Un joven entrenador de cabello negro y ojos castaños se encontraba abrazado al lomo de su Arcanine, hacía frío, mucho para un humano, el pokemon trataba de emitir parte de su calor interno al moreno, y este lo agradecía, Arcanine avanzaba velozmente mientras los copos de nieve caían con más ferocidad, la ventisca se formaba ante ellos y si no encontraban refugio pronto se verían en medio de esta.
Arcanine logró encontrar una cueva en medio del camino, no era demasiado grande, pero cabrían perfectamente el pokemon y el humano, el chico agradeció a su Arcanine acariciando su hocico con suavidad mientras bajaba del lomo del perro de fuego, el cual se tumbó para que su entrenador pudiera acurrucarse en cuerpo.
-Gracias Arcanine, de no ser por ti no se que habría pasado.- dijo el entrenador con voz tranquila, el pokemon solo sonrió.
-No me importaría que te quedaras así, Ryûta- pensó Arcanine al sentir a su entrenador pegarse mas a el.
A la mañana siguiente...
Arcanine abrió perezosamente los ojos y vio a su entrenador durmiendo junto a él.
-Si supieras cuanto te quiero...- pensó para si el pokemon de fuego, Ryûta se despertó estirándose había dormido muy bien gracias a Arcanine, se levantó del pokemon y observó el exterior de la cueva, la ventisca era muy fuerte como para salir.
-Arcanine, ¿has dormido bien?- preguntó mientras se desperezaba, Arcanine asintió y frotó su hocico contra Ryûta.- Hace frío...- El pokemon no pudo evitar sentirse tentado de disfrutar de su entrenador, de darle su calor...
-Quizás pueda ayudar a que se caliente...-pensó con una sonrisa traviesa, su miembro comenzaba a salir, con mucha suavidad empujo a su entrenador al suelo.
-¿Arcanine...?¿Que estas haciendo?- preguntó sonrojado el azabache, en ese momento vio el enorme y palpitante miembro de su pokemon y su sonrojo fue tal que palideció el pelaje de Arcanine.- Supongo que los pokemon entran en celo...- supuso el entrenador, pero Arcanine pareció molestarse por eso.
-No te equivoques Ryûta, te amo con locura, lo daría todo por ti.- en esos momentos el pokemon quería poder hablar con su entrenador, decirle que le amaba, Ryûta se fijó mejor en el miembro de Arcanine, era enorme, casi 27 centímetros de largo y 7-8 de ancho, con lo que más se sorprendió el azabache fue el tamaño del nudo de casi 11 centímetros, con vergüenza el entrenador tocó el miembro del perro de fuego, que gruño al sentir las manos de su entrenador.
-¿Te gusta así?- pregunto apenado Ryûta, Arcanine gruño de placer, el moreno decidió intentar dar más placer a su pokemon usando su boca y sus manos, apenas podía introducirse en la boca un par de centímetros del miembro de Arcanine, así que se vio forzado a usar sus manos para proseguir su trabajo, el pokemon se apartó un poco de su entrenador.- ¿Ocurre algo?- nada más preguntarlo sintió la lengua caliente de su pokemon deslizarse sobre su pantalón, lamiendo su miembro por encima de la tela.
-Llevo esperando esto mucho tiempo- pensó Arcanine al lograr agarrar con sus colmillos los pantalones y bajarlos, su entrenador le ayudó quitándose la ultima prenda que cubría su virilidad, dejándola expuesta a los deseos del perro de fuego, que la introdujo en su boca, degustando el liquido con placer, disfrutando de cada gemido del humano.
-E-espera, mm-me voy a...- no pudo terminar de decirlo ya que se corrió en la boca del pokemon que se relamió gustoso.- Arcanine- susurró el entrenador al ver como su pokemon se acercaba a él con su miembro completamente duro, el pokemon con simples roces logro indicar a su entrenador que se pusiera a cuatro patas, cosa que Ryûta hizo un poco asustado.- Ten cuidado- rogó sonrojado el humano.
-Ryûta... te ves jodidamente adorable- pensó al ver al chico en ese estado.- Esto es un sueño.- pensó mientras introducía su lengua en la entrada de su entrenador lubricando esta, el humano gemía al sentir la intromisión, después de unos segundos Arcanine se colocó con firmeza y empezó a introducir su miembro en Ryûta, que grito de dolor, Arcanine intentaba que fuera lo menos doloroso posible, metiendo este tan lentamente como podía, cada centímetro equivalía a un grito de dolor del moreno y a un gruñido de placer de Arcanine, el cual se sentía culpable por el dolor de su entrenador.
-Arcanine mételo ya.- ordenó el entrenador, el perro de fuego no se quejo y de una estocada penetro al azabache, dejando fuera su nudo, las embestidas fueron lentas y suaves, pero ambos empezaron a necesitar más al poco tiempo.- M-más rápido- pidió Ryûta.
-Ryûta... aguanta un poco más- las siguientes estocadas fueron mucho más duras, profundizando la penetración y introduciendo el nudo de Arcanine, el entrenador gimió al sentir el nudo dentro de él, el chico se corrió en al notarlo, y justo en ese momento sintió que su interior se contraía y Arcanine disparaba chorros de semen en grandes cantidades, el semen goteó por la entrada de Ryûta, Arcanine se quedo inmóvil a la espera de que el nudo se retirara.
-Te quiero Arcanine.- el chico ya no sentía frío, tan solo calor, un agradable y tierno calor, Arcanine retiró su miembro y lamió la entrada del azabache para limpiarle, Ryûta se puso su ropa y se quedo dormido encima de Arcanine.
-Te amo, mi Ryûta...-el perro de fuego también sintió el sueño adueñarse de él mientras algunos recuerdos surcaban su mente.
Flash Back
Ryûta cargaba a un pequeño Growlithe herido, su familia lo había abandonado y el entrenador lo había encontrado malherido, ahora lo llevaba tan rápido como podía a un centro pokemon, al llegar fue atendido por la enfermera, Ryûta veló el sueño del pokemon hasta que este despertó, ese día el pokemon sintió su vinculo con el entrenador.
Fin del flash back