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Sonrisas por kobatohanatodesu

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Haru

Por el beso que me había dado regañe a Makoto. Le dije que eso no se debía hacer, que quitarle la comida de esa forma a una persona estaba mal y el simplemente contesto que no lo volvería a hacer pero sentí que su promesa la dijo a la ligera pues se veía distraído, aspiraba y expiraba profundamente el aire del restaurante descifrando los distintos olores en el ambiente y parecía ignorarme. 

Una vez más nos íbamos a aventurar en la calle y tal como Makoto lo había prometido tomo mi mano sin parecer querer soltarme. Comenzamos a caminar y note como algunas personas se nos quedaban viendo, no me gustaba eso y comencé a sentirme nervioso, quería regresar a casa -Makoto volvamos a casa...- cuando dije eso Makoto me miro extrañado -¿pero no íbamos a ir a comprar comida y ropa?-

-sí pero yo...- no quería seguir,  sentía las miradas de las personas y eso no me gustaba, nos estaban mirando extraño y lo que más me molestaba es que miraran de esa forma a Makoto.

Sin soltar mi mano Makoto rasco su cabeza, parecía que estaba pensando -no, aun quiero seguir paseado- sonrió y me comenzó a halar con el -¿he?- no supe que pensar -Makoto...- me estaba desobedeciendo -¡Makoto!- grite y forceje pero él no se detenía -Makoto...- baje la voz porque la gente que pasaba junto a nosotros nos veía raro -ya Makoto...- pero el seguía ignorándome y me estaba comenzando a enojar, intente frenar con mis pies pero no tenía la fuerza suficiente y me desespere -¡detente Makoto!- y Makoto se detuvo. Creí que se había detenido por qué me había hecho caso pero no era así, se había detenido porque llegamos al parque donde lo solía llevar a pasear -¡vamos a jugar Haru-chan!- y esta vez comenzó a correr llevándome consigo -¡espera Makoto nos vamos a caer!- pero nuevamente me ignoro sin embargo soltó mi mano y me sentí inseguro -¡atrápame Haru-chan!- comenzó a alejares de mi -¡Makoto no!- eso me estaba asustando y corrí hacia el tratando de tomar su mano pero el solo reía y se alejaba mas y mas de mi -vamos Makoto ya basta, esto no es divertido-

-¡por supuesto que sí!- el seguía corriendo y la angustia seguía creciendo -¡ya basta Makoto no quiero jugar!- no sabía que pasaba conmigo, estaba más sensible que antes ya que había comenzado a llorar -¡prometiste que no ibas a soltar mi mano!- entonces Makoto dejo de correr y rápidamente regreso hacia mi -¡lo siento Haru-chan!...¡lo siento mucho!- trataba de detener mis lagrimas pero estas no paraban -¡dame eso!- grite tomando su mano -¡cuando prometes algo debes cumplirlo!- Makoto agacho un poco la cabeza arrepentido -lo siento Haru-chan...por favor...ya no llores- con su mano libre tomo mi barbilla para que lo mirara a la cara -no me gusta verte llorar- yo sorbía mi nariz e intentaba dejar de hacerlo -¡entonces deja de hacerme llorar!- al decirle eso vi como su cara cambio. No debí decir eso el no tenía la culpa y lo había hecho llorar -¡lo siento Haru-chan!...¡soy horrible, soy la pero mascota!..y...y...¡no te merezco como amo!- era un estúpido por hacerlo sentir así -¡yo solo trataba de hacerte reír!...¡porque tu sonrisa es lo que más amo!- Makoto estaba muy alterado -Makoto yo...- e intentaba controlarlo -¡pero Haru-chan no sirvo para nada!...¡en vez de hacerte sonreír siempre te hago llorar!- y finalmente se arrodillo en el suelo desconsolado. Antes me importaba como nos miraba la gente que pasaba junto a nosotros pero ahora no me importaba nada lo que pensaran de mi ya que lo único que me importaba era Makoto y en la forma en que lo había hecho llorar -¡perdóname Makoto!- lo abrace tan fuerte hacia mí que sentí su respiración chocando contra mi pecho -¡tú eres la mejor mascota y la mejor cosa que he tenido!...¡yo soy el que está mal, yo soy el que no merece a alguien como tú!...¡soy horrible y lo siento por tenerme de amo!...¡porque tu solo te mereces lo mejor!- soy tan tonto por creer que la opinión de la gente y lo que pensaran de mi me haría sentir mejor ya que creí que realmente necesitaba su aprobación  pero lo único que necesitaba y necesito es el amor y la aprobación de el único ser que siempre me ha amado y por no haberme dado cuenta antes lo termine hiriendo muchísimo -Haru-chan no digas eso...- con los ojos llenos de lagrimas Makoto me miro a la cara -eres el mejor amo del mundo- y daba gracias a dios por ver de nuevo esa sonrisa que me llenaba de felicidad -vamos a casa Haru-chan- pero ignore sus palabras y lo volví a abrazar si el quería seguir paseando seguiríamos paseando, cumpliría cada capricho de el ya que me daba su amor y no me pedía nada a cambio -no, todavía quiero seguir de paseo contigo- abrazado a él escuche una ligera risita proveniente de el -como tú quieras Haru-chan, yo hare lo que tú quieras- lo único que yo quería era que me siguiera sonriendo.

Ambos teníamos los ojos rojos e hinchados pero llegamos hasta la zona más concurrida de la cuidad donde se encontraba el centro comercial, lo primero que compraríamos seria la ropa de Makoto. Sin perder nada de tiempo comenzamos a recorrer los pasillos de ropa hasta llegar al departamento de caballeros y sin pensarlo mucho tome un par de camisas, pantalones y bóxers que era lo que necesitaba Makoto -¿y mi traje de baño?- me pregunto, aun quería su traje de baño y como había prometido debía comprárselo -los trajes de baño están por allá pero primero veamos esta ropa- no parecía muy convencido pero aun así entramos al probador para que Makoto se midiera cada playera y pantalón para encontrar la talla correcta, cuando finalmente la encontramos fui a regresar toda la que había tomado por error ordenándole que se vistiera y me esperara ahí pero no lo hizo. Sin darme cuenta comenzó a caminar detrás de mi solo vistiendo sus bóxers y corrió hasta el pasillo donde estaba los trajes de baño -¡Haru-chan!- oí su grito e inmediatamente asustado me gire hacia la dirección donde escuche su voz -¡cómprame mi traje de baño!- no sabía si Makoto estaba consciente del buen físico que tenia y le gustaba presumirlo porque a mi parecer eso pasaba o únicamente era un bobo pero pensándolo bien la primera opción no era nada probable, Makoto era un bobo pero al fin y al cabo mi bobo. Sintiendo las miradas y murmullos de las personas llegue hasta Makoto quien ya tenía en sus manos varios trajes de baño -quiero estos- no podía comprarle todos. Comencé a revisar cada uno de los que había tomado para ver las tallas, Makoto había tomado algunos que ni siquiera le quedarían pero entre todos ellos había uno largo cuyo color era negro con franjas verdes iguales a sus ojos de su talla -te comprare este- y eso lo hizo feliz. Y debo confesar que a mi también porque el mismo diseño que tenía su traje nuevo era el mismo que tenían los míos.     

Después de comprar la ropa emprendimos el recorrimos por los pasillos buscando comida y unos cuantos caramelos que supe que a Makoto le gustaría probar y sin ningún otro contratiempo fuimos a pagar por todo. Creí que no tendría el dinero suficiente pero por fortuna lo tenía.

Estaba cansado de estar casi todo el día fuera y quería volver a casa pero por ultimo hicimos una pequeña parada. Regresamos al parque donde jugábamos e hice que Makoto se sentara en una banca con las bolsas de todas las cosas que habíamos comprado para que me esperaba pero a él no pareció agradarle la idea sin embargo le explique que solo iría a comprar algo de comer que realmente a el gustaría y acepto.

-¡Haru-chan!- me grito al verme regresar. Le pedí que me hiciera un espacio junto a él y sin pensarlo se movió un poco si dejar de mirar lo que traía en mis manos -¿qué es eso Haru-chan? huele muy rico- se veía ansioso y acercaba su cara al par de conos de helado que había comprado -es helado, uno es para ti pero primero te enseñare a comerlo- con su vista directa hacia los conos de helado mire como prestaba toda su atención en cada movimiento que hacía con estos, un poco nervioso por su intensa y ansiosa mirada comencé a lamer el helado -así lo debes de comer- Makoto solo asintió con la cabeza y tomo el cono de helado con mucho cuidado. Quería ver su reacción al probarlo y  me le quede mirando hasta que le dio su primer lametón. La expresión que puso nunca la olvidare, sus ojos parecieron brillar -¡esta delicioso Haru-chan!- y con mucha más prisa y emoción comenzó a lamer y yo lo imite. 

-¿qué ocurre?- pregunte cuando vi que dejo de comer y el solo aspiro cerca de mi helado -¿porque el tuyo huele diferente?- 

-porque el mío es de otro sabor- solo le conteste y seguí comiendo -¿quieres probar?- le pregunte al ver que no dejaba de mirar mi mano

-¡sí!- y acerque mi helado para que lo probara -¡sabe riquísimo!- y volvió a lamerlo 

-¡hey! solo era una probada- me queje y aleje mi cono de él quien solo hizo un puchero y volvió a comer de su helado. Que divertido era ver sus expresiones.

Ese momento era tan relajante, mientras lamia miraba distraído como las hojas de los arboles se mecían suavemente por la brisa así que no me di cuenta de que Makoto acechaba mi helado. Solo sentí como su legua choco con la mía, en el momento en que Makoto me iba a robar un poco de helado yo también le di un lametón pero ninguno de los dos pudo probar su dulce sabor a vainilla en cambio ambos probamos el dulce sabor de cada uno. Yo estaba sorprendido pero el solo me miraba ingenuamente lamiendo mi helado y no sé lo que me paso en ese momento, de la nada yo también comencé a lamerlo junto a él y ocasionalmente nuestras lenguas terminaban chocando la una con la otra. Creo que nuevamente quería sentir su calidez. 

De repente Makoto se alejo de mi finalizando ese acto -gracias Haru-chan- no entendí que era lo que me agradecía pero no dije nada. Desde esa mañana ya me sentía extraño y aunque la culpa aun seguía rondando mi cabeza lo excitante del momento era lo mejor.

Sin comentar nada mas emprendimos el camino a casa sintiéndome la persona más afortunada del mundo.  Solo quería llegar lo más pronto posible y pasar todo lo que quedaba del día abrazado junto a Makoto, solo quería estar junto a él.

 

Makoto

Después de una salida tan cansada por fin llegamos a casa, caminar en dos patas era más cansado que caminar en cuatro y era peor usando zapatos. Solo quería quitármelos y recostarme en mi sillón o en el piso. 

Durante todo el camino pude notar que Haru me miraba ocasionalmente  y que cuando lo atrapaba mirándome rápidamente desviaba su vista de mi, parecía un juego así que jugaría con él y  durante todo el recorrido lo atrape mirándome como 10 veces pero al final creo que perdí porque su cara se me escapo muchas veces. Cuando Haru abrió la puerta de la casa deje las bolsas que traía sobre la mesa de la cocina y rápidamente intente quitarme los zapatos pero aun no podía hacerlo solo así que le grite a Haru para que me ayudara. Al fin libre fui a recostarme al piso de la sala, estaba fresco y cerré los ojos para dormir un rato. Después de no sé cuánto tiempo comencé a olfatear un suave aroma de la cocina, Haru estaba haciendo de comer pero estaba tan cansado que no pude levantarme y solo escuche los pasos de Haru -Haru-chan- lo llame sin abrir mis ojos y repentinamente sentí como se poso encima de mí y simplemente lo abrace, el también parecía estar cansado -te amo Makoto- oí ese lindo susurro acompañado de un pequeño beso sobre mi frente y otro sobre mi boca, como amaba que hiciera eso.


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