Haru
Esta vez fui yo quien despertó temprano, Makoto seguía a lado de mí durmiendo profundamente y aunque necesitaba usar el baño me di un tiempo para observarlo. Se veía tan tranquilo que no pude evitar sonreír ante lo que tenía frente a mí, sus finas facciones me distrajeron y llamaron toda mi atención. Yo nunca ponía mucho interés en las personas que veía en la calle o en las que llegaba a conocer así que realmente no podía catalogarlas entre atractivas o no atractivas sin embargo ahora que tenia a Makoto ahí realmente creía que podía hacerlo y aunque no fuera el más apuesto de todos para mí lo era. Mirando un poco mas note la marca que le había hecho, tal vez fue un error porque esta era bastante visible sin embargo no era tanto como la que él me había dejado, Makoto había usado sus dientes y la marca era un poco más grande, tendría que usar un playera con cuello para ocultarla de mi abuela y de los demás y finalmente tratando de no despertarlo me levante para ir directo al sanitario, ya había aguantado mucho
-buenos días Haru-chan- me saludo mi abuela en el momento en que entre a la cocina
-buenos días- a pesar de que era las siete de la mañana ella ya estaba preparando el desayuno -¿Por qué te levantaste tan temprano?-
-lo mismo te pregunto a ti, Haru-chan-
-yo siempre me levanto a esta hora- bueno ayer no lo hice pero fue porque estaba cansado y no había dormido mucho -¿quieres que te ayude?- ya que no tenía pensado volver a la cama y dormir al menos la ayudaría
-sí, claro puedes empezar por azar la saba- al igual que ella me encantaba la saba pero cocinar junto a mi abuela me encantaba aun mas
-¿y cómo va el trabajo Haru-chan?-
-bien- ella no sabía que apenas el sábado había vuelto al trabajo
-creí que trabajabas entre semana ¿Por qué cambiaste a los fines?-
-fue porque no quería dejar tanto tiempo solo a Makoto en casa- la plática me estaba empezando a incomodar
-oh… yo tampoco querría dejarlo solo por tanto tiempo- sonrió, quise cambiar el tema pero no pude hacerlo pues ella volvió a hablar antes de mi -Haru-chan desde hace unos días he sentido que me estas ocultando algo-
-¿ocultándote algo? ¿Qué quieres decir?-
-no sé, tu dime ¿Qué es lo que me estas ocultando?- ¿Qué debía decirle ahora?
-no te estoy ocultando nada- pero si lo hacía y ni siquiera a Makoto se lo había contando
-Haru-chan te conozco de toda tu vida y sabes muy bien que a mí no puedes mentirme- si, sabia muy que a ella no podría ocultarle nada pero no estaba preparado aun para contarle sobre lo que tenía planeado hacer y lo que habría hecho si Makoto no hubiera llegado ese día
-sí, lo sé pero no estoy mintiendo- tenía que cambiar de tema o terminaría por contarle todo
-¿sabes la razón del porque Mako-chan está aquí?-
-yo…- no sabía que responder
-¡buenos días Haru-chan, Oba-chan!- pero por suerte Makoto llego cambiando radicalmente el tema -¡tengo muchísima hambre!- rápidamente se acerco a mi abuela para aspirar lo que estaba cocinando -¡huele delicioso Oba-chan!- y agradecía que nos hubiera interrumpido -¿podemos desayunar ya?-
-no, todavía falta un poco para que esté listo- Makoto hizo un pequeño puchero al escuchar que tendría que esperar -¡oh Mako-chan! ¿Qué es esta marca en tu cuello?- ¡diablos! Había olvidado darle una camisa de cuello alto para ocultar la marca que le hice
-¡es una marca!- toco el lugar mostrando una gran sonrisa -¡Haru-chan me la hizo!- y de repente ya no estaba tan feliz de que nos hubiera interrumpido -¡¿no es bonita?!- movió su cabeza para que mi abuela viera perfectamente su cuello
-es muy bonita- no me gusto la forma en que repentinamente me miro -¿Cómo te la hizo?- y esa sonrisa traviesa que tenía en su rostro me alerto de que debía impedir que Makoto contestara
-la hizo con su…- y antes de que dijera algo más le introduje en la boca una de las bolas de arroz que mi abuela había hecho para el desayuno callándolo de inmediato
Ante lo que hice mi abuela comenzó a reír –que lindos son- yo no era nada lindo
-¡esta deliciosa!- y la estupidez de Makoto no dejaba de sorprenderme -¡quiero otra!- sin embargo estaba feliz de que lo fuera ya que olvido completamente el tema de la marca
Eran las seis con diez minutos de la tarde, estábamos esperando a Touko y a su esposo a que terminaran de cerrar la florería
-listo, vámonos- Touko anuncio y comenzamos a caminar hacia el puerto que es donde se llevaba a cabo el festival
–si quieres yo puedo llevarla- Shigeru se acerco a mi ofreciéndose a llevar a mi abuela en su silla de ruedas, aunque no era muy a menudo que ella la usara esta vez lo hacía ya que deseaba recorrer todo el festival y a pie no aguantaría
-no es necesario, yo puedo llevarla- pero no quería ser una molestia así que lo rechace
-vamos Haruka deja que Shigeru la lleve- Touko me empujo haciéndome a un lado quitándome el control de la silla de mi abuela –además tienes que cuidar a Makoto- ¿cuidarlo? ¿De que no se perdiera? o ¿de que no hiciera algo indebido? Pero ella siguió hablando antes de que preguntara –chicos así de lindos como el no es muy común verlos por el pueblo y si no lo cuidas podrían quitártelo- ¡¿Qué?! ¡¿Qué diablos le había contando mi abuela mientras llevábamos de paseo a Momo ayer?! –y tu también Makoto, debes cuidar a Haruka o te lo podrían quitar-
-¡¿eh?! ¡Quitarme a Haru-chan!- grito alterado ante las pablaras de Touko -¡nunca! ¡Él es mío!- y de cierta forma me alegro el que se pusiera así porque me hacia entender que me quería mucho sin embargo lo que a continuación hizo no me gusto ni alegro para nada. De un momento a otro se abalanzo sobre mí intentando morderme, había cometido otro error, nunca más intentaría explicarle nada referente a los sentimientos a Makoto pues era un completo cabeza hueca y siempre entendía mal las cosas
-¡detente Makoto!- grite empujándolo pero siempre me superaba en fuerza -¡basta!- escuche a nuestros tres acompañantes hacer un sonido de sorpresa y luego la carcajada de mi abuela acompañada de la risa de Touko y Shigeru
-espera Mako-chan- comento mi abuela entre risas –detente- y Makoto se detuvo, ¿por qué a ella si la obedecía y a mí no? -no es necesario que hagas eso Mako-chan, solo tienes que tomar a Haru-chan de la mano y así no te lo quitaran- sugirió y enseguida Makoto tomo mi mano. Yo estaba rojo y avergonzado por el show que había montado frente a mi abuela y sus amigos
-bueno, bueno sigamos o se nos hará tarde y no podremos disfrutar todo el festival- sin embargo a ellos no les pareció importar ya que Shigeru después de comentar eso comenzó a caminar empujando a mi abuela como si no hubiera pasado nada después de todo el tenia razón, debíamos disfrutar el festival
Caminamos entre la multitud y Makoto tiraba de mi hacia los distintos puestos de comida, quería comer de todo pero por ahora le había comprado una manzana acaramelada, esta le duraría bastante tiempo ya que debía lamerla lo suficiente para quitarle toda el azúcar que la envolvía sin embargo nuevamente subestime la estupidez de Makoto –¡Makoto!- el idiota se metió toda la manzana a la boca y por lo pegajosa que estaba se le había quedado pegada entre los dientes impidiéndole que la sacara de nuevo. Makoto se comenzó a desesperar y a mí me empezó a preocupar ya que podría ahogarse con esta
-¡dale un poco de agua!- Touko grito y Shigeru salió corriendo hacia un puesto de té
-el té caliente hará que el azúcar se deshaga- tome a Makoto de la cabeza agachándolo para que Shigeru vertiera el té en su boca mientras Touko le sacaba la manzana con mucho cuidado
-¿estás bien Mako-chan?- mi abuela se levanto de su silla preocupada
-¡Oba-chan!- grito abrazándola, al parecer se había asustado igual que yo
-tranquilo, tranquilo- repetía ella sobando su espalda para calmarlo –no paso nada- me hizo una señal con su mirada para que me acercara e inmediatamente lo hice –porque no vas con Haru-chan a jugar a uno de los puestos- Makoto limpio sus ojos volviendo a sonreír
-si- la ventaja que teníamos era que Makoto fácilmente podía ser disuadido y rápidamente podíamos hacerle olvidar el mal rato que había tenido
-vamos a estar en el puesto que pasamos hace rato donde vendían albóndigas de pulpo-
–Sí, desde que llegamos tengo muchas ganas de comer unas- comento Touko apoyando la idea de mi abuela
Aunque el propósito principal era disfrutar el festival juntos, el hacerlos esperar mientras jugábamos no era muy buena idea -vayan y diviértanse- pero aun así acepte la propuesta de mi abuela y tome de la mano a Makoto para guiarlo a alguno de los puestos cercanos
Frente a uno de los puesto pregunte a Makoto cual querría jugar pero juzgando sus rostro comprendí que no sabía qué hacer ni cual elegir así que escogí el que me parecía más fácil. El juego consistía en lanzar pelotas hacia una canasta y por alguna razón Makoto era bastante bueno pues encesto cinco de las seis pelotas que nos habían dado a cada quien consiguiendo un peluche en forma de pulpo que hacía mención al festival –toma Haru-chan- me lo ofreció
-mejor regálaselo a Oba-chan, ella se pondrá feliz si se lo obsequias- conocía muy bien a mi abuela y sabia que se pondría realmente feliz si Makoto se lo daba
-¡sí!- grito abrazándolo mientras caminábamos hacia otro puesto -¿Qué son esos Haru-chan?-
-son globos de agua ¿quieres intentar?- Makoto asintió y después de explicarle lo que tenía que hacer comenzamos a intentar sacarlos del estanque sin embargo a diferencia del anterior juego Makoto perdió en su primer intento no obstante yo en este juego era bastante bueno y conseguí varios globos
-¡son muchos!- gritaron unos niños que también jugaron junto a nosotros pero estos no habían podido conseguir ninguno y como yo solo necesitaba dos les regale los que me sobraban a ellos -¡gracias!- volvieron a gritar y salieron corriendo del lugar
-toma Makoto- le di el globo azul que había guardado para él, el otro era para mi abuela
-¡gracias Haru-chan!- sonrió feliz mientras miraba y olfateaba de cerca el globo de agua
-espera no lo…- pero lo mordió y le exploto en la cara empapándolo, Makoto comenzó a escupir el agua que se había colado en su boca –idiota- no tenía nada con que secarlo así que intente limpiarle la cara con una de las mangas de mi camisa
-¿puedo jugar con el otro?-
-no- definitivamente no se lo iba a dar, lo iba a terminar reventando también –además este es para Oba-chan- y aunque no le gusto mi respuesta ya no insistió –volvamos con Oba-chan y los demás- ya tenía hambre y también deseaba comer algunas albóndigas de pulpo
-si- tomando nuevamente de la mano a Makoto comenzamos a caminar entre la multitud encontrando a mi abuela y sus amigos sentados en una mesa platicando y comiendo -¡Oba-chan!- enseguida en que la vio Makoto corrió hacia ella
-Mako-chan, Haru-chan bienvenidos- nos sonrió
-mira Oba-chan esto es para ti- Makoto le dio el peluche de pulpo haciéndola feliz
-gracias Mako-chan, es realmente bonito- y abrazo fuertemente a Makoto sin embargo me sentí un poco avergonzado por lo que tenia para ella, en comparación con el peluche que Makoto le dio el globo que yo había conseguido para ella no era tan bonito -¿Qué estas escondiendo Haru-chan?- se había dado cuenta de que estaba tratando de ocultar el globo detrás de mi
-yo…- pero como siempre no podía mentirle así que le ofrecí el pequeño globo color amarillo con rosa –es para ti-
-¡Oh que bonito!- grito tomándolo –gracias-
-que habilidoso eres Haruka- menciono Shigeru
-sí, es realmente difícil obtener un globo de agua para ello debes ser muy paciente y ágil- secundo Touko avergonzándome
-¡Haru-chan consiguió sacar muchos pero solo conservo dos!- empezó a contar Makoto -¡uno me lo dio a mi pero exploto cuando lo mordí y el otro era para ti Oba-chan!-
-¿enserio?- rió ella –¿es por eso que estas mojado?-
-si- sonrió orgulloso
-¿y los demás también los reventaste Makoto?-
-no- inmediatamente negó hacia la pregunta de Touko –Haru-chan se los regalo a tres niños y a una niña que no había ganado nada-
-mi Haru-chan siempre ha sido tan lindo y amable- muchas veces los halagos de mi abuela me avergonzaba y esta vez no era la excepción y como siempre no sabía cómo reaccionar ante estos
-no soy lindo- eso fue lo único que pude decir
-después de comer debemos apurarnos para encontrar un buen lugar desde donde podamos ver perfectamente los fuegos artificiales- es verdad, había olvidado completamente los fuegos artificiales y teníamos que encontrar el lugar perfecto para admirarlos
Shigeru compro mas albóndigas para Makoto y para mí y después de acabar seguimos caminando para encontrar el lugar adecuado donde observaríamos los fuegos artificiales que echarían por inauguración del festival sin embargo Makoto aun tenía hambre así que decidí comprarle un algodón de azúcar, este se deshacía en la boca así que no habría ningún problema como el que ocurrió anteriormente con la manzana
-¡esta delicioso!- comenzó a gritar pero este no le duro mucho y había conseguido que sus labios tomaran un color rosa por el color del algodón -¿Qué ocurre Haru-chan?-
-Nada- por un momento sus labios rosas me distrajeron
-este lugar es perfecto- comento Touko tomando asiento en una banca
-¿quieren sentarse?- me pregunto Shigeru pero como solo había dos lugares preferí que él lo aprovechara
-no gracias siéntese usted- yo me quedaría de pie junto a Makoto quien ahora comía un cono de helado que Touko le había comprado
-¿Qué vamos a ver Haru-chan?- pregunto Makoto mientras daba lametones a su helado
-fuegos artificiales- era la primera vez que Makoto los vería así que estaba emocionado por ver su reacción –solo mira hacia el cielo-
Makoto siguió mi instrucción y esperamos hasta que el primer fuego artificial fue lanzado sin embargo la explosión de este hizo que arrojara su helado y se alejara corriendo de nosotros -¡Makoto!- grite persiguiéndolo pero no se detenía -¡espera Makoto!- no sabía que les temía y por más que intentaba darle alcance no pude hacerlo, Makoto era realmente rápido y entre la obscuridad de la calle lo perdí de vista -¡Makoto!- lo había extraviado