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Sonrisas por kobatohanatodesu

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Haru

De rodillas en el piso pidiendo que me lo regresaran seguía llorando, quería morirme, si así podría estar con él lo haría. Nuevamente esos pensamientos regresaban con más intensidad que antes -¡Haru!- escuche de nuevo su voz pero no podía ver donde estaba, comencé a buscarlo con la mirada -¿Qué ocurre Haru-chan?- finalmente lo encontré en la obscuridad, encontré sus hermosos ojos verdes que brillaban en la negra habitación -¡Makoto!- ni siquiera lo pensé y me arroje hacia él. El me abrazo y al parecer no tenía idea del porque lloraba -Haru-chan por favor ya no llores- no podía dejar de llorar, el solo haber sentido que lo había perdido otra vez me lastimaba demasiado -¡Makoto idiota!- estaba feliz de que siguiera conmigo pero aun así no podía perdonarle el haberme dejado solo aunque haya sido por un instante -¡pensé que me había quedado solo otra vez!- realmente estaba mal -te prometí que nunca más estarías solo- una vez más esa promesa me reconforto, me separe un poco de él sin deshacer el abrazo entre nosotros para limpiar mis ojos, mis ojos picaba por la falta de sueño y también porque llevaba casi todo el día llorando.

-¿Dónde estabas?- aun gimoteando pregunte  

-en el patio ¿Por qué?- ¿en el patio? Todo este tiempo estuvo ahí

-¿Qué estabas haciendo?- quería tratar de entender a Makoto

-bueno, sentí el aroma de algo y vine a ver qué cosa era…- Makoto me había dado un susto de muerte y lo había hecho para matar su curiosidad –era un gato…- mostro una ligera sonrisa ingenua que me hizo enojar –pero ya lo asuste- ante su torpeza solo suspire –es mi deber protegerte Haru-chan- acorto la poca distancia que hice sintiendo la calidez de su aliento rozando mi cabeza –tengo que protegerte a ti y a nuestra casa- lo había olvidado por completo, Makoto era mi perro guardián y sin importar su apariencia actual aun me seguía protegiendo  –vamos a dormir Haru-chan- dijo repentinamente pasando sus brazos debajo de mis muslos para así levantarme -¿¡qué haces!?- grite avergonzado tratándome de librar de su agarre –siempre quisiste que te cargara- ¿pero cuando desee eso yo? –Cuando jugabas conmigo…- intente recordar algún indicio de lo que el aseguraba pero no lo recode –te montabas en mi espalda para que te cargara pero nunca dejabas caer tu peso sobre mi- lo recordé, era vergonzoso el recordarlo –ahora puedo cargarte- sonrió sujetándome con fuerza para que no pudiera caerme comenzando a avanzar -¡bájame Makoto!- volví a intentar soltarme –no, por favor déjame cargarte Haru-chan…- simplemente contesto –siempre he querido hacerlo-

-pero tu pie- me preocupaba el que hiciera un esfuerzo mayor y que su pie volviera a sangrar –ya no me duele- sonrió nuevamente y no pude negarme ante su petición –está bien…- por alguna razón no podía negarle nada a Makoto, deje de moverme y me sujete fuertemente a su pecho para no caer, nunca nadie me había cargado y la sensación no era realmente mala como había pensado, podía escuchar con claridad el latir del corazón de Makoto, esa melodía que me había arrullado en la tarde me volvía a arrullar.

Con un poco de dificultad llegamos hasta mi habitación pues mientras subíamos las escaleras Makoto se tambaleo varias veces y parecía que íbamos a caer pero rápidamente y con firmeza se sostenía de pie con la intención de seguir adelante con su cometido. Yo permanecía aferrado a su cuello porque no encontré otro lugar al cual agarrarme para no caer –llegamos- al fin estábamos frente a mi cama y soltando su cuello Makoto fue depositándome sobre el colchón con tanta lentitud y delicadeza que pude disfrutar de un vista increíble de la que no me había dado cuenta hasta ahora, Makoto era muy apuesto y cuando sonreía como lo hacía en este momento lo era aun mas. Me moví un poco para hacerle espacio sin dejar de mirarlo, el también me miraba mientras seguía sonriendo -¿te encuentras mejor Haru-chan?- ahora que lo recordaba las palabras de Rin me habían herido y Makoto lo sabía, no quería hablar de eso así que permanecí en silencio –Haru-chan- susurro aproximándose más a mi hasta que note su frente chocando con la mía –yo te amo tal y como eres- sentí su aliento sobre mi rostro, no me molestaba era cálido –así que no estés triste- otra vez ahí estaba esa linda sonrisa que me hacía sentir especial. Sin cambiar su expresión Makoto comenzó a darme pequeños besos, unos terminaron en mis mejillas, en mi frente, mi nariz e incluso mi barbilla –espera…- esas muestras de afecto me hacían sentir avergonzado pero no se sentían mal –me haces cosquillas- trate de detenerlo sin mucho esfuerzo –no- simplemente negó y siguió, mas sin embargo el último beso que deje que me diera termino en mis labios -¡Makoto!- grite cubriendo mi boca, una vez más me había robado un beso y aun no le había explicado que en los labios para mi significaba otra cosa, de alguna forma se sentía diferente, esta vez sentí como el palpitar de mi corazón se acelero de un momento a otro, esa sensación nunca la había sentido pero trate de actuar tranquilo y solo disimule dándome la vuelta para darle la espalda a Makoto y así evitar que mirará mis mejillas sonrojadas –buenas noches- solo sentí como se acerco a mí para abrazarme por detrás –buenas noches Haru-chan- algo extraño estaba empezando a sentir por Makoto y no parecía normal.

Con el corazón aun latiendo con rapidez intente dormir pero parecía que sería imposible, comencé a razonar sobre lo que había pasado y lo que estaba sintiendo pero por más que intentaba no podía encontrar una respuesta que me satisficiera, no sé cuánto tiempo me tomo el darme cuenta que estaba perdiendo la cabeza por un simple beso que al final para Makoto no significaba lo mismo que para mi así que simplemente intente volverme a dormir pero aun tenía miedo, miedo de que al dormirme Makoto desaparecería y esta vez fuera para siempre. Mire su mano que pasaba por encima de mí y con mucho cuidado para no despertarlo la tome con fuerza para que así no se fuera pero al final fracase –¿no puedes dormir Haru-chan?- tomo mi mano pero no le respondí –yo tampoco- todo este tiempo Makoto había estado despierto –el gato regreso- reí al notar como un gato le quitaba el sueño a Makoto

-¿está en el patio?- le pregunte para continuar con esta conversación absurda

-sí, me está retando- Makoto era tan tonto –iré a correrlo- amenazo con levantarse pero lo hale lo más fuerte que pude para detenerlo –déjalo ya Makoto, vamos a dormir- pareció intentar levantarse otra vez pero desistió y se volvió a dejar caer en la cama –bien, pero si vuelve mañana definitivamente lo echare. Qué tal si te rasguña- Makoto era un bobo muy tierno, el que me protegiera de un gato me pareció adorable –tu nunca permitirías que eso pasara ¿verdad?- quería seguir con la tonta platica que se estaba volviendo algo melosa –no, nunca dejare que nada ni nadie lastime a mi Haru-chan- de nuevo el rubor y ese cosquilleo en mi corazón regreso –ya duérmete Makoto- aunque quería seguir escuchando las palabas de Makoto eran demasiado vergonzosas y era mejor cortar con ese momento tan cursi –bien, descansa Haru-chan-

Después de eso me dormí, ya no volví a despertar hasta que me dio hambre, parecía que era medio día y Makoto seguía junto a mí, aun seguía abrazándome por detrás era reconfortante y no quería levantarme, quería seguir disfrutando del momento pero repentinamente note algo extraño detrás de mí, era algo duro que tocaba mi trasero, intente acercarme un poco más para descubrir que era pero no lograba averiguarlo creí que era la rodilla de Makoto así que comencé a pasar mi mano sobre esa parte –ha..- Makoto dejo salir un pequeño suspiro y supe enseguida de lo que se trataba. Makoto tenía una erección matutina y me estaba usando a mí y a mi trasero para sentirse bien. Intente alejarme de Makoto pero aun dormido su agarre tenía fuerza –Makoto- lo llame para que se despertara sin ningún resultado -¡suéltame Makoto!- levante mi voz esperando que me escuchara pero Makoto tenía el sueño muy pesado y no despertaba aunque forcejeara, solo sentía como su miembro se enterraba mas y mas entre mi trasero, era demasiado, estaba rozando una parte tan intima de mi que pensé que iba a morir de vergüenza, iba a terminar siendo violado por Makoto y el no se daría cuenta, daba gracias que tuviera puesto un bóxer y que yo tuviera el pantalón de mi pijama así al menos tenía algo de protección aunque la tela de estas prendas no era muy gruesa  y comenzaba a sentir como se humedecían, no sabía si era el liquido pre-seminal o Makoto ya había eyaculado sobre mí. Lo único que podía internar para liberarme era empujar a Makoto para que cayera de la cama esperando claro que no me llevara a mí también y terminara auto-penetrándome. Decidido trate de tomar algo de impulso y con fuerza empuje con mi trasero a Makoto sintiendo mucho mas su miembro, Makoto comenzó a caer llevándome consigo mientras intentaba sostenerme con las sabanas de la cama pero fue inútil -¡Makoto!- Makoto cayo y enseguida yo con las cobijas sacándole todo el aire.

En el suelo Makoto comenzó a retorcerse de dolor -¿estás bien?- me sentí un poco culpable pues no me respondió e inhalaba aire profundamente -¡Haru-chan!, ¡eso me dolió mucho!- se quejo sentándose en el suelo sobándose la espalda –es tu culpa- sentencie levantando las sabanas para regresarlas a su lugar

-¿he? ¿Mi culpa?- se quejo

-sí, tú y tu estúpido pene- Makoto me hizo enojar al recordar la humedad que aun sentía en la parte trasera de mi pantalón

-¿mi pene?- giro su vista hacia su entrepierna y vio el bulto enorme que tenia aun

-¿Qué es esto Haru-chan?- rozo la punta con sus dedos soltando un suspiro. ¿Acaso Makoto no conocía su cuerpo?, ¿a caso tengo que enseñarle todo? Comenzaba a creer que enserio Makoto era un idiota –esa es una erección-

-¿una erección?- tal parecía que tenía que ser mas especifico para que me entendiera –bueno una erección es cuando tu pene se pone de la forma en que lo tienes ahora- Makoto ladeo la cabeza, señal de que no me había entendido o eso creí pues de la nada acerco su mano hacia mí para tomar mi miembro

–¡Makoto!– grite sorprendió sintiendo como me estrujaba -el tuyo no esta así- golpeé su mano para que me soltara -¡no hagas eso!-

-lo siento Haru-chan- sobo su mano disculpándose

-como sea ve al baño y deshazte de eso-

-¿deshacerme?... Pero Haru-chan mi pene está pegado, mira- y de un tirón se quito el bóxer mostrándome la parte donde su miembro se unía a su cuerpo, Makoto no entendía que no debía ser tan vulgar –no quiero ver eso, además no me refería a arrancártelo me refería a…- tenía que encontrar la forma de explicarle lo que debía hacer y recordé lo que hizo durante el baño que tomo ayer –Makoto recuerdas cuando te di del jabón para que te lavaras esa parte- Makoto se quedo pensando por un momento haciendo memoria –si- note su respuesta con algo de precaución –bueno, tienes que hacer lo mismo en el baño- y espere que comprendiera

-¡no!- grito y no entendí porque se negaba -¡no quiero bañarme!- Makoto me había entendido mal, pensó que tenía que bañarse –no te vas a bañar solo vas hacer lo que hiciste ayer-

-¡no!- volvió a negarse -¡prometí a Haru-chan que no lo volvería a hacer! ¡está mal!- como con esto si me obedecía y con otras reglas que le había puesto no lo hacía –ven acá- lo tome del brazo, si él no lo iba a hacer por las buenas tendría que obligarlo -¡no!- grito jalándome haciéndome caer pero al no le importo porque me ignoro y se metió debajo de la cama -¡Makoto!- la desobediencia de Makoto me estaba desesperando y tenía que bañarme para deshacerme de esa sensación extraña e incómoda que producía la humedad en mi -¡sal de ahí!- comencé a entrar para sacar a Makoto quien por suerte aun traía puesto su collar, el collar siempre hizo más fácil su control y esperaba que aun funcionara. Tome del collar a Makoto y tuve suerte pues el halarlo de ahí seguía funcionando.

Lleve a Makoto hasta el baño e hice que se sentara en el pequeño banquito que tenia ahí, todo este tiempo el permaneció en silencio –Makoto quítate el bóxer- aunque no quería pasar otra vez por el problema del baño era la mejor opción ya que lo tenía ahí tan obediente. Sin reproches se quito y me dio sus bóxers  quedando desnudo con la vista hacia el piso, no se quería bañar pero ya estaba resignado a que lo haría.

Yo ya no aguantaba los residuos de semen en mi pijama y también me desnude notando la mirada de Makoto –no me mires- el volvió a desviar su mirada hacia el suelo sin decir nada. Me sentí un poco mal porque sabía que no le gustaba bañarse pero debía hacerlo pues por la gran mancha que vi en sus bóxers quedaba en evidencia que el había eyaculado –Makoto ven- le tendí mi mano para que se levantara pero el solo la miro sin mucha confianza –vamos Makoto me bañare contigo- trate de sonreírle como él lo hacía para que confiara en mi y aceptara pero parecía no funcionar. Era evidente que no funcionaria ya que yo no tenía una linda sonrisa como la de él y mi cara estaba bastante demacrada por la mala alimentación que tenia. Mirándome frente al espejo me di cuenta que comenzaba a parecer un esqueleto y era obvio que le daba asco a Makoto -¡Makoto!- grite un poco sorprendido al sentirme abrazado por él –eres hermoso Haru-chan- era sorprendente, el sabia todo lo que  pensaba y sentía, realmente agradecía que estuviera aquí ya que sin él no sabría que hacer –gracias Makoto por estar aquí- tomando su mano me gire hacia él y no pude resistirlo. Lo bese, sus labios eran suaves y cálidos que no quería despegar los míos de los suyos, ese beso me hizo sentir un escalofrió que me recorrió completamente el cuerpo mas sin embargo me di cuenta de lo que estaba haciendo y entre en pánico. Sin siquiera darle una explicación jale a Makoto del brazo y lo saque del baño -¡Haru-chan!- grito desde afuera sin entender -¡me bañare yo primero!- grite para que dejara de golpear la puerta. No sabía lo que me pasaba, no entendí porque lo había besado y peor aún no entendía el porqué de la excitación en mi miembro. Algo está mal, algo estaba muy mal conmigo.   

 

Rin

-espero que Haruka venga hoy- dijo Yamazaki-san mientras almorzábamos

–realmente no creo que venga-

-¿Por qué? Ayer se veía bastante mejor-

-ayer lo hice enojar- no podía mirar a los ojos a Yamazaki-san ya que era mi culpa el que Haru no se presentara a trabajar

-¿paso algo después de que me fui ayer?- no sabía cómo contestar pero tenía que saber si el también sospechaba –Yamazaki-san, ¿usted se creyó la historia de que ese chico era su primo?- el frunció su ceño pero enseguida me contesto –bueno la forma en que vestía era demasiado sospechosa además creo que ya sé porque lo preguntas- sonrió –es porque llevaba puesto el collar de su perro ¿no es así?- entonces el también lo había notado –sin embargo no podemos hacer nada, si Haruka está feliz todo debería estar bien ¿no?- aunque ese chico hiciera sentir bien a Haru me molestaba el solo pensar que podría aprovecharse por el estado en que se encontraba -se que te preocupas por Haruka, yo también lo hago pero es un adulto y puede tomar sus propias decisiones. Nuestro deber como amigos y compañeros de trabajo es cuidar y estar junto a el cuando los resultados de las decisiones que tomo no fueron buenas- si había entendido bien, Yamazaki-san estaba tratando de decirme que dejara a Haru hacer lo que quisiera sin embargo no creía poder hacerlo, Haru era muy importante para mí y el ver que alguien más lo hacía sentir mejor me hacia enfadar

-tal vez deberías disculparte- me sugirió pero no estaba seguro de hacerlo –lo pensare- 


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