beso suavemente sus labios abrazandolo, necesitaba poder sentir su calor. Los besos continuaron, adicto al embriagante sabor de la boca de su amado doncel.
acariciando la piel expuesta, beso con más intensidad esa dulce boca, sintiéndose ansioso por tener ese contacto con su novio, "novio" la simple palabra le resultaba de lo mas hermosa.
-Zen...no podemos...yo..yo..- sintiendo sus mejillas arder empujó suavemente al hombre tratando de recuperar sus fuerzas y el aire robado por tan intenso beso.
-Takafumi, desde que te vi la primera vez te ame, eres la criatura más hermosa que conozco y no soportaria la idea de perderte..te amo- empujando el cuerpo del doncel logró derribarlo sobre la cama, acariciando con más ansiedad cada rincón de la expuesta piel besando a su paso y arrancando suaves gemidos de la voz de su novio.
-!!Espera Zen¡¡ no puedo..soy, yo soy virgen y no puedo hacer esto- muerto de la vergüenza por tan humillante declaración cubrio con sus manos su rostro evitando que el varón viera su cara arder por la pena.
-Quiero que seas mi primera vez Takafumi, jamás he estado con nadie- sin esperar la reacción del doncel empezo a quitar la camisa boton por boton besando el cuello y pecho de su doncel.
sus respiraciones chocaban con cada beso que se daban subiendo la intensidad de estos, la ropa poco a poco caia al suelo y la temperatura en el cuarto subía.
-Takafumi, Takafumi mirame ¿Estas listo?, no planeo detenerme- beso el cuello repartiendo besos por la clavícula bajando hasta el pecho, deteniéndose en los rosados pezones para jugar con ellos.
- Zen..mgh..no..esto no- retorciéndose al sentir la lengua sobre sus sensibles pezones, un jadeo escapó de su garganta enredando sus dedos en los suaves cabellos castaños jalandolos tratando de separarlo de su cuerpo.
un gemido ahogado dejo su garganta, su cuerpo tembló al sentir la boca de Zen bajar de su pecho dejando un camino de besos húmedos por su vientre hasta llegar a su serecto miembro que goteaba de la excitación.
-¡¡No puedes!! esta sucio ¡¡detente!!..mgh..aahh- arqueando la espalda mordio su labio evitando soltar un gemido al sentir como su miembro era llevado a la boca de su amante.
Ignorando las protestas del doncel succiono con fuerza, moviendo la lengua a lo largo y ancho del miembro masajeando con fuerza y firmeza. Sentía nervios al hacer algo asi de indecente con su novio, no se esperaba que su amado doncel fuese también virgen.
Se moriría de la vergüenza si Takafumi se enterara que había leído revistas y libros sobre "sexo entre hombres", aprender como hacer una felación y preparar a su pareja para el coito le resultó una verdadera pena. Aumentando el ritmo de las succiones agregó caricias al vientre.
-Aaahh..aahh..Zen no puedo mas..no mas- un sonoro gemido escapo de su garganta, las contracciones y espasmos recorrieron su cuerpo al venirse en la boca de su novio.
Tragando lo mas que podía del semen, limpio los restos de la comisura de sus labios, una ligera sonrisa apareció en sus labios al ver como su doncel batallaba para respirar y su rostro sonrojado.
-Espero estés listo Takafumi, voy a prepararte- nervioso y agitado uso su saliva como lubricante humedeciendo sus dedos para dirigirlos hasta la entrada del doncel.
El sentir como un dedo entraba le resultó incomodo y doloroso, las lágrimas escaparon de sus ojos y un gemido de dolor su garganta.
-¿Estas bien? no quiero lastimarte- deteniéndose beso los labios de su novio, arrepentido por hacerlo llorar.
- Estoy bien, duele pero puedo soportarlo- cerrando los ojos contuvo las lagrimas, mordiendose el labio para no quejarse, aunque le resultara doloroso estaba dispuesto a soportarlo.
- Tratare de ser lo más delicado posible, soportar un poco- retomando lo que hacía introdujo otro dedo dilatando la estrecha entrada, teniendo cuidado lo más posible, besando su cuello y labios intentó distraerlo del dolor al ser preparado.
Sentir sus piernas separadas por el cuerpo de Zen le resulto incomodo, el dolor fue intenso casi insoportable al sentir como era penetrado, no imaginaba que perder la virginidad doliera tanto, lo poco que sabía era que sangraria la primera vez.
-¿Estas bien Takafumi? no voy a moverme hasta que estes listo- nervioso por ser la primera vez que hacía algo asi, espero nervioso y con miedo de estar hiriendo a su doncel.
- Estoy bien, puedes moverte- aunque le dolía trato de fingir seguridad, soltando un suave sollozo sintió a su novio iniciar con las embestidas de inicio suaves y constantes sin ser brusco para permitirle acostumbrarse.
Las embestidas iban aumentando de intensidad y ritmo, mezclados con los besos ahora lujuriosos, ambos amantes estaban desesperados por unirse.Los gemidos inundaron la habitación, las embestidas ya eran fuertes y constantes, el sudor resbalaba de la piel de ambos.
Ya habían perdido la noción de tiempo, Zen no dejaba de besar los labios de Takafumi ni frenaba sus fuertes embestidas, sentía el hormigueo en su vientre indicando que pronto llegara al clímax.
- No se te ocurra venirte dentro- aun entre la bruma del placer, un poco de su conciencia regreso no podía permitir que el varón se viniera dentro o corría el riesgo de embarazarse.
-Lo siento Takafumi- no fue capaz de detenerse, la fuerza de las embestidas aumentó y de forma casi inconsciente termino por correrse dentro soltando al mismo tiempo un sonoro gemido.
Agotado cayó sobre el pecho del doncel, tratando de regular su respiración y recuperar el aliento trato de levantarse, sintiendo la respiración irregular y acelerada del doncel, temblando apenas logró incorporarse un poco para mirar a los ojos al doncel.
-¡¡Tu, te prohíbe venirte dentro!! ¡¿Que pasara si me embarazo?!- nervioso y asustado observó al barón, irritado porque este ignoró su advertencia al venirse dentro de él.
-¿cómo que qué haré? Me haré responsable de nuestro pequeñín,¡por supuesto!
-¡no quiero embarazarme!
-tranquilizate precioso,seguro que nada pasa la primera vez,¿no?- después de decir esto se acomodaba detrás del cuerpo de Yokozawa, en un abrazo sobreprotector al tiempo que repartía pequeños besos en su espalda.
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Cuando llegó a su casa, el día siguiente,su padre estaba enfurecido por la actitud irresponsable que tomó el día anterior al irse sin avisar y ni siquiera tomarse el trabaja de contactarlos, más Takafumi conocía a su padre y podía ver una pizca de orgullo en el. Lo que significaba por lógica que no tenía ni las más mínima idea de lo que hizo haciendo la noche anterior,al menos una cosa estaba a su favor.
A la hora de cenar su padre le entregó un sobre contra marcado por la universidad de París, sin día alguna contenía el resultado de su aplicación. Descubrió como efectivamente sospecho que no sólo fue aceptado sino becado en la universidad gastronómica más prestigiosa del mundo. En este punto todo se resumía a una elección,¿escogería el amor de su vida o el sueño anhelado?.
---------------------------------------------------------------------------------llegas tarde-la reprendió el chico de gafas-si haces negocios conmigo debes llegar puntual,especialmente si se trata de uno tan delicado.
-no necesito que me sermonees,tengo suficientes problemas.
-eso está claro. Eres una idiota de tomo y lomo a exactamente quien te dijo que lo besaras? Solo conseguiste que no confíe más en ti.
-¿eso a ti que te importa?- rechino los dientes sakura-iokawa era un bastardo entrometido.
-no me importa,pero a ti si debería importarte y mucho,porque este trabajito te saldrá mas costoso.
-eres un bastardo ambicioso
-Y no obstante eres tu la que paga por destruir una relación-respondió tranquilamente Iokawa.
-fuiste tu quien lo propuso-chilló ella-¡tú viniste! a verme a mi!
-podemos seguir así todo el día o nos concentramos en lo importante,fijar un precio.
-antes que nada quiero saber como lo harás.
-eso es confidencial,querida.
No podía darse el lujo de arriesgarse a que descubriera su secreto o se le podía adelantar. Una calaña que paga por destruir una relación es igual de peligrosa a cualquier criminal.
-tu no lo entiendes. Quiero decir que no me importa como lo hagas,siempre que se doncelucho de cuarto sufra.
-eso costara un poco mas- respondió por primera vez interesado en la conversación.
-¿cuanto?
-7000 dolares
-¡¿perdiste la cabeza!? Vas a separar a dos chicos de instituto no al presidente y su esposa, baja el precio.
-no lo haré-dijo de forma cortante-aunque...dar una vuelta.
La chica aun un poco consternado accedió a su petición. Se levantó de la mesa y giró sobre sus talones.
-te diré un par de cosas. La primera es que no bajaré el precio,pero podemos negociar el pago.
-¿...como?
-en eso llegamos a la segunda,¿cuánto tienes de presupuesto?
-2000 dólares.
-en ese caso dame los 2000 dólares y tres sesiones de sexo, de sexo del bueno.
La chica pareció meditarlo un poco y después de unos segundos extendió su mano derecha.
-tienes un trato.
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No podía creer que hubiera aceptado eso,la adrenalina recorría su piel.
-Zen cariño ¿Takafumi y tu no necesitan nada? -toco la puerta con suavidad,esperando la respuesta de su hijo o el novio de este,ambos habían llegado directo a encerrarse en la habitación a "jugar videojuegos".
-¡No mamá estamos bien! gracias por preocuparte-separó las piernas del doncel levantando su cadera para tener más acceso,lo embestía sin piedad.
-bas..ta..a..ui..no-mordiendo su labio contuvo sus gemidos,se sentía un tonto al creerle a su novio que jugarían únicamente,desde su primera vez haciendo el amor a diario en casi cualquier lugar.
sus mejillas ardían recordando todos los lugares donde habían hecho el amor,en el auto de su novio,en la sala de su casa cuando sus padres habían salido,en la piscina de la escuela una noche cuando salió tarde y su lujurioso novio lo atacó,el más vergonzoso hasta ahora sin duda era el parque a mediodía rodeado por tantas personas.
Aún no podía creer que hubiera aceptado tener sexo en esa clase de lugares,su novio era una especie de droga que aturdía su razón dejándolo indefenso a sus mas bajas pasiones.