Chanyeol no podía más, su cabeza dolía y ya no podía concentrarse en preparar la importante reunión que se llevaría a cabo la semana siguiente. Jongdae, su secretario y mejor amigo, le recomendó que fuera a despejarse fuera de la oficina porque “Llevas tanto tiempo sin caminar bajo el sol que ya pareces un fantasma.” Le había dicho con su típica sonrisa burlesca.
Y por eso estaba allí, caminando por la calle comercial de Myeongdong con varias bolsas llenas de ropa en las manos, necesitaba algo de ropa y así conseguía que algo de su estrés se fuera.
Caminaba distraído, mirando a los escaparates de las tiendas cuando pasó por delante de una que llamó su atención, era una tienda de híbridos*.
A Chanyeol nunca le habían gustado los híbridos, los consideraba algo antinatural que los humanos habían creado por diversión, y nunca pensó en tener uno, pero por algún motivo quiso entrar a esa tienda, y lo hizó.
Nada más entrar por la puerta, un dependiente le dio la bienvenida con una brillante sonrisa, a la que Chanyeol devolvió. Caminó por toda la tienda mirando todos los híbridos que allí había: perros, gatos, incluso algunos conejos era de lo que más había en la tienda. Sintió pena por ellos, no le gustaba verlos encerrados en jaulas. Pero lo que no esperaba ver y lo que más le sorprendió, fue encontrarse al fondo de la tienda un híbrido atado por los tobillos y las muñecas, dormido sobre el suelo de una jaula, desnudo y bastante mal cuidado. Tenía el pelo plateado y las orejas y el rabo grises.
Chanyeol llamó al dependiente que antes le había recibido y señaló al híbrido.
-Oh, él es un lobo algo especial… -respondió dudoso el dependiente.
-¿Especial? ¿Por qué está atado? –preguntó Chanyeol un poco enfadado.
-No está domado. Suele morder y no se comporta como debe, por eso está atado.
-Lo quiero –dijo Chanyeol con seguridad mientras se acercaba a la jaula y se arrodillaba delante de ella.
-P-Pero señor, tenemos muchos más híbridos. Nos acaban de llegar unos perros con pedigrí que…
-He dicho que quiero a este. -Chanyeol no dejo que terminara- lo voy a comprar –miró mal al dependiente y acercó una mano a la cabeza del lobo que dormía dentro de la jaula.
-Señor, yo no haría eso…
Chanyeol sonrió pero cuando tocó la cabecita del lobo, esté abrió los ojos enseguida y se lanzó contra él, gruñéndole y enseñándole los dientes. La sonrisa del más alto desapareció y cayó de culo al suelo por el susto. Miró al dependiente que intentaba no reír y le sonrió.
-Bueno, ¿Qué tengo que hacer para llevármelo a casa?
Unos minutos más tarde, Chanyeol se encontraba rellenando todos los papeles que hacían falta para poder llevarse el híbrido a casa para ser su dueño.
-Tiene que elegirle un nombre para poder ponerlo en su ficha, señor.
Chanyeol levantó la vista de los papeles para mirar al dependiente y luego al hibrido de lobo que le miraba con mala cara. Arrugó la frente y se acercó despacio al lobo, que le gruñía cada vez más alto a medida que se acercaba.
-Tranquilo pequeño. Solo voy a ver lo que tienes en tu cuello… -metió la mano dentro de la jaula, ganándose un mordisco, y logró agarrar el collar que llevaba el pequeño lobo, del cual colgaba una chapa donde había algo escrito, aunque no se leía muy bien- Baek…hyun… -el alto sonrió y en un rápido movimiento revolvió el pelo del lobo y sacó la mano antes de recibir otro mordisco- se llamará Baekhyun.
El lobo abrió la boca y los ojos al escuchar al que sería su futuro dueño. No apartó la vista de todos sus movimientos al firmar los papeles, hasta que el empleado abrió su jaula y le quitó las cadenas que lo ataba. Baekhyun no dudó en aprovechar para morderle en una pierna. Pero poco le duró la libertad, enseguida tenía una correa al cuello.
-¿Y eso? –preguntó Chanyeol sorprendido.
-Para que no se escape –el dependiente le entregó la correa y sonrió- gracias por comprar en nuestra tienda, esperamos volver a verle.
Chanyeol pensaba que el camino de la tienda a su casa iba a ser fácil, pero supo que se equivocaba cuando comprobó lo difícil que era poder controlar al hibrido. Este no hacía más que tirar de él y gruñirle, y eso solo duró hasta que llegaron a su coche. Meter al lobo en el asiento del copiloto, fue algo más fácil pero que se estuviera quieto mientras él conducía era otra historia. Cuando por fin llegaron a su casa, el alto suspiró aliviado y se bajó del coche. Caminó hacia el otro lado y sacó a su nueva “mascota”, a la que tuvo que prácticamente arrastrar para poder meterlo dentro de la casa.
La casa de Chanyeol era grande, de dos plantas y con un gran jardín. Vivía solo. Sabía cuidar de sí mismo, aunque algunos días, algunas personas venían a limpiar la casa o cuidar el jardín ya que él no tenía tiempo para esas cosas.
Estaba feliz de que Baekhyun, el que era ahora su hibrido, pudiera vivir en esa casa y no en una pequeña jaula.
-Bien Baekhyun, este es tu nuevo hogar a partir de ahora, tendrás una habitación para ti mismo, espero que te guste...
-…
-¡ah sí! Voy a quitarte el collar pero no quiero que te escapes, ¿entendido?
-…
Chanyeol suspiró al no recibir respuesta pero igualmente le quitó el collar confiando que el lobo no echara a correr y que huyera de allí. Al parecer éste no tenía esas intenciones ya que se quedó parado en el mismo lugar mirando a Chanyeol en silencio.
-Em… esto… creo que lo ideal sería darte primero un baño…
El hibrido se tensó al oírle decir aquello y negó con la cabeza rápidamente.
Luego de unos minutos, la bañera ya estaba llena de agua, con espuma y una fragancia de vainilla. Solo faltaba una cosa dentro de ella: el lobo.
Chanyeol, que se había quitado la chaqueta del traje que llevaba y se había arremangado la camisa blanca hasta los codos, perseguía por toda la casa a su hibrido de lobo desnudo que no hacía nada más que corretear y escaparse de sus brazos. Cuando por fin logró atraparlo y meterlo en la bañera no supo quién estaba más mojado, si el lobo o él. Suspiró.
-No te gusta el agua, ¿Verdad? –solo recibió un gruñido como respuesta- supongo que eso es un si… ¿Es que no sabes hablar? –y esta vez, como respuesta, el lobo le lanzó agua a la cara. Chanyeol volvió a suspirar. Con una esponja y mucho gel, empezó a limpiar al hibrido. Se dio cuenta de que tenía algunas heridas, que más tarde se ocuparía de curarlas, y de que su piel era muy suave y blanca cuando ya estaba limpia. También se dio cuenta de que al hibrido no le gustaba que le tocaran el rabo cuando se dispuso a lavar éste y el lobo le volvió a gruñir enseñándole los dientes.
-Está bien, está bien, nada de tocarte el rabo –Chanyeol alzó los brazos para que se calmara- Baekhyun, tengo que quitarte el collar para poder lavarte bien y-
-¡No! –le gruñó fuerte al más alto. Chanyeol se asustó al recibir esa respuesta pero no dijo nada y se dispuso a lavarle el pelo y las orejas sin quitarle el collar. Cuando sus dedos pasaron por un punto en sus orejas y Baekhyun jadeó, supo que ese era el punto sensible del lobo. Sonrió. Era adorable ver como el que estaba dentro de la bañera movía las orejas buscando más de esa caricia.
-Oh, espera… tus orejas son blancas, ¡eres un lobo blanco, no gris! –el hibrido asintió y jadeó un poco más fuerte cuando Chanyeol acarició constantemente sus orejas- han debido tratarte fatal para que estés tan mal cuidado… -Chanyeol susurró y se dio cuenta de que el hibrido se estaba quedando dormido ante su caricia. Sonrió nuevamente por eso- Baekhyun… sal de la bañera… tienes que vestirte… -dijo con voz calmada.
El lobo asintió medio dormido y salió de la bañera lentamente mientras se restregaba los ojitos con una mano. Chanyeol le colocó una toalla sobre los hombros y le secó el pelo con una más pequeña, viendo como el hibrido se quedaba cada vez más dormido.
-No eres malo… eres adorable –susurró el alto más para sí mismo que para el contrario.
Cuando ya estuvo seco, Chanyeol le puso con mucho esfuerzo, ya que Baekhyun seguía medio dormido, unos boxers y una sudadera suya. Al hibrido le quedaba algo grande pero solo sería hasta que le pudiera comprar algo de ropa. Luego, cargó en brazos al pequeño en estatura y lo llevó hasta la habitación que ahora pertenecería a este. Nada más dejarlo en la cama, éste se durmió.
Chanyeol miró la hora, eran solo las 7 de la tarde, por lo que decidió colocar la ropa que había comprado ese mismo día en su lugar y luego adelantar un poco la presentación para la reunión que sería la próxima semana.
Pasaron 3 horas y sus tripas rugían por algo de comida. Guardó su proyecto, cerró el portátil y se estiró en la silla en la que estaba antes de levantarse e ir a la cocina a preparar algo para cenar. Pero entonces recordó que ya no era el único en la casa y que el hibrido necesitaba también comer.
"¿Qué comen los híbridos?" Se preguntó. Volvió a su habitación, abrió el portátil y buscó en google lo que comían los híbridos. Era algo estúpido de buscar pero Chanyeol nunca había cuidado de uno y no sabía cómo hacerlo. Al parecer los híbridos comían lo mismo que los humanos y, prácticamente, eran iguales a cualquier humano, salvo por las orejas, el rabo, el celo y algunas otras pocas cosas más.
Luego de su busqueda, Chanyeol preparó un poco de deokbokki y arroz para los dos. Colocó los platos y cubiertos sobre la mesa del comedor. Subió a la planta de arriba para despertar a Baekhyun y se encontró con el lobo luchando con su ropa en medio del pasillo.
-¿Baekhyun? -El lobo lo miró y se revolvió aún más, consiguiendo quitarse la sudadera y más tarde, el bóxer. -¡No! ¡Vistete! Te vas a resfriar –Chanyeol se acercó a él y recogió la ropa del suelo, entregándosela al más bajo. Baekhyun le gruñó- sí, ya, gruñido, gruñido, es lo único que sabes hacer –Chanyeol ya empezaba a perder la paciencia.
-No me gusta usar eso –se cruzó de brazos y miró a la ropa de mala manera- es incómodo.
-No vas a ir por ahí desnudo, solo tienes que acostumbrarte a usar ropa.- Chanyeol le metió la sudadera por la cabeza y Baekhyun se la terminó de poner junto con la ropa interior, soltando un largo suspiro- ¿Ves? Sabes hablar –el alto sonrió amplio.
-Callate –soltó un bufido.
-Ven, he preparado la cena –Chanyeol sonrió demasiado amplio porque por fin el lobo había empezado a hablar con él. Fue al comedor y se sentó en una de las sillas.
Casi no le da tiempo a dar el primer bocado cuando el lobo ya había terminado su plato y lo lamia sin dejar nada en el.
-Baekhyun… -el lobo levantó la mirada del plato y le miró con la lengua fuera- ¿Hace cuánto no comes?
-Um… ayer me dieron un trozo de pan duro… -el más bajo se quedó mirando a algún punto del comedor- hacía tiempo que no comía algo así…
-¿Quieres más? –Baekhyun asintió enérgico y Chanyeol le pasó su propio plato. El lobo dudó un momento, mirando al alto y luego al plato, pero finalmente se lanzó a comer la comida del plato.
Chanyeol se dio cuenta de que en aquella tienda el hibrido había sido maltratado, no solo por la falta de alimento, sino también por las heridas que tenía por todo su cuerpo. Baekhyun terminó el segundo plato y volvió a restregarse los ojitos con las manos, adormilado. “¿Seguía teniendo sueño?” Pensó Chanyeol.
-Vete a dormir, yo recogeré la mesa… Baekhyun se levantó de la silla y antes de irse se giró y miró al otro.
-Chanyeol- El alto sintió un escalofrió recorrerle por la espalda al oír su nombre en los labios del más bajo. Se giró y lo miró. -Um… -Baekhyun parecía que quería decir algo pero tan solo negó con la cabeza.
-Buenas noches, Baekhyun.- El hibrido solo asintió y subió por las escaleras, desapareciendo de su vista. Chanyeol terminó de recoger todo y de lavar los platos. Decidió que él también iba a ir a dormir. Se quitó toda la ropa quedando solo con la ropa interior y se metió en la cama.
Antes de dormirse, Chanyeol pensó en Baekhyun y en su forma de quedarse dormido cuando le acariciaba las orejas.