La alarma sonó como todos los días a las 7 de la mañana. Chanyeol se levantó, arrastró los pies hasta el baño de su habitación y se revolvió el pelo mientras se miraba al espejo. Se quitó la única prenda que tenía puesta, abrió el grifo de la ducha y se metió debajo del chorro de agua. Siseó al sentir el agua fría pero eso le ayudó a despertarse del todo. Una vez terminó de lavarse, cerró el grifo y salió, colocándose una toalla alrededor de las caderas. Intentó peinarsa el pelo hacia atrás pero no le convencía el resultado por lo que solo se lo revolvió y lo dejó algo despeinado. Ya en su habitación buscó en el armario algún traje que ponerse.
-Um… pero no puedo ir hoy a la oficina y dejar aquí solo a Baekhyun… tampoco puedo llevarlo conmigo… Jongdae lleva a su híbrido a la oficina pero no sé cómo se comportará Baekhyun allí…- Fue a su mesilla, tomó su móvil y tecleo rápidamente un mensaje para Jongdae.
Para: ChenChen
Hoy no voy a la oficina, me quedo en casa preparando la reunión. Pásame todo lo que hiciste ayer por correo y pospón todos los encuentros que tenga hoy para otro día.
Enseguida recibió una contestación.
De: ChenChen
¿Qué pasa? ¿Ayer ligaste y hoy no te puedes mover de la cama, casanova? Tranquilo, tu querido y guapo secretario te ayudará.
P.D: Deberías subirme el sueldo.
Negó con la cabeza riendo al leer el mensaje. Dejó el móvil sobre la mesilla de noche y dejó caer la toalla que tenía en la cintura. Miró a la puerta de la habitación, había sentido que alguien le observaba, pero se encontró con que no había nadie. Se encogió de hombros y se vistió rápidamente con ropa algo comoda.
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-Baekhyun –tocó la puerta de la habitación del hibrido y al no recibir respuesta, abrió despacio y miró dentro- ¿Baekhyun? –
El lobo estaba durmiendo hecho una bolita sobre la cama. Chanyeol se acercó a él y zarandeó un poco su hombro- Baekhyun, despierta…
-No –el más bajo agarró una almohada y escondió el rostro en ella.
-Entonces no te prepararé el desayuno –Chanyeol se cruzó de brazos, mirándole. El hibrido levantó las orejitas y se sentó rápidamente en la cama.
-¿Desayuno?
-Sí, desayuno, y mientras lo preparo quiero que te des una ducha. -
-No –Baekhyun se volvió a tumbar en la cama y se tapó con las sabanas hasta la cabeza.
-Baekhyun, a la ducha.
-No.
-Baekhyun… -el más alto apretó los dientes mirando al bulto que había en la cama.
-No quiero.
-Baekhyun, a la ducha, ¡ya! –gritó Chanyeol, ya cabreado.
-¡No! –el lobo se sentó en la cama y encaró al más alto, gruñéndole y enseñando los dientes. Chanyeol no apartó la mirada de los ojos del otro y estuvieron así un buen rato. Cuando Chanyeol ya estaba por darse por vencido, el hibrido se levantó y se dirigió hacia el baño refunfuñando. Chanyeol sonrió un poco y se dirigió a preparar el desayuno.
Estaba colocando la comida en los platos cuando apareció un Baekhyun con el pelo mojado y la sudadera grande de Chanyeol.
-¿Qué tal la ducha? –preguntó el más alto sonriendo. Baekhyun se cruzó de brazos y entrecerró los ojos.
-¿y el desayuno? Chanyeol suspiró, colocó los platos sobre la mesa y se sentó en la silla con Baekhyun en frente. Se hizo un silencio incomodo entre los dos mientras comían. Chanyeol intentó romperlo.
-¿Qué tal has dormido?
-…
-¿Te gusta tu habitación?
-…
-Um… parece que se acerca una tormenta…
-…
Chanyeol se frotó la sien con los dedos en un acto de frustración, terminó de comer, recogió su plato para llevarlo al fregadero y salió de la cocina sin decir nada más. Decidió al final por ir al despacho que tenía en casa, encender su portátil y concentrase en la presentación que tenía que terminar.
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No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que oyó unos golpes en la puerta.
-Adelante. Por la puerta apareció un Baekhyun tembloroso con el rabo entre las piernas.
Chanyeol se levantó y se acercó a Baekhyun deprisa, éste enseguida le abrazó y enterró el rostro en su pecho, algo que sorprendió al más alto.
-Baekhyun… ¿Qué pasa? –en ese momento un trueno se oyó y el lobo se puso rígido, abrazándole más fuerte- ah… tienes miedo a las tormentas…
-N-No tengo miedo… -dijo Baekhyun con la voz temblorosa.
-No, claro que no –rodó los ojos- ¿Cómo sabias que estaba en mi despacho?
-Seguí tu olor… -susurró contra la tela de su camiseta.
-Ah… vayamos al salón. Llegó al salón con un Baekhyun que no se despegaba de él y que, cada vez que escuchaba un trueno, se pegaba aún más, aunque eso parecía casi imposible.
Se sentaron en el sofá. En un abrir y cerrar de ojos y otro trueno, Baekhyun estaba encima de Chanyeol, con las piernas a cada lado y el rostro escondido en su cuello. Chanyeol contuvo la respiración. Su cuello era muy sensible, tener la respiración del otro en esa zona era un peligro y tenerlo encima de él tampoco era para que estuviera muy tranquilo.
“Hace mucho tiempo que no follo, tiene que ser eso.” Pensó el alto.
-Baekhyun… -tomó aire- tranquilo… no te va a pasar nada…
-Eso no lo sabes… -susurró.
-Claro que lo sé, aquí estas seguro.
-¿Y si cae un rayo justo aquí, atraviesa el techo y me da en la cabeza? Chanyeol no pudo evitar reírse y el lobo le dio un puñetazo en la tripa por eso.
-Ay, eso duele –el alto acarició la espalda del más bajo para relajarle un poco- y eso que has dicho es imposible, además que en el tejado hay un pararrayos.
-¿Pararrayos? –Baekhyun se despegó un poco de su cuerpo, acto que agradeció el otro, y le miró ladeando la cabeza- ¿Qué es un pararrayos?
-Es una especie de barra que se coloca en los tejados y sirve para que los rayos caigan allí y se conduzcan directamente al suelo, así no dañan lo que hay dentro de la casa.- Chanyeol pensaba que con eso Baekhyun se relajaría pero no fue así. En cuanto se oyó otro trueno, uno más fuerte que los demás, el hibrido volvió a su posición de antes. Chanyeol acarició sus orejas y pareció que dio resultado porque el lobo se calmó. Pero aunque el lobo estuviera por fin calmado, él no lo estaba. Tener a Baekhyun encima de él, con la respiración en su cuello y encima suspirando por sus caricias en su oído, lo estaba volviendo loco. Chanyeol pensó en algo para quitárselo de encima.
-Deberíamos comer, ¿tienes hambre? ¿Quieres que haga la comida?
-¡No!... n-no te vayas…
-Entonces no podré cocinar…
-Pues entonces no comemos.
-¿Tanto miedo tienes?
-No tengo miedo…
-Claro, por eso estas temblando mientras me asfixias, ¿no?
-…
-¿Y si pedimos unas pizzas?
-¿Pizza? –Baekhyun levantó las orejitas y le miró- ¿es eso redondo que se come? –Chanyeol rio un poco por aquella descripción de una pizza y asintió- ¿está bueno?
-¿Nunca has probado una? –el lobo negó con la cabeza- pues estas de suerte porque hoy va a ser el día que pruebes una –Chanyeol sonrió y se tocó los bolsillos, sacando su móvil.
-¿Qué es eso? –preguntó Baekhyun.
-Un teléfono –dijo Chanyeol mientras leía los mensajes que tenia de Jongdae y sus “me tienes que presentar a tu ligue”, “felicidades, por fin has follado”. Si Jongdae supiera…
-¿Y para qué sirve?
-Para comunicarse con las personas.
-Ah… -Chanyeol llamó a la pizzería para hacer el pedido bajo la atenta mirada de Baekhyun que estaba sorprendido. Luego tecleó rápidamente un mensaje para Jongdae.
Para: ChenChen
No he follado, ni he ligado. Solo me he comprado un hibrido. Por favor, no hagas preguntas sobre esto.
De: ChenChen
Pobrecito tú y sobretodo tu mano, es la única que te da atención. Wow, el gigante con un hibrido, pensaba que no iba a escuchar eso en la vida. ¿Qué es? ¿Un perro? Te pega un hibrido de perro… ¡podrías traértelo a la oficina y así le presento a Sehun! Y tal vez tu hibrido te pueda ayudar a mojar… ya sabes, a tu mini Chanyeol.
Chanyeol se quedó mirando a Baekhyun después de leer el mensaje. ¿Eso era posible? Tener sexo con… oh no, ¿Qué estaba pensando? No, eso es imposible, definitivamente imposible.
-¿Chanyeol?
-¿Um? –salió de sus pensamientos y volvió a la realidad.
-¿Dónde está la pizza? Chanyeol sonrió y le revolvió el pelo.
-La traerán en una media hora, ¿Por qué no vemos un poco la tele?
-¿Tele?
-Veo que no has salido nunca de la tienda hasta ahora… -el alto se estiró para alcanzar el mando que estaba sobre la mesa, delante del sillón.
-En realidad sí he salido… -susurró en voz muy baja. Chanyeol frunció el ceño sin saber muy bien lo que había dicho el otro y encendió la televisión. Baekhyun se puso alerta al escuchar el sonido que salía del aparato y empezó a gruñir, con las orejas en alto y olvidándose por completo de la tormenta.
-Baekhyun, tranquilo…- Pero Baekhyun no le hizo caso y siguió gruñendo, cada vez más fuerte y enseñando los dientes.
-Ey, cálmate pequeño, es solo un aparato que te permite ver programas y te entretiene.
-Hay gente encerrada allí dentro…
-No, no lo están, no hay nadie encerrado… lo han grabado con cámaras, esas personas están libres.
-¿Cámaras?
-¿Tampoco sabes lo que son las cámaras?
-Sí, sí que lo sé, suena ´plinck´ y hacen fotos. Me gustan las fotos.- Chanyeol rio leve y puso la cámara de su móvil.
-Mira, el móvil tiene cámara de fotos –le pasó el móvil al más bajo y observó como éste hacia fotos a cualquier cosa. Incluso le hizo fotos a las pizzas cuando estas llegaron. Y porque no se levantó del sofá, sino Chanyeol pensó que le hubiera hecho fotos hasta al repartidor de las pizzas.
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Después de comer, la tarde se pasó volando. Estaban en el despacho, Chanyeol con su proyecto y Baekhyun bastante entretenido jugando a un juego en el móvil. Parecía que se llevaban cada vez mejor. Pero que equivocado estaba Chanyeol.
En la cena, Chanyeol preguntó algo sin ni siquiera pensarlo.
-¿No has tenido más dueños aparte de a mí?- Y se arrepintió casi al instante de haberlo dicho cuando vio la cara que le ponía Baekhyun.
-¡Tú no eres mi dueño! –golpeó la mesa con fuerza y se fue corriendo a la habitación, dejando su plato a la mitad.
Ese día, Chanyeol se fue a dormir pensando en tormentas y suspiros en su cuello.