Ryûta observaba en silencio la pokeball de Arcanine, habían pasado dos días desde que "eso" había sucedido, y tan solo dejaba salir a Arcanine de su pokeball para comer y estirarse un poco, pero manteniéndose a una distancia prudencial del perro de fuego, el pokemon se sentía culpable, la relación con su entrenador se había tensado mucho por lo sucedido, Ryûta suspiró dirigiendo su mirada al cielo, quería saber porque Arcanine había hecho eso, pero le era imposible.
-¡Ryûta!- se escuchó un grito a lo lejos, el moreno se dio la vuelta para encontrarse con un chico peliazul corriendo hacía él.
-¿Drake?, ¿Eres tu?- habló un poco confundido el azabache, hacía bastante tiempo que no veía al chico.
-Claro, ¿Quien voy a ser si no?- rió Drake, a la par que sacaba una pokeball.- Aun me debes un combate.- dijo lanzando la esfera, de la cual salió un Infernape- La ultima vez Arcanine y Infernape no terminaron de luchar, es hora de acabar.- terminó el chico sonriente.
Ryûta miro durante un segundo la pokeball del perro de fuego, quizás lograría entender a Arcanine si luchaban juntos, como hacían siempre...
-Arcanine, sal.- dijo Ryûta lanzando su pokeball, de esta salió el perro de fuego que le miró con tristeza, el azabache aparto la mirada causando la curiosidad de Drake.
-Infernape, Puño trueno- ordenó de inmediato el peliazul, el perro esperaba las ordenes de Ryûta mientras evitaba el ataque del mono.
-Arcanine, usa excavar.- dijo el chico, entonces sintió durante un momento como su respiración y la de Arcanine iban al unisonó, incluso le pareció oir los pensamientos del pokemon, pero agito la cabeza para despejarse, mientras esto sucedía Arcanine se hundía bajo la y emergía justo donde se encontraba Infernape.
-Salta para evitarlo y usa a bocajarro- Infernape siguió las instrucciones de Drake y logró a contraatacar a pokemon de Ryûta, el cual recibió el ataque de lleno dando un sonoro quejido.
-¡Arcanine!- gritó el joven azabache, el perro de fuego se puso en pie y miró a su entrenador con decisión.- Giga Impacto- justo al instante, escucho el corazón de Arcanine, su respiración, se sentía como si fueran uno solo, en ese punto no necesitaron comunicarse, el perro de fuego atacó al mono, el cual retrocedió varios metros por el ataque, Arcanine se quedo inmóvil recuperándose del giga impacto.
-Infernape, Envite Igneo, se que tu puedes ganar-las palabras del entrenador parecieron llegar a su pokemon, ya que se levanto a la par que el mar llamas envolvía al tipo fuego-lucha, el ataque iba a ser extremadamente potente.
-Lo aguantaré.- resonó en la mente de Ryûta una voz, Arcanine recibió el envite igneo por completo, pero resistió tambaleándose un poco.
-Arcanine...- la voz que Ryûta había oído... era su pokemon.- Acaba con él, usa Colmillo Rayo- aprovechándose de que Infernape estaba sufriendo el daño de su propio ataque el perro clavo sus fauces en el brazo del mono electrocutando al mono en el proceso, Ryûta no pudo evitar sonreír y lanzarse hacia su pokemon para abrazarlo.- Arcanine, eres increíble- el perro sonrió cansado y lamió la mejilla de su entrenador.
-¿Notas mis sentimientos?- pregunto el pokemon mentalmente, se miraron durante unos instantes, pero fueron interrumpidos por Drake.
-Sigues siendo muy fuerte Ryûta- sonrió el entrenador de pelo azul.- Al empezar el combate estabas raro, yo diría que sucedió algo con Arcanine- empezó a hablar, Ryûta se sonrojó violentamente.
-¿Q-qué dices?, ¿Arcanine y yo?, no pasa nada con el.- dijo el azabache muy nervioso.
-No te preocupes, no diré nada- dijo con una sonrisa pervertida.- Me paso algo parecido con Infernape- dijo con un pequeño sonrojo Drake.
-¿No es... raro?- preguntó Ryûta apartando la mirada, Arcanine le miró con molestia.
-¿Por qué crees que es raro?- dijo el perro de fuego mentalmente.
-No es normal que un pokemon y su entrenador tengan relaciones- respondió en voz alta Ryûta sonrojado.
-Aunque no es lo habitual, no esta mal- dijo simplemente Drake- Infernape es mi pareja, mi amigo y mi pokemon, y nuestra relación es inmejorable.- explico acariciando al mono, el cual le beso con ternura.
Ryûta miró a Arcanine durante unos segundo, el pokemon parecía nervioso, y al parecer, la tensión había echo desaparecer su sincronía.
-Deberías pensar bien lo que siente el, y lo que sientes tu.- dijo con una pequeña sonrisa el peliazul.- Nos vemos Ryû-chan- se despidió riéndose.
-No me llames así- dijo el chico de pelo negro con un sonrojo colosal.
-Ryûta...- pensó Arcanine mirando a su entrenador- si logramos sincronizamos otra vez... no desaprovechare la oportunidad.- pensó mientras su entrenador lo devolvía la pokeball.
-Arcanine, quiero saber que es lo que sientes por mi, y lo que yo siento por ti- susurro poniendo la pokeball en su pecho.