Pov Harry
¿Había sido su imaginación o Malfoy lo había observado en el tren? "Posiblemente sólo fue una casualidad" seguía repitiéndome para calmar esas sensaciones que no podía nombrar.
Estábamos en el gran comedor terminando de desayunar cuando Hermione me volteó a ver con una extraña mueca.
-¿Qué sucede? -le pregunté mientras ella soltaba una leve risa.
-Es extraño que no te encuentres hablando de Malfoy y de lo horrible que es ser su compañero en clases de pociones -explicó Ron.
-Yo no hablo tanto de Malfoy -dije aunque yo mismo sabía que era mentira, me había pasado los últimos años hablando de él pero solamente porque somos enemigos y no podía evitar tener un mal presentimiento siempre que se encontraba cerca.
-Claro, Harry - dijo Hermione mientras me veía con una sonrisa que no supe interpretar.
Cuando terminamos de desayunar fuimos directo a las mazmorras del castillo. Al llegar al salón Snape ya estaba sentado en su escritorio con la misma cara antipática que siempre le había visto.
Al comenzar las clases todos estaban sentados con sus parejas correspondientes; Ron y Hermione, Pansy y Nott, Neville y Zabini, y Draco y yo.
-No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, son sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos... Puedo enseñarles como embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte...-mientras decía esto me veía fijamente -aunque la mayoría de ustedes no lograrán más que jugar a mezclar sus ingredientes.
Comenzamos a preparar la poción de la página que Snape indicó y por querer demostrar de lo que era capaz, para poder al fin dejar atrás las varias burlas que me hacía Malfoy, decidí hacer la poción por mi cuenta, cosa que a Sanpe no le importó pues mi compañero era un Slytherin y su consentido.
Todo iba bien hasta que en algún punto cometí un error, error del cuál no me percaté, por lo que cause una explosión y todo el líquido que había estado en mi caldero estaba sobre Draco y sobre mí.
-¡10 puntos menos para Gryffindor gracias a Potter! –gritó Snape con la sonrisa que siempre se le formaba al anunciar que mi casa había perdido puntos gracias a mí.
Malfoy y yo tuvimos que quedarnos después de clase a limpiar el desorden que yo había causado, y antes de que pudiéramos salir Snape se acercó.
-Potter, después de 5 años es impresionante que puedas seguir con la inhabilidad de preparar una poción así de simple -comentó con un tono de burla -así que aprovechando que tiene de compañero al joven Malfoy, el mejor alumno en esta materia, será también su tutor hasta que usted mejore.
Malfoy y yo nos volteamos a ver - ¡Esto debe de ser una broma! -exclamé -si quiere darme un buen tutor pídaselo a Hermione.
-Me parece que la señortia Granger le aprecia demasiado como para poder ayudarlo a mejorar sin verse obligada a dejarlo copiar sus tareas y apuntes -sentenció Snape.
-¡Malfoy! ¿No vas a decir nada? -pregunté al borde del colapso.
-¿Cuándo tenemos que empezar a estudiar? -fue lo único que pregunto Malfoy.
~-~-~-~-~~-~-~-~-~~-~-~-~-~~-~-~-~-~~-~-~-~-~~-~-~-~-~~-~-~-~-~~-~-~-~-~
-¿¡Qué!? –Preguntó un exaltado Ron – ¡No puede obligarlos a eso! Además de tener que ser su compañero en pociones ahora lo tendrás que soportar tres tardes a la semana.
Y es que esto era verdad. Le habría rogado a Snape para que me diera otro tutor, claro, si no hubiera sido Snape… y si Malfoy no hubiera estado presente.
-No te ves muy alterado –Dijo Hermione mirándome fijamente.
La idea me aterrorizaba. Tendría que pasar las tardes del martes, miércoles y jueves con Malfoy estudiando pociones. Y no, no estaba alterado, ni me encontraba maldiciendo a Snape por ponerme este ‘castigo’ pero lo que sí estaba era nervioso, tan nervioso que ni yo encontraba una explicación lógica; ya me habían emparejado con Malfoy durante un castigo y, aunque fuera en primer año y en el bosque prohibido, esto era casi lo mismo, así que no entendía porque mis manos sudaban tanto.
-Hermione, Snape se ha encargado de hacerme sufrir cada año desde el primer día en que me vio, e inclusive a inventado nuevas excusas para quitarle puntos a Gryffindor culpándome- suspire -¿Qué tan peor puede ser esto? Solo tengo que concentrarme en mejorar en su clase y esto acabara.
-Si es que quieres que acabe, en todo caso –agregó Hermione.
-A veces me pregunto si nos hubiéramos vuelto amigos si no hubiera ocurrido el accidente del troll, Hermione –dijo Ron mientras la volteaba a ver mal.
Pero como era de esperarse, aunque no lo supiéramos en ese momento, Hermione estaba en lo cierto; yo acabaría deseando que esas tutorías nunca llegaran a su fin.