Vivía, pero no había alma en el. Hacía muchos años perdió lo único que le importo, y desde entonces se convirtió en el desecho del hombre que alguna vez fue,o por lo menos del que Yokozawa Takafumi un día creyó amar.
Hoy día aún vivía con la incertidumbre de la pregunta que lo acompañó desde ese día,¿que era fue lo que hizo tan mal?. En su memoria estaba tallado con letras de fuego el día en que las cosas cambiaron para siempre, quizás fue eso lo que lo hizo detestar poco a poco. Takafumi fue por mucho tiempo el centro de su universo, aun cuando desapareció sin explicación, simplemente no podía odiarlo, o por lo menos no hasta que abrió los ojos.
Él jamás volvería, porque sencillamente su amor, ese amor que Kirishima defendió luego de su partida, jamás existió en el corazón de Takafumi.
Cada día cuando abría los ojos, cuando caminaba, cuando estudiaba o aun cuando tenia relaciones sexuales solo podía pensar en cuán bellos momentos pasaron y en que el azul de sus ojos era incomparable aun con las cosas más maravillosas que vio. Era eso lo que mantenía la escena tatuada, usar el desprecio como el antídoto al amor que aún reposaba en su corazón por Takafumi.
*****Flash back******
Se miró por décima vez en el espejo. Sin lugar a dudas el traje no era su estilo y el ramo de rosas no podía ser sino la obra de un verdadero enamorado, jamás creyó verse así; enamorado e ilusionado hasta los huesos por un doncel, de algún modo siempre creyó que su destino sería ser un idiota que derritiera a las mujeres y donceles, más con Takafumi todo cobraba un sentido diferente. Le amaba más de lo imaginable y hoy se lo demostraría.
Con nerviosismo tanto la pequeña caja dentro de su chaqueta. Esa pequeña caja,no,el anillo dentro de ella representaba toda una vida. Era la promesa a largo plazo que se harían él y takafumi por el resto de sus vidas,tal vez no se casarían inmediatamente, pero él y takafumi definitivamente lo harían un dia.
Con su trabajo como tutor más ambos turnos extras como mesero compró un anillo decente,a lo mejor más adelante podría darle uno mejor,esperaba que fuera así, mientras tanto este sería la llave de los sueños y esperanzas venideros.
Era tarde cuando llegó a la graduación de la secundaria de su novio, si se le podía llamar así. No eran más que muchachos bailando en una pista, seguramente ya habían recibido el cartón, ahora sólo disfrutaban del momento sin la vigilancia de sus padres. Como pudo se metió entre la maraña de brazos y pies que bailaban en la pista buscando a su novio entre ellos, sin éxito alguno. Lejos de desanimarse se dijo que el, Takafumi, no era un doncel de fiestas por lo que debía estar en casa descansando. Eso suponía un pequeño problema, después de todo debía pasar primero por sus suegros ante de llegar a su lado, más confió en franquearlo fácilmente, después de todo la relación con la madre de takafumi era excelente, mientras que con su padre iba haciendo progresos, lentos, pero progresos al fin y al cabo.
Le sorprendió cuando llegó a casa de su novio, pues encontró la casa con todas las luces apoyadas, más se tranquilizó al instante cuando vio el auto de la familia del patriarca acercarse. Cuando el auto estuvo lo suficientemente cerca se bajaron los progenitores,pero no había ninguna señal de Takafumi. De igual modo no tuvo de pensarlo mucho pues la cara de harina era simplemente aterradora. Se acercó con evidente agresividad y le espo un puño en la cara, que lo tuvo al suelo junto con las preciadas rosas rojas.
-¿qué crees que estás haciendo?- reclamo la enfurecida madre de Yokozawa.
-se que todo esto es su culpa.-pronunció con voz enardecida Yokozawa Haruka.
Tendido en el suelo escuchaba la conversación sin comprender su contenido, sospechaba que era sobre Takafumi y la razón por la que no fue a la fiesta. Se le vento con dificultad del suelo para enfrentarlos.
-¿donde esta mi novio?¡quiero hablar con el!
-¡¡tu no volverás a acercarte a él en lo que te queda de vida!!
-¡eso no es su decisión!-con obstinación se planteó cara a cara con Haruka, el hombre le sacaba por lo menos unos 5 centímetros, pero no se amedrento ni por un segundo, su futuro y su felicidad dependía de entender lo que sucedía.
-ja, me parece muchacho que tu ya te encargaste de eso.-sin decir más pasó por su lado,alejándose, como si Kirishima solo cura un insecto muy molesto que no merecía su atención.
No pudo contar nunca más con los padres de takafumi, ellos lo evitaba n si alguna vez lo veían y él tampoco los buscaba. Continuo con la búsqueda de takafumi el solo, aunque fuera mucho más difícil; visitó la casa de hemi,quien no parece tener idea de lo que sucedía con su primo o de donde podría estar, llamo miles de veces al celular de Takafumi.
Al final no le quedó otro camino que aceptar la derrota, jamás lo encontraría, quizás era lo mejor pues al final creyó encontrar la respuesta del porqué se alejó: él nunca lo amó, nunca sino nada ni remotamente parecido.
*******Fin Flash back*******
Se sentó a la mesa donde Sakura,su pareja, sirvió el desayuno, uno espantosos por cierto; consiste en unas tostadas francesas grasientas y un poco quemadas, un café con leche con demasiada leche, unos huevos fritos casi crudos y por último fresas mal cortadas.
Lo observaba y no podía evitar preguntarse como las cosas le salieron tan mal. Estaba atrapado en una relación solo por lastima, en una nueva ciudad huyendo de recuerdos que lo perseguían donde fuera, lejos de todo los que lo querían.
***** Flash back*****
Ya había pasado un mes desde la última noticia que tuvo sobre takafumi y francamente las esperanzas se desvanecen lentamente, porque en el fondo estaba cansado de buscar. La graduación había sido hacía quince días y aun no pensaba en que quería el resto de su vida, pero eso no significaba que el resto de la familia no se lo postulara.
-hermanito es una gran idea por favor piensalo-repetía por octava vez ese día- sakura y yo iremos también, esta es la mejor universidad a l que podrías asistir; es pública, fuiste aprobado por tus calificaciones, verás a tu linda hermana seguido y por fin olvidarás a ese…
-¡¡no te atrevas!!- interrumpió Kirishima a su hermana
-¡me atrevo porque ese doncel se fue y te arruino la vida!-grito exasperada ann-¡¿porque simplemente no lo olvidas y sigues con u vida!?
-no puedo porque,porque, porque jamás seré capaz de olvidar su recuerdo.
-date la oportunidad de intentarlo. Ven conmigo y sakura a la universidad nacional de tokio, sigue tus sueños tan alto como puedas y cuando menos veas lo abras borrado de tu mente y de tu corazón.
Dos días después cruzaba las puertas de la universidad nacional de tokio para la entrevista de admisión. Ingresaria a la facultad de medicina, mientras que su hermana y sakura optaron por la de admiración de empresas.
Cuatros años después cursaba el último semestre de su carrera, se había destacado como uno de los mejores de su clase y era el más opcionado a la beca que se otorgaba en cada nueva promoción de estudiantes, este año era París, su oportunidad de empezar una nueva vida.
Hacía tres meses salía con Sakura por consejo de ann, y francamente era un infierno que no lo deseaba a nadie; tocarla, besarla, estar con ella todo era una constante de comparativo de la felicidad que un día tuvo al lado del amor de su vida.
Cuando unos meses después le informaron que era el ganador de la beca a París no pudo evitar sentir una chispa revisando sin saber exactamente el porqué. Esa beca de residencia era su oportunidad de hacer lo que amaba, pero también era una oportunidad para terminar con esa relación que tanto daño hacía sin temer ver los sentimiento de sakura, ella lo había apoyado por casi cuatro años y no se merecía el sufrimiento de una ruptura. Sin embargo los planes de sakura eran puramente diferentes a los suyos. Un mes antes del gran viaje le anunció que había conseguido un puesto ad honorem en un hospital cercano, por la tanto realiarian el anhelado viaje juntos. Decepcionado,pero sin fuerza para luchar lo aceptó, ¿qué sentido tenía después de todo? Nunca más sería capaz de alcanzar la felicidad con sakura o sin ella.
***** Fin flash back*****
Fue el primero en ingresar al hospital luego poco a poco llegaron los demás residentes y entonces les dijeron que esperaran en recepción al de residentes. Lo cierto es que el tiempo borró la modestia en el, era excelente en lo que hacía, la competencia de los inútiles a su alrededor no lo asustaba en lo más mínima, al final del año sería él quien ganaría el trabajo en el hospital.
Con arrogancia miró a su alrededor buscando una señal del dichoso guía, pero lo que encontró lo dejo sin habla; a grandes pasos se acercaba a la recepción un doncel muy hermoso al que sus compañeros varones no dudaron en romper, mas el solo pudo fijarse en sus profundos ojos azules,porque contra todo pronóstico eran los azulados ojos de su amado.
Se enfrentaron un momento,observándose mutuamente, y el aire vibró en el cuarto. Los ojos de Kirishima se quedaron clavados en Yokozawa takafumi. Al final dio unos pasos hasta poder alzar su mano y rozar con suavidad la mejilla de Takafumi.