Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sonrisas por kobatohanatodesu

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Haru 

Nuevamente Makoto me ponía nervioso y estaba claro que él no se daba cuenta -Makoto tienes que ir al baño-

-¡¿eh?! ¡¿Al baño?!- tenía que hacerlo ya que de otra forma la erección que tenia no iba a desaparecer y si no lo hacia rápido me iba a poner más incomodo de lo que ya estaba -¿para qué?-

-ya lo habíamos hablado antes- y al parecer de nueva cuenta tenía que explicárselo -tienes que deshacerte de la erección-

-¡pero no quiero bañarme!- estaba claro que Makoto no entendía nada -¡¿porque me tengo que bañar diario?!- era verdad que antes no se bañaba todos los días si a caso lo bañaba cada dos semanas pero ahora era inevitable. Si seguía teniendo problemas con su libido no iba a poder evitar un baño frio diario -¡no me voy a bañar!-

-¡claro que te vas a bañar!- y una vez mas Makoto me hacia gritar -¡porque es tu culpa!- era el único que provocaba que dejara las inhibiciones -¡tu cuerpo pervertido que no se controla!- y me permitía actuar diferente a como siempre lo hacia  

-¡¿mi culpa?!- y en realidad no me molestaba de hecho me empezaba a gustar eso de hacerlo enojar -¡yo no soy un pervertido! ¡No es mi culpa!- sin embargo me comenzó a gritar -¡desde que soy humano no puedo dejar de estar así y no sé porque!- se veía angustiado al no saber que excitarse por ver una película porno y tener erecciones matutinas era normal para un hombre de su edad -¡yo no soy un pervertido y no me voy a bañar porque me bañe ayer!- debía explicárselo pero creo que ahora no era el momento adecuado porque había salido corriendo de la habitación 

-¡Makoto ven aquí!- no iba a dejar que corriera con esa erección por toda la casa así que comencé a perseguirlo y finalmente lo encontré en el jardín intentando esconderse entre los arbustos -sal de ahí Makoto- pero me ignoraba -ve a bañarte- y tenía que hacerlo porque Makoto tenía un mal olor por no haberle echado desodorante después de bañarlo ayer, ahora olía a perfume con sudor y era bastante desagradable 

-¡no quiero!- grito sin salir de su escondite y se estaba volviendo un poco frustrante así que tuve una idea. Cerca de mi estaba la manguera con la que regaba las plantas y si Makoto no quería bañarse como normalmente lo hacía en el baño terminaría bañándolo como cuando se ensuciaba de lodo  por estar jugando en los charcos de agua de la calle cuando lo sacaba a pasear en época de lluvia -¡no!- grito cuando lo comencé a mojar -¡no quiero Haru-chan!- gritaba tan fuerte que parecía que le estaba haciendo algo realmente malo -¡detente Haru-chan!- y finalmente salió de entre los arbustos todo mojado abalanzándose hacia mi -¡dame eso Haru-chan!- pero no midió la fuerza con la que me ataco y termino tirándome 

-¡Makoto idiota!- en verdad me había dolido 

-¡lo siento Haru-chan!- rápidamente se disculpo levantándose de mi y como venganza comencé a rociarle la cara -¡no Ha-Haru-cha-chan!- volvió a gritar y por querer escapar rápidamente tropezó y cayó -¡no, Haru-chan!- aprovechando que estaba en el suelo dirigí el chorro de agua hacia su entrepierna -¡duele, duele, duele!- se retorcía en el suelo pero no me importaba ya que la fría agua haría que su erección se fuera o eso esperaba que pasara -¡Haruuuuuuu!- y con ese último grito deje de rociarlo porque me pareció que estaba a punto de llorar 

-si no quieres que te siga echando agua así ve a bañarte correctamente- 

Sin dejar de mirarme se levanto limpiando sus ojos y haciendo un pequeño puchero me contesto -ya voy- comenzando a caminar despacio encogido de hombros entro a la casa

-maldición...- creo que me había pasado un poco pero al menos había conseguido que me obedeciera ya lo compensaría después ¡diablos! habíamos dejado un gran desorden en el jardín pero estaba cansado de limpiar y debía llevarle ropa a Makoto lo antes posible porque me arriesgaba a verlo desnudo y no quería eso así que rápidamente me dirigí al segundo piso para buscar uno de sus bóxers, como era la única prenda que Makoto estaba dispuesto a usar en casa se le estaban acabando pero hoy ya no quería hacer nada ya los lavaría después.

En la silla junto a mi escritorio mire la mochila que llevaba al trabajo y guarde en lo más profundo de ella la película de Momotaro para devolvérsela y para que Makoto no la encontrara, esa película me había traído demasiados problemas y esperaba que no sucedieran mas.  

  

Llevando mi ropa y la de Makoto me acerque al baño dispuesto a llamarlo para avisarle de su cambio de ropa pero repentinamente escuche los profundos gemidos que emitía al acariciarse y sin poder evitarlo comencé a acercarme más a la puerta notando enseguida que esta estaba entreabierta, por alguna razón Makoto no la había cerrado.

Con mucho cuidado para no ser descubierto mire hacia el interior del baño e inmediatamente me encontré con una imagen que jamás borraría de mi mente. Makoto estaba sentado en el pequeño banquito que ahí tenía completamente desnudo con las piernas abiertas hacia mí, sus mejillas tenían una leve coloración rojiza, sus ojos estaban completamente cerrados y su boca estaba ligeramente abierta. Veía claramente como sus músculos se contraían por cada espasmo que sus propias caricias le provocaban. Me pareció lo más sexy que había visto en mi vida y repentinamente sentí de la nada como mi respiración se agito así como de un ligero rubor y calor que poco a poco se apoderaba de mis mejillas ¡maldición! estaba comenzando a sentirme extraño y no podía dejar de observarlo, si seguía mirando podría ponerme peor pero aun así no deje de hacerlo. 

Cada segundo que pasaba sentía como ese calor incrementaba más y más hasta que por un instante Makoto abrió sus parpados descubriéndome espiándolo y lo peor de todo es que me miro directamente a los ojos dando un profundo suspiro, exactamente en ese instante cuando nuestras miradas se encontraron Makoto había eyaculado provocándome un terrible escalofrió que recorrió mi cuerpo terminando en mi entre pierna. Me había puesto duro

-Haru-chan...- lo escuche llamarme pero no debía verme así, tenía que irme de ahí y sin responderle salí corriendo del lugar 

 

 

Makoto

-Haru-chan...- llame a Haru aun recuperando el control de mi respiración pero no me contesto solo escuche como salió corriendo y no entendí porque lo había hecho.

Un poco cansando me puse de pie y enseguida salí para buscarlo -Haru-chan- comencé a llamarlo y vi mi cambio de ropa en el piso e iba a recogerlo pero percibí un nuevo olor viniendo de Haru, ese olor era bastante atrayente y me hacía sentir extraño. Sin darme cuenta termine caminado atraído completamente embelesado hasta el jardín donde perdí el rastro de ese olor que me había hecho perderme por un momento -¿qué haces Haru-chan?- pregunte cuando lo vi en cuclillas mojándose con la manguera -¿porque te estás bañando aquí Haru-chan? la tina ya casi se llena- pero así como a la primera pregunta que le hice no me contesto solo apretó mas su piernas hacia él y dirigió el chorro de agua hacia ellas. Otra vez algo le pasaba a Haru y nuevamente no sabía que -Haru-chan- me hinque frente a él para averiguar que ocurría pero en el momento en que tome su rostro para que me mirara golpeo mi mano provocándome que la alejara de el -¿qué ocurre Haru-chan?- 

-nada, solo ve y termina de bañarte- aunque fue una orden no la iba a acatar, Haru se veía mal y necesitaba saber él porque 

-no- y eso pareció molestarlo pero aun así no me iría -no me iré hasta que me digas que te pasa- 

-no es nada, déjame solo- fue lo único que me dijo pero no me convenció, definitivamente le ocurría algo ya que el aroma que había percibido antes proveniente de él no era normal 

-Haru-chan...- nuevamente intente tomar su rostro pero seguía rechazándome y note lo empapado que ya estaba, debía quitarle la manguera para que dejara de mojarse o se enfermaría -dame eso Haru-chan-  pero cuando intente quitársela grito -¡no, Makoto!- 

-¡Haru-chan si sigues mojándote vas a enfermarte!- Haru era algo enfermizo, cuando jugábamos en la lluvia casi siempre terminaba enfermo y no me gustaba verlo así y valiéndome de mi fuerza logre quitarle la manguera haciendo que cayera de sentón  

-¡idiota!- me grito pero al final había conseguido quitársela y aunque era débil aun podía sentir ese aroma que me empezaba a gustar -¡¿porque no me dejas solo?!- estaba un poco aturdido por el aroma pero aun así note lo bastante molesto que estaba -¡¿porque no me obedeces y haces lo que te pido?!- comenzaban a asustarme sus gritos -¡¿es tan difícil hacerlo?!- y sin cambiar su semblante se fue directo al interior de la casa. Me sentía mal, me sentía culpable ya que como había dicho lo que me pedía no era tan difícil de hacer y mi desobediencia lo había hecho enojar y era lo menos que quería hacer yo solo quería que Haru fuera feliz y que siempre sonriera 

 

 

Haru

Nuevamente mi estupidez había hecho que lastimara a Makoto y debía disculparme con él lo más pronto posible. 

Cuando logre calmarme y termine de bañarme fui directo a buscar a Makoto pero no sabía dónde estaba -Makoto- lo llame pero no me contesto, lo más probable es que estuviera molesto conmigo -¡Makoto ¿dónde estás?!- pero aunque alcé la voz no obtenía respuesta de el -¡Makoto!- y el que no me contestara estaba comenzando a asustarme tal vez se había ido y me había dejado solo como le pedí -¡Makoto!- comencé a correr por la casa y cada segundo sin él me angustiaba más y más -¡Makoto!- recorrí gritando todo el interior de la casa así como el jardín pero no lo encontraba y ese temor aumentaba -¡Makoto no me dejes solo!- pero aunque grite lo más fuerte que pude no apareció, definitivamente esta vez si me había quedado solo.

Mas sin embargo recordé que aun me faltaba un lugar donde no había buscado, ese lugar que no me había atrevido a pisar desde que Makoto se fue pero era el único lugar que me faltaba revisar así que rápidamente corrí hacia el jardín trasero donde se encontraba la tumba de Makoto.

Corrí tan rápido como pude y ahí estaba el, hincado mirando detenidamente el pequeño jarrón con flores marchitas que Rin había colocado sobre su tumba -¡Makoto!- grite sin poder evitar llorar aventándome sobre él para abrazarlo 

-Haru-chan- se tambaleo un poco pero consiguió sostenerse 

-¡lo siento mucho Makoto!- Makoto no merecía un trato así -¡perdóname Makoto!- el no había tenido la culpa de nada -lo siento- todo era mi culpa yo era realmente un asqueroso como Rin lo había afirmado -Makoto yo...- pero Makoto me interrumpió 

-no te disculpes Haru-chan- me sonrió acariciando mi mejilla -no fue tu culpa yo no obedecí- no quería que se sintiera culpable ya que las cosas no era de esa forma -la próxima vez no desobedeceré ninguna de tus ordenes-

-¡no fue tu culpa!- grite para que dejara de culparse -esta vez fue toda mía...- limpie mis ojos y vi como se sorprendió un poco pero atentamente escuchaba todo lo que le decía -no es correcto lo que hice, no debí gritarte ya que solo querías saber porque estaba actuado extraño y no tienes porque preocuparte por eso fue totalmente culpa mía. Yo no debí espiarte en el baño eso es inaceptable y no volverá a pasar, lo siento mucho Makoto no sabes lo avergonzado que estoy por ello-por mis palabras Makoto parecía muy confundido 

-¿espiarme?- susurro rascando su cabeza -¿me estabas cuidando?- y avergonzado negué con la cabeza -entonces ¿por qué?- me pregunto pero no sabía cómo contestarle 

-yo solo...- su mirada fija me incomodaba -no lo sé- solo pude responder eso porque era la verdad no sabía la razón del porque lo había hecho 

Vi como meditaba la respuesta que le había dado y no sabía si sería suficiente para él o iba a preguntarme más sin embargo ya no lo hizo -bueno, no importa Haru-chan- me sonrió perdonándome y una vez mas dirigió su vista hacia el pequeño florero -se marchitaron- susurro y con mucho cuidado toco una de las flores  

-lo siento Makoto- durante todo este tiempo no había tenido el valor de visitar su tumba, no había cambiado las flores del jarrón además de que esta parte del jardín estaba muy descuidad

-no te preocupes Haru-chan, yo entiendo- en silencio ambos nos quedamos mirando la tumba y era yo el que no entendía, no sabía qué era lo que pensaba Makoto en ese instante -Haru-chan...- escuche su llamado y dirigí mi vista hacia el -¿podemos entrar a casa? tengo frio- me pregunto sonriendo y en ese momento me di cuenta de que Makoto aun seguía desnudo ya que por lo que paso no se había terminado de bañar y estaba comenzando a refrescar. 

-sí, vamos- me levante extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse y aunque aun me sentía incomodo por su desnudez no quería estar separado de él y entendía que este comportamiento desvergonzado era parte de él y tenía que acostumbrarme aunque parecía imposible. 

Cuando entramos a casa mande a Makoto para que terminara de bañarse mientras yo preparaba el almuerzo que en realidad ya no lo era, ya se nos había hecho bastante tarde para llamarlo así -¡ya termine Haru-chan!- grito entrando a la cocina -¡huele delicioso!- y escuche como aspiro profundamente el aire -¿qué comeremos?- sonrió acercándose a mi -para ti filete para mi caballa- sabía muy bien que a Makoto le encantaría, el era todo un carnívoro y aunque el pescado también era carne creo que no le apetecería tanto comerlo -ve a sentarte Makoto- le ordene y rápidamente se fue a sentar 

-aquí tienes- deposite su plato frente a él y me senté a su lado -cuidado está caliente- le advertí antes de que comenzara a comer como desesperado 

Vi como tomo el tenedor para presionar con fuerza el filete para cortar un pedazo de él y como con mucho cuidado lo mordió -¡quema!- pero aun con lo cuidadoso que fue se quemo la lengua -Hadu-shan-gimoteo sacando la lengua provocándome una ligera risa -te dije que tuvieras cuidado. Déjame ver- y se acerco a mí para que lo revisara -me duede- pero no era nada serio sin embargo aun así fui por algo de leche al refrigerador -bébela- Makoto miro confundido el vaso sin decidirse a beberlo o no -te hará sentir mejor- y sin reproches tomo de un solo trago -¡ya no me duele!- grito haciéndome reír por su inocencia -que bueno, ahora come con más cuidado- 

-pero está caliente Haru-chan- me miro al no saber qué hacer 

-sóplale- y comenzó a soplarle a su plato lo más fuerte que pudo hasta quedarse sin aliento 

-ya- jadeo aspirando profundamente  

-así no- corte un pedazo de su filete y sople suavemente el trozo en el tenedor mientras sentía la mirada fija de Makoto en mi -hazlo así- y le acerque el tenedor para que comiera 

-¡esta delicioso Haru-chan!- grito emocionado 

-sabia que te iba a gustar- una vez mostré como debía hacerlo comencé a comer 

-¿a ti no te gusta el filete Haru-chan?- me pregunto cortando otro trozo 

-no mucho. Me gusta más la caballa- e hizo una meuca confundido 

-pero sabe rico. Toma- y me ofreció el pedazo que había cortado 

-no quiero- aleje su mano de mi boca  -comételo tu- pero lo vi algo triste cuando lo rechace así que tome su mano y comí el bocado -sabe delicioso-  mis palabras lo alegraron y volvió a comer -Makoto-

-¿que pa-sa Ha-ru-chan?- me respondió con la boca llena 

-después de comer me acompañarías a comprar algo-

-¡yo te acompaño a donde tu quieras Haru-chan!- grito ocasionando que algo de la comida que masticaba se le cayera de la boca provocándome una ligera sonrisa por lo gracioso que se había visto 

Así sin ningún contratiempo mas terminamos de comer y tomando la mano de Makoto salimos de casa. 

 

 

Makoto 

Antes de salir de casa y mientras me vestía pregunte a Haru que compraríamos y el dijo que debía comprar algunas flores. No sabía para que pero las flores era bonitas y olían muy rico además con cada paso que dábamos por la calle podía sentir su aroma más de cerca.

Después de unos minutos llegamos a una tienda llena de flores y no pude resistirlo me acerque a cada una de ellas y comencé a olfatearlas mientras Haru compraba sin embargo después de haber olido no sé cuantas me comencé a sentir un poco mareado, eran demasiados olores dulces juntos para mí -ya esta Makoto, vamos a casa- pero lo bueno es que ya era hora de irnos.

Tomando fuertemente la mano de Haru emprendimos el camino de regreso a casa y vi el ramo de flores que había comprado, eran unas flores color rosa que olían muy rico pero aun no sabía para que eran hasta que llegamos a casa. Aun tomando mi mano me guio hasta el patio trasero donde estaba mi tumba. El estar ahí me hacía sentir extraño, era una sensación que no sabía cómo explicar. 

Sentí como Haru soltó mi mano agachándose para colocar las flores en el jarrón y después sin decir nada se volvió a parar a mi lado tomando mi mano otra vez. 

No sabía que pensaba Haru en ese momento pero el ambiente se sentía un poco melancólico así que decidí guardar silencio y me quede mirado las flores que se mecían suavemente por el viento esparciendo su dulce fragancia -Makoto...- escuche la voz de Haru y sentí como el apretón en mi mano se hizo más fuerte -¿quieres ir mañana a la playa?- ¿la playa? me encantaba la playa así que claro que quería ir -¡si Haru-chan! ¡Me encantaría ir!- y con su sonrisa sentí como aquel sentimiento extraño se fue -vamos a dentro, quiero ver una película- 

Después de que Haru preparo unas bolitas blancas a las que llamaba palomitas y que sabían muy rico nos acomodamos en el sofá para ver la segunda parte de la película que me había encantado, esa película se llamaba Toy Story  y me había gustado mucho porque así como yo Woody había hecho hasta lo imposible para estar junto a su mejor amigo, junto a quien más amaba. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).