agua

Al menos eso me ayudaría un poco

Hizo lo que le pedí y me quité la ropa lo más rápido que pude antes de zambullirme en el agua sin importarme la temperatura a la que se encontraba

Me encogí cuando un par de manos comenzaron a acariciar mi cabello

-¿Qué esencia prefiere?-

¿Esencia?

-La verdad no conozco ninguna, ¿Podrías elegir tú?-

Supuse que mi petición la sorprendería, pero me concentré en la agradable sensación de algo masajeando mi cabello

El aroma increíblemente dulce me hizo entrar en un estado de letargo que anuló la mayor parte de mis sentidos

Permití que Loren me bañara y ayudase con el pijama, incluso que me guiara de regreso hasta la cama

Mi cuerpo se sentía muy, muy cansado y en lo único que podía pensar era ese par de ojos azules, atravesándome y dejándome totalmente perdido

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.

.

 

 

 

 

Notas finales:

Shaaaa, ahora me ire a seguir con la escritura! espero que les haya gustado

Cualquier cosa en un Review

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